FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín Lugar de celebración: Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense Carlos Berzosa (rector de la Universidad Complutense) Buenos días. Como muchos no me conocéis, soy el rector de esta universidad y me complace estar aquí en la Facultad de Ciencias de la Información, que tan buenos momentos me ha dado en estos años de mandato, con gente joven, que son un estímulo para los profesores que somos mayores, que tenemos una edad. Este acto es para mí muy relevante, la celebración del aniversario de Solidaridad Internacional, con actividades en diferentes lugares. Siempre es bueno que hablemos de solidaridad y no sólo, como hablamos los economistas, de competitividad, de competencia, de individualismo, de ir cada uno a lo suyo. En este mundo tan poco solidario, donde hay tantas guerras, tantas desigualdades, tanta hambre, tanta pobreza, tanto deterioro del medioambiente, no cabe duda que es importante que celebremos que existen ONG que practican la solidaridad. Esto es lo que queremos realmente celebrar, estos veinte años que parecen pocos, en una perspectiva histórica, pero son muchos en el mundo en el que vivimos, con las características que acabo de mencionar. Les agradezco a todos su presencia aquí, a los profesores, a los miembros del personal de la administración de servicios, a los estudiantes y, cómo no, al conferenciante, Ignacio Ramonet, sobre el cual diré luego unas palabras; a Juan Manuel Eguiagaray, presidente de Solidaridad Internacional. Para mí es una gran satisfacción el que compartamos esta mesa en el día de hoy. También quiero agradecer a José Moisés Martín, presidente de la plataforma civil Euromed, pero también director de una ONG como ACSUR, en cuya junta directiva estuve yo antes de ser rector... y no me hicieron caso, porque me propuse para ser coordinador de las ONG, ya que estaba el puesto vacante, para no presentarme a rector de la Complutense. Pero no me hicieron caso, por lo que me vi obligado a ser rector... y aquí estoy [se ríe]. En FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín todo caso, estoy también muy satisfecho, porque siempre trato de disfrutar con las cosas que hago. A todos ellos, muchísimas gracias. En primer lugar, va a intervenir Juan Manuel Eguiagaray, que nos hablará de la Solidaridad Internacional y también del conferenciante. Juan Manuel Eguiagaray Muchas gracias, querido rector. Gracias, en primer lugar por la hospitalidad de la Universidad Complutense para celebrar este acto y esta conferencia, acto y conferencias que, como acaba de decir el señor rector, son parte de un aniversario para nosotros especialmente importante, el vigésimo aniversario de la vida de una ONG que en este momento tengo yo el honor de presidir, y que dará lugar a lo largo de esta semana a distintas actividades culturales, algunas lúdicas, otras en el campo del cine, en el campo de las letras y en el campo de las ideas, como ésta que tiene lugar en el ámbito universitario. Para una ONG como la nuestra, que es una ONG que tiene ya cierta experiencia a sus espaldas, que ha vivido la transformación del mundo de las ONG que se ha producido en España en estos dos últimos decenios, es verdad que es una satisfacción poder decir “llegamos hasta aquí” y, por otra parte, tenemos mucha vida por delante. No porque creamos que nosotros tenemos que ocupar todo el espacio, puesto que hay espacio para muchísima gente en el campo de la cooperación, en el campo de la ayuda en diferentes buenas causas, pero sí creemos o pretendemos, al menos, ocupar junto con otros, nunca en exclusiva, un espacio importante en el conjunto de las ONG laicas y progresistas. Aquel conjunto de ONG que creen que, además de aliviar el sufrimiento, hay que tratar de poner remedio a las causas. Hay, por lo tanto, la necesidad no sólo de analizar las cosas que pasan en el mundo y aliviar el sufrimiento tan visible que se produce, sino que hay que ser conscientes de que las cosas no ocurren por casualidad, no son resultado de los hados, sino son fundamentalmente el resultado de la acción humana, a veces de la acción humana organizada. Solidaridad Internacional trabaja en muchos ámbitos. Empezó trabajando principalmente en Latinoamérica, pero, desde el principio, desarrolló una importante 2 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín actividad en Oriente Medio, en los campos de refugiados palestinos, o en el norte de África, de nuevo en campos de refugiados saharauis. Ahora estamos cada vez más presentes, además de nuestra vocación permanente en Latinoamérica, en otros lugares, especialmente en el continente más abandonado del planeta, que es África. Hemos llevado a cabo más de 600 acciones de cooperación al desarrollo, nos hemos preocupado por los problemas que afectan a colectivos, personas, grupos en 25 países, y a veces trabajamos lo mismo para un roto que para un descosido: nos dedicamos a la infraestructura, educación, ayuda alimentaria, programas de salud, desarrollo comunitario, intervenimos o hemos intervenido en procesos de pacificación después de procesos guerrilleros, contribuimos a un cierto desarrollo sostenible, difundimos agricultura ecológica, protegemos la depredación de especies forestales, etc. Por lo tanto, tratamos de hacer algo que sea sostenible, perdurable, y que sirva no solamente para que un año tengamos la satisfacción de haber contribuido a eliminar alguna lágrima del mundo, sino para que en el futuro pueda haber bastantes menos lágrimas. A mí me gustaría señalar en estas brevísimas palabras que creemos que las ONG no son las únicas, ni los sujetos privilegiados para modificar el mundo. Esto depende de muchísimas cosas. Pero es verdad que las ONG han sido un fermento importante de la conciencia social y del trabajo específico en el cambio, en las transformaciones que se están operando en nuestro mundo. La discusión sobre la globalización, la discusión sobre los efectos de la distribución del propio progreso económico material en el mundo es, ciertamente, algo que ha adquirido una naturaleza diferente después de algunos movimientos tendentes a poner en cuestión los universalmente proclamados “efectos benéficos de la globalización”, que no siempre son tales. En el acto de hoy y en la conferencia de hoy, en la que tenemos la fortuna de tener con nosotros a una persona que, además de su rigor en el pensamiento y de su contribución a la defensa de muchas causas justas, ha sido uno de los organizadores de debates, de foros en los cuales la globalización y sus efectos han sido pasados por el cedazo, no para discutir que el mundo no deba ser global, sino para tratar de que los efectos beneficiosos de la globalización puedan extenderse a todo el planeta. A mí me gustaría simplemente, como aperitivo –y seguro que el propio rector después dirá cosas diferentes– traer un par de citas de una de las mil entrevistas que se han hecho a Ignacio Ramonet; una en la que señalaba algo que los economistas sabemos bien, pero que a veces se olvida cuando se analizan los problemas del mundo: “La globalización 3 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín funciona”, decía él, “según la lógica del mercado. En términos morales, esto no es ni bueno ni malo, pero el mercado funciona sólo con los interlocutores solventes, mientras que los no solventes no se integran, y al mercado esta situación le resulta indiferente”. Este es el problema, que se ha terminado por dividir la sociedad entre los que tienen y los que no tienen, y así el mercado está pendiente de los países que se desarrollan y olvida a los que no lo hacen. Una ONG no puede cambiar las reglas del juego, pero las ONG no pueden sólo ser instrumentos de alivio de los sufrimientos del momento, sin analizar las causas por las que se produce el sufrimiento. En esta modesta tarea con muchas personas en España, con muchos amigos, estamos trabajando y queremos seguir haciéndolo en los próximos veinte años. Y yo quiero agradecer al Ignacio Ramonet por venir a decirnos lo que piensa del mundo, de la globalización y de causas por las que, cada uno desde su perspectiva sigue trabajando, y quiero agradecer, desde luego, al rector y a la Universidad Complutense el que nos hayan dado su hospitalidad para celebrar este acto con tanto estudiante, con tanta gente que cree que el mundo no puede ser solamente igual a como lo conocemos hoy. [aplausos] Carlos Berzosa (rector de la Universidad Complutense) Muchísimas gracias. Yo quiero decir solamente, ya que estamos en la Facultad de Ciencias de la Información, algunas palabras sobre nuestro conferenciante: Ignacio Ramonet, al que le agradezco muchísimo que esté aquí presente. Vosotros que estudiáis periodismo (otros estudian comunicación audiovisual, otros relaciones públicas, pero, en definitiva, comunicación), el objetivo principal de las enseñanzas de esta Facultad, lo que vosotros queréis llevar a cabo... para los estudiantes Ramonet representa lo que es hacer un periodismo serio. No todo periodismo que se hace hoy es serio. Y antes incluso había esa distinción, sobre todo en el Reino Unido, entre el periodismo serio y el periodismo amarillo. Pero ahora ya están las fronteras más diluidas y, a veces, hay amarillismo incluso en lo que anteriormente era periodismo serio. Y el periodismo, como todo en la vida, tiene que ser riguroso, sensato, tiene que responder a la realidad. 