Casa-Palacio Francisco de los Cobos (Torres) Declarado Monumento (genérico) 21/05/1998. En las villas integradas en el estado o señorío creado por don Francisco de los Cobos y su esposa, doña María de Mendoza, en el siglo XVI, fueron proyectadas numerosas obras destinadas a mantener en algunos casos viejas fortalezas medievales, como las de Torres, Jimena y Recena, otras para ampliar o levantar de cimientos, caso el de los castillos-palacio de Sabiote y Canena. Pero junto a éstas también se realizaron en sus villas otros edificios destinados a la administración de las tierras y las rentas señoriales que conllevaban. Este es el caso del llamado palacio Cobos en Torres. En el residían los mayordomos de la Casa, fieles servidores de sus amos, que en ocasiones tuvieron serios enfrentamientos con los vecinos, no siempre dispuestos a acceder a sus peticiones y contraprestaciones. También representaban en la villa los intereses de sus señores en el Concejo. Documentalmente se desconocen -por el momento- datos sobre el curso de las obras y su posible tracista, pero en buena lógica muy bien pudo ser el arquitecto de la Casa, Andrés de Vandelvira, aunque quizás la realización material corriera a cargo de maestros canteros locales o de los pueblos cercanos. Vandelvira ya había intervenido en la villa en la fábrica de su puente, levantado en torno a los años 1561-1562. Por estos años debió comenzarse está gran casona -con aires palaciegos- por orden de doña María de Mendoza, encargándose de ello su mayordomo Bartolomé Ximénez, como reza en una inscripción labrada en la portada, en la que figura además la fecha de 1565, año quizás de la terminación total del edificio. A nuestros días ha llegado bastante transformado, pues hace algunos años fue rehabilitado para sede del Centro de Servicios Sociales. De su antigua configuración se han conservado determinados elementos constructivos: paños de sillería, rejería, viguerías, etc., pero el elemento más significativo y emblemático es su elegante y fina portada, tradicionalmente adscrita a la producción vandelviriana. Chueca Goitia no descarta la intervención de Vandelvira, pero puntualiza que “(...) pudo ser interpretación de un modesto artífice local, quién sabe si sobre diseños suyos”. El profesor Galera, considera “(...) que el diseño entronca con otros ejemplares de la provincia afines a la obra de Vandelvira”. La portada, labrada en piedra de cantería, está formada por un gran arco de medio punto, con clave resaltada y decorada con acanto, apeado en jambas con los salmeres de arranque labrados, flanqueado por dos pilastras dóricas con acanaladuras y bastones elevadas sobre basamentos. Tras un sencillo entablamento, en cuyo friso se labró la citada inscripción y fecha, se da paso al cuerpo superior presidido elegantemente por un delicado blasón con las armas de Francisco de los Cobos y María de Mendoza, que queda inserto de un gran aparato ornamental compuesto por cueros recortados y apergaminados, casco y cimera (como los labrados en el castillo de Sabiote), veneras, cabeza leonada con anilla y amplias filacterías; a los extremos, y en eje con las pilastras, dos hermosos jarrones sobre basamentos completan el conjunto, rematado con una moldurada cornisa a nivel del tejado. El resto de la fachada, de marcada horizontalidad, se ameniza con diversos vanos guarnecidos con rejería. El palacio, con evidentes valores arquitectónicos, es expresión también, como apunta Mª.J. Sánchez Lozano, de la historia pasada de la villa de Torres, del poder de la familia de don Francisco de los Cobos.