METODOLOGÍA. Orientaciones metodológicas. Atendiendo a la estructura curricular definida en la normativa vigente y sin olvidar la realidad de nuestro centro proponemos en este apartado una metodología que considere al alumno como eje de acción educativa, al cual hay que enseñarle para que, cada vez más, de manera autónoma pueda ir desarrollando sus aptitudes y capacidades, procurando que pueda entender paulatinamente la sociedad en la que vive, para actuar en ella y, a la vez, ser miembro activo de la misma como ciudadano. Este principio sólo puede conseguirse teniendo en cuenta que los saberes que reciba sean coherentes, actualizados y relevantes posibilitados por una visión interdisciplinar de los contenidos. Desde la Educación Física debemos ser consecuentes con lo dicho y afrontar decididamente en esta programación la integración de experiencias que se van consiguiendo con nuestra asignatura y las demás, dando una visión original y propia a los aprendizajes teóricos con un enfoque eminentemente práctico y participativo del alumno o alumna, tanto en el periodo de tiempo formal como en el no formal e informal. Particularmente, nuestra metodología deberá ir encaminada a la consecución de: a) Contenidos y actividades para la adquisición de hábitos de vida saludable y deportiva y la capacitación para decidir entre las opciones que favorezcan un adecuado bienestar físico, mental y social, para el propio alumno o alumna y para los demás. b) Aspectos de educación vial, de educación para el consumo, de salud laboral, de respeto al medio ambiente y para la utilización responsable del tiempo libre y del ocio. c) Contenidos y actividades relacionadas con el medio natural, la historia, la cultura y otros hechos diferenciadores de Andalucía para que sean conocidos, valorados y respetados como patrimonio propio y en el marco de la cultura española y universal. d) El fortalecimiento del respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales y los valores que preparan al alumnado para asumir una vida responsable en una sociedad libre y democrática, como elementos transversales. e) El conocimiento y el respeto a los valores recogidos en la Constitución Española y en el Estatuto de Autonomía para Andalucía. f) Formación para la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación, estimulando su uso en los procesos de enseñanza y aprendizaje de todas las materias y en el trabajo del alumnado. g) Favorecer la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres, permitiendo apreciar la contribución de ambos sexos al desarrollo de nuestra sociedad y al conocimiento acumulado por la humanidad. h) Permitir una organización flexible, variada e individualizada de la ordenación de los contenidos y de su enseñanza, facilitando la atención a la diversidad como pauta ordinaria de la acción educativa. Criterios metodológicos generales. La metodología a aplicar en las clases de Educación Física seguirá el siguiente guión: Exposición de los contenidos a tratar, teniendo como base el libro de texto; apuntes y fichas de elaboración propia; mapas conceptuales con las ideas previas del alumnado; material audiovisual o en soporte informático para motivación, exposición o ampliación. En esta fase se orientará el aprendizaje del alumno hacia aquellos contenidos más significativos del bloque o tema a desarrollar, además se podrá apreciar el nivel de ideas y esquemas previos que ellos y ellas tienen de lo que se va a tratar. Esta metodología deberá permitir que hechos recientes y de actualidad o expectativas del alumnado sean contempladas como centros de interés que favorecerán la motivación y desarrollo de los contenidos y objetivos a trabajar. La clase magistral, el debate, el intercambio de experiencias y la confrontación de ideas pueden ser elementos metodológicos a considerar en este apartado. Desarrollo práctico de los contenidos; pues, una vez focalizado el tópico es el momento de ponerlo en práctica. Las actividades en el gimnasio, en las pistas o de carácter complementario, sin olvidar las opciones que nos permiten las extraescolares, deberán ser las que enriquezcan y den relevancia al aprendizaje teórico. El trabajo colaborativo entre los alumnos y alumnas, en grupos a ser posible mixtos, deberá ser un elemento metodológico importante a la hora de poner en práctica este