4 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín Aunque la forma de ver la realidad, las ideas, las creencias, los valores, estén presentes en la forma de hacer periodismo, nunca debemos olvidar la seriedad en las informaciones y en la transmisión al público de esa información. Por otra parte, creo que Ignacio Ramonet puede ser un buen ejemplo a seguir por los que aspiran a ser periodistas, un referente. A lo largo de la vida es bueno tener referentes. Después quizás no sea fácil llegar a ser como él, se necesitan muchas cualidades. Yo, como economista, siempre he pretendido ser como José Luis Sampedro, pero no lo he conseguido. He logrado ser amigo suyo, escribir un libro con él, Conciencia del subdesarrollo, he ido a muchas conferencias y coloquios con él, pero, por mucho que lo intente, no tengo su capacidad oratoria, su habilidad a la hora de escribir, su genialidad a la hora de poner ejemplos, en fin, uno hace lo que puede y trata, de alguna manera, de emular al maestro, que es el que le ha servido de referente para intentar ser como él. Yo creo que los referentes son siempre importantes, son fundamentales. Ramonet representa unas cualidades que yo creo que todo periodista debe tener. Por una parte, es una persona instruida, leída, con conocimientos, culta, erudita, con formación, en definitiva. Eso es fundamental. Por otra parte, no se conforma con describir hechos, sino que trata de analizar y trata de responder a la pregunta “¿Por qué pasa lo que pasa?” Porque vivimos en un mundo en el que la información nos llega por todas partes: por el periodismo, por la televisión, por la radio, por Internet. Ahora por los mensajes de los teléfonos. Y hay que saber mucho para saber discernir esa información que se principal, que es fundamental, que es básica, de la accesoria, de la menos importante. Quitar el trigo de la paja. Para eso se necesita una buena formación. Si no, es imposible saber qué es lo importante y qué no lo es. También hay que analizar. No nos podemos quedar en la descripción de los hechos, porque entonces no entendemos nada de lo que pasa en el mundo. En este sentido, voy a pedir disculpas, pero es que hay que pedir disculpas para citar a Carlos Marx. Carlos Marx decía que “la ciencia estaría de más si la forma de manifestarse las cosas coincidiera con su esencia”. Efectivamente, la ciencia tiene sentido porque la forma de manifestarse las cosas no coincide con esas relaciones subyacentes que provocan los efectos de las situaciones. Por eso, creo que es importante que analicemos, que reflexionemos, y eso tiene que venir acompañado de esa formación que yo mencionaba al principio. Y luego, Ramonet es crítico, es crítico con la realidad en que vivimos, es crítico con los saberes 5 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín convencionales que nos tratan de dar una visión conformista del mundo, cuando el mundo no está para ser conformistas. Fíjense ustedes que hoy escribía yo un artículo para una revista en la que colaboro quincenalmente y hablaba, a raíz de varios libros que he leído o que me ha correspondido presentar, como uno de José Manuel Laredo, que se llama Las raíces económicas del deterioro ecológico y social. Es un libro muy riguroso, muy serio, el de Laredo. Presentamos también este libro en el Foro Complutense y fíjense de que Laredo parte de la idea de que estamos deteriorados social y ecológicamente. Intenta profundizar en las raíces económicas de ese deterioro. Hace poco también salía en España un libro que se llama El decrecimiento económico, que es un colectivo que hay en Francia, en Lyon, una revista en la que publican estas cosas y que plantea que no podemos crecer indefinidamente en un mundo finito. Es un poco cuestionar el crecimiento que estamos viviendo. Un crecimiento desigual, donde a gran parte del mundo la dejan fuera, la dejan marginada, le dejan la pobreza, le dejan la necesidad de migrar hacia los países ricos... viviendo aquí en condiciones muy duras, en la supervivencia. Pero es que en el mundo rico, con esa gran cantidad de consumo que tenemos, nos estamos cargando el planeta: cambio climático, agujero de ozono, agotamiento de los recursos no renovables, los recursos renovables no pueden ir al ritmo que crecemos, el consumismo, medioambiente contaminado (ríos, mares, etc.). Tenemos que tomar conciencia de esto. Esto no dura indefinidamente. Es decir, el mundo rico, con su consumismo, con su productivismo, está cargándose el planeta, está haciendo que otros muchos no consuman. Porque si el 80 por ciento que apenas consume, consumiera como nosotros, no sé qué pasaría. Esto es interesante, hay que reflexionar sobre esto. Pero ha salido otro libro en castellano hace poco, que se llama El fetichismo del crecimiento. Precisamente, cuestiona esto. Y cuestiona algo que es fundamental, que es que el crecimiento no está generando mayor bienestar. Y ya, para finalizar, quiero mencionar un libro de un profesor británico, ilustre, que yo he leído bastante en temas de desempleo, que se llama Layard, que además es Lord, sugerido por el partido laborista, y el libro se llama Felicidad. Un economista hablando de felicidad. Qué cosa más llamativa. Pero es muy interesante, porque no reduce la felicidad al ingreso mayor, como puede suceder en muchas cosas, sino que empieza diciendo una cosa: “Somos más ricos que hace cincuenta años [el mundo rico, porque el otro no] y no somos más 6 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín felices”. Entonces yo digo, después de estas lecturas sobre las que he reflexionado en este artículo (perdonen ustedes la expresión): estamos haciendo un pan como unas tortas. Es decir, si crecemos, ese crecimiento deja marginado al 80 por ciento del mundo. Resulta que ese crecimiento del mundo rico está destruyendo el planeta, resulta que, además, nos sentimos muy felices, muy satisfechos acumulando bienes, pero resulta que no somos más felices... Entonces, hay que preguntarse a dónde vamos y qué hacemos aquí. En fin, yo no quisiera responder a todas estas preguntas, simplemente son reflexiones que a veces tenemos que hacer en la universidad; tenemos que reflexionar, plantearnos dudas, preguntas a las que podemos responder o no, pero en la universidad no sólo tenemos que formarnos profesionalmente, que es muy importante, sino fundamentalmente aprender a razonar, aprender a pensar, aprender a reflexionar y a cuestionarnos el mundo en que vivimos, este mundo no sólo injusto, desigual, sino lleno de guerras y de atrocidades y, en definitiva, la universidad tiene que cumplir esa función. Así que muchas gracias a Ramonet, que nos ayuda a todos a pensar, a razonar y a reflexionar, y gracias por mantener, contra viento y marea, sus propuestas y, sobre todo, este referente que es Le Monde Diplomatique. Gracias. [aplausos] Ignacio Ramonet Hola, buenos días. Yo quisiera primera agradecer al rector Carlos Berzosa por habernos acogido aquí, agradecerle sus palabras elogiosas e inmerecidas, obviamente, agradecer a Juan Manuel Eguiagaray, presidente de Solidaridad Internacional por haberme invitado a participar en esta serie de reflexiones en torno a la celebración del vigésimo aniversario de esta ONG, y agradecer a las personalidades, a los estudiantes, profesores que estáis aquí esta mañana con nosotros. Quisiera improvisar un poco una reflexión sobre este doble concepto de globalización y solidaridad. Una reflexión de unos treinta minutos para que tengamos luego la posibilidad de intercambiar algunas ideas sobre estos dos temas. Yo digo a veces que, para entender cómo está funcionando la globalización, podríamos partir de un ejemplo concreto: imaginemos un capitalista que dispone hoy de 7 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín una suma importante (varias decenas de millones de euros, por ejemplo), ¿qué puede hacer con ese dinero? en la perspectiva de que todo el mundo desea que el dinero rente. Tiene, al lo menos, dos posibilidades: una, invertirlo en un proyecto de tipo industrial, es decir, con la idea de fabricar algo, teniendo en cuenta que existe un mercado para tal objeto, tal máquina, etc. Esta es una posibilidad. La otra sería invertirlo en lo que llamamos los mercados financieros, es decir, invertirlo en bolsa, sencillamente. Hoy día, por ejemplo, en el marco de la globalización, ¿qué es lo más rentable, si nos atenemos a la rentabilidad media del año 2006 de las inversiones? Por ejemplo, en la industria se invierte en la construcción de una fábrica en algún lugar de España, con lo cual va a crear trabajo, va a crear empleo, va a generar toda una serie de actividades derivadas. Si se produce un artículo, habrá que transportarlo, habrá intermediarios... va a crear una actividad económica relativamente importante. La rentabilidad media (y hablo aquí bajo el control de los economistas prestigiosos que tenemos aquí con nosotros) es una rentabilidad de entre el 7 y el 9 por ciento, me refiero a la rentabilidad anual de esa inversión. Además, hay que tener en cuenta todos los problemas que puede tener, porque puede haber dificultades sociales, gestión de personal, dificultades del mercado, etc. Si coloca el dinero en bolsa, sin reflexionar, de forma arriesgada..., si, por ejemplo, lo hubiese invertido en bolsa en España el año pasado, el capital de acciones del año pasado, habría tenido una la rentabilidad de un 36%. Es decir, la posibilidad para un inversionista, considerando que el inversionista en una figura central en la globalización hoy, que invierte en la economía real y en la economía industrial, la economía creadora de productos y de empleos, tiene una rentabilidad pequeña, mientras que si invierte en la economía inmaterial, si invierte en otros productos de los mercados financieros, su rentabilidad puede ser aún superior. ¿Entonces qué hace ese inversionista hoy? Evidentemente, su tendencia sería decir: “Me interesa invertir en la industria real, pero, obviamente, no puedo satisfacerme con una rentabilidad del 8 por ciento cuando en los mercados financieros voy a obtener al menos tres o cuatro veces más.” Lo que hace entonces es elegir una rentabilidad superior. Actualmente, se está pidiendo al capital que se invierte en la industria real una rentabilidad de entre el 15 y el 17 por ciento. Porque esa es la realidad del capital. Porque si no se le da entre el 15 y el 17 por ciento, ¿qué hace el inversionista? Desplaza sus capitales y se los lleva a otro lugar. 