La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press Contenido Introducción a la edición de 2010, por Jack Barnes y Steve Clark 11 Siglas y acrónimos 42 Cronología 43 1. Tareas comunistas en el segundo año de la Nueva Política Económica 27 de marzo de 1922 Informe político al undécimo congreso del partido 49 2. Comienza la lucha: el problema nacional y la unión voluntaria de repúblicas soviéticas 24 de septiembre–21 de octubre de 1922 ULLp.indb 5 La resolución de ‘autonomización’: Sobre las relaciones entre la RSFSR y las repúblicas independientes, por José Stalin 113 Sobre la formación de la URSS 116 Carta a los miembros del Buró Político, por José Stalin 119 1/9/2010 1:04:52 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press Resolución modificada sobre las relaciones entre la RSFSR y las repúblicas independientes, por José Stalin y otros 122 Sobre la lucha contra el chovinismo de gran potencia 125 Sobre el monopolio del comercio exterior 126 Carta a los miembros del Comité Central, por José Stalin 131 Telegrama a K.M. Tsintsadze y S.I. Kavtaradze 132 3. La NEP y la lucha mundial por el socialismo 13 de noviembre–10 de diciembre de 1922 Cinco años de la revolución rusa y las perspectivas de la revolución mundial 137 Proposición sobre la reducción del ejército 158 A la colonia rusa en Norteamérica 159 Discurso en el pleno del soviet de Moscú 162 Proyecto de resolución sobre la cuestión del programa de la Internacional Comunista 174 Al congreso del Sindicato de Empleados de los Soviets 176 Memorándum a los miembros del Buró Político y proyecto de carta a Herbert Hoover 177 A León Trotsky 179 Sobre la reducción del programa de reparación y construcción de buques de guerra 181 A León Trotsky, Gregorio Zinóviev, Nicolás Bujarin y Carlos Rádek 183 Sobre la reducción del programa de reparación y construcción de buques de guerra (continuación) 185 Al camarada Münzenberg 188 A I.I. Jodorovsky 190 Sobre las tareas de nuestra delegación en La Haya 191 ULLp.indb 6 1/9/2010 1:04:52 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press Para el proyecto de resolución sobre el informe de la Comisión Estatal de Suministros 198 Proposiciones sobre el régimen de trabajo de los vicepresidentes y del presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo 199 Al Congreso de Toda Ucrania de Soviets 202 4. La defensa del monopolio estatal sobre el comercio exterior 12–23 de diciembre de 1922 A León Trotsky 207 Carta a Lenin, por León Trotsky 208 A M.I. Frumkin y B.S. Stomoniakov 211 Carta sobre la distribución del trabajo entre los vicepresidentes del CCP y del CTD 213 A León Trotsky 215 Acerca del monopolio del comercio exterior 217 A V.A. Avaniésov 223 Carta a José Stalin para los miembros del Comité Central 224 A León Trotsky 226 Carta a Lenin, por M.I. Frumkin 228 A León Trotsky 229 A León Trotsky 230 Carta a L.B. Kámenev sobre la conducta de Stalin, por N.K. Krúpskaya 231 5. Carta de Lenin al congreso del partido 23 de diciembre de 1922–4 de enero de 1923 ULLp.indb 7 Carta al congreso 235 Plan para el trabajo futuro 243 1/9/2010 1:04:53 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press Carta al congreso (continuación) 244 El problema de las nacionalidades o de la ‘autonomización’ 251 Agregado a la carta del 24 de diciembre de 1922 259 6. Fortaleciendo la alianza con el campesinado 2–6 de enero de 1923 Páginas del diario 263 Sobre la cooperación 270 7. La revolución socialista, Rusia y Oriente 16–17 de enero de 1923 Sobre nuestra revolución 283 8. La Inspección Obrera y Campesina 23 de enero de 1923 Cómo debemos reorganizar la Inspección Obrera y Campesina 291 9. Preparando el duodécimo congreso del partido 2–6 de marzo de 1923 Es preferible menos, pero mejor 303 A León Trotsky 323 A José Stalin 325 A P.G. Mdivani, F.Y. Majaradze y otros 326 Apéndice 1: Lenin sobre la lucha por las repúblicas soviéticas en Georgia y Transcaucasia (1921, 1923) Carta a G.K. Ordzhonikidze ULLp.indb 8 329 1/9/2010 1:04:53 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press A los comunistas de Azerbaiyán, Georgia, Armenia, Daguestán y de la República de los Montañeses 331 Sobre la Federación de Repúblicas de Transcaucasia 335 Sobre las conclusiones de la comisión Dzerzhinsky 336 Apéndice 2: La Inspección Obrera y Campesina (1919–20, 1923) Nota sobre la reorganización del control estatal 347 Directiva del Buró Político sobre una inspección obrera 348 Observaciones y adición al proyecto de ‘Estatuto de la Inspección Obrera y Campesina’ 349 Plan del artículo ‘¿Qué debemos hacer con la IOC?’ 352 ¿Qué debemos hacer con la Inspección Obrera y Campesina? (Primer borrador) 354 Apéndice 3: Hacia el congreso del partido (1923) ULLp.indb 9 Ideas sobre el partido: La cuestión nacional y la educación de la juventud del partido, por León Trotsky 365 Carta a L.B. Kámenev acerca del artículo de Lenin sobre la cuestión nacional para el duodécimo congreso del partido, por L.A. Fótieva 378 Glosario 381 Indice 393 1/9/2010 1:04:53 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press ULLp.indb 10 1/9/2010 1:04:53 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press Introducción a la edición de 2010 Entre fines de septiembre de 1922 y principios de marzo de 1923, los últimos meses de su vida activa, Vladímir Lenin dirigió una batalla política en el seno de la dirección del Partido Comunista de la Unión Soviética. Lo que estaba en juego no era nada menos que si el partido seguiría avan­ zando o no por el rumbo político que había llevado a los trabajadores y campesinos del antiguo imperio zarista, diri­ gidos por los bolcheviques, al poder unos cinco años antes. Esa victoria había abierto la puerta a la primera revolución socialista y anunciado una nueva época con perspectivas de revoluciones populares con dirección proletaria no solo en Europa sino por toda Asia y más allá. Esta batalla no tenía nada de hipotético. Lenin luchó para ganar el apoyo de la dirección de partido a fin de aplicar propuestas concretas sobre asuntos que afectaban la vida de decenas de millones de personas: el control sobre los in­ gresos del comercio de importaciones y exportaciones de la república soviética; cambios estructurales para facilitar el mejoramiento de la composición de clase de los organis­ mos del estado y del partido; la transformación de la orga­ nización de la producción y el intercambio agropecuarios; medidas especiales para garantizar la igualdad de derechos 11 ULLp.indb 11 1/9/2010 1:04:53 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 12 Introduccion y la autodeterminación para las naciones y nacionalidades anteriormente oprimidas por el imperio zarista; una ma­ yor prioridad política y un mayor financiamiento para los programas de alfabetización y las escuelas como parte de esfuerzos más amplios para dar acceso a la educación y cul­ tura al pueblo trabajador y a los cuadros del partido que trabajaban en organismos del gobierno; el trato respetuoso de miembros del partido y de compañeros de trabajo como precondición absoluta para la dirección. La batalla no era primordialmente en torno a políticas económicas o a métodos de administración. Era una lucha política en torno a la trayectoria de clase de la república y del Partido Comunista soviéticos. • ¿Continuaría el proletariado ejerciendo y fortaleciendo su dirección de las instituciones estatales, del partido y de la producción y planificación económica? ¿O acaso esta proletarización resultaría abrumada por el crecimiento de capas pequeñoburguesas y nuevas capas emergentes burguesas, especialmente en el comercio y la agricultura, y por sus representantes —fuesen o no inconscientes— en todo el aparato estatal y del partido? • ¿Cómo se podía reforzar la alianza de los trabajadores y campesinos, sobre la cual se basaba tanto la dictadura proletaria como el Partido Comunista y, de hecho, tam­ bién la recién fundada Internacional Comunista?