Fo t o g r a f í a d e Getty Images Trabajo 78 s e p t i e m b r e 2 0 1 3 ¡sonríe! es la Por samuel valiente vuelta al trabajo Para que haya vacaciones tiene que haber empleo. Es ley de vida. Lamentablemente invertimos más tiempo en lo segundo que en lo primero. Eso no significa que tengas que ir por la oficina arrastrando los pies y poniendo cara de perro. El buen humor es vital para afrontar los problemas de la rutina laboral. Y no son pocos: estrés, apatía, compañeros intrigantes, un jefe cada día más insoportable… Volver al trabajo cuesta. Por eso hemos preparado este kit de supervivencia: para quitarle hierro al drama de cada septiembre y para que tu carrera coja velocidad y ponga rumbo al éxito Acaba con el síndrome posvacacional Dice el estudio Randstad Workmonitor de 2013 que un 69% de los españoles está satisfecho con su situación laboral. Pero, claro, seguramente también lo están con su tiempo de ocio. Y mucho más. Es por eso que existe el temido síndrome posvacacional, un estado depresivo que sigue al periodo de descanso y que afecta, según Randstad, a más del 50% de los trabajadores. Irritabilidad, fatiga y falta de concentración son algunos de los síntomas más comunes, aunque también se puede llegar a sufrir insomnio, dolores musculares o ausencia de apetito. La pregunta es: ¿se puede escapar de él? Yolanda Vera, psicóloga de ISEP Clínic de Terrassa (Barcelona) y especializada en recursos humanos, es clara al respecto: “Evitar el síndrome posvacacional es una utopía”, ya que abandonar un periodo vacacional para reincorporarse a las obligaciones “casi nunca nos aportará emociones agradables”. Sin embargo, sí que existen algunos trucos para desdramatizarlo. Vera nos da nueve: 1. Divide las vacaciones en dos o tres periodos anuales si puedes permitírtelo. 2. Vuelve a casa unos días antes de incorporarte al trabajo. 3. Días antes de la vuelta, empieza a acostarte y levantarte a la misma hora que en tu jornada laboral. 4. Haz lo mismo con las comidas: regula tu horario. 5. No te reincorpores un lunes siempre que sea posible. Si tienes un fin de semana próximo, reducirás el impacto psicológico de la vuelta al trabajo. 6. No te exijas demasiado. Necesitarás aproximadamente una semana para adaptarte, así que lo mejor será aceptar que tu rendimiento no será el óptimo hasta entonces. 7. Sal a pasear, tómate algo o queda con amigos al salir de la oficina. Todavía hace buen tiempo y, además, volver a trabajar no implica dejar de disfrutar. 8. Mira el lado positivo. La vuelta al trabajo te permite volver a ver a compañeros, retomar relaciones sociales, compartir experiencias… Piensa que eres afortunado de tener trabajo y de haber podido ir de vacaciones. 9. Aprovecha los primeros días de trabajo para marcarte nuevas metas y objetivos: ahora es el momento. w w w. M e n s H e a l t h . e s + Llévate bien con tu jefe Llevarte mal con tu jefe es un engorro y además puede convertirse en un obstáculo para progresar en tu empresa. Por eso es importante tomar medidas y darle la vuelta a la situación. Y está claro que el paso número uno para agradar a tu jefe es cumplir con tus obligaciones y, a ser posible, ser proactivo y buscar tareas extra en lugar de las asignadas. Pero no se trata de ser pelota. De hecho, Yolanda Vera recomienda ser crítico y no darle la razón en todo. Eso sí, siempre de forma constructiva y proponiendo ideas y alternativas. Un elogio de vez en cuando tampoco está mal: a todos nos gusta que reconozcan nuestro trabajo y… ¡vamos, seguro que no es tan malo! Pero si el problema no es que le caigas mal a tu jefe sino que él no te cae bien a ti, poco se puede hacer, más allá de “aceptar que es como es y que no cambiará”. Sé empático, ponte en su lugar y fíjate en sus cosas positivas, que seguro que alguna debe tener. En todo caso, si nada de esto funciona y la situación se vuelve insostenible, plantéate un cambio de departamento o incluso buscar un nuevo empleo como solución desesperada. Consigue un ascenso 80 s e p t i e m b r e 2 0 1 3 PORCENTAJE DE españoles cuya principal preocupación es conservar