La pirámide de Maslow, el hambre y la vivienda

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La pirámide de Maslow, el hambre y la vivienda
El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas de enero de 2013( estudio núm.2976),
detecta como principales problemas de los españoles : paro( 80,95 %); economía (38,9 %)
y
políticos y partidos políticos
(30,2 %) En realidad son tres imágenes de un mismo problema: subsistencia. Porque el paro depende
de la economía y esta es modulada por lo político en su diversidad institucional. Las
necesidades fisiológicas son la preocupación primera y última en un mínimo en donde se existe
o se deja de existir. Y entonces surge o lo instintivo, mostrando la barbarie animal del humano,
o la abnegación más sublime, cuando el alma somete a lo salvaje.
Las necesidades para la supervivencia son las más prepotentes de todas: Una persona
que carece de alimento, seguridad, amor y estima, sentirá con más fuerza el hambre de
comida antes que el hambre de cualquier otra cosa ( Maslow, 1987: 22-3) [1]
.
El hambre y sus efectos pronto fueron detectados en la antigüedad. Son citados con
frecuencia en los « Comentarios » de Cayo Julio César; también en los « Capitulares » de
Carlo-Magno. En
época contemporánea por Gonzeé, De Caisne, De Condé, Wachter, Woets, Monfalcon, Nepple
y Burdel (Membiela, 1885) [2]
.
La escasez ha modulado la conciencia social durante toda la historia porque era crónica: «
El
gobierno debía tener en cuenta por medio de una ley, que las mujeres y los niños no se
dedicasen en las fábricas á esos penosos traba­jos impropios de su edad y sexo. La avaricia
de muchos patronos y la necesidad, ó mejor dicho el hambre, nos hacen ver en los talleres
cosas que repugna el sentimiento humanitario y todo gé­nero de cultura » (Membiela,
1885:437).
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Tanto las sociedades modernas como las tradicionales fueron diseñadas bajo estas
condiciones. La conciencia diaria y las estrategias desplegadas ante una vida en precario
fueron mitigadas, no del todo hoy, bajo la sociedad industrial. Se persuadió de que la pobreza
podía aliviarse mediante el logro individual y el crecimiento económico.
El postmodernismo, con el que nos deslizamos en la actualidad, confinó los valores que se
forjaron durante décadas de austeridad. Las cotas de confort alcanzado en la sociedad
industrial avanzada fue la causa. Consecuencia de ello: dar por supuesto, e inconcebible, el
regreso a la penuria en sociedades con alta tecnología y alta productividad
(Inglehart, 2001: 103)
[3]
.
Desde hace unos años este panorama ha sido roto por una recesión económica que nos
obliga a replantearnos la suficiencia del hombre en entornos de incertidumbre. Aunque se
disponga de una tecnología compleja pero incapaz de resolver apremios vitales. Los valores
confinados, desterrados del memorial colectivo, vuelven con suavidad imperativa.
El informe « Desigualdad y Derechos Sociales. Análisis y perspectivas 2013 » de la Fundación
F OESSA y CARITAS [4] , sobre los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística,
sitúa la pobreza relativa en una tasa superior al 21% de la población total.
En 2007, esta tasa se situaba en el 19,7% lo que indica un incremento importante en el
periodo de crisis. El incremento de la pobreza entre 2008 y 2010 en más de dos puntos no
tiene precedente alguno en tan escaso lapso temporal.
La caída de la renta de hogares ha provocado que el umbral de pobreza descienda desde los
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8.000€/año para una persona sola en 2009 a algo más de 7.300€/año en 2012.
El aumento de la pobreza es verificado por el porcentaje de hogares sin ingresos
suministrados por las sucesivas EPA (Encuesta de Población Activa). Hogares sin retribución
salarial, prestaciones de desempleo o de Seguridad Social. Este indicador revela un
recrudecimiento: desde unos valores en ciernes de la crisis en 2007 sobre el 2% se pasó, a
finales de 2012, al máximo histórico del 3,7%.
Los hogares afectados por esta contracción fueron desde los +/-300.000 a mediados de 2007 a
+/- 630.000 en 2012.
El porcentaje de hogares sin capacidad para afrontar gastos imprevistos pasó del 30%
en 2007 al 44,5% en 2012. El porcentaje de hogares con todos los miembros en desempleo se sitúa en el 10,6% en
2012.
Sin duda, el prof-catedrático Niño Becerra acertó en su obra « El crash de 2010 », cuando
dijo que: los excedentes (…) del factor trabajo tan
sólo podrán ser mantenidos con la implantación de un subsidio de subsistencia que asegure a
esa población excedente un mínimo vita
l[
5]
.
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Prueba de ello, los llamados « Plan Prepara », popularmente conocidos como « Ayuda de los
400€ »
[6] .
Fueron aprobados por vez primera mediante RDL 1/2011 y posteriormente prorrogados por el
Ministerio de Trabajo por RDL 23/2012, que garantizan una ayuda mensual de 450€/mes a
personas en desempleo con cargas familiares.