*¿Cómo * Lenin jamás había tenido duda alguna de que la salud y vitalidad política de la Internacional Comunista dependía en gran medida de la de la república y del Partido Comunista soviéticos. En informes al tercero (1921) y al cuarto (1922) congreso de la Internacional Co­ munista, él presentó la trayectoria política del partido y del gobierno soviéticos ante los delegados de todo el mundo, solicitando debates y votos sobre sus criterios. Ver las tesis y el informe de Lenin para el tercer congreso sobre la táctica del Partido Comunista Ruso, en V.I. Lenin, Obras completas (Moscú, 1987), tomo 44, págs. 3–12, ULLp.indb 12 1/9/2010 1:04:53 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 13 se podía defender esa alianza frente a la devastación social y económica causada por la guerra civil y la in­ tervención militar imperialista? ¿Frente a las presiones implacables que resultaban de la mayor productividad del trabajo en los países imperialistas, según se refle­ jaba a través del mercado capitalista mundial? ¿Cómo se podía fortalecer la dirección obrera de esa alianza, así como ampliar y desarrollar la confianza de los cam­ pesinos en el proletariado y su apoyo a la trayectoria del liderazgo obrero hacia el socialismo? • ¿Qué pasos tenía que dar la vanguardia obrera de la revolución y su partido para seguir marchando por el camino del internacionalismo proletario? ¿Por qué eran las actitudes y la conducta de los cuadros y dirigentes de la república soviética —en su mayoría rusos— hacia las naciones y nacionalidades oprimidas en el antiguo imperio zarista la prueba de fuego para la trayectoria del Partido Comunista hacia los trabajadores y campesinos por todo el mundo? ¿Podían los comunistas anticipar nuevas revoluciones de trabajadores y campesinos no solo en Europa sino en otras partes tras la derrota de la ola revolucionaria de 1918–20? Durante los meses que se desenvolvió esta lucha política, Lenin estaba gravemente enfermo, habiendo sufrido un de­ rrame cerebral en mayo de 1922. Para fines del verano había recuperado un poco su fuerza, según se puede ver en la foto de la portada de este libro, tomada durante su convalecencia en Gorki, en una zona rural al sur de Moscú. En octubre y noviembre Lenin volvió a asumir muchas responsabilidades estatales y partidistas durante varias semanas, y en tres oca­ siones presentó informes políticos, dos de los cuales —un 33–53 así como el informe al cuarto congreso, con el cual empieza el tercer capítulo de este libro. ULLp.indb 13 1/9/2010 1:04:53 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 14 Introduccion informe al cuarto congreso de la Internacional­Comunista y el otro a una sesión del soviet de Moscú— aparecen en este libro. Sin embargo, durante los seis meses que se libró una contienda en torno a cuestiones políticas de vida o muerte que enfrentaba el pueblo trabajador en la república soviética, Lenin no pudo asistir a la mayoría de las reuniones de los organismos estatales o de la dirigencia del partido donde se abordaron estas cuestiones, y después de fines de noviem­ bre no pudo asistir a ninguna. Lenin ya no estaba guiando el trabajo cotidiano del partido y del estado como lo había hecho desde el triunfo de la revolución en octubre de 1917. Después de varios nuevos ataques de apoplejía en diciembre de 1922, Lenin tuvo que recurrir al dictado para presentar sus criterios. Los que se oponían a la trayectoria de Lenin en el Buró Político del partido intentaron aprovechar las “instrucciones del médico” para limitar severamente su dic­ tado diario e impedir que recibiera visitas. Los dirigentes del partido Lev Kámenev y Nicolás Bujarin, junto con el recién electo secretario general del Comité Central, José Stalin, fue­ ron al extremo, a fines de diciembre, de emitir instrucciones a los familiares y las secretarias de Lenin de que “deberán abstenerse de darle noticias políticas” a fin de “evitar que Vladímir Ilich tenga motivos de reflexión e inquietudes”. A pesar de estos obstáculos, y con la ayuda resuelta de se­ cretarias disciplinadas y trabajadoras, Lenin —de su propio puño y letra durante el máximo tiempo que pudo, y dictando cuando resultó necesario— libró la lucha política decisiva que está documentada en sus cartas, notas, memorandos y artículos recogidos en este libro. S Para fines de 1920 el pueblo trabajador en la joven repú­ blica soviética había salido victorioso de casi tres años de ULLp.indb 14 1/9/2010 1:04:53 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 15 una sangrienta guerra civil desatada por las fuerzas com­ binadas de los derrocados latifundistas y capitalistas de Rusia. Esa guerra civil rugió al mismo tiempo que la resis­ tencia del pueblo trabajador a los ejércitos invasores de 14 potencias imperialistas, desde Londres y París hasta Tokio y Washington. La ola revolucionaria que se había propagado por Eu­ ropa de 1918 a 1920, ante el impulso de la victoria de los trabajadores y campesinos en Rusia, había sufrido derro­ tas en Alemania, Hungría e Italia. No se había establecido nuevas repúblicas soviéticas en ninguna parte más allá de las fronteras del antiguo imperio zarista. La vanguardia proletaria de la revolución con mayor conciencia de clase, espina dorsal del Ejército Rojo, había sufrido bajas devastadoras a consecuencia de los ataques destinados a restaurar el dominio burgués y las viejas rela­ ciones de propiedad en la república soviética. Los cuadros dirigentes del Partido Comunista en la clase obrera industrial de Petrogrado, Moscú y otras grandes ciudades se vieron especialmente afectados. Ejércitos contrarrevolucionarios asolaron el campo, matando a campesinos, la gran mayo­ ría de los cuales habían respaldado al gobierno soviético a fin de impedir el retorno de los grandes terratenientes, y muchos se alistaron como voluntarios en el Ejército Rojo. Al menos un millón de soldados del Ejército Rojo murieron en combate o de enfermedades, y millones de campesinos y trabajadores murieron a causa de hambrunas y epidemias durante la guerra. “Vivimos en un país devastado de forma tan severa por la guerra, apartado de los cauces de vida más o menos normales, que ha sufrido y soportado tanto, que ahora, nos guste o no, empezamos todos nuestros cálculos [económicos] tomando como punto de referencia porcentajes bajísimos” de antes de la guerra, dijo Lenin a los diputados al soviet de Moscú en ULLp.indb 15 1/9/2010 1:04:54 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 16 Introduccion noviembre de 1922. La producción fabril en 1920 alcanzó una tercera parte de lo que había sido antes de la guerra, y la producción de acero en 1921 fue apenas un 5 por ciento de lo que había sido en 1913. La producción de carbón y el transporte ferroviario habían bajado al 30 por ciento de los niveles de antes de la guerra. La producción de granos en 1920 y 1921 promedió en un 50 por ciento del nivel prome­ dio antes de la guerra, causando la muerte de millones de personas por hambruna solo en 1921. Las potencias impe­ rialistas impusieron a la república obrera y campesina lo que prácticamente fue un boicot comercial y crediticio.1 Ya para 1921, las condiciones desesperadas que enfrentaba el pueblo trabajador había creado la crisis “más grave” en Rusia soviética desde la revolución, dijo Lenin a los delegados al cuarto congreso de la Internacional Comunista en noviem­ bre de 1922. Esta crisis “reveló descontento entre un sector considerable del campesinado, e incluso de los obreros”, dijo Lenin. “Fue la primera vez, y confío que será la última, que en la historia de la Rusia soviética grandes masas de campe­ sinos mostraban una actitud contraria a nosotros…” Para alimentar al pueblo trabajador en las ciudades y el campo y restaurar el acceso de los campesinos a los aperos agrícolas y a los productos manufacturados ligeros, la di­ rección bolchevique aplicó una serie de medidas económi­ cas después de la guerra, que en su conjunto se denominó la Nueva Política Económica (NEP). El gobierno soviético puso fin a la