su puesto de trabajo. Fuente Barómetro Edenred Ipsos 2013 69% Porcentaje de trabajadores españoles que está satisfecho con su actual situación laboral. solo el 11% está insatisfecho en su trabajo. Fuente Estudio Randstad Workmonitor 2013 Resuelve esa tensión sexual pendiente Encapricharse de una compañera de trabajo es lo más normal del mundo: son muchas horas juntos (de media más que con familiares y amigos) y los momentos raros son casi inevitables. Sin embargo, esto no tiene por qué ser malo. De hecho, según un estudio publicado en el diario italiano La Repubblica, las relaciones entre compañeros de trabajo aumentan la productividad. Yolanda Vera coincide en este aspecto, ya que así la oficina “se convierte en un espacio agradable y lleno de emociones positivas, por lo que mejora la motivación”. Esto también te predispone a acudir a reuniones y viajes o a hacer más horas sin rechistar. De todos modos, no todo vale. Hay que ser siempre discretos y, por ejemplo, evitar usar el correo de la empresa para enviar mensajes personales. También conviene huir de las relaciones con compañeras de rango inferior o superior: en el primer caso puede afectar a tu objetividad y en el segundo puede parecer que estás tratando de conseguir privilegios laborales. Yolanda Vera desaconseja, además, tener sexo en el lugar de trabajo, por mucho que sea una idea tremendamente atractiva. Recuerda que estás en un entorno profesional y que nunca debes perder de vista cierta disciplina. Aunque no todo es tan bonito. En realidad, los problemas suelen llegar cuando la relación llega a su fin, Getty Images Mejora el ambiente en la oficina Hay sitios en los que se respira tensión y la oficina no debería ser uno de ellos. Pasas demasiadas horas allí como para permitirte tantas malas vibraciones: esas cosas pasan factura a tu estabilidad emocional. El ambiente enrarecido puede estar causado por muchas razones y puedes estar implicado directamente o no. En el primer caso, Yolanda Vera recomienda pensar cuál es tu parte de responsabilidad, detectar qué puedes estar haciendo mal y corregirlo. “Deja de pensar en lo que deberían hacer los demás y piensa en lo que puedes hacer tú”. Pero si tú no tienes nada que ver con el mal rollo, también puedes poner de tu parte para paliarlo. En el caso de malas relaciones entre compañeros puedes tratar de interceder, aunque primero deberás pedir permiso a las partes o de 60% lo contrario te convertirás en un metomentodo. También debes “evitar los correveidile” y huir de las conversaciones destructivas. De todas formas, la premisa básica es no alimentar los rencores. Sé humilde, cordial y agradecido. Recuerda: “Si no fomentas el mal ambiente, éste se acabará extinguiendo”. Fo t o g r a f í a d e Una buena manera de mejorar la motivación es marcarse metas. Y en el trabajo, la meta por antonomasia es el ascenso. Más sueldo, mayor reconocimiento, aumento de responsabilidad, menos jefes por encima… Ascender es positivo lo mires por donde lo mires, siempre que no te asuste un poco de presión extra. Si te sientes preparado, lánzate a ello. Pero ten en cuenta que septiembre no es el mejor momento para proponerlo. Yolanda Vera no lo recomienda por una razón muy sencilla: es probable que tanto tú como tu jefe sufráis síndrome posvacacional. Tampoco es buena idea pedirlo si tu jefe está viviendo un momento de estrés: sé inteligente y elige bien el momento y el lugar. Solo entonces pide cita y actúa. ¿Cómo? Vera recomienda “plantear abiertamente por qué pides un ascenso y cuáles son tus logros y capacidades”, pero sobre todo “vender tu marca personal”. Y tu mejor arma para ello es aportar datos que justifiquen tus méritos, como resultados de facturación o nuevos clientes logrados. ¿Crees que lo mereces? Entonces, ¡demuéstralo! También deja claro que te gusta mucho la empresa, que te sientes muy implicado y que desde el nuevo puesto al que aspiras podrías ser aún más útil. 69% PORCENTAJE DE españoles que ven complicado encontrar un trabajo como el que desempeñan en la actualidad. Fuente Barómetro Edenred Ipsos 2013 6 