SUAM GLORIA A DIOS UNO Y TRINO EN JESUCRISTO CON MARÍA Y SAN JOSÉ Martes, 12/04/2016 “El corazón amabilísimo y misericordioso de Jesús es un refugio seguro para tales momentos. Honrémosle en vida para hallarle propicio en nuestra muerte y juicio” (Epist. 734.4) DAR POSADA AL PEREGRINO. Existen muchas personas que esperan nuestra ayuda para poder vivir dignamente junto a su familia, ayuda que debe hacerse presente en toda forma y a todo momento. Recordemos que los hermanos desposeídos son hijos de nuestro mismo Padre Dios que merecen al menos una vida digna. Vivir la Misericordia de Dios debe ser tangible, real y concreto. Nuestra vida será para muchos el único evangelio que puedan conocer, y hemos de vivirla desde la verdad, con ternura y misericordia. En la carta a los Hebreos se hace una referencia explícita a la hospitalidad: ‘No olvidéis la hospitalidad; gracia a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles’ (Heb. 13, 2). Todos: Señor, que sepamos acoger al que necesita de nuestra ayuda Hoy no es fácil abrir la puerta de la casa, cada vez más defendida. Debemos confiar en las personas y ofrecerles nuestra hospitalidad. Todos: Señor, que sepamos acoger al que necesita de nuestra ayuda Acoge al que llama a la puerta de tu casa, pero no sólo materialmente sino cordialmente. Todo el que se acerca a ti es un peregrino, que a lo mejor sólo te pide una palabra, una sonrisa o una escucha. Todos: Señor, que sepamos acoger al que necesita de nuestra ayuda Padrenuestro… COMPROMISO: Tener algún rasgo de acogida con alguna persona de mi alrededor SUAM GLORIA A DIOS UNO Y TRINO EN JESUCRISTO CON MARÍA Y SAN JOSÉ “¡Oh bondad, oh misericordia infinita de Dios, cuán tarde te he amado – glosando a San Agustín Miércoles, día 13/042016 DAR POSADA AL PEREGRINO Hoy, el valor de la hospitalidad parece no tener gran mucha acogida debido a la situación de inseguridad y otros factores sociales que se nos dan cada día. Pero sí que tiene vigencia y actualidad a poco que nos detengamos a pensar en lo que es y lo que puede significar para nuestras vidas y las ajenas. Partiendo del hecho de ‘fui forastero y me acogisteis’ (Mt. 25, 35), podemos y debemos pensar que la hospitalidad supone acoger al mismo Cristo en nosotros mismos, no solamente en nuestro interior y en nuestra casa si se presentase la ocasión, sino acoger también a nuestro prójimo abriéndonos a sus problemas y necesidades, sabiéndolo tratar con delicadeza, sabiéndolo escuchar, sabiendo hablarle intentando transmitirle serenidad, ánimo, confianza, optimismo. Todos: Señor, Que te descubramos en el hermano necesitado Es el mismo Jesús el que llama a nuestra puerta. ‘Mira que estoy llamando a tu puerta. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo’ (Ap. 3, 20). Todos: Señor, Que te descubramos en el hermano necesitado En este año de la misericordia en que hemos sido llamados a ser el rostro misericordioso de Dios Jesús nos invita a acompañar y alegrar al que está sólo. Todos: Señor, Que te descubramos en el hermano necesitado A llenar de esperanza al desilusionado. Todos: Señor, Que te descubramos en el hermano necesitado A ayudar a encontrar trabajo. Todos: Señor, Que te descubramos en el hermano necesitado A acoger y reinsertar al transeúnte y extranjero. Todos: Señor, Que te descubramos en el hermano necesitado A educar y rehacer al delincuente Todos: Señor, Que te descubramos en el hermano necesitado. Padrenuestro… COMPROMISO: Dedicar un tiempo, en este día, a escuchar a alguien con necesidad de escucha. SUAM GLORIA A DIOS UNO Y TRINO EN JESUCRISTO CON MARÍA Y SAN JOSÉ Jueves, día 14/04/2016 DAR POSADA AL PEREGRINO “¡No hagáis caso de nuestras flaquezas! Así brillarán más vuestras misericordias, vuestra omnipotencia y vuestra gloria” (Epist 163.3) Para vivir con intensidad y de una forma real este Año Jubilar, el Papa Francisco ha realizado un llamamiento muy concreto a los católicos con respecto a la materialización de la vivencia de la misericordia. Nos ha pedido que, durante este tiempo de gracia, realicemos algún gesto, hito, acontecimiento, acto… que muestre la misericordia de Dios. ¿Para qué? Para hacer cercano el amor que Dios tiene por sus hijos. Para seguir siendo instrumento de su misericordia, de su Palabra. Cuando nació en Belén, creció ‘en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres’ (Lc. 2, 52) y comenzó su vida pública, fue acogido por gentes muy diversas en el cumplimiento de su misión (Simón el fariseo, Nicodemo, sus amigos Lázaro, Marta y María,…) y en cada sitio en que era acogido dejaba su impronta, su huella, su enseñanza. Dios recompensa cada uno de nuestros actos, de aquellos que hacemos por los demás, sobre todo por los más necesitados. Pedimos a Dios que nos dé un corazón capaz de comprender y acoger las necesidades de nuestro prójimo Todos: Señor, que sepamos ser justos y defender la justicia Combatir las injusticias y la opresión. Todos: Señor, que sepamos ser justos y defender la justicia Defender el desarme y la no-violencia. Todos: Señor, que sepamos ser justos y defender la justicia Liberar de la tiranía del consumo. Todos: Señor, que sepamos ser justos y defender la justicia Trabajar por la unión de los pueblos. Todos: Señor, que sepamos ser justos y defender la justicia Construir la civilización del amor. Todos: Señor, que sepamos ser justos y defender la justicia Padrenuestro… COMPROMISO: Pedir a Dios por las personas que se ven obligados a vivir fuera de su hogar SUAM GLORIA A DIOS UNO Y TRINO EN JESUCRISTO CON MARÍA Y SAN JOSÉ Viernes, 15/04/2016 DAR POSADA AL PEREGRINO “Dios es Padre de amor y misericordias infinitas” (Epist. 450.1) Un episodio muy conocido de la Biblia es el de la viuda de Sarepta que acoge en su pobreza al profeta Elías dándole lo poco que tiene, anteponiendo la acogida al forastero que recibe al alimento para ella y su propio hijo. ‘No tengo nada de pan cocido y no me queda más que un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija; precisamente estaba cogiendo unos serojos para preparar esto para mi hijo y para mí; lo comeremos y nos dejaremos morir’. (1 Re. 17, 1-24). Ya conocemos que la pobre mujer tuvo también su recompensa. No siempre es más generoso el que más tiene sino el que más ama y más sensible a las necesidades de los demás. Con frecuencia el que menos tiene nos da ejemple de solidaridad. Todos: Señor, que seamos ser generosos para dar de lo nuestro Que luchemos por rescatar al cautivo de la droga. Todos: Señor, que seamos ser generosos para dar de lo nuestro Dignificar al que se ha prostituido. Todos: Señor, que seamos ser generosos para dar de lo nuestro Promocionar a los pueblos subdesarrollados. Todos: Señor, que seamos ser generosos para dar de lo nuestro Defender los derechos de los marginados. Todos: Señor, que seamos ser generosos para dar de lo nuestro Padrenuestro… COMPROMISO: hacer el esfuerzo de renuncias a algo para dársela a quien tiene menos que yo