requisa de los excedentes de granos de los campesinos —medida de emergencia que se había adop­ tado durante la guerra civil para alimentar a los soldados del Ejército Rojo en el frente y a los trabajadores en las ciu­ dades— y la remplazó con lo que se llamó un impuesto en especie. A los campesinos se les gravó como impuesto un Las notas para la introducción aparecen en la página 41 ULLp.indb 16 1/9/2010 1:04:54 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 17 cierto porcentaje de sus cosechas, con tasas progresivas que tomaban la menor cantidad de productos de los trabajado­ res rurales que tenían los ingresos más bajos. El gobierno legalizó los mercados pequeños, primero para productos agropecuarios y después para otros artículos. Se permitió establecer empresas privadas en industrias rurales y en pequeña escala. Se instó a los capitalistas extranjeros a que invirtieran en “concesiones” de materias primas e in­ dustrias, administradas bajo el control del gobierno, aunque, como observó Lenin en enero de 1923, estas empresas no habían “alcanzado en el país un desarrollo importante”. Lenin y otros dirigentes bolcheviques estaban muy cons­ cientes de que estas medidas, aunque eran necesarias para reanimar la producción y el comercio, ensanchaban las desigualdades de clase entre los trabajadores y los campe­ sinos y en el seno de estos, y engendraban nuevas capas de pequeños capitalistas, especialmente campesinos y comer­ ciantes ricos. “Nepmen” era el nombre que los trabajadores y los campesinos pobres les dieron desdeñosamente a estos intermediarios que cobraban precios de usura. Ante el crecimiento de estas capas por toda la república soviética, Lenin —en su informe al undécimo congreso del Partido Comunista en marzo de 1922, con el cual comienza el libro— les planteó el problema político a los delegados: “¿Quién vencerá a quién?” ¿Resultarían capaces los traba­ jadores y campesinos de defender y hacer avanzar su poder estatal? ¿Vencerían no solo a los enemigos de clase de la revolución en el exterior, sino sobre todo a las capas capi­ talistas que estaban en ascenso entre ellos? “No nos atacan directamente” de forma militar ahora, dijo Lenin en el informe, “nadie nos agarra por el cuello… A pesar de todo, la lucha contra la sociedad capitalista se ha vuelto 100 veces más encarnizada y peligrosa, porque no siempre vemos con claridad dónde está el enemigo y quién es nuestro amigo”. ULLp.indb 17 1/9/2010 1:04:55 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 18 Introduccion La dirección del gobierno revolucionario, dijo Lenin, “debe plantear claramente el problema: ¿en qué reside nues­ tra fuerza y qué es lo que nos falta?” “Tenemos el poder político totalmente suficiente”, respon­ dió Lenin. En efecto, gracias al triunfo de los trabajadores y campesinos en la insurrección dirigida por los bolchevi­ ques en octubre de 1917, dijo, “se ha realizado la invención más grande de la historia; se ha creado un Estado de tipo proletario”. Se había derrocado a la dictadura del capital: el dominio político por parte de un puñado de acaudalados dueños de la tierra, las industrias, los bancos y los grandes comercios mayoristas y minoristas. Su dictadura de clase había sido remplazada por la dictadura del proletariado, basada en consejos populares (soviets en el idioma ruso) de delegados escogidos por millones de trabajadores, cam­ pesinos, soldados y marineros en las ciudades, los pueblos, las aldeas y los puertos. “La fuerza económica fundamental está en nuestras ma­ nos”, dijo Lenin. El nuevo gobierno había alentado a los campesinos para que expropiaran las grandes fincas de los latifundistas, nacionalizaran y distribuyeran la tierra a los que la trabajaban, y ofrecido ayuda y préstamos de bajo costo a los productores rurales. Dirigió a los trabajadores a tomar más y más control sobre la organización del trabajo en las fábricas, minas y plantas, y apoyó sus iniciativas para frenar el sabotaje de la producción por parte de los dueños de fábricas. Al profundizarse la guerra civil en el transcurso de 1918, el gobierno soviético movilizó a la clase trabaja­ dora para expropiar a los capitalistas restantes, consolidar el monopolio estatal del comercio exterior e iniciar la pla­ nificación económica centralizada. Sin embargo, como dijo Lenin a los delegados al congreso del partido en marzo de 1922, durante el primer año de la NEP el estado soviético “no ha cumplido nuestra voluntad… ULLp.indb 18 1/9/2010 1:04:55 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 19 La máquina no obedece: como si fuera, no en la dirección que el conductor desea, sino… [como si el auto lo] condujera alguna mano misteriosa que no está autorizada a hacerlo, sabe Dios de quién es, tal vez de un especulador, de un ca­ pitalista privado o de ambos”. Por eso, si bien se precisaba aún de la NEP —esta seguía siendo “la consigna principal, inmediata y más completa de este momento”, Lenin subrayó más de medio año después— él insistió en que ahora el par­ tido debía “decir ¡basta!” a un mayor repliegue. Si no se toman las medidas necesarias para hacer esto, dijo Lenin, “el Partido Comunista no conducirá al proleta­ riado, el proletariado no conducirá a las masas, y toda la máquina se vendrá abajo”. Fue la resistencia, en el seno de la dirección central del partido, a la aprobación y aplicación de las medidas nece­ sarias para poner fin al repliegue lo que, medio año más tarde, estalló en la batalla política de Lenin, sobre múlti­ ples frentes, para reafirmar la trayectoria proletaria de la revolución. S Fortalecer la alianza de trabajadores y campesinos La república soviética “se basa en la colaboración de dos clases: los obreros y los campesinos”, recalcó Lenin en lo que resultó ser su último artículo, “Es preferible menos, pero me­ jor”, dictado durante varios días a principios de febrero de 1923 en preparación para el duodécimo congreso del partido en abril. Al momento del triunfo de la revolución de octubre de 1917, un 80 por ciento de la población de la nueva república soviética eran campesinos, y un 10 por ciento eran trabajado­ res. Para principios de los años 20, después de la devastación causada por la guerra civil, la clase obrera industrial había decaído en su tamaño y fuerza política relativos. ULLp.indb 19 1/9/2010 1:04:55 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 20 Introduccion “A fin de cuentas” dijo Lenin, “los destinos de nuestra re­ pública dependerán de que las masas campesinas marchen unidas con la clase obrera, manteniéndose fieles a la alianza con ésta, o de que permitan que los ‘nepmen’, es decir, la nueva burguesía, las desunan, las separen de ella. Cuanto mayor sea la claridad con que veamos esta alternativa, cuanto mayor sea la claridad con que la comprendan todos nuestros obreros y campesinos, mayores serán las posibilidades de que evitemos una escisión [en la dirección del Partido Co­ munista], que sería funesta para la república soviética”. Las propuestas de Lenin para fortalecer la alianza de los trabajadores y campesinos no se limitaron al impuesto en especie y a la reanimación de la industria ligera para sumi­ nistrar alimentos a las ciudades y aperos agrícolas y otros artículos básicos que se necesitaban en el campo. También promovió la organización voluntaria de los campesinos en cooperativas apoyadas por el estado para comercializar sus productos, ofrecer créditos estatales de bajo costo a las cooperativas y vender artículos manufacturados en las aldeas. Dichas cooperativas, dijo, harían posible el “paso hacia un nuevo orden”, hacia relaciones socialistas de pro­ ducción, “por el camino más sencillo, fácil y alcanzable posible para el campesino”. Las cooperativas eran una vía, dijo, para “construir ese socialismo en la práctica, de tal forma que cada pequeño campesino pueda participar en esta construcción”. Por último, Lenin resaltó las gestiones entrelazadas para promover la alfabetización y educación entre los trabajadores