8 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín ¿Puede desplazar sus capitales? Sí, porque hoy día la globalización ha creado un marco que, efectivamente, hace que la circulación del capital sea prácticamente libre. En el mundo, lo que circula sin ningún tipo de trabas es el capital. El capital y los vientos. Es lo único que circula sin trabas. Y, por consiguiente, el capital se mueve, no hay control de capitales más que en algunos países, no hay control de la circulación del capital que puede precisamente liberarse. Y al liberarse, va a colocarse, ya sea en la industria o en los mercados bursátiles, donde más le interesa y donde más rentabilidad piensa que puede obtener. El profesor Eguiagaray citaba una frase que antes yo decía: “El mercado, en ese sentido, no se comporta de manera moral, ni bien ni mal”. Es el funcionamiento mecánico del mercado. Y es legítimo (digamos no desde el punto de vista moral, pero lo es desde el punto de vista funcional) que el capital vaya donde encuentre mayor rentabilidad. Esto es para beneficio general de la globalización. ¿Por qué? Porque si el capital advierte que aquí en España puede tener un 17 por ciento de rentabilidad, ¿cómo va a obtenerla, si la rentabilidad media es del 8 por ciento? Pues únicamente haciendo que ciertos parámetros se modifiquen. Por ejemplo, haciendo que la productividad aumente sin que aumenten los salarios en proporción. ¿Qué es la productividad? Como ustedes saben, es lo que produce un asalariado en un tiempo determinado. Si un asalariado produce cinco piezas en una hora, lo que interesa es que produzca quince piezas en una hora. De esa manera, no se aumenta el número de trabajadores, pero sí se aumenta el número de productos generados, de modo que se puede ganar más. Se aumenta la productividad de otra manera si se tienen cien trabajadores que producen doscientas piezas y se reduce el número de trabajadores a cincuenta, que, en vez de producir doscientas piezas, van a producir doscientas cincuenta piezas. Con la mitad de los trabajadores se reduce un coste fijo, que los empresarios llaman “coste de la masa salarial”, obteniéndose una productividad mayor. ¿Es posible hacer eso? Sí. ¿Por qué? Porque la globalización ha logrado que las leyes laborales en la mayoría de los países se modifiquen en beneficio del capital. Que, en vez de dar contratos, por ejemplo, de duración indefinida, contratos fijos, se hagan contratos a tiempo limitado, conocidos como trabajos precarios o empleos precarios... se tiende a la precarización general de los trabajadores para que el capital los pueda utilizar cuando los necesita, pero que no le cuesten nada cuando no los necesita. Y el mecanismo sencillo de la liberación de los capitales ha creado toda una serie de consecuencias que han dado lugar a las 9 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín adquisiciones sociales, la legislación social, resultado de luchas de los trabajadores durante dos siglos. Se han ido desmantelando más o menos, pero siempre en beneficio del capital, para que el inversionista, en el momento de hacer su elección, en primer lugar no elija sólo los mercados financieros y también pueda elegir los países, en particular, los nuestros, para invertir. Porque si no, evidentemente, la tendencia, si se quiere invertir en la industria, como lo estamos viendo en este momento, es invertir en los países donde los salarios, la mano de obra, es muy barata. Por ejemplo, en los países emergentes en cualquier lugar del mundo y hoy, particularmente China, que es la fábrica del mundo. Pero hay cosas mucho más perversas y mucho más destructoras del ambiente, como decía antes el profesor Eguiagaray o el profesor Berzosa. Veamos el caso de un pantalón vaquero: el algodón se cosecha en Malí, pero se teje en la India, se le da color en Bangladesh, se le ponen los botones en Tailandia y se vende en Europa Occidental. Dense cuenta del camino, el trayecto y el consumo de energía que se ha hecho, pero todo eso es posible porque la mano de obra de todos los que han participado en la confección del pantalón vaquero están pagados diez o cinco veces menos que los trabajadores europeos y, evidentemente, la idea de la mundialización o de la globalización neoliberal es producir donde cuesta muy poco y vender donde el nivel de vida es muy alto. Producir donde la mano de obra es la más barata y vender donde el nivel de vida, el nivel de consumo, es el más elevado. Este pantalón vaquero, producido en estas circunstancias, probablemente costará menos que un pantalón vaquero producido con algodón europeo, tejido en Europa, coloreado en Europa y con los botones y las cremalleras puestas en Europa. De esta manera, la globalización vende esa idea, esa utilización, ese despilfarro energético y esa utilización de mano de obra extremadamente barata, diciendo que los consumidores del norte tienen la posibilidad de comprar más barato y, por consiguiente, mejoran su calidad de vida porque compran más barato. La idea de comprar barato o de abaratar los costes. Todos estamos consumiendo productos –teléfonos, ordenadores, televisores, ordenadores de pantalla plana más baratos que el año pasado o que hace diez años y estamos muy contentos, pero prácticamente ninguno de ellos se produce en Europa. El sistema hace que, al mismo tiempo, se desmantelen puestos de trabajo en Europa, donde se ha creado, aquí y ahora, un paro endémico estructural. Es decir, si vemos la situación del empleo hace treinta años, era una situación globalmente de pleno empleo y, además, 10 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín de importación masiva de inmigración voluntaria por parte de los estados, no de inmigración padecida. Hoy, en cambio, tenemos esta situación que hace que tengamos paro y, a la vez, tenemos que estar satisfechos de poder consumir productos baratos, pero producidos evidentemente en este contexto. Esto da una idea de cómo está funcionando la globalización. Por eso, muchos dicen que esto es un intercambio en el que todo el mundo gana, porque los países emergentes tienen trabajo, los consumidores encuentran satisfacción porque consumen más barato... El hecho es que quien domina es el capital. Y, evidentemente, el inversionista hoy es una figura central. Lo vemos bien en esta metáfora de la globalización que es el Foro Económico Mundial de Davos. En este foro, considerado como el “meollo” de la globalización, el foro central de la globalización, ¿qué es lo que vemos? Vemos toda una serie de dirigentes de estado, presidentes de gobierno que van ahí un poco para seducir a los inversionistas. En ese foro se reúnen, por una parte, los principales dirigentes de las grandes empresas internacionales o de los grandes fondos de pensiones o mercados financieros, esencialmente para ver cuáles son las mejores condiciones que van a ofrecer a sus capitales los responsables políticos de los estados. Y de esa manera vemos cómo muchos dirigentes políticos lo que hacen es venir a presentar estas condiciones (es decir, supresión de aranceles, supresión de tasas, creación y ayuda para la instalación de una serie de empresas) con la posibilidad de asegurar que la rentabilidad de lo que están pidiendo estos inversionistas se vea garantizada. ¿Qué significa el Foro Social Mundial? Es, en cierta medida, la metáfora de la inversión de poderes que se ha producido durante la globalización. Es decir, nosotros tradicionalmente pensamos que el poder supremo, el poder, en definitiva, legítimo, porque es el que resulta de la voluntad popular, de la voluntad de los ciudadanos libremente expresada durante las elecciones, es el poder político. Pero, como ven en este rápido esbozo del funcionamiento de la globalización, lo que sí observamos es que, en realidad, los dirigentes políticos, los responsables políticos, una vez elegidos, dependen, por una parte, de mecanismos ya establecidos por instituciones como el Fondo Monetario o el Banco Mundial u organizaciones como la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, que han fijado una serie de normas de funcionamiento que se imponen a los políticos y de las cuales los políticos no pueden salirse tan fácilmente por estar encerrados en un marco preestablecido. 11 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín Pero, por otra parte también esta metáfora del Foro Económico Mundial de Davos indica bien que los dirigentes políticos están sometidos al buen deseo de una serie de inversionistas que pueden exigirles más transformaciones, más modificaciones en detrimento de los trabajadores, los asalariados, la seguridad del propio país. Esta situación efectivamente está creando, en el marco de la globalización, un mundo en el que hay triunfadores y perdedores y en el que los perdedores son cada vez más numerosos. Y que, contrariamente a lo que la globalización pretendía... la idea de la globalización era decir, en definitiva, “dejemos que los ricos se enriquezcan, porque ese enriquecimiento de los ricos acabará desbordándose y acabará por enriquecer a las demás capas de la sociedad”. Ocurre un poco como en esa imagen que vemos en algunas películas, en las fiestas, donde se crea un castillo de copas de champán y donde se llena la copa de arriba y, a medida que la copa de arriba se va llenando, se llenan todas las copas hasta el final. Esta es la metáfora que defiende la globalización. “Dejemos que se enriquezcan los ricos, reduzcamos los impuestos de los ricos, suprimamos el impuesto de la sucesión, dejemos que haya enriquecimiento, que haya grandes fortunas, porque esto será, en definitiva, beneficioso para el planeta entero”. El problema es que pasan los años y esa primera copa no acaba de llenarse. Y los ricos o los que se enriquecen, el número de los nuevos que se enriquecen es muy pequeño en comparación con el número de los que se están empobreciendo o que se siguen empobreciendo en razón del progreso demográfico planetario. Y así hemos visto que el proyecto de Naciones Unidas de tratar de reducir el número de pobres en el mundo no se está cumpliendo. Estaba el proyecto del milenio, que consiste en reducir la pobreza de aquí a 2015 y ahora estamos viendo que, al ritmo que llevamos, la disminución de la pobreza en el mundo (el proyecto no pretendía erradicarla), es decir, la reducción de la mitad de la pobreza en el mundo, no se alcanzará en el 2015, ni mucho menos, sino que, al contrario, ya se ha tomado bastante retraso, que hace que estemos seguros de que en 2015 habrá tantos o más pobres que en la actualidad. ¿Y esos pobres cuántos son? Las estadísticas son conocidas, es decir, más o menos dos tercios de la humanidad, dos de cada tres personas en el mundo viven con menos de dos euros diarios. Vivir no implica sólo alimentarse, sino también alojarse, vestirse, cuidarse si están enfermos, cultivarse, educarse, transportarse, etc. Con dos euros diarios. Evidentemente, se considera un nivel de pobreza importante. Y sabemos que un tercio de la humanidad vive con menos de un euro diario. Podríamos añadir otras estadísticas que mostrarían que dos mil millones de 12 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín personas, incluso en la actualidad, carecen de electricidad, sencillamente. Nosotros estamos hablando de nuevas revoluciones tecnológicas con la Web 2 y las revoluciones digitales que no cesan de acelerarse, pero, en realidad, un tercio de la humanidad ni siquiera dispone de electricidad. Como saben, el agua dulce, el agua potable, el agua sana también escasea enormemente en el mundo, un elemento tan básico como el agua. Prácticamente cada día treinta mil personas, esencialmente niños, mueren por haber consumido agua de mala calidad. Sabemos que ochocientos cincuenta millones de personas siguen siendo analfabetas en el