de cada 10 españoles están dispuestos a sacrificar salario a cambio de felicidad laboral. Fuente Estudio ADECCO especialmente si sucede de un modo traumático. Todo lo que sube baja, así que lo mismo sucederá con tu motivación y, en consecuencia, con tu productividad. Si la cosa se prolonga demasiado, puede que tu jefe te dé un toque: huye de esto. Llegados a este punto, podría ser conveniente pedir un cambio de departamento o un traslado. Valora la gravedad de la situación y toma medidas. Concilia tu vida laboral y personal Lo hemos oído miles de veces: hay que saber conciliar vida personal y laboral. Sin embargo, a ver quién es el guapo que lo consigue con una jornada de ocho horas al día o más. En realidad, Vera lo considera también “una utopía”, especialmente en tiempos de crisis. Aunque eso no significa que no puedas intentarlo. Lo primero que hay que hacer es tratar de reducir al máximo nuestras horas en el trabajo. Encontrar un empleo cerca de casa es lo ideal, ya que así se puede reducir el tiempo que dedicamos a desplazamientos, aunque obviamente esto no siempre es posible, especialmente hoy en día, cuando parece que uno tenga que darse con un canto en los dientes por tener un empleo dondequiera que esté la oficina. Lo que sí es más factible es evitar la jornada partida y, si no puede ser, reducir al máximo el tiempo para comer. Sí, es genial alargar la sobremesa con los compañeros, pero piensa que luego tienes que ir al gimnasio, ver a los amigos, pasar más tiempo con la familia… prioriza tus necesidades. Por otra parte, es básico optimizar tus horas de trabajo. Si cumples tus objetivos, lo tendrás más fácil para convencer a tu jefe de que te deje salir antes o de que te permita realizar tareas desde casa. Gánate su confianza y verás cómo es más comprensivo de lo que crees. ¡Dúchate! Una higiene adecuada en el trabajo puede reducir hasta en un 80% el absentismo laboral por gripe y resfriados comunes. Fuente Estudio Kimberly-Clark Menos de un 20% de los españoles están seguros de que serían más felices trabajando en el extranjero. Fuente Estudio ADECCO 42% Porcentaje de españoles que cambiarían de profesión si pudieran echar el tiempo atrás. Daños colaterales la dieta del oficinista Muchos trabajadores descuidan su alimentación y eso, además de kilos, también conlleva problemas de salud. Para evitarlo, hemos hablado con la reconocida nutricionista Pilar Munné. Nos ha dado estos consejos: 1 Si estás controlando tu alimentación, llévate la fiambrera: es la mejor manera de saber exactamente qué estás comiendo. 2 Comer de menú puede ser una buena terapia para desconectar, siempre y cuando haya una opción saludable, con alimentos frescos cocinados de forma ligera. 3 Evita las prisas. Comer rápidamente supone digestiones pesadas. Además, el cerebro necesita 20 minutos para sentir la señal de saciedad: dale tiempo. 4 Mastica adecuadamente los alimentos, ¡no engullas! Solo así asimilarás correctamente todos los nutrientes. 5 Evita los atracones a mediodía: recuerda que el organismo únicamente puede convertir en energía cierta cantidad de nutrientes cada vez, el resto se convertirá en grasa. 6 Toma cinco comidas moderadas al día. Esto te ayudará a mantener los niveles de glucosa en sangre constantes, lo que se traduce en más energía y mejor humor durante toda la jornada. 7 Puedes comer un bocadillo al mediodía siempre que no se convierta también en desayuno, merienda o cena. Además, no todo vale: debe tener verduras, grasas saludables como aceite de oliva o aguacate, además de proteína animal o vegetal. Y no olvides que la calidad del pan también es importante. 8 Huye de los snacks como de la peste. Si tienes hambre entre horas, toma frutos secos o una pieza de fruta. 9 El café va bien para mantenerte alerta, pero no abuses. Recuerda, también, mantenerte hidratado: el agua es tu mejor aliada. 10 No comas delante del ordenador. Bájate el tupper al parque si puedes, o si no, date un paseo después de comer; así desconectarás y tendrás una mejor digestión. mh Fuente Estudio ADECCO w w w. M e n s H e a l t h . e s