y campesinos, impulsar la electrificación (necesaria, entre otras cosas, para que los que vivían en el campo pudieran siquiera leer y estudiar después del anochecer) y expandir la industrialización y, a la vez, el tamaño y peso social de la clase obrera industrial. Al mismo tiempo que insistió en la reducción de los gastos ULLp.indb 20 1/9/2010 1:04:55 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 21 estatales, incluso para las fuerzas armadas de la revolución, Lenin propuso aumentar los fondos para el Comisariado del Pueblo de Instrucción Pública. “Todavía se hace muy poco, poquísimo, para poner nuestro presupuesto estatal en condiciones de satisfacer… las necesidades de la instrucción pública elemental”, dijo. Como señaló Lenin en el undécimo congreso del partido, también era esencial prestar más atención a la educación y capacitación por otra razón: la falta de “cultura en el sector de comunistas que desempeñan funciones de dirección”. Los propios latifundistas y capitalistas derrotados eran tremen­ damente deficientes en su cultura, dijo, pero “por deplora­ ble y mísera que sea, es superior a la de nuestros militantes comunistas que ocupan cargos de responsabilidad…” Monopolio estatal del comercio exterior En octubre de 1922, Lenin le escribió a José Stalin, secre­ tario general del Comité Central desde abril, insistiendo en que el comité revocara una decisión reciente de debilitar el monopolio estatal del comercio exterior. La propuesta de aflojar el control estatal de las importaciones y exportacio­ nes la habían planteado por primera vez los dirigentes cen­ trales del partido Nicolás Bujarin, Gregorio Zinóviev, Lev Kámenev y Stalin unos meses antes. Aunque el Buró Político aprobó en mayo una moción de Lenin para rechazar ese curso, el Comité Central revocó esa decisión en su reunión de octubre, a la cual Lenin no pudo asistir por los efectos de las apoplejías que había sufrido unos meses antes. Bujarin y otros argumentaron que los comerciantes indi­ viduales, los “nepmen”, tendrían mucho más éxito que las agencias estatales en el acopio de productos agropecuarios de los campesinos para la venta en el exterior, aumentando así el conjunto de los ingresos y las rentas para la república soviética. Lenin replicó que Bujarin “no quiere ver que ‘la ULLp.indb 21 1/9/2010 1:04:56 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 22 Introduccion movilización del fondo mercantil de los campesinos’ les va a llenar los bolsillos entera y exclusivamente a los nepmen. El problema estriba en si nuestro Comisariado del Pueblo de Comercio Exterior va a trabajar en provecho de los ­nepmen o de nuestro Estado proletario”. Lenin también rechazó el argumento de que la legaliza­ ción del comercio privado de importaciones y exportaciones propinaría fuertes golpes contra el contrabando ilegal por parte de un creciente número de especuladores. Al contra­ rio, dijo Lenin. Propinará un golpe contundente contra la alianza de los trabajadores y campesinos, ya que “en vez de combatir a los contrabandistas profesionales, tendremos que combatir a todo el campesinado de la región linera. Casi con seguridad que seremos derrotados en esta lucha, y de manera irreparable”.2 A mediados de diciembre, Lenin, incapaz de asistir a la reunión del Comité Central del 18 de diciembre, le pidió al dirigente del partido León Trotsky que se encargara “de defender nuestro punto de vista común sobre la necesidad absoluta de mantener y consolidar el monopolio del comer­ cio exterior… [y] si sufrimos una derrota en esta cuestión, deberemos someterla al congreso del partido”. Frente a estas iniciativas de Lenin, una mayoría del Comité Central en su reunión de diciembre revocó su decisión de octubre. Una unión voluntaria de repúblicas soviéticas El gobierno dirigido por los bolcheviques se propuso, desde un principio, establecer una unión de Rusia proleta­ ria y los pueblos oprimidos que por mucho tiempo habían estado encerrados en la antigua prisión de naciones zarista desde Europa hasta Asia. Pero ese objetivo solo se podía lo­ grar con la acción voluntaria de esos pueblos, cuyo derecho incondicional a la autodeterminación nacional lo reconocía el nuevo gobierno. ULLp.indb 22 1/9/2010 1:04:56 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 23 El congreso de soviets en enero de 1918 estableció la Re­ pública Socialista Federativa Soviética Rusa (RSFSR), “de­ jando a los obreros y campesinos de cada nación decidir independientemente, en su propio Congreso de Soviets in­ vestido de poderes plenos, si desean, y en qué condiciones, participar en el gobierno federal”. A fines de 1922, ya se había establecido 22 repúblicas y regiones autónomas dentro de la propia RSFSR, y el go­ bierno revolucionario colaboraba con repúblicas soviéticas en Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia y Ucrania para formar lo que en diciembre de 1922 sería la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Sin embargo, Le­ nin se opuso al borrador inicial de Stalin para una resolu­ ción del Comité Central, el cual planteaba la “entrada” de estas otras repúblicas a la federación rusa, contradiciendo el internacionalismo proletario que los bolcheviques habían mantenido por mucho tiempo. “Nos declaramos iguales en derechos con la RSS de Ucra­ nia y con las otras repúblicas”, escribió Lenin en una carta de septiembre de 1922 al Buró Político del partido, “y jun­ tas, en igualdad con ellas, entramos en una nueva unión, en una federación, la ‘Unión de Repúblicas Soviéticas de Europa y Asia’ ”. En una nota que mandó el día siguiente al Buró Político, Stalin accedió a una forma enmendada de esta propuesta y de otras cuantas “enmiendas insignificantes del camarada Lenin”, según las llamó. En su nota Stalin calificó desdeño­ samente la oposición intransigente de Lenin al chovinismo gran ruso como el “liberalismo nacionalista del camarada Lenin”. Dos meses más tarde, Lenin se indignó al enterarse de que Grigory Ordzhonikidze, miembro del Comité Central, en presencia de otro miembro del CC, Aleksei Ríkov, había golpeado físicamente a un comunista de Georgia durante ULLp.indb 23 1/9/2010 1:04:56 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 24 Introduccion una disputa sobre los derechos nacionales. En su carta a fi­ nes de diciembre dirigido al congreso venidero del partido, Lenin escribió que el apoyo de los bolcheviques al derecho de autodeterminación nacional sería “un simple pedacito de papel” si el partido resultaba “incapaz de defender a los no rusos de la embestida de ese hombre realmente ruso, del chovinista gran ruso, en esencia ese canalla, ese opresor que es el típico burócrata ruso”. Y Lenin concluyó: “Por eso el internacionalismo por parte de las naciones opresoras, o así llamadas ‘grandes’ (aunque sean grandes solo por su violencia, grandes solo como lo es un matón del barrio), debe consistir, no solo en el respeto a la igualdad formal de las naciones, sino también en una des­ igualdad que compense, por parte de la nación opresora, de la gran nación, la desigualdad que en la vida se establece de hecho. Quien no comprende esto no ha entendido tampoco la actitud verdaderamente proletaria en relación con el pro­ blema nacional: sigue siendo esencialmente pequeñoburgués en su punto de vista, y, por consiguiente, no puede dejar de caer continuamente en el punto de vista burgués”. A principios de marzo de 1923, Lenin, quien sabía que estaba demasiado enfermo para asistir a la próxima reunión del Comité Central ese mes, le escribió a Trotsky pidién­ dole “con insistencia que asuma la defensa de la cuestión georgiana en el CC del partido. Esta cuestión se encuentra ahora bajo el ‘asedio’ de Stalin y Félix Dzerzhinsky, de cuya imparcialidad no me puedo fiar”. Trotsky lo hizo, pero, se­ gún se documenta más adelante en estas páginas, la moción que presentó ante el Comité Central fue derrotada. Proletarizar el aparato del partido y del estado No se podía abordar ninguno de