planeta, que unos seiscientos cincuenta millones de personas no comen suficientemente, no porque haya hambrunas, ya que éstas sí que están desapareciendo, excepto cuando hay conflictos, pero la desnutrición está produciendo estragos importantes. La globalización está creando un mundo de desigualdades que nos obliga a pensar en la solidaridad. Y yo he propuesto algunas ideas en esa perspectiva. Primero, como saben, hemos creado, para compensar los efectos del Foro Económico Mundial, el Foro Social Mundial. ¿Con qué idea? Con la idea precisamente de proponer soluciones para tratar de corregir los disfuncionamientos de la globalización neoliberal y para tratar también de aportar ideas, proyectos que permitan crear un mundo más justo, más igualitario, menos violento, menos destructor de la ecología. El Foro Social Mundial es un foro esencialmente de propuestas. Se creó en 2001 en Porto Alegre y, en particular, hay toda una serie de proyectos para tratar de estimular la solidaridad. Uno de ellos, el principal de ellos, sobre el que se ha reflexionado bastante, es el concepto de la tasa Tobin, sobre el que quisiera decir unas palabras. Tobin era un economista americano, James Tobin, que había sido Premio Nobel de Economía, y consejero del presidente Kennedy. Cuando se empezó a liberar el capital, cuando se empezó a especular con el capital y cuando se empezó esencialmente a especular, sobre todo, en el mercado de divisas, Tobin propuso una idea para frenar esa especulación. Porque lo que hay que saber es que, en el marco de la globalización, lo que se compra y se vende más en este mundo no son productos como el petróleo, el gas o el trigo, sino lo que más se compra y se vende en el mundo es el dinero, las monedas (euros, dólares, yenes, libras esterlinas, francos suizos...). El mercado de divisas es un mercado gigantesco que mueve centenares de miles de millones de dólares o de euros cada día. Y, por consiguiente, se crea una masa especulativa que es relativamente fácil de utilizar, empleada como una moneda. Por ejemplo, muy 13 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín rápidamente y bajo el control de las autoridades económicas que nos acompañan, yo les puedo dar un pequeño curso de especulación monetaria, que está al alcance de cualquiera. Y recuerden que Soros se hizo muy rico especulando sobre las monedas. Además, es muy fácil y, por otra parte, cuesta poco. Porque basta con pedir prestado el dinero a un banco, especular con ese dinero prestado y devolverlo después. Si ustedes tienen una suma relativamente importante de dinero... si lo hacen con mil euros no es suficiente, ni con diez mil, ni con cien mil, pero, en definitiva, si movilizan cien millones o mil millones o varios miles de millones de euros, en ese caso pueden especular contra la moneda de un país relativamente débil. ¿De qué manera? De acuerdo con el principio de la oferta y la demanda. Porque las monedas también están sometidas a la oferta y la demanda. Si ustedes, por ejemplo, compran masivamente una moneda, es decir, compran por valor de varios miles de millones de euros una moneda de un país relativamente mediano, si esa moneda, cuando ustedes la compran, vale cien, al comprarla y al pedirla tan masivamente, por el hecho mismo de que haya esa demanda, el coste de esa moneda aumenta. En otras palabras, ustedes compran varios miles de millones de euros en esa moneda por cien e, inmediatamente después de que la han comprado, esa moneda que ustedes compraron por cien vale ahora ciento uno, ciento dos o ciento tres. ¿Qué hacen ustedes con ese capital de monedas que tienen? Pongamos que lo venden inmediatamente por ciento tres. Al venderla, al existir esa oferta tan masiva, el precio va a disminuir y, de nuevo, va a valer cien. La venden por ciento tres y de nuevo vale cien. La vuelven a comprar, al comprarla vuelve a subir a ciento tres, de nuevo la venden... ¿Cuántas veces pueden ustedes hacer esa operación de venta, compra, venta, etc.? La pueden hacer tantas veces como quieran, porque el número no está limitado. Y, evidentemente, lo pueden hacer veinticuatro horas al día porque en cualquier momento hay bolsas abiertas en el mundo, los mercados funcionan permanentemente. Esto hace que haya fortunas colosales que se han creado. Tobin decía que cada vez que se hace una transacción hay que poner un pequeño freno, hay que poner un granito de arena en esa transacción. Si se pone, por ejemplo, una pequeña tasa de 0,1 por ciento, al cabo de diez veces que se compra y vende, ya vale uno por ciento. Al cabo de cien veces, ya vale diez por ciento. Y si ustedes hacen esa operación mil veces, ya vale cien por cien y pierden su capital, por lo que ya la especulación no interesa. Esta era la idea de Tobin. Nosotros hemos partido de esa idea y del hecho de que el mercado de cambios es tan importante para decir que hay que crear, a escala 14 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín internacional, esa tasa Tobin, porque con eso se constituiría un fondo internacional, administrado por una autoridad respetada, honesta, internacional, que podría ser el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, el PNUD, que podría reunir cada año decenas de miles de millones de dólares o de euros. Con ese fondo, la idea avanzadas por el Foro Social Mundial de crear una tasa planetaria (luego me referiré a ella) crearía un fondo que permitiría atacar la gran miseria en el mundo, la gran miseria en términos de estructuras, de educación, de salud, en términos de ayuda alimentaria o ayuda al desarrollo, una ayuda que no sólo fuese una ayuda paternalista. Hoy en día no tenemos las ideas que se podían tener sobre el desarrollo en los años sesenta, sino que se sabe bien que ayudar no es tan sencillo. Y desarrollar no es tan sencillo, no basta con dinero. Aunque el dinero es importante. Para crear esta tasa, este fondo, evidentemente habría que tomar otras medidas, como suprimir los paraísos fiscales. No es normal que en el mundo en que vivimos haya tantos paraísos fiscales. A veces en el seno mismo de la Unión Europea, como Luxemburgo (yo iré mañana a Luxemburgo). Luxemburgo es un gran paraíso fiscal. No hace falta ser un pequeño país. En Bélgica hay elementos de paraíso fiscal, algunas islas británicas funcionan como paraísos fiscales, Andorra funciona como paraíso fiscal, Mónaco, Gibraltar... ¿Y qué es un paraíso fiscal? Es un lugar donde todo el dinero de la criminalidad... Hay que precisar que al dinero no se le ve origen ni olor ni culpabilidad... el dinero de la criminalidad, de la criminalidad financiera, de la criminalidad fiscal, de la criminalidad sencillamente de los que venden armas o de los que participan en el tráfico de drogas o en el tráfico de mujeres... Ese dinero encuentra un refugio y nadie pide explicaciones a ese capital. Evidentemente, es como si se partiese del principio de que esa ilegalidad del capital es indispensable para el funcionamiento, para la circulación, para el buen engrase de la globalización. Evidentemente, no se puede concebir la creación de una tasa Tobin si los capitales pueden escaparse e ir de paraíso fiscal en paraíso fiscal, donde pueden intervenir precisamente en los mercados financieros, sino que además alientan la evasión fiscal, el delito fiscal en los países. Si, por ejemplo, nosotros admitimos desde el punto de vista fiscal que es un crimen contra la solidaridad, porque la evasión fiscal es un crimen contra la solidaridad, nosotros admitimos eso cuando no admitiríamos, por ejemplo, un paraíso penal. Imaginemos un paraíso penal, una isla donde cualquier delincuente, cualquier asesino, 15 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín cualquier monstruo, a pesar de los crímenes que pueda cometer, pueda refugiarse tranquilamente sin que nadie lo moleste. Obviamente eso no existe en el mundo. No se han creado paraísos penales, pero sí se han creado paraísos fiscales que causan los mismos estragos, porque se estima que los paraísos fiscales movilizan capitales que son un gran porcentaje de los capitales que se mueven en el mundo. Por esto, lo que el Foro Social Mundial pide es que desaparezcan los paraísos fiscales, cosa que, en definitiva, puede hacerse. Los paraísos fiscales se pueden asfixiar. Otra idea es la de las tasas planetarias. Hay que ver que la mayoría de los países desarrollados han conseguido desarrollarse y desarrollar políticas solidarias, políticas de seguridad social, solidaridad social pública gracias a algunos mecanismos que se han creado, algunos a principios del siglo XX y otros mucho más recientemente, como el impuesto sobre la renta, o bien también el impuesto al valor añadido, que ha permitido al estado obtener mayores ingresos y con ellos poder llevar a cabo políticas públicas. Esto también está hoy en día en peligro con la lógica de la globalización. Lo que hay que hacer a escala planetaria... porque el mundo es uno, desde el punto de vista ecológico, y es uno desde un punto de vista humano, y no es normal que nosotros estemos aquí viviendo con una serie de ventajas, explotando más el planeta que los pobres, mientras que ellos están viviendo con toda clase de carencias. Entonces es necesario pensar en tasas globales hoy en día. Pensar en un impuesto al valor añadido en beneficio de la humanidad. Es decir, que se puede pensar no sólo en la tasa Tobin, que es un modelo de tasa global, un modelo de tasa que se aplicaría, en este caso, a los mercados financieros, a los mercados de divisas, en particular. Pero podemos imaginar una pequeña tasa sobre el consumo de electricidad. Y hoy sabemos que la electricidad, en parte, tiene una responsabilidad en la producción de dióxido de carbono que está creando el calentamiento global. O podemos imaginar una tasa pequeñísima, del 0,01 por ciento (no estamos hablando de una tasa importante), por ejemplo, en cada comunicación telefónica. O bien una tasa en las ventas de armas, cuando sabemos que los principales grandes países del mundo y, en particular, los cinco, que, digamos, son oficialmente las principales potencias del mundo, que son los miembros permanentes del consejo de seguridad, son los principales vendedores de armas del mundo. O bien, una tasa en el consumo de petróleo o en el consumo de gas. Se crearía un fondo colosal que permitiría no solamente disminuir a la mitad la pobreza en 2015, pero probablemente antes, con un gran movimiento de solidaridad, con una capacidad para 16 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín desarrollar los países que se encuentran