tiempo. Todos los bloques de contenidos ofrecen posibilidades diversas para la acción grupal. Como veremos más adelante en el apartado de evaluación, usaremos como herramienta metodológica el trabajo crítico y reflexivo que los propios alumnos y alumnas hacen de su rendimiento y el que realizan los demás; la valoración cualitativa de las capacidades a desarrollar, así como del planteamiento de la enseñanza ha de ser un elemento metodológico que enriquezca tanto la acción didáctica, los aprendizajes y la evaluación continuada y formadora desde la visión del alumnado, complementaria a la del profesor o profesora. El trabajo individualizado en este momento educativo incidirá en los elementos técnicos que deberán ir asimilando los alumnos y alumnas. Las actividades dirigidas tienen aquí su lugar, pues con la acción directa del docente se pretende concienciar de la necesidad de superar las dificultades y mejorar el rendimiento que favorecerá después acciones coordinadas más complejas tanto individuales como colectivas. Los elementos técnicos a desarrollar no son los únicos, pues han de explicarse y exponerse aquellas consideraciones higiénicas y de seguridad personal y grupal que han de tenerse en cuenta a la hora de ejecutar acciones físicas o deportivas y las consecuencias que acarrean. El trabajo con modelos que permitan contemplar dichas acciones tendrá gran importancia: los medios audiovisuales, digitales o las propias personas que están interviniendo en la acción permitirá una acción formadora más completa. Las actividades de carácter complementario tienen una gran importancia metodológica ya que van a incidir en la adquisición de aprendizajes significativos y relevantes. La acción del profesor o profesora que desarrolla la clase, así como en su caso, la de personas expertas, bien en las instalaciones deportivas del centro, como en las del entorno próximo, facilitan la transferencia de aprendizajes, lo mismo que las acciones con otros alumnos y alumnas de otros grupos o centros van a enriquecer a todo el grupo. Si además estas actividades se convierten en extraescolares, redundarán en beneficio del alumno o alumna, aumentando enormemente las capacidades que se pretenden desarrollar. Otro de los elementos a considerar dentro de este tiempo de acción es el trabajo que el alumnado ha de realizar para afianzar los aprendizajes teóricos. En este sentido van a tener que realizar lecturas, trabajos escritos, exposiciones orales o en formato informático o audiovisual. Como colofón de todo lo anterior, se puede exigir un examen en el que demuestren el nivel de comprensión de los contenidos y de las actividades realizadas. EVALUACIÓN Y CALIFICACIÓN. Uno de los objetivos del bachillerato se ha centrado en la autonomía del alumnado. Por ello, la evaluación puede ser un espacio adecuado para contribuir a su desarrollo, especialmente si es entendida como toma de conciencia del proceso de enseñanza y aprendizaje por parte de los diferentes agentes implicados. Para desarrollar un carácter crítico en el alumnado, la evaluación debe ser abierta a éste, propiciando su participación y compromiso con el ejercicio de los valores que se derivan de ellos. Desde esta perspectiva, la evaluación cobra especial valor como proceso de maduración personal del alumnado, desde el ejercicio de la responsabilidad y la autonomía. De la lectura atenta de lo que llevamos de programación se puede concluir que la evaluación va a ser el elemento transversal y aglutinador de todo el entramado. Sin ella no sabríamos afirmar con convicción cuál es el camino recorrido y cuál nos queda por hacer, si vamos orientados o, por el contrario, debemos parar y reflexionar sobre nuestra acción educativa. Metodológicamente la evaluación comienza con una visión clara y lo más precisa del contexto en donde se va a desarrollar el programa. Además, es imprescindible conocer previamente cuáles son las personas con las que vamos a trabajar, sus intereses, sus motivaciones, su nivel inicial. Por tanto, ya desde la primera toma de contacto con los alumnos y alumnas vamos a ir concibiendo nuestra acción hacia el grupo clase y hacia aquellos elementos concretos del mismo. La evaluación inicial nos permitirá tomar conciencia de la situación de partida y desde dónde nosotros debemos empezar a actuar. Ya he explicitado en el apartado