estos desafíos políticos, insistió Lenin, sin aumentar considerablemente el peso de trabajadores y campesinos políticamente probados en los ULLp.indb 24 1/9/2010 1:04:57 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 25 organismos dirigentes del partido y del estado. Durante la guerra civil, señaló Lenin: “Concentramos las mejores fuerzas de nuestro partido en el Ejército Rojo; movilizamos a nuestros mejores obreros; buscamos nuevas fuerzas en las raíces más profundas de nuestra dictadura”. Grandes números de estos cuadros abnegados habían caído en combate o fallecido a causa de enfermedades. Ahora era el momento de renovar este esfuerzo bajo las condiciones que enfrentaba actualmente la república soviética. La primera propuesta de Lenin, que presentó en las pri­ meras oraciones de su carta en diciembre de 1922 al con­ greso del partido —a la cual, años más tarde, a veces se ha referido como el “Testamento de Lenin”— era la de au­ mentar el tamaño del Comité Central “a varias decenas, o incluso a un centenar” de miembros, y de hacerlo eligiendo a trabajadores. Esto no solo contribuiría a “aumentar la au­ toridad del CC” entre el pueblo trabajador soviético, dijo Lenin, sino que “ganaría mil veces la estabilidad de nues­ tro partido con esa medida”. (Lenin dejó claro que “en este pasaje de mi carta el término obreros incluye siempre a los campesinos”).3 Es más, dijo Lenin, “los obreros que ingresen en el Comité Central preferentemente deben provenir no de los que han realizado un prolongado trabajo en los organismos soviéti­ cos”, puesto que “en esos obreros ya se han creado ciertas tradiciones y prejuicios que precisamente conviene combatir”. Instó a que procedieran “preferentemente de una capa más baja que la de los promovidos al trabajo en los organismos soviéticos en estos cinco años; deben pertenecer más bien al conjunto de los obreros y campesinos de base”… Lenin vinculó esta medida para reforzar la alianza de los trabajadores y campesinos y el carácter proletario del apa­ rato estatal con una evaluación de las cualidades directivas de los miembros del Comité Central que en ese momento ULLp.indb 25 1/9/2010 1:04:57 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 26 Introduccion ocupaban las mayores responsabilidades políticas. En la di­ rección bolchevique no había nadie que reconociera mejor que Lenin las fuerzas sociales y relaciones de clase objetivas que subyacían todos los retos que enfrentaban el partido y la aún muy joven dictadura proletaria. Sin embargo, por esa misma razón él también entendía la importancia concreta y hasta decisiva, en cada coyuntura de la política y de la lucha de clases, de lo que hacían los dirigentes individuales del partido: su responsabilidad de cómo se comportaban. “Pienso, desde este punto de vista, que lo principal en la cuestión de la estabilidad son tales miembros del Comité Central como Stalin y Trotsky”, escribió Lenin en la carta al congreso del partido. “Considero que las relaciones entre ellos constituyen la mitad de ese peligro de escisión [en el partido] que se podría evitar, y para lo cual, en mi opinión, serviría a propósito el aumento del número de miembros del CC a 50 ó 100”. (En esos momentos el Comité Central tenía 27 miembros plenos). Empezando con Stalin, Lenin apuntó que, “convertido en secretario general, [él] concentró en sus manos un poder ilimitado, y no estoy seguro de que siempre sea capaz de utilizar ese poder con suficiente cuidado”. En cuanto a Trotsky, Lenin dijo, “como ya lo demostró su lucha contra el CC en el problema del Comisariado del Pueblo de Vías de Comunicación, se destaca no solo por sus capacidades sobresalientes. Personalmente tal vez sea el hombre más capaz del actual CC, pero ha demostrado ser demasiado presuntuoso y tener preocupación excesiva por el aspecto puramente administrativo del trabajo”. Lenin se refería a la decisión del décimo congreso del partido en 1921 de rechazar la propuesta de Trotsky, como comisario de co­ municaciones, para “sacudir” a las oficialidades sindicales imponiéndoles la disciplina militar y la gestión estatal directa que se había aplicado temporalmente al sindicato ferroviario ULLp.indb 26 1/9/2010 1:04:57 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 27 en las condiciones de emergencia de la guerra civil.4 “Estas dos cualidades de dos líderes sobresalientes del CC actual pueden conducir inadvertidamente a una escisión”, escribió Lenin, “y si nuestro partido no toma las medidas pertinentes para impedirlo, la escisión puede irrumpir ines­ peradamente”. Lenin, quien había sufrido nuevos derrames cerebrales en diciembre de 1922, dictó su carta al congreso del partido unos párrafos a la vez a lo largo de 13 días entre el 23 de diciembre y el 4 de enero. Cuando la completó, ya había llegado a la conclusión de que el congreso, además de poner en práctica sus otras propuestas, tenía que destituir a Stalin como secretario general del partido. “Stalin es demasiado rudo”, escribió Lenin el 4 de enero, “y este defecto, aunque del todo tolerable en nuestro medio y en las relaciones entre nosotros, los comunistas, se hace intolerable en el puesto de secretario general”. Lenin sugirió “designar en su lugar a otra persona que en todos los aspectos tenga sobre el camarada Stalin una sola ventaja: la de ser más tolerante, más leal, más cortés y más considerado con los camaradas, menos caprichoso, etcétera”. “Esta circunstancia podrá parecer un detalle insignificante”, concluyó Lenin. “Pero creo que desde el punto de vista de protegernos de la escisión, y desde el punto de vista de lo que escribí antes sobre las relaciones entre Stalin y Trotsky, no es un detalle, o es un detalle que puede adquirir una importancia decisiva”. ‘Un ligero barniz soviético’ Esas fueron las propuestas de Lenin a fines de 1922 para profundizar la proletarización del Partido Comunista y la dirección del partido, y fortalecer la alianza de los traba­ jadores y campesinos del cual dependía el avance hacia el socialismo. ULLp.indb 27 1/9/2010 1:04:58 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 28 Introduccion ¿Y qué del aparato administrativo del estado soviético? Cinco años de experiencia, escribió Lenin en su carta al con­ greso del partido, habían demostrado que los trabajadores y campesinos lo habían tomado “del zarismo y [lo] recubri­ mos ligeramente con un barniz soviético”. Ahora, dijo, “en conciencia, debemos admitir lo contrario: el aparato que denominamos nuestro nos es aún, en los hechos, totalmente ajeno; es una mezcolanza burguesa y zarista”. En dos artículos, dictados a fines de enero y principios de febrero de 1923 después de recuperarse parcialmente de sus más recientes ataques de apoplejía, Lenin hizo propuestas que se enfocaron en la reorganización de una institución del gobierno soviético denominada la Inspección Obrera y Campesina. Estos artículos, titulados “Cómo debemos re­ organizar la Inspección Obrera y Campesina” y “Es prefe­ rible menos, pero mejor” —los últimos que Lenin escribió antes de una última apoplejía debilitante el 10 de marzo de 1923 (murió en enero de 1924)— se publicaron en enero y principios de marzo en Pravda, el diario publicado por el Comité Central del partido. La Inspección Obrera y Campesina, organismo estatal creado a principios de 1920, había sido presidido por Stalin desde su creación hasta que él fue elegido secretario general en marzo de 1922. Su historial hasta ese momento había sido un asunto “desesperado”, dijo Lenin. “No goza en la actualidad de la menor autoridad”, y “todos saben que no hay instituciones peor organizadas”. Pero Lenin calificó de “completamente equivocada” la idea de resolver este problema simplemente con abolir la Inspección Obrera y Campesina, la alternativa que había propuesto Trotsky. Lenin instó, más bien, a que se combinara con la Comisión de Control del Comité Central, a la cual se le había dado el mandato, entre otras tareas, de “combatir el burocratismo