en situaciones difíciles y que producen uno de los fenómenos más característicos del mundo de hoy, que son las migraciones masivas, inmigraciones incontroladas que crean problemas humanos tremendos, terribles, y que generan sentimientos de racismo, de exclusión, de marginalización en los países que “acogen” a estos inmigrantes. Hay que concebir el mundo como una unidad. Existen ya tasas globales. Por ejemplo, en Francia y en otros países se ha decidido crear una tasa global sobre todos los billetes de avión. Yo acabo de llegar esta mañana de Marsella, he comprado mi billete y he pagado cinco euros para ese fondo, esa tasa, de ayuda a los países en desarrollo y, si hubiese viajado en primera clase o en clase preferente, habría pagado quince euros. ¿Para qué sirve ese fondo que se ha constituido? El fondo tiene una misión precisa, que es combatir el sida en África, en particular. Y así se está constituyendo un fondo extremadamente importante. Al principio se lanzó esa idea, entre otros, por el presidente Chirac, Zapatero, Lula, el presidente Lagos de Chile... lanzaron la idea de una tasa global, pero las agencias de viajes, el mundo del turismo, dijeron que sería una catástrofe; las compañías aéreas dijeron “se va a derrumbar el tráfico aéreo”. Pero lo cierto es que la tasa está funcionando desde el uno de enero y no hay ningún tipo de desfonde y ya nadie siquiera piensa, en el momento de pagar, que está pagando una tasa importante (cinco euros no es cualquier cosa), pero creo que las personas que viajan en avión pueden hacer ese gesto, porque es un gesto de solidaridad. No obstante, podríamos pensarlo a escala planetaria en los dominios que he marcado antes: la electricidad, la comunicación telefónica, la venta de armas, el consumo de petróleo; todo lo que es consumo, por ejemplo, de energías no renovables, debería tener una tasa ecológica que podría servir para el desarrollo. En otras palabras, podríamos pensar en numerosos sistemas con el principio del IVA planetario, pensando que la humanidad es una y la solidaridad debe ser una. Muchas gracias. Carlos Berzosa (rector de la Universidad Complutense) Muchas gracias a Ignacio Ramonet y, a continuación, tiene la palabra José Moisés Martín, a quien presenté anteriormente, y que se va a encargar de dinamizar el coloquio. Como veis, es una persona joven con experiencia en ONG. 17 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín José Moisés Martín Muy bien, muchas gracias, Carlos. Antes de empezar, me gustaría hacer unos cuantos comentarios que creo que pueden servir para dinamizar el debate. En primer lugar, quiero referirme a la introducción, a la conferencia de Ignacio Ramonet en relación con el poder del capital financiero frente al poder productivo, con el efecto que esto tiene en la precarización de las condiciones laborales y sociales tanto en el norte como en el sur, el poder económico que se impone sobre el poder político y sobre el poder democrático, los efectos que esto tiene en la profundización de la pobreza y la desigualdad. Pero me ha gustado especialmente, y me gustaría lanzar este debate en este sentido, al oír hablar de solidaridad [dirigiéndose a Ignacio Ramonet] has hablado de impuestos. Y esto para mí es importante y lo es, porque cuando hablamos de solidaridad no estamos hablando de donaciones o de apadrinar niños, no estamos hablando del buenismo organizado que se articula en torno a las organizaciones en las que yo mismo estoy, sino que has hablado de impuestos. Y esto me parece importante: los impuestos, el mecanismo fiscal, la justicia fiscal como principal mecanismo de solidaridad internacional. Y me parece un tema importante que tenemos que incorporar fuertemente en nuestra agenda, porque hablo desde la práctica de la solidaridad que solemos desarrollar. Solemos pensar que la solidaridad es algo así como una caridad progre. Uno dice que es solidario, pero en realidad lo que está haciendo es caridad: apadrina niños o manda dinero a una organización, etc., cuando los mecanismos de solidaridad que hemos construido en Europa (yo siempre digo que el principal mecanismo de solidaridad que tenemos en Europa es el estado del bienestar), los mecanismos de solidaridad global están, hoy por hoy, por construir. No se basan en donaciones, no se basan en la voluntad del que dona, sino en una obligación recíproca que hemos construido entre todos. Y lanzaría tres preguntas en relación con esto: en primer lugar, ¿hasta qué punto esto está en la agenda de nuestras democracias? Me da la sensación de que esto está cada vez más incorporado, pero no está realmente en la agenda de nuestras democracias, en los debates electorales, en los debates políticos. Ahora en Francia va a haber elecciones presidenciales... tuve la maravillosa ocasión de conocer que ATTAC 18 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín ha sacado un manifiesto, exponiendo cuál es su posición en relación con las presidenciales, con un programa de propuestas, etc. Esto tiene que ver, en primer lugar, con el propio papel que juegan los medios de comunicación y ésta es una buena Facultad para plantear este debate. ¿Cuál es el papel que juegan los medios de comunicación para evidenciar este mecanismo que sitúa a tres cuartas partes de la humanidad fuera del juego de la economía del bienestar? Y, en segundo lugar, ¿cuál es el papel que juega la propia sociedad civil organizada? Hablamos del Foro Social Mundial, hablamos también de un elemento que a mí me parece muy importante y que tiene que ser motivo de reflexión, que es el No francés a la Constitución Europea. Con todos los argumentos que hubo detrás de ello y con todo lo que representó de reforzamiento de una posición crítica en torno a un determinado proyecto de construcción de este modelo. También es otro elemento de debate. Pensaba también que no todas las batallas están perdidas. Hemos ganado algunas batallas. Yo tuve la inmensa suerte, como muchos de los que estuvimos aquí, seguramente, de seguir y además, especialmente, en Le Monde Diplomatique, lo que fue la batalla del acuerdo multilateral de inversiones y cómo la opinión pública, que se constituye (no toda la gente situada al lado de los mercados financieros, al lado del Foro Económico Mundial fue capaz de echar atrás un acuerdo que ponía unas condiciones draconianas a los países que lo firmaron, aunque luego están intentando lograrlo de otra manera). O lo que supuso la Cumbre de Seattle, con la OMC, que fue la opinión pública organizada y la sociedad civil organizada la que dijo: “Hasta aquí hemos llegado, vamos a plantearnos en esta contienda ideológica en la que estamos otra forma de hacer las cosas”. Por lo tanto, por lanzar ideas, y abrimos ahí el debate, me quedaría con estas ideas importantes: estamos en un momento en el que necesitamos repensar nuestro propio concepto de ciudadanía. Estamos hablando de impuestos fiscales globales, estamos hablando de tasas globales, estamos hablando de solidaridad más allá del espacio que representan unos países que cada vez están más apretados en relación con el poder económico, y esto implica, en principio, repensar este concepto de ciudadanía, repensar qué significa, hoy por hoy, hablar de opinión pública, qué significa hablar de los medios de comunicación, cómo esto se evidencia, cómo podemos hacer para educar entre todos y todas. Me gusta muchísimo la definición de ATTAC, que ha sido muy nombrada, como una organización que hace educación popular, y esto me parece 19 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín importante, y hasta qué punto entre la sociedad civil organizada, los medios de comunicación, los intelectuales, estas referencias, este inmenso grupo de gente que nos referenciamos en el Foro Social Mundial, somos capaces de construir un concepto de ciudadanía crítica, democrática, participativa, capaz de introducir esto en las agendas de nuestras democracias y de hacer frente a esto, insisto, desde una perspectiva de solidaridad, que para mí tiene mucho que ver con los impuestos y poco que ver con las donaciones. Yo creo que el debate está abierto, tenemos unos treinta minutos para debatir, así que si hay palabras desde el plenario, iríamos tomándolas y, finalmente, dejaríamos a Ignacio Ramonet un tiempo para contestar. Si tenéis preguntas o comentarios... Voz del público [pregunta inaudible] José Moisés Martín Si os parece, vamos a hacer una ronda de preguntas, Ignacio contesta a todas y luego continuamos. ¿Alguna pregunta más? Por aquí hay otra. Voz del público [parte inaudible] Bien. ¿Cómo hacer que esto sea factible, si dijimos que los presidentes de hoy están de alguna manera alienados o no tienen tanto peso como fenómenos tales como el Banco Mundial, y se sienten reprimidos. ¿Cómo es posible poner en práctica todas estas medidas para “mejorar el mundo”? José Moisés Martín Un par de preguntas más y le damos la palabra la Ignacio Ramonet. Sí, aquí hay otra. 20 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín Voz del público Sí, son dos preguntas. Una es respecto a la propuesta de las tasas, de los impuestos, si no os parece un poco contradictorio con la misma definición de solidaridad, ya que la gente o las empresas o el gobierno no lo hacen motu proprio, obligar con un impuesto a ser solidario. Y la otra es si los medios de comunicación y los medios pueden realmente funcionar si prescinden de los fondos de gobiernos, lo que crea cierto servilismo hacia éstos, o prescindir de anunciantes que, por otra parte, tienen una actividad que no se corresponde con el desarrollo sostenible. José Moisés Martín Había una pregunta ahí al fondo. Voz del público Sí, yo tengo un problema con este planteamiento. Y es que hay como dos enfoques distintos: uno es novedoso, el Foro Social Mundial, que nos compromete a todos como ciudadanos y nos hace poderosos, en el sentido de tener capacidad crítica, de reflexión, etc. No somos vinculantes (no importa, tampoco lo vamos a hacer [parte inaudible]), pero hay otros planteamientos completamente antiguos e insuperables, e insuperados, como es la noción de estado. Un estado como los que tenemos, que siguen siendo estados-nación, con una visión de la democracia que ha sacado fuera de sus competencias y ha derivado a las ONG toda sus responsabilidades internacionales, que funciona como un gran consejo de administración, pero sin embargo, los accionistas, que somos los ciudadanos, seguimos dependiendo de la intermediación de los parlamentarios, y unos medios de comunicación que no son tales, sino grandes industrias y grandes conglomerados de inversionistas, es decir, que están en el otro côté, con toda esa amalgama de poderes, ¿quién le pone el cascabel al gato? El señor Zapatero, cuando sale, como baza de prestigio, se adhiere a las propuestas del Fondo Social, el señor Lula, etc. Pero en este país acuerda con empresarios y sindicatos 21 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín medidas tan lamentables como el salario de 700, 800 euros en este mercado esclavo, asqueroso, en el que vivimos, donde se ha destruido absolutamente esta comunidad de trabajadores, esta lógica laboral que probablemente no dure más de diez años. Mi pregunta es ¿el Foro Social cómo vincula a los poderes establecidos? O, como decía antes, ¿quién le pone el cascabel al gato? ¿Quién? Ignacio Ramonet Quisiera... reflexionando un poco sobre lo que ha dicho José Moisés Martín antes, recordar un poco la filosofía de base de la globalización. Hay que tener bien presente que, respondiendo de manera sintética a lo que es la globalización, diríamos que es exactamente esto: la guerra del mercado contra el Estado. Esa es la guerra en la que estamos actualmente. Está la guerra de Irak, lo que ustedes quieran, pero la guerra en la que estamos todos los días es la guerra del mercado contra el Estado. El mercado cada día trata de conquistar el territorio del Estado, pretende que el perímetro del Estado se reduzca cada vez más, y que el territorio del mercado, con la lógica de la oferta y la demanda, y el proyecto de rentabilidad como única filosofía y como único objetivo, avance. Lo cual quiere decir que, efectivamente, esto lo podemos traducir de la manera siguiente, que es también la guerra de lo privado contra lo público. Todo lo que es sector público, dominio público, servicio público, y la idea es que disminuya. Con el riesgo que eso supone para los ciudadanos. Porque, evidentemente, cuando se privatiza un sector público, un servicio público, se está desposeyendo al ciudadano de una parte de su patrimonio. No estoy hablando de su derecho, estoy hablando de su patrimonio. ¿Qué es un servicio público? Es el patrimonio de lo que no tienen patrimonio. Cuando alguien no tiene nada, tiene los servicios públicos. Pero cuando se suprimen los servicios públicos, el que no tiene nada no tiene nada y cae entonces en lo que sustituye a los servicios públicos, ya sea una privatización dura, ya sea, como ha dicho José Moisés Martín antes, un caridad organizada. Y hemos visto cómo el Estado, al retraerse y al abandonar a toda una serie de “no-solventes”, como lo recordaba antes Eguiagaray, ¿qué es de ellos, quién se ocupa ahora de ellos, ya que el Estado no se ocupa de ellos y el mercado tampoco lo hace? Afortunadamente, están las ONG humanitarias. Antes, hace doscientos años, había empresas de caridad religiosas... No estoy menospreciando 22 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín a las ONG en absoluto, están haciendo un trabajo formidable y, de hecho, estamos trabajando con las ONG y con todo lo que llamamos el movimiento social en esta reflexión. Pero hay que darse cuenta de que, efectivamente, esas personas, que son miles de millones en el mundo, han sido abandonadas y menos mal que hay solidaridad humanitaria. Pero si no, el Estado se desinteresa de ellas. De ahí que podemos decir que hay regresión del Estado. El Estado es un artefacto filosófico-político reciente. Tiene dos siglos de existencia, se creó en el siglo XVIII. Los países y las naciones pueden ser antiguas, pero el Estado, el mecanismo como maquinaria administrativo-política, tiene dos siglos. Y, evidentemente, ha tenido tendencia, sobre todo, en el siglo XX y, en algunos casos, a ocupar todo el terreno. Es lo que se llamó Estado totalitario. El Estado estalinista o el Estado hitleriano o mussoliniano o franquista... era un Estado que ocupaba todo el terreno. Y, por supuesto, era un Estado opresor, que oprimía a los ciudadanos. Por consiguiente, ha habido un legítimo deseo en los ciudadanos de reducir la presión del Estado. Pero el problema en que estamos hoy es que el péndulo, en vez de detenerse digamos en una situación de equilibrio y armonía entre Estado y mercado, hoy en día tiene tendencia a avanzar de tal manera que el mercado, en la actualidad, tiene vocación, a transformarse en mercado totalitario. Entonces, estamos pasando de un estado totalitario que nos amenazó, nos libramos de él, democracia, libertad, etc., y ahora tenemos un mercado que tiene también la tendencia de ser globalitario. Todo lo que no entra en la lógica del mercado cada vez tiene menos espacio y cada vez tiene menos legitimidad. Cada vez, para defender cosas elementales, derechos elementales de los ciudadanos, hay que tomar posiciones que parecen extremistas, porque la naturalidad y la normalización giran en torno a las ideas del mercado. De ahí que la responsabilidad, y José Moisés lo subrayaba al instante, y se ha destacado también en la sala, de los medios de comunicación sea absolutamente capital. Porque ¿qué son los medios de comunicación? Es el aparato ideológico del sistema en el que estamos. ¿Qué es un aparato ideológico? Es un sistema que nos dice lo que es el bien y el mal, lo bello y lo feo, lo justo y lo injusto, es decir, que nos da un mecanismo mental que nos permite apreciar las cosas. En un tiempo fue la iglesia católica la que representaba el aparato ideológico dominante, o bien fue el partido socialista soviético durante el estalinismo, o el partido nacional-socialista, el que decía lo que había que pensar. Hoy, en nuestras democracias de mercado, ¿quién nos dice cómo debemos pensar? Los medios de comunicación en su globalidad, funcionando como un aparato 23 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín ideológico. La cuestión es ¿aparato ideológico de quién? Entonces, si nos interesamos por el mecanismo de la globalización, ¿qué es la globalización? El mercado contra el Estado. Pero ¿quiénes son los protagonistas del mercado? Porque del estado vemos quiénes son los protagonistas. ¿Quiénes son los protagonistas del mercado? Las empresas, las entidades económicas. Ellos son los actores principales del mercado. ¿A quién pertenecen los medios de comunicación dominantes hoy? A las empresas. En tanto que empresas, son beneficiarias del sistema de la globalización. Y, en tanto que empresas, obviamente, están en una situación en la que juegan dos roles: por un lado, son medios de producción, en tanto que empresas, pero como hoy en día en la mayoría de los países democráticos desarrollados, los grandes grupos de comunicación pertenecen a grandes grupos industriales o empresariales, actores centrales de la globalización, podemos decir que estamos en una situación en la que las empresas productoras del sector económico-industrial son también productoras de los símbolos que permiten la manipulación de las mentes. Son también las productoras de los símbolos o de los elementos ideológicos que crean consentimiento social. De ahí que los medios de comunicación de masas, en su mayoría, y dominantes –no quiere decir que no haya resistentes, rebeldes e insurgentes o desobedientes–, pero en realidad, masivamente, están funcionando como el aparato ideológico de la globalización. Por consiguiente, los medios de comunicación ¿qué es lo que dicen, en definitiva y en filigrana y todos los días? La globalización es buena. Ocurre como en Un mundo feliz de Huxley, ¿recuerdan ustedes que los niños, desde el nacimiento, escuchaban un magnetófono que les decía “Si tú eres alfa, tienes que tener tal comportamiento, etc.” De la misma manera, los medios nos están diciendo, de una manera o de otra, de una manera franca o explícita, o de una manera implícita, que la globalización es muy buena, que es lo mejor, que tenemos que ser muy felices de tener hoy la globalización. Un poco como, probablemente, en la Unión Soviética de Stalin se decía a la gente que tenían que ser muy felices por ser gobernados por el partido comunista de la Unión Soviética. No se dice de la misma manera, pero el resultado es exactamente el mismo. Y esta confusión crea la dificultad de tomar distancia y de entender sencillamente en qué sistema estamos metidos y cuáles son las ideas que nos están metiendo en la cabeza que no son nuestras y que, además, están generando nuestra propia desgracia, colectivamente. Esta es la situación en la que estamos y de ahí todos los malentendidos, todas las dificultades para tomar conciencia de lo que es exactamente la globalización. 24 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín Por eso, a veces, hablar de la globalización parece implicar ciertas reflexiones que resultan iconoclastas o heterodoxas, cuando, en realidad, es sencillamente un razonamiento de sentido común que trata de reflexionar sobre cómo nuestras sociedades han podido desarrollarse y, como decía antes el doctor Berzosa, cómo se ha construido la felicidad social en nuestros países. Quisiera contestar más concretamente a dos o tres de las preguntas. Con esto creo que he contestado en parte a las preocupaciones, pero quisiera regresar sobre la primera interrogación sobre, por ejemplo, ¿en qué medida, lo que está pasando en Venezuela, en América Latina en general hoy día tiene que ver con esta preocupación? Porque hay o había hasta en el seno del altermundialismo, hasta en el seno del Foro Social Mundial, la idea de que las fuerzas que sostienen la globalización son tan desmesuradamente importantes, que poco se puede hacer. Se puede hacer, evidentemente lo que cada uno puede: las ONG, los movimientos sociales, están trabajando para reparar aquí o allá los estragos de la globalización. Pero ¿cómo cambiar el sistema? Porque, en definitiva, hace veinte o veinticinco años no había globalización. Entonces hemos vivido sin globalización. Por qué se ha podido imponer tan rápidamente, tan masivamente y, además, hemos sido testigos de esta tentativa de constitucionalizar en Europa el mecanismo de la globalización, como si la globalización fuese una ciencia definitiva para la eternidad, como debe ser una constitución, cuando en realidad es una ideología que pasará, evidentemente. Un momento de la historia del capitalismo, esta supremacía del capitalismo financiero, pero es un periodo y, sin embargo, el proyecto de Tratado Constitucional Europeo tenía la idea de fijar, de una vez y para siempre, estos mecanismos como científicamente perfectos. Y, por consiguiente, había que aceptarlos. Hemos visto la alienación tan extraordinaria que ha podido existir en Europa. Y decía yo que en el propio movimiento altermundialista, el propio movimiento de contestación a la globalización ha pensado en esa estructura de poder económico y financiero dominando al poder político, ayudado por el poder mediático, dominando al poder económico, al poder político y a las sociedades. Porque ese es el esquema en el que estamos hoy. El poder financiero ayudado por el poder comunicacional, poder mediático, que es, repito, el aparato ideológico, como antes el ejército y la iglesia dominaban a muchas sociedades... El ejército (y la nobleza, evidentemente), con su voluntad de estructurar a la sociedad y la iglesia proyectando una ideología de consenso 25 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín de este tipo de sociedad. Esto parecía tan violento, tan sólido, que estas estructuras parecían inalterables. Lo que está pasando en América Latina tiene de interesante que, por primera vez, desde que la globalización se ha impuesto como nueva lógica, es decir, desde los años ochenta, hemos visto que la voluntad política, con la ayuda del movimiento social, puede rechazar, retener, hacer retroceder a la globalización. De ahí que sea tan interesante observar lo que está pasando en Venezuela, donde en un marco totalmente democrático, en un marco donde la economía de mercado tiene un lugar extremadamente amplio, donde las libertades fundamentales de expresión, de información, de partidos, están garantizadas, sin embargo, el poder político, con el apoyo de la ciudadanía y, sobre todo, con el apoyo del movimiento social venezolano, ha marcado un límite a la invasión del mercado. Esto es lo importante en el proyecto del presidente Chávez. Pero, para que ustedes se den cuenta del tipo de guerra ideológica en la que estamos, lean lo que dicen los grandes medios, hasta los medios pretendidamente serios, sobre el presidente Chávez. Y tendrán una idea clara de cómo hoy estamos en guerra ideológica. El que apoya la globalización, ya sea un asesino o un tirano, pero está en la buena vía, es visto como un dirigente moderado, frente al que resiste a la globalización, aunque sea democráticamente electo... El presidente Chávez ha sido elegido diez veces - nadie en el mundo ha sido elegido democráticamente diez veces, sin embargo pasa por un populista con vocación dictatorial, etc., cuando, en realidad, ha hecho reformas en las que vuelve a dar sentido al servicio público, vuelve a dar sentido a la relación entre el Estado y la ciudadanía, vuelve a dar sentido al proyecto de desarrollo. ¿Y lo hace solo? Ha estado aislado un momento, pero lo vemos ahora en su relación con Cuba, y entendemos ahora que Cuba es un país con esa estructura porque ha sido el país que los Estados Unidos han tratado durante cincuenta años de asfixiar, pero que, en sus estructuras, ha avanzado enormemente en materia de educación, en materia de salud, en materia de existencia de un movimiento social importante, que ha permitido preservar esa idea de un papel más importante para la colectividad o la sociedad frente a los mecanismos del capitalismo tradicional. Pero hoy, además, el presidente Chávez encuentra democráticamente, electoralmente, apoyo en Venezuela, en Brasil, en Uruguay, en Argentina, en Ecuador, en Panamá, en Haití, en Nicaragua... doce países en América Latina hoy día están en esa vía. Y algunos de ellos, Venezuela en particular, Cuba y Bolivia, están preparando un acuerdo que se llama ALBA, un acuerdo en el que el intercambio (por ejemplo, comercial) se hace entre los países sin 26 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín búsqueda de rentabilidad a expensas de otro. Y donde servicios importantes como la educación, como la enseñanza, como el desarrollo cultural en general, como la salud, tienen un valor para la sociedad igual que el petróleo, igual que las materias primas, y esto debe ser una concepción de la sociedad. Y vemos que Nicaragua se está también “enganchando” al ALBA frente a los proyectos, en particular, norteamericanos del TLC (Tratado de Libre Comercio) individual, entre un poder masivo, como los Estados Unidos y países individuales. De ahí que lo que pasa en América Latina sea hoy tan interesante de observar en el marco de la lucha contra la globalización y que hoy no sólo muchos europeos, sino también muchos asiáticos (coreanos, japoneses, filipinos) están observando lo que pasa en Venezuela, y están viendo que otra política es posible frente a la globalización. No hay un modelo venezolano. Hay una actitud venezolana frente a la globalización. Y esa actitud ha tenido una gran influencia hasta en el seno mismo del movimiento altermundialista. De ahí, en particular, que se pueda pensar a partir de ahora y con estos mecanismos, en qué hacer con la deuda externa, por ejemplo. Se dice: ¿es posible detener la deuda externa? Hemos visto cómo Venezuela ha ayudado a Argentina, por ejemplo, un país que estaba prácticamente presionado por las instituciones internacionales a devolver su deuda, cuando la deuda es la cosa más injusta. No tenemos tiempo de desarrollarlo aquí, pero muchos de ustedes lo saben: la mayoría de los países que tienen deuda externa la han pagado, sobre todo los países pobres, varias veces ya. Digamos, el préstamo principal. Lo que están pagando son servicios que pueden ser más o menos eternos. Y Venezuela ha ayudado, comprando bonos de la deuda a Argentina y ha permitido el desarrollo de Argentina. Si no, habría estado trabajando años para simplemente pagar el servicio de la deuda. Así, la riqueza de un país ha servido solidariamente para permitir el desarrollo de otro. Ésta es una concepción política de la economía y no una concepción económica de la política, que es lo que hay que evitar. José Moisés Martín Gracias. Tenemos un par de minutos para formular un par de preguntas más. Si alguien tiene un interés especial... son demasiadas manos. [se ríe] Os pido preguntas muy, pero muy cortas. Al fondo tenemos una primera. 27 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín Voz del público Dos preguntas pequeñitas, pero relacionadas entre sí. Una es ¿cómo recuperar la razón después de la crisis de la razón, y eso se traduciría, por ejemplo, en cómo plantearle a Occidente que hay una noción de crecimiento y de progreso distinta a la superación de los beneficios respecto al año anterior? Segundo y, en relación con esto, ¿de qué sirven los planteamientos utópico-críticos como el de usted con Chomsky, por ejemplo, en Cómo nos venden la moto, o en Grupo Marcuse. De la miseria humana en el mundo publicitario, si realmente funcionan de manera elitista, erudita y minoritaria para generar conciencia? Tercero, en relación con esto, ¿cómo podemos frenar que la universidad también se venda al capital con planteamientos como el de Bolonia, donde se han sustituido los currículums académicos por perfiles profesionales. Al fin y al cabo, ponen el lugar de conciencia y de crítica, que sería la universidad, en manos de las multinacionales que van a financiar la práctica universitaria. Esas tres cosas quería preguntar. José Moisés Martín Muy bien, muchas gracias. Ignacio Ramonet Son grandes cosas... José Moisés Martín Había aquí otra cuestión... Voz del público Buenos días, bueno, enlazo con la anterior pregunta sobre cuál será el futuro de nosotros, futuros periodistas en una universidad en la que el proceso de Bolonia se implantó definitivamente y, para enlazar, ha salido a la palestra que los mecanismos de control ideológico 28 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín representan los medios de comunicación... ¿Cuál serían nuestras posibilidades como futuros profesionales y cuál es nuestro papel si realmente tenemos la oportunidad de realizar un trabajo moralmente acorde con nuestra ética, o simplemente seremos mercenarios, simples mecánicos de esa rueda ideológica de la que hablábamos? José Moisés Martín Dos preguntas más quedaban por aquí... Voz del público [pregunta inaudible] Yo quería simplemente comentar en esta línea, las respuestas que Ramonet ha hecho sobre el Estado. El enfrentamiento que se produce entre el mercado totalitario y el Estado, nos ha mostrado los desafueros del estado totalitario. Y preguntaría ¿es que el Estado se ha convertido realmente en un estado democrático en los países industriales, en el G8, el Banco Mundial? Yo no lo veo, es decir, no veo que el Estado sea el garante de una lucha democrática. Yo veo que en los aeropuertos se vulneran absolutamente los derechos individuales de los sujetos; he visto registros verdaderamente intolerables, pero con una aquiescencia desmedida, veo que los sistemas de control justamente estatales son cada vez más intensos con los ciudadanos... hay un proyecto en el que [parte inaudible]... tanto en este momento se habla de que los españoles vamos a tener un carnet de identidad en el que va a estar todo controlado. Es decir, si se pagan los impuestos, si no se pagan, si ha tenido uno multas por conducir en coche, etc. No veo el estado como una garantía democrática. Sobre todo, pensando en que el Estado es portador de un contenido que se revela cada vez como más nocivo. Que son los partidos políticos los que están lejos de los intereses de los ciudadanos. Los partidos políticos como expresión de un proceso que es el proceso de patrimonialización del Estado por parte de los partidos. Nuestro país es un buen ejemplo y las luchas políticas en este momento son un buen ejemplo. Voz del público Yo diría, ¿es cierto, a pesar de lo que tú has dicho, que en el Foro de Portoalegre había gente que decía que el mercado es tan fuerte, tan brutal esta mundialización, que no hay remedio? Yo diría que no, hay remedio, que no lo son las ONG, puesto que éstas se está viendo 29 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín que son instrumentos que vehiculan intereses también del propio mercado y del propio Estado. Una parte de las ONG se han convertido en funcionarios o correas de transmisión de intereses estatales o también mercantiles. Desde este punto de vista yo diría: no quedan sino los movimientos solidarios, no quedan sino los consejos de los ciudadanos, no queda sino esa línea que, evidentemente, los partidos socialistas, los partidos comunistas, han perdido. Y en esa línea yo diría que comprendo lo que has planteado de que el Estado puede servir como instrumento. Estoy de acuerdo en el planteamiento sobre Venezuela, más todavía sobre el planteamiento en Bolivia, en donde países como éste reivindican derechos absolutamente históricos. Pero, al mismo tiempo, yo diría, ¡ojo con el Estado! Mucho cuidado con lo que vehicula el Estado. Porque, y esta es la última reflexión, tenemos que ver que, en definitiva, la izquierda había sido profundamente antiestatalista. Es verdad que el leninismo conduce a una hipertrofia del Estado. Y en este momento lo que yo veo es que, en definitiva, la izquierda se repliega sobre el Estado. Y eso me parece profundamente peligroso. No podemos más confiar en el Estado. Porque los estados no son todos como, por ejemplo, el estado sueco, que también tiene su [parte inaudible], o como el estado noruego o islandés. El Estado es como el italiano, en donde puede haber un sujeto profundamente corrupto y, lo que es más peligroso, corruptor, como Berlusconi, que controla los medios. O éstos están en manos, como ocurre en España, de un partido profundamente reaccionario, como se está convirtiendo el PP. Frente al Estado, una línea crítica de absoluta resistencia [parte inaudible]... [se corta la grabación] Ignacio Ramonet Bueno, yo quisiera responder a la primera intervención, porque no creo que se pueda calificar al pequeño trabajo que hicimos Chomsky y yo, que llamamos Cómo nos venden la moto, de una obra elitista. Francamente... no creo que sea un ensayo de filosofía general, de esotérica, ni nada de eso. Además, por una parte, es un libro que ha circulado muchísimo y, por otra parte, tanto mi amigo Noam y yo, cuando no escribimos cosas elitistas, creamos ATTAC, (que yo he creado ATTAC) o creamos el Foro Social Mundial, y Chomsky ha venido, etc. En fin, que se moleste Mario Vargas Llosa, que me ataque tratándome de idiota, como idiota útil, igual que Chomsky y Harold Pinter, yo lo entiendo, evidentemente. Y prefiero ser idiota con Chomsky y con Pinter, que ser muy listo con Mario Vargas Llosa y sus secuaces. [aplausos] Pero me extraña que haga usted esa reflexión, porque Cómo nos venden la moto era una tentativa, yo diría con reflexiones no sencillas, porque sería demagógico, pero con ejemplos sacados de la actualidad, para ponernos en guardia contra mecanismos ideológicos de alienación, como he dicho antes. 30 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín Precisamente ese trabajo, que es un trabajo necesario, de hecho, no somos los únicos que lo hacemos, muchas personas lo están haciendo, pero me parece que es necesario siempre alertar sobre el trabajo de la ideología. No nos olvidemos de que la ideología, por definición, es invisible. Y que si no nos planteamos problemas, podemos considerar que es lo normal. Pero lo que nosotros llamamos normal es el resultado de una ideología. Y siempre, la dificultad está en tomar la suficiente distancia para verlo. Es un poco lo que estábamos tratando de hacer, un poco lo que tratamos de hacer, en la medida de nuestras posibilidades. Quisiera también responder a su segunda pregunta, que me parece muy interesante: ¿Cómo hacemos para salir de este mecanismo en el que estamos y en el de la filosofía de la rentabilidad, del beneficio, del ganar más, del producir más? ¿Cuál es la dinámica que nos lleva? Es la dinámica de que todas las empresas, todos los sistemas están en una especie de fiebre productivista donde cada año hay que hacer más que el anterior, si no, es una catástrofe. Yo creo que, precisamente hoy se ha empezado a reflexionar en contra de esa filosofía. El rector Berzosa había citado, precisamente, varias obras recientes, una de ellas de una serie de economistas en Francia donde se ha desarrollado bastante, pero también se está desarrollando ahora en España una reflexión sobre lo que se denomina el decrecimiento. La idea de que si seguimos con esta voluntad de crecer y que parece normal, porque estamos dentro de la ideología del crecimiento... dos cosas: primero, no se puede crecer hasta el infinito no sólo porque, como pensaba Marx, las fuerzas sociales llegará un momento en que no resistirán ser tan explotadas, sino que hoy sabemos que el planeta no puede soportarlo, el planeta no puede resistir este proyecto de producir cada vez más. Nosotros sabemos hoy, estadísticamente, matemáticamente, que hay una superchería en la promesa de un planeta de bienestar en la medida en que, si decimos planeta de bienestar y si pensamos que esto significa que los seis mil quinientos millones de habitantes van a vivir como nosotros, esencialmente, van a tener una tasa de destrucción, de despilfarro, de materias primas, de elementos esenciales no sustituibles, no renovables como nosotros, no existiría el mundo. Ni hay metales, ni hay energía, ni hay naturaleza que pueda resistir a seis mil quinientos millones de personas despilfarrando como nosotros. Y cuando digo nosotros, aún menos despilfarrando como los americanos. Entonces, por consiguiente, es obvio que, desde ya, además ahora está demostrado científicamente que el calentamiento climático es causado por la acción del ser humano, es evidente que, a partir de ahora, tenemos que plantearnos ir hacia una sociedad del descrecimiento. Porque se puede decrecer y ser feliz. Berzosa decía antes eso. Se puede consumir menos y ser feliz, si, a la vez, decimos: consumo menos porque destruyo menos el planeta. Y vemos cómo esta idea que parecía insólita cada día se está acelerando más. Entonces, la idea del descrecimiento sí es posible. Podemos entrar en un sistema... Evidentemente, los partidarios de la globalización van a tardar o van a tratar de reorientar la idea de explotación hacia otras energías, las energías renovables como fuente de grandes ingresos. Y hay algunos 31 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín economistas... se acaba de publicar un libro en Francia, pero de un economista americano, que ya habla de la burbuja verde. Es decir, hay tal cantidad de inversiones en las energías renovables (eólica, etanol, biodiesel, fotovoltaica, etc.), que, además, como cada día esa conciencia está desarrollándose más, predice que va a haber una burbuja más grande que la burbuja de Internet, por la masividad de los ingresos y la masividad de las especulaciones que se están haciendo con pequeñas empresas que presentan un avance en la materia. Pero, independientemente de eso, es aceptable hoy la idea de que podemos descrecer y vivir mejor, cosa que parece contradictoria. Vivir mejor porque, además, culturalmente, viviremos mejor. No puedo desarrollar otros aspectos, porque no tenemos tiempo, pero quisiera terminar hablando sobre la cuestión del futuro del periodismo. Es un tema que yo he desarrollado bastante, he escrito un librito sobre eso (y espero que no se califique también de elitista) que se llama La tiranía de la comunicación. Yo creo que el periodismo en este momento está pasando quizás por el peor periodo de su historia. No quiero decir que esto no tenga solución, pero ¿por qué es el peor periodo de su historia? Porque lo que está en cuestión hoy es su propia identidad. Con el desarrollo de la revolución digital y todas las consecuencias de esta revolución, con la masificación de las máquinas de reproducir la realidad y de difundir información, se está acreditando la idea de que todo el mundo es periodista o todo el mundo puede ser periodista. Por consiguiente, si todo el mundo es periodista, ¿para qué sirve un periodista? Y estamos en un sistema, por ejemplo, el sistema de Internet, la información en Internet, donde lo que se desarrolla es que la información, contrariamente a todo lo que hemos aprendido, la información hoy no tiene valor, es gratuita, por eso se han desarrollado los medios gratuitos: la información es gratuita en la televisión, en la radio, en Internet. Lo que tiene valor es el comentario. Es decir, se ha invertido todo lo que era el fundamento del periodismo. Había que distinguir entre hechos, (es decir, la información) y comentarios. Los hechos eran lo importante y los comentarios eran relativos, según el punto de vista del que observa el hecho. Hoy en día es lo contrario. Estamos en una sociedad en la que la sobreinformación, la sobrecirculación de información crea tal confusión que no estamos seguros de los hechos mismos, en función del número de manipulaciones que cada día se observan y, por otra parte, estamos buscando una referencia, una autoridad que nos permita interpretar los hechos o beneficiarnos de una interpretación de los hechos que sea más inteligente, más distanciada, y no forzosamente es el periodista el que hace ese comentario. Puede ser un científico, puede ser un economista, puede ser un politólogo, puede ser un profesor, puede ser un estudiante, puede ser un observador... el mejor comentario no es forzosamente el de un periodista, que no está especializado en todo, por definición. Entonces, digamos que los instrumentos específicos el periodismo se han masificado. Y la identidad del periodismo se ha diluido. De ahí la crisis de periodismo que vivimos hoy, que considero que es una crisis sana, porque ¿qué significa? Como siempre, en los ciclos de la 32 FORO COMPLUTENSE Conferencia de Ignacio Ramonet Participan: Ignacio Ramonet, Carlos Berzosa, Juan Manuel Eguiagaray y José Moisés Martín información: significa que una manera de informar se termina, pero la información es más indispensable que nunca, y lo estamos viendo. Porque si hay algo que caracteriza a nuestras sociedades y a nuestras democracias es la crisis de la información. Si nuestras democracias no funcionan democráticamente es porque la información no funciona. Es la información una de las causa principales de la degradación de nuestra democracia. Porque la democracia sólo funciona con ciudadanos. Y un ciudadano no cumple su misión democrática, salvo si está bien informado y toma decisiones en función de una información seria. Y luego puede tomar su decisión personalmente. Pero hoy esa información seria es muy difícil de conseguir en este contexto. Por consiguiente, para la nueva generación de periodistas el desafío es, con las nuevas herramientas de la información, con el nuevo contexto de la información, crear la información que hoy las democracias y los ciudadanos necesitan. Es un magnífico desafío y estoy seguro de que, en particular, los estudiantes de la universidad de Carlos Berzosa lo conseguirán. Muchas gracias. [aplausos] Carlos Berzosa (rector de la Universidad Complutense) Muchas gracias a todos por vuestra presencia. Enhorabuena y felicitaciones a Solidaridad Internacional por su cumpleaños, que coincide con el de muchos de vosotros, sin duda, veinte años. Gracias a Ramonet una vez más y, para que no nos vendan la moto, leed Le Monde Diplomatique. Gracias. [aplausos] 33