Pero además de ello, un soporte médico especializado para afrontar los efectos de la crisis
se
hace necesario. Se trata de asumir responsabilidades humanas para aquellos más vulnerables.
En el Reino Unido, tanto el gobierno laboralista de Blair como el liberal conservador actual
han comprometido grandes sumas de dinero para tratar los trastornos emocionales derivados
de la recesión económica
[7] . Ello supone invertir en vida. Y es una
medida que la estimo digna de admiración.
En cuanto a la vivienda, sobre datos ofrecidos por el Consejo General del Poder Judicial, en el
año 2011, alcanzaron los 80.000 procesos hipotecarios, triplicándose a los celebrados en 2007.
No contempla el informe de FOESSA y CARITAS, si se trata de primera vivienda o vivienda
vacacional, con lo que nos priva de perspectiva para constatar la magnitud de la gravedad,
siempre lo trágico de esta situación.
La cuestión de la vivienda nuclear familiar preocupa a toda persona porque evita el
desamparo, favorece el arraigo y procura refugio ante las inclemencias. No solamente es
producido por la
recesión del sur de Europa y por una
crisis de confianza sobre instituciones de la democracia occidental. También por el crecimiento
de la población mundial a muchos le es impedido acceder a una vivienda y a una vivienda
digna.
Opciones caben muchas, entre ellas, permitir el uso de viviendas de titularidad pública,
pero también la
habilitación de inmuebles de distintas administraciones
todas vez que lo público se encuentra vinculado a satisfacer necesidades colectivas. 4/8
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Es difícil comprender a aquellos que defienden lo público como un dogma, inatacable e
inmutable en su naturaleza y finalidad. Finalidad que, en muchas ocasiones, se agota en una
mera tenencia, que además requiere de mantenimiento y vigilancia con los gastos
subsiguientes. Sin duda se desconoce que lo público no hace tanto tiempo era propiedad del Rey por
derecho de conquista y hoy
se nutre de las aportaciones de los ciudadanos.
En EEUU dos organizaciones privadas diseñaron programas para proporcionar viviendas o
habitaciones a los privados de ella. Ambos se articulaban mediante la contratación de personas
sin hogar y ambos proyectos pretender facilitar «encontrar el suelo » dentro de la pirámide de
Maslow.
« Streets News », fue la primera organización que contrató a personas necesitadas. La
compañía fue constituida por el ex músico rockero Hutchinson Persons como empresa
caritativa, no lucrativa. Todos los recursos de la publicación y el espacio de oficinas fueron
donados por negocios ubicados en Manhattan. « Streets News » es una revista que consta de
28 páginas y recoge junto a unos artículos de fondo, entrevistas a famosos.
Los vendedores sin hogar recibían 50 céntimos de dólar por cada revista vendida a 75
céntimos de dólar. De las ganancias se derivaba una cantidad a un plan de ahorro para la
vivienda. En cuatro meses, 200 personas sin hogar habían ahorrado dinero suficiente para
acceder a una habitación o apartamento.
«Days Inn of América», es la otra organización cuyo programa es dirigido a personas
maltratadas, víctimas de acoso, minusválidas o ancianas. Son contratadas para realizar
reservas en cines, parkings, eventos deportivos, incluso para tareas propias en oficinas. Son
contratadas y reciben un curso de aprendizaje (Stoner, Freeman, Gilbert, 1996: 491-2)
[8]
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Son propuestas. Ideas, que requieren de un proceso de adaptación, sobre todo para impedir
una colisión de derechos, constitucionalmente reconocidos, como son el de una vivienda digna
y también el de la propiedad privada e instituciones jurídicas que la garantizan.
La recurrente innovación que tanto cito en estos estudios se hace precisa para dar solución
o evitar en lo posible una adversidad que carcome lo social.
Juan B. Lorenzo Membiela
[1] Maslow, A., (1987), Motivación y personalidad, Madrid: Díaz de Santos.
[2] De Membiela y Salgado, R., (1885), Higiene Popular. La cuestión obrera en España,
Santiago: Imprenta Jesús L Allende.
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[3] Inglehart, R., (2001), Modernización y posmodernización, Madrid: Centro de
Investigaciones Sociológicas.
[4] http://www.caritas.es/publicaciones_compra.aspx?Id=4551&Diocesis=1&Idioma=1
[5] Niño Becerra, S., (2009), El crash de 2010, Madrid: Los libros del lince, p.128.
[6] Teléfonos de información:
Madrid 91 272 33 62 - 91 272 27 93
Andalucía 95 455 46 01/95 544 46 21
Cantabria 94 237 17 44
Murcia 968 225 51 01
Aragón 976 28 87 00
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[7]
http://www.guardian.co.uk/society/2010/jun/11/antidepressant-prescriptions-rise-nhs-recession
[8] Stoner, J.A., Freeman, R. y Gilbert, D., (1996), Administración, México: Pearson.
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