y arribismo que han surgido en el partido”. Propuso que el ULLp.indb 28 1/9/2010 1:04:58 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 29 congreso del partido eligiera entre 75 y 100 nuevos miem­ bros a la Comisión de Control. “Estos deberán ser obreros y campesinos”, dijo, “y deberán ser sometidos a la misma comprobación por parte del partido que los miembros or­ dinarios del Comité Central, ya que gozarán de todos los derechos de los miembros del CC” y se reunirán junto con ellos. Además, Lenin propuso escoger un “grupo unido” de es­ tos nuevos miembros de la Comisión de Control “que deben participar en número determinado en todas las sesiones del Buró Político”. Era esencial, recalcó, que este grupo asegu­ rara “que ninguna autoridad, sin excepción alguna, ni la del secretario general ni la de cualquier otro miembro del Comité Central, le impida hacer preguntas, verificar docu­ mentos y, en general, estar plenamente informado de todas las cosas y de ejercer el control más estricto del manejo ade­ cuado de los asuntos”. En la primera oración de su último artículo, “Es prefe­ rible menos, pero mejor”, Lenin advirtió que la Inspección Obrera y Campesina no debía “perseguir la cantidad ni apre­ surarse”. La administración estatal, dijo, “es hasta tal grado deplorable, por no decir detestable, que primero debemos reflexionar profundamente de qué modo luchar contra sus deficiencias, recordando que esas deficiencias radican del pasado, que, a pesar de haber sido radicalmente cambiado, no ha sido superado…” Al incorporar a más trabajadores probados en combate y respetados políticamente a los organismos dirigentes del partido y del estado, y al brindarles la educación y capaci­ tación necesaria para guiar y vigilar el funcionamiento de estos organismos, dijo Lenin, “tenemos que convertir a la Inspección Obrera y Campesina en un instrumento para mejorar nuestro aparato, en una institución realmente ejemplar”. ULLp.indb 29 1/9/2010 1:04:59 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 30 Introduccion Este proceso de rejuvenecimiento dentro de la Unión So­ viética, subrayó Lenin, se vería reforzado por los resulta­ dos del aliento que la Revolución de Octubre y la república soviética les daban a las masas trabajadoras sometidas a la opresión nacional en “países de Oriente, India, China, etcétera… En ellos ha comenzado la efervescencia que es general en Europa. Y para todo el mundo está claro ahora que han sido involucrados en un desarrollo que conducirá a una crisis en todo el capitalismo mundial”. Por último, en los últimos párrafos de “Es preferible me­ nos, pero mejor”, Lenin unió los principales hilos políticos de la batalla que había estado dirigiendo durante medio año. “Debemos tratar de construir un Estado en el que los obreros sigan dirigiendo a los campesinos, conserven la confianza de los campesinos”, escribió Lenin. “… Debemos lograr el máximo de economía en nuestro aparato estatal. Debemos eliminar de él todas las huellas de lo superfluo que here­ damos en gran cantidad de la Rusia zarista, de su aparato burocrático capitalista. “¿No será eso el reino de las limitaciones campesinas?” preguntó Lenin, planteando de manera provocadora la in­ terrogante que sabía que formularían miembros del Comité Central que se oponían a su perspectiva. No, contestó Lenin. Solo “mediante estrictas economías en la vida de nuestro Estado” podrían los dirigentes soviéti­ cos, “hablando en sentido figurado, apearnos de un caballo para montar otro, pasar del mísero caballo campesino… del caballo de una economía calculada para un país campesino arruinado, al caballo que el proletariado está buscando y debe buscar: el caballo de la gran industria mecanizada, de la electrificación…”. “Estas son las elevadas tareas que sueño para nuestra Inspección Obrera y Campesina”, dijo Lenin. “Por esto planteo la fusión de la cúpula partidista de mayor autori­ ULLp.indb 30 1/9/2010 1:04:59 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 31 dad [la Comisión de Control del Comité Central] con un Comisariado del Pueblo ‘corriente’ [la Inspección Obrera y Campesina]”. ‘Politizar el ministerio’ En el duodécimo congreso del partido en abril de 1923, la mayoría dirigida por Stalin del Comité Central sofocó toda mención de varias propuestas de Lenin, mientras defendió de boquilla otras propuestas y las vació de todo contenido proletario revolucionario. La intervencíon del comunista georgiano P.G. Mdivani, por ejemplo, fue declarada improcedente en el congreso cuando intentó leer parte de una carta que Lenin le había escrito en marzo de 1923, que decía que a Lenin le “llenan de indignación la rudeza de Ordzhonikidze y la connivencia de Stalin y Dzerzhinsky” y que iba a preparar “unas notas y un discurso” sobre los derechos de las naciones oprimidas que iba a presentar en el encuentro del partido. La carta de Lenin a Mdivani del 6 de marzo de 1923 se encuentra en el capítulo 9 de este libro. Al mismo tiempo, alegando aplicar las propuestas finales de Lenin al congreso del partido, Stalin presentó el informe “Sobre la cuestión organizativa”, que se aprobó. El informe aumentó el tamaño del Comité Central de 27 a 40 miem­ bros plenos; amplió la Comisión de Control y la fusionó con la Inspección Obrera y Campesina; y llamó a elegir a esos cargos “principalmente trabajadores locales del partido, y especialmente a los de la clase trabajadora que tienen los mejores vínculos con las masas proletarias”. Sin embargo, lo que Lenin había propuesto en sus últimos dos artículos no era un recambio administrativo, sino la re­ animación de una trayectoria verdaderamente revolucionaria —la proletarización, y simultáneamente la politización, del conjunto de las estructuras estatales y del partido— con el ULLp.indb 31 1/9/2010 1:04:59 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 32 Introduccion objetivo de “crear una república realmente digna de llamarse soviética, socialista, etcétera, etcétera, etcétera”. “Confiemos”, dijo Lenin, “en que nuestra nueva Inspección Obrera y Campesina dejará de lado eso que los franceses lla­ man pruderie y que nosotros llamaríamos afectación ridícula o petulancia ridícula, y que le hace el juego a toda nuestra burocracia, tanto de los soviets como del partido. Dicho sea entre paréntesis”, dijo, “tenemos burócratas, no solo en las instituciones soviéticas, sino también en las del partido”. Unas cuatro décadas más tarde, al abordar retos similares de liderazgo en los primeros años de la Revolución Cubana, Ernesto Che Guevara —al hablar a los jóvenes comunistas en el Ministerio del Trabajo cubano, que Guevara mismo encabezaba— destacó el “cambio cualitativo importante en nuestro partido” que se produjo “al cambiarse todos los malos métodos de dirección y establecer la elección de los trabajadores ejemplares, trabajadores de vanguardia, traba­ jadores que en el frente del trabajo eran los que realmente podían hablar con autoridad y los que iban en el frente”. Fue con ese ánimo que Che llamó a los jóvenes a “politi­ zar el ministerio”. Hacer eso, dijo Guevara en su charla de mayo de 1964, era la única forma de luchar por transfor­ marlo para que dejara de ser un lugar “frío” y “burocrá­ tico, un nido de burócratas meticulosos, y machacones, del Ministro para abajo”.5 S La batalla política que Lenin libró en el seno de la direc­ ción del Partido Comunista soviético en 1922–23 no terminó en victoria. Los estragos de la guerra civil, sobre todo las muertes y el agotamiento de los cuadros más conscientes y abnegados en la vanguardia obrera, encima de las derrotas de las luchas revolucionarias por toda Europa y Asia, pe­ ULLp.indb 32 1/9/2010 1:04:59 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 33 saban demasiado en la balanza. En enero de 1923 se perdió una oportunidad para que la clase trabajadora tomara el poder en Alemania debido a las vacilaciones de la dirección del Partido Comunista en ese país y de la mayoría de la dirección de la