anterior cómo pensamos llevarla a cabo, recordando: Revisión de la documentación aportada por el centro de origen la existente en el centro, para el alumnado que repite. Intercambios informales de información provenientes del profesorado que atiende al alumno o alumna. Información procedente del equipo educativo. Pruebas físicas que permitan inferir el nivel de condición física y de desarrollo de las capacidades coordinativas del alumno o alumna. Entrevista y/o cuestionario del alumno o alumna para recabar información sobre su nivel de conocimientos y aficiones. Hoja de salud del alumno o alumna, en donde sus padres o tutores informarán sobre las incidencias que pudiera haber en relación con este tema. También en la metodología hemos expuesto cómo se van a ir desarrollando los distintos bloques, temas y sesiones. En consonancia con lo dicho, no podemos negar que la mejor opción evaluadora es la que nos propone la evaluación continuada y formadora tanto en el proceso de enseñanza (cómo lo estamos haciendo) como en el proceso de aprendizaje (cómo evoluciona el alumnado). A través de lo que ellos aprenden y cómo lo aprenden podemos formarnos una idea muy clara de cómo enseñamos y de las capacidades de atracción, dinamización y enseñanza que tenemos. Así, revisten especial importancia las actividades prácticas (ejercicios teóricos y actividades físicas-deportivas) del alumnado vistas desde una perspectiva crítica de la acción docente y formadora para ellos: todas han de tener consecuencias, un porqué se hacen y unos parámetros claros de medida para ellos que, a la vez, sean comprensivos, formadores, contextualizados y motivadores de nuevas acciones más autónomas y significativas para ellos. Por tanto, consideramos la evaluación piedra angular para dirigir nuestra acción y elemento dinamizador de la clase de Educación Física. PROCEDIMIENTOS E INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN. Los instrumentos de evaluación son las herramientas de las que podemos disponer para conseguir información, interpretarla, valorarla y, a partir de ahí, tomar las decisiones necesarias en relación al proceso de enseñanza y de aprendizaje. En este sentido debemos definir dos ámbitos en los que encuadrarlos, dando por sentado que uno y otro van a ser interdependientes: el proceso de enseñanza y el proceso de aprendizaje. Instrumentos de evaluación a aplicar al proceso de enseñanza. Nivel de conocimiento de la normativa aplicable. Lecturas y comprensión de la misma. Nivel de contextualización de la programación didáctica al centro. Lectura y conocimiento del Proyecto Curricular del centro. Listas de información sobre la situación sociofamilar del alumnado. Número de reuniones de coordinación didáctica con los distintos equipos docentes y con el profesorado del departamento. Número de referencias de la programación didáctica a documentación del centro. Seguimiento de la programación en cuanto a: la temporalización metodología, desarrollo de los contenidos atención a la diversidad que en las reuniones de departamento el profesorado que desarrolla esta programación oferta, explica o propone. Nivel de interdisciplinariedad de la programación didáctica: Inclusión de las competencias en la programación. Inclusión y relación de los objetivos generales de la ESO y específicos de la asignatura en los contenidos y capacidades a desarrollar en el nivel educativo. Grado de conocimiento de las acciones emprendidas en cuanto a atención a la diversidad con alumnos o alumnas del nivel, implicándose directamente en la confección de programas de refuerzo o de adaptación curricular. Número de programas desarrollados por varios departamentos en los que el profesorado de Educación Física de este nivel participa. Instrumentos de evaluación a aplicar en el proceso de aprendizaje. En relación con los contenidos: Pruebas o exámenes escritos u orales. Trabajos y resúmenes individuales o colectivos escritos. Exposiciones orales en soporte informático o videográfico. Trabajos de investigación. Seguimiento de cuadernos/diarios de clase. Asignación de tareas individuales o grupales. En relación con la práctica: Tests y pruebas físicas normalizadas. Fichas de seguimiento autoevaluables en aplicación de baremos. Evaluación entre iguales con listas de control de ejecución de gestos y patrones técnicos. Originalidