Un asaltante fue apresado en una joyería

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Justicia, Seguridad y Policía
Operativo familiar
Delincuente de 19 años
Según informaron voceros policiales de la
comisaría Novena, el único detenido a raíz
de las tareas que realizara el relojero Vicente
Fagnani, se trata de Juan Mendoza, de 19
años, un joven oriundo de Lomas de Zamora, pero con domicilio en Ensenada. Se espe-
ROBO
La Plata, miércoles 21 de marzo de 2001
raban los datos para comprobar si el nombrado tenía antecedentes penales. Sobre la
situación del rodado con el que se trasladó
el arrestado, las fuentes mencionaron que se
trataba de una moto Suzuki, de 90 cm3 de
cilindrada, y con la numeración adulterada.
El malviviente que fingió empuñar un arma corta,
se valió de esta artimaña para tratar de conseguir
un botín que nunca llegó a conformarse. El relojero Fagnani logró manejar la situación de manera individual, hasta que Delia y “Panti” -una
perra-, se encargaron de alertar a la familia. Fue
todo un operativo en conjunto que involucró un
total de cuatro personas. Con éxito, las puertas
instaladas en la joyería y relojería hicieron el
resto: encerrar a otro delincuente que ingresó a
la lista del negocio que ya registra 13 ilícitos.
Uno de estos últimos con un ladrón abatido
mientras huía del local, quien cayera muerto
como consecuencia del accionar de la Policía.
FRUSTRADO
Un asaltante fue apresado en una joyería
Entró a robar y terminó encerrado.
Un solitario delincuente fracasó, ayer
a la tarde, en su intento de asaltar a
una joyería, debido a las maniobras de
su víctima que logró trabarle todas las
puertas de un tradicional comercio de
la calle 12.
El insólito hecho se produjo minutos después de las 16, cuando el propietario de la joyería y Relojería Fagnani, ubicada en las calles 12 entre 71
y 72 , abría sus puertas.
El mencionado lugar parece el blanco favorito de los delincuentes, que ya
lo robaron en trece oportunidades.
Uno de los últimos hechos terminó
con un asaltante muerto, a sólo metros de la joyería.
En esta ocasión, cuando el reloj
marcaba las 16.05, un hombre a bordo
de una moto Suzuki, se estacionó
frente al comercio y tocó timbre.
En el local se encontraba Vicente
Fagnani, de 80 años, quien le abrió la
puerta de vidrio y luego una con rejas.
La trampa de las puertas
El acceso a la relojería fue reformado a raíz de los constantes robos que
sufrió el tradicional negocio que cuenta con 36 años de existencia. Tres
puertas son las que permiten el acceso
al local. La vidriada y dos con rejas, de
dibujos rectangulares.
El desconocido no dudó un instante
en fingir tomar un arma corta que
nunca existió.
Fagnani se encontraba sin la compañía habitual de su esposa con la que
atiende el local.
Cuando murió
el ladrón
A las 16.05 Vicente Fagnani recibió el
primer cliente de la tarde. Un joven
llamaba a la puerta
El desconocido amenazó al comerciante
con un arma que nunca exhibió. Exigió
dinero y la víctima le dijo que no tenía
Fagnani le indicó al asaltante que iba a
buscar lo que requería. Caminó al fondo
de su negocio y se acercó a una puerta
Por la puerta pasaban una vecina con
su perra, que fue avisada de que el
comerciante era otra vez robado
“Dame la plata. La plata”, insistió
el ladrón mientras lo amenazaba con
la supuesta arma que escondía entre
sus ropas.
La víctima, entonces, se dirigió hasta
el fondo del comercio en busca de dinero, ya que no lo había en la caja.
Pero las intenciones de este comerciante experimentado en robos,
parecían otras. Se fue hasta una puerta instalada detrás de una pared, que
comunica con su vivienda.
El hombre le dijo que iba a buscar
la plata que le exigía, pero en la puerta se asomó y aviso a Delia -una amiga del matrimonio que iba a ver televisión junto a su perra “Panti”- que
algo pasaba.
En voz baja y con un gesto de un dedo en la cabeza, le advirtió: “ me están
robando”...
Otra vez era víctima de los malvivientes.
Delia y “Panti” corrieron hasta el
dormitorio de Ricardo, el hijo del
matrimonio, un arquitecto que había
Un delincuente falleció
en un tiroteo que se
produjo en septiembre
tras asaltar la joyería
Fagnani.
En aquel momento se
habló de que el malviviente habría sido un
ex oficial de policía que
había sido pasado a
disponibilidad y que
estaba realizando un
tratamiento para
curarse de su adicción a
las drogas.
Así lo sospecharon
algunos investigadores
del caso que ocurrió
cuando el joven armado
con una pistola, robó la
joyería de donde se llevó
150 pesos tras amenazar
al comerciante que fuera
víctima de tantos hechos
llegado de una obra y se había recostado. La siesta fue interrumpida. El
joven llamó al 101 del Comando de
Patrullas.
Mientras esto ocurría, Vicente cerró la puerta de la casa que se comunica y el caco quedó solo. El malhechor se dio cuenta de que estaba literalmente preso. Empezaron los ruidos, los golpes y los insultos. El ladron desesperado empezó a golpear
todas las puertas y tomó un grueso
destornillador con el que intentó for-
zar uno de los accesos. Fue en vano.
En la pared lindante la familia de la
joyería estaba inquieta ante la presencia del delincuente que seguía forzando la salida. El Comando ya estaba
en camino. Y el ladrón, como el león
encerrado en una jaula, iba y venía.
Rompió el timbre de apertura de la
puerta y tiró un teléfono.
Barrio convulsionado
En la calle 12 ya llegaban los móviles policiales de la mencionada división, y de la comisaría Novena.
Las víctimas salieron de la casa 1867
1/2, y llamaron a los pesquisas que pasaron a la finca y se fueron hasta la
puerta trasera de Relojería Fagnani,
los que ordenaron al ladrón a dejar el
arma y que se quedara tirado en el
piso.
En la vidriera del negocio también
observan los movimientos del angustiado delincuente.
Siguieron los insultos, ahora hacia el
personal policial que ya había maniatado al sujeto.
“El problema de esto es la venganza
que pueden hacer los ladrones. Son
organizaciones”, aseguró la esposa
María Isabel Acuña.
Los habitantes de la calle 72 había
sido alterados en su tranquilidad habitual. Una tranquilidad que fue
coartada ya en varias ocasiones en
que se incluyeron los balazos contra
un asaltante.
Un vecino se asomó y preguntó a
María Isabel: -¿Qué?... ¿otra vez?
-Sí, pero ahora lo agarramos.
Rápido y experimentado
Los robos de los que fue víctima anteriormente Fagnani lo prepararon para evitar
ser otra vez víctima de los atracos,
además del sistema de seguridad que
tiene instalado en su comercio, cuenta con
una audacia sin límites. Por eso ayer logró
que un ladrón terminara tras las rejas y no
consiguiera llevarse el fruto de su trabajo.
El comerciante actuó en forma rápida y
no titubeó en el momento de encerrar a
su asaltante.
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