Internacional Comunista incluidos Kámenev, Zinóviev, Carlos Rádek y Stalin. Y en 1927–28 la insistencia de la dirigencia de Stalin, para entonces más consolidada, de que el Partido Comu­ nista en China se subordinara política y organizativamente al Kuomintang burgués llevó a la derrota de la segunda re­ volución china y a la masacre de trabajadores y comunistas en Shanghai, Cantón, Wuhan y otras ciudades. Después de la Segunda Guerra Mundial, tras la victoria de los trabajadores y campesinos soviéticos sobre la invasión por el imperialismo alemán y un nuevo ascenso de luchas de liberación nacional a través de Asia y Africa, se derrocaron las relaciones de propiedad capitalistas y se establecieron es­ tados obreros en gran parte de Europa Central y Oriental, así como en China y la mitad norte de Corea y de Vietnam. Lo más significativo de todo —de una orden diferente de importancia política— fue el triunfo de la Revolución Cu­ bana en 1959 y la calidad de su dirección internacionalista proletaria, que representaron una renovación, por primera vez en más de tres décadas, del ejemplo de una trayectoria comunista de gobierno que se había terminado con la de­ rrota de la última lucha de Lenin. Todas estas experiencias del último siglo han confirmado que la conquista del poder estatal por el proletariado y su expropiación de la propiedad capitalista de la tierra y la in­ dustria no tienen una tendencia automática hacia la cons­ trucción del socialismo. La dictadura proletaria inicia la transición del capitalismo al socialismo. El estado obrero vic­ torioso puede, entonces, avanzar hacia el socialismo —como parte íntegra de la lucha revolucionaria mundial contra la ULLp.indb 33 1/9/2010 1:04:59 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 34 Introduccion explotación y opresión imperialista— o retroceder hacia un proceso de sentar las bases para la contrarrevolución capi­ talista. Los avances se hacen posibles con una dirección po­ lítica comunista resuelta, con la politización cada vez más profunda de una creciente vanguardia obrera —preparada para la inevitabilidad de lo inesperado y lo imprevisto— y ante todo con nuevas victorias en la revolución mundial. En un discurso a cuadros del partido y estudiantes en la Universidad de La Habana en noviembre de 2005, el enton­ ces presidente cubano Fidel Castro abordó este desafío de dirección comunista y conciencia política. Destacó no solo las consecuencias para el pueblo trabajador y la juventud en Cuba de las amenazas militares y guerra económica que Washington ha librado durante décadas, sino de las des­ igualdades sociales, las presiones políticas y la corrupción que son producto de la ineludible inmersión de Cuba en el mundo capitalista. “¿Creen ustedes que este proceso revolucionario, socialista, puede o no derrumbarse?” preguntó Castro a los presentes en el encuentro de la Universidad de La Habana de 2005. Cuando contestaron con un “¡No!” contundente, Castro respondió: “¿Lo han pensado alguna vez? ¿Lo pensaron en profundidad?” Antes Castro había descrito con detalles la corrosión de la solidaridad proletaria en Cuba que resultaba del cre­ ciente número de “parásitos que no producen nada y reciben tanto”: sustrayendo gasolina de los autos en la calle, o de las gasolineras estatales, o robando de múltiples formas la riqueza creada por la mano de obra del pueblo trabajador. Comparó los ingresos de esos individuos con los de cuba­ nos que están “trabajando en fábricas, en industrias”, en los sistemas eléctricos y de agua potable, o hasta con los de médicos, ingenieros o catedráticos. Dicho robo y desvío de materiales y recursos de la socie­ ULLp.indb 34 1/9/2010 1:05:00 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 35 dad, dijo Castro, no es simplemente un problema “de hoy”. Ni tampoco es simplemente producto del Período Especial, el término que se usa en Cuba para describir los años de profunda crisis económica y escaseces en los años 90 tras el derrumbe del comercio y de la ayuda que Cuba recibía de la Unión Soviética y los regímenes por toda Europa Oriental y Central. Pero el Período Especial “agudizó” la situación, dijo Castro, porque “creó mucha desigualdad [e] hizo posi­ ble que determinada gente tuviera mucho dinero”. “¿Conocían todas estas desigualdades de las que estoy ha­ blando?” preguntó Castro a los reunidos en la Universidad de La Habana. “¿Conocían ciertos hábitos generalizados?” Unos minutos más tarde, repitió su pregunta: “¿Puede ser o no irreversible un proceso revolucionario? ¿Cuáles serían las ideas o el grado de conciencia que harían imposible la reversión de un proceso revolucionario?” Al recordar lo que “ha pasado más de una vez” durante el último siglo en países donde se había tumbado el domi­ nio burgués, Castro destacó, “Hubo quienes creyeron que con métodos capitalistas iban a construir el socialismo. Es uno de los grandes errores históricos”, dijo, incluso entre “quienes se suponían teóricos, que se habían empanfletado hasta el tuétano de los huesos en los libros de Marx, Engels, Lenin y todos los demás. “Fue por eso que dije aquella palabra de que uno de nues­ tros mayores errores al principio, y muchas veces a lo largo de la revolución, fue creer que alguien sabía cómo se cons­ truía el socialismo”. No, eso solo podía ser descubierto en la práctica por los propios trabajadores probados en com­ bate y politizados. Gracias a la conciencia política del pueblo trabajador cu­ bano, y a su disposición de defender sus conquistas históricas con las armas en las manos, Castro dijo que el peligro de la destrucción de la revolución no proviene de una agresión o ULLp.indb 35 1/9/2010 1:05:00 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 36 Introduccion invasión por parte del imperialismo norteamericano. La Re­ volución Cubana, dijo, ha alcanzado un “nivel tal que nos permite afirmar hoy que este país militarmente es invulnerable, y no en virtud de armas de destrucción masiva”, las cuales el gobierno cubano no posee ni aspira a desarrollar o desplegar. “Tenemos todo un pueblo que ha aprendido a manejar las ar­ mas; todo un pueblo que, a pesar de nuestros errores, posee tal nivel de cultura, conocimiento y conciencia que jamás per­ mitiría que este país vuelva a ser una colonia de ellos”. Sin embargo, “Esta revolución puede destruirse”, reiteró Castro. “Los que no pueden destruirla hoy son ellos. Nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra”.6 La conclusión de Fidel fue resaltada y afirmada nueva­ mente en enero de 2009 por el presidente cubano Raúl Castro, en su discurso por el 50 aniversario del triunfo de la revolución, al abordar el desafío que sigue siendo parte central de decisiones directivas y políticas que toma el go­ bierno revolucionario de Cuba. Perspectivas revolucionarias para el siglo XXI A medida que el capitalismo en el siglo XXI entra en su más profunda crisis económica y social desde las décadas que abarcaron la primera y la segunda guerra imperialista mundial, cuestiones programáticas y estratégicas que esta­ ban en pugna en el movimiento obrero comunista a prin­ cipios de los años 20 nuevamente cobran peso enorme en determinar las posibilidades de que la clase trabajadora a nivel mundial avance por su línea de marcha histórica hacia la conquista del poder. “Ha comenzado uno de los infrecuentes inviernos largos del capitalismo”, señaló un informe politíco aprobado por el Partido Socialista de los Trabajadores en 2002, un lustro antes de la implosión financiera de 2007 que anunció la más reciente crisis global del orden imperialista. Y “acompañado ULLp.indb 36 1/9/2010 1:05:00 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 37 de la marcha acelerada del imperialismo hacia la guerra, va a ser un invierno largo y caliente”. Lo que es más importante aun, será un invierno que, de forma lenta pero segura y explosiva, engendrará una resistencia de un alcance y profundidad no antes vistos por militantes de disposición