Sin título - Discípulas de Jesús

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FORMACIÓN DE SERVIDORES
AUTORIDAD PASTORAL Y SUBORDINACIÓN
I.- INTRODUCCIÓN
El principio de autoridad y subordinación es parte básica de la vida cristiana en
común.
A.-
EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD VIENE DE DIOS.
La autoridad existe porque existe Dios. Dios es autoridad y de Él proviene toda
autoridad. A Dios está sometida toda la creación, incluyendo el hombre.
El principio de subordinación surge porque hay una autoridad a la que todo lo demás
se somete. Quien reconoce a Dios en su vida aceptando el Señorío de Jesús, acepta
la autoridad de Dios y subordina su vida entrando a este nuevo orden.
Estos dos principios están presentes en todas partes, lo vemos en la escuela, en el
hogar, en el trabajo, en el deporte, etc., siempre hay alguien que ejerce la autoridad
y alguien que se somete.
B. REBELDÍA = RECHAZO DE LA AUTORIDAD DE DIOS.
El principio de autoridad existe para crear el orden en todas las estructuras. Fuimos
creados para vivir bajo autoridad, Gn 2, l6 "Dios impuso este mandato..." y para
ejercerla Gn 1,28 "mandad y gobernad la tierra".
Aceptar la autoridad en nuestra vida, es aceptar la supremacía de Dios
sobre nosotros.
Este orden, esta armonía fue rota por Satanás al rebelarse contra Dios, al no aceptar
sus disposiciones, es decir, al rechazar su autoridad y querer ejercer su propia
voluntad, Is 14, 11 -15; Judas v.6 y el precio de esta rebeldía es la total separación
de Dios. 1 Sam 15,22.
La caída del hombre ha consistido en un pecado de desobediencia, de no
subordinación, de no aceptar la voluntad de Dios, es decir, un pecado de rebeldía.
Desde entonces hemos quedado en nuestra naturaleza pecadora con tendencia a
rechazar toda: autoridad y esta tendencia irá muriendo en la medida que nosotros
nos vayamos sometiendo al plan de Dios en nuestras vidas y aceptemos el Señorío
de Jesús en nuestros corazones, imitando sus actitudes que en todo fue un
someterse a la amorosa voluntad del Padre, y al querer su voluntad y llevarla a cabo
glorifica al Padre, es decir, le da Gloria, hace que Dios sea reconocido como Dios.
Flp 2, 5 -11.
C. Visión del Mundo
Comúnmente la autoridad se presenta como ansia de poder y de gobierno, como
dominio y se experimenta como opresión, no se desea estar bajo autoridad sino que
se rechaza, se mira como sinónimo de poder, de placer, de tener y para éstos
mismos valores es buscada.
Por otro lado, el mundo está promoviendo una rebeldía sistematizada, porque
muchos de los valores que hoy se promueven, rechazan toda actitud sana de
subordinación. Para el mundo el que se subordina es porque es incapaz, poco
valioso, fracasado, etc., se piensa que se carece de dignidad o valor, es sinónimo de
esclavitud, de carencia, de poco valor.
II.- La Perspectiva Bíblica. VISIÓN DE DIOS
(Rm 13 1-9; Ef. 5,21-33; 4, 11-16)
A. “Toda autoridad proviene de Dios” Ésto es lo que nos enseña su Palabra, sólo la
acción del Espíritu Santo sobre nuestros corazones nos hará vivir una subordinación
gozosa y libre como la de Cristo al Padre. Esta realidad sólo puede darse si el
contexto necesario en el que se da es el amor de hermanos, posibilitado por la
nueva vida en Cristo (Ef.4,5)
B.- La autoridad y la subordinación son una expresión del amor cristiano.
Se trata de una relación de orden para un servicio eficaz (Cf. Ef. 4,11-16).
1.- El término griego que traducimos “subordinación” se refiere al orden correcto de
los barcos para ganar la guerra. También nosotros necesitamos un correcto “orden
de batalla” en nuestras relaciones, a fin de vencer los problemas y dificultades y
experimentar la victoria (equipo de fútbol, el cuerpo).
III.- CAUSAS DE RESISTENCIA A LA AUTORIDAD Y SUBORDINACIÓN
Relación a malas experiencias del pasado (fuera del contexto del amor cristiano, aún
dentro de la Iglesia).
Rebeldía y actitud de autonomía fomentada por nuestra sociedad.
No saber cómo ejercer la autoridad por falta de modelos adecuados que imitar.
Temor de ser rechazado.
Falsa humildad.
Temor de asumir responsabilidad (miedo de tener que rendir cuentas).
Tendencia de conformarse con un liderazgo informal o la simple administración.
IV. QUÉ ES LA AUTORIDAD PASTORAL
Es un regalo de Dios para su pueblo, para promover la unidad y para dar fruto (no es
una restricción, ni adversidad, ni algo desagradable, sino una bendición).
Un servicio (implica trabajo arduo, cuidado, interés, responsabilidad, escuchar la voz
del Señor).
Otras funciones son: promover el orden y mantener al grupo unido, proteger el estilo
de vida, que sea de acuerdo a la voluntad de Dios.
El que tiene la autoridad no hace todas las tareas, ni toma todas las
responsabilidades, es decir, delega
V. QUÉ ES LA SUBORDINACIÓN.
Una relación activa de apoyo, que nos protege y nos enriquece, que nos permite la
formación y el discipulado, conveniente para el funcionamiento ordenado de las
estructuras y relaciones.
1.- La sociedad actual nos hace creer que sólo los niños están subordinados, que
cuando llegamos a la edad adulta quedamos completamente independientes y
emancipados de toda autoridad.
2.- La relación de padre - hijo no es simplemente algo provisional sino un verdadero
campo de entrenamiento para una forma de relación que es aplicable durante toda la
vida (en diversas formas).
3.- Jesús estuvo subordinado al Padre, pero eso no lo hizo ser menos Dios o menos
importante; Él asumió esa relación y se sirvió de ella para lograr su misión. La
autoridad del Padre y la obediencia del Hijo se unen en el amor del Espíritu, así el
amor es el contexto clave para toda relación de autoridad - subordinación en la vida
cristiana.
B.- La subordinación implica:
1.- Obediencia y confianza a la autoridad que viene de Dios y que se practica con
amor.
2.- Apoyo al responsable o pastor, con lealtad, aún cuando su decisión sea
contraria a nuestras expectativas.
3.- Amonestar al que es autoridad cuando yerra, se puede estar en desacuerdo y
mostrar con respeto nuestra opinión (con respeto, sin desafiar su posición) pero
apoyar la decisión final que él tome.
4.- Apertura ante la autoridad.
C.- La subordinación asume diferentes formas, según el contexto.
1.- Por ejemplo: relaciones familiares, relación con un coordinador, en un
equipo de servicio.
2.- A veces el responsable tiene la última palabra; a veces se limita a dar
consejo (que ha de tomarse en serio), a veces bastará con informarle.
3.- Es necesario tener en claro la forma que asumiría la subordinación y
ponerse de acuerdo al respecto. Luego quedamos comprometidos por el acuerdo
tomado.
4.- Recordar que siempre la subordinación es una relación personal de amor
entre hermanos y hermanas, no una cuestión “legal” o de reglas.
VI. CONCLUSIÓN
La meta es el AMOR; el responsable debe cuidar a los hermanos a su cargo, y éstos
deben subordinarse de corazón.
La relación de autoridad - subordinación nos da alivio, consuelo y libertad para ir
creciendo en forma fluida y edificando el Reino de Dios (Ef. 2, 19-21).
VII. TEXTOS BÍBLICOS: Mt 20, 24-28; Ef 2, 19-21; 4,11-16; 5,21-33; 6, 1-4
Lc 22, 24-27; Col 3, 18-21 1ª. P 3, 1-7; 5, 1-6 ; Hb13, 17.
¡DAD GLORIA AL SEÑOR!
¡AHORA Y POR SIEMPRE!
Discípulas de Jesús!
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