revolucionaria por todo el mundo actual… Estamos en las primerísimas etapas de lo que serán décadas de convulsiones económicas, financieras y sociales y de batallas de clases. [Debemos] interiorizar el hecho que este mundo —algo que casi ninguno de nosotros ha conocido antes en nuestra vida política— es no solo el que hoy día debemos encarar, sino que es el mundo en el que vamos a vivir y luchar por muchos años. Al actuar hoy a partir de esta realidad, no se nos pescará políticamente desprevenidos cuando irrumpan guerras, estallen crisis sociales más profundas, se organicen e intenten pogromos, y los conflictos sindicales se conviertan en batallas de vida o muerte. El partido proletario que exista mañana solo puede crecer del partido proletario que preparemos hoy.7 En este esfuerzo, las lecciones políticas de la última lucha de Lenin, relatadas en sus propias palabras, cobran más y más importancia para la clase trabajadora, y para los jóvenes que se ven atraídos al poder del pueblo trabajador de po­ ner fin a las relaciones sociales capitalistas de explotación y opresión y de transformar el curso de la historia humana. S Antes de que la editorial Pathfinder publicara la primera edición de La última lucha de Lenin, en inglés en 1995 y ULLp.indb 37 1/9/2010 1:05:00 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 38 Introduccion en español en 1997, estos artículos, cartas, resoluciones y notas de Lenin nunca se habían recogido y presentado en un solo libro: en ninguna parte y en ningún idioma. Del 21 de diciembre de 1922 al 6 de marzo de 1923, cuando Lenin dictó lo que resultó ser su última carta, todo lo que se sabe que él escribió aparece en estas páginas. Se presentan cronológicamente, a medida que Lenin dirigía la defensa de la trayectoria internacionalista proletaria del bolchevismo en el Comité Central del Partido Comunista soviético. También se incluye otros escritos y discursos de Lenin después de fines de septiembre de 1922, cuando se inició la lucha, así como el informe político de Lenin al undécimo congreso del Partido Comunista soviético en marzo de 1922. Además se incluye algunas cartas, notas y artículos de otros dirigentes bolcheviques que figuraron de manera prominente en la lucha, cuando resulta necesario para aclarar cuestiones políticas fundamentales. José Stalin fue secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética por más de tres décadas, y fue jefe de estado en la Unión Soviética durante gran parte de ese tiempo. Durante esos años, muchos de los escritos de Lenin que aparecen en estas páginas fueron suprimidos. Unos años después de la muerte de Stalin en 1953, una sección de sus herederos políticos, entre ellos el entonces primer ministro soviético Nikita Jruschov, busca­ ron lavarse las manos de algunos de los actos más notorios del régimen de Stalin. Fue solo entonces que la mayoría de estos escritos de Lenin fueron reconocidos y, con el tiempo, publicados en la Unión Soviética. No se había podido tener acceso a algunos de estos en ninguna parte desde mediados de los años 20. Unos cuantos documentos, que por mucho tiempo se habían ocultado, finalmente fueron traducidos e impresos en la edición en inglés de las Obras completas de Lenin ULLp.indb 38 1/9/2010 1:05:00 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 39 publicadas en Moscú entre 1960 y 1970, y en la edición en español publicada allá entre 1981 y 1990. Pero estos docu­ mentos de Lenin estaban dispersos en las Obras completas (en inglés, en los tomos 33, 36, 42 y 45; en español, espe­ cialmente en los tomos 45 y 54), lo cual hacía difícil que los lectores pudieran seguir la trayectoria política de la lucha de Lenin en el transcurso de ese semestre. La edición de las Obras completas publicada en España por la casa editorial AKAL en los años 70 omitió por completo los principales documentos que se presentan aquí. Varias obras de Lenin que aparecen en estas páginas por primera vez en inglés o español se identifican en las notas sobre las fuentes para cada documento. Un documento se publica por primera vez, en cualquier idioma, en este libro. Se trata del informe de marzo de 1923 que fue preparado, a solicitud de Lenin, por tres de sus se­ cretarias acerca del encubrimiento de abusos chovinistas gran rusos iniciado por el Buró Político en la república de Georgia. Mantenida en secreto por Moscú hasta 1991, la última sección del informe suprimido por tanto tiempo, “Sobre las conclusiones de la comisión Dzerzhinsky”, apa­ rece en el Apéndice 1. S Las divisiones en capítulos, los títulos y las notas al pie fueron preparados por Pathfinder, junto con una cronología de sucesos importantes y un glosario de nombres de indivi­ duos, organizaciones y publicaciones. Si bien los títulos de los capítulos se enfocan en un aspecto fundamental de la lucha durante un determinado período, esos capítulos tam­ bién contienen en muchos casos materiales de Lenin sobre otras cuestiones relacionadas a la trayectoria comunista que él estaba luchando por impulsar. Para cada documento, ULLp.indb 39 1/9/2010 1:05:01 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press 40 Introduccion la fuente y datos afines aparecen en la primera nota al pie. Además se incluye una lista de siglas y acrónimos que se usaron en el libro. Las ediciones en inglés y en español, antes mencionadas, de las Obras completas de Lenin se utilizaron al preparar este libro. Sin embargo, las traducciones existentes en cada idioma fueron cotejadas y corregidas contra la quinta edi­ ción en ruso de los escritos de Lenin, publicada a fines de los años 50 y en los 60. Merece un reconocimiento especial un equipo de vo­ luntarios de la Universidad de Matanzas en Cuba —Edith González, Idalmis Izquierdo, Diosmedes Otero y Landelino Sierra— por su labor colectiva de cotejar y corregir contra el original en ruso las traducciones publicadas en la edición en español de La última lucha de Lenin. Jack Barnes Steve Clark Enero de 2010 ULLp.indb 40 1/9/2010 1:05:01 PM La última lucha de Lenin Copyright © 1997, 2010 por Pathfinder Press IntroducciOn 41 Notas 1. Un resumen valioso de los primeros cinco años de la repú­ blica soviética de trabajadores y campesinos se halla en la serie de dos tomos de Farrell Dobbs, Revolutionary Continuity: The Early Years (1848–1917) (Continuidad revolucionaria: Los primeros años, 1848–1917; Nueva York, Pathfinder, 1980) y Revolutionary Con­ tinuity: Birth of the Communist Movement (1918–1922) (Conti­ nuidad revolucionaria: Nace el movimiento comunista, 1918–1922; Nueva York: Pathfinder, 1983). 2. El lino, empleado en la producción industrial de fibras para telas y del aceite de linaza, era y sigue siendo uno de los principales productos agropecuarios de exportación de Rusia. 3. La historia de los esfuerzos por José Stalin de suprimir esta carta, primero al ocultarla de los comités directivos del partido y de sus congresos, y luego al negar su autenticidad, se explica en las notas 1 y 3 del capítulo 5, “Carta de Lenin al congreso del partido”, págs. 236, 239–40. 4. Los criterios que planteó Lenin en esta disputa política —que se ha llegado a conocer, de manera desequilibrada, como el “debate sindical”, a pesar de que estaban en juego cuestiones mucho más amplias de dirección y programa comunista— se pueden encontrar en el tomo 42 de las Obras completas de Lenin. 5. Ernesto Che Guevara, “La juventud debe marchar en la van­ guardia” (mayo de 1964), en Che Guevara habla a la juventud (Path­ finder, 2000), impresión de 2007, págs. 157, 160. 6. El discurso, publicado en Granma Internacional en diciembre de 2005, se encuentra en línea en http://www.cuba.cu/gobierno/dis­ cursos/2005/esp/f171105e.html. 7. Jack Barnes, “Ha comenzado el invierno largo y caliente del capitalismo” (julio de 2002), en Nueva Internacional no. 6 (2005), impresión de 2009, págs. 207, 164–65. Barnes es secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores en Estados Unidos. ULLp.indb 41 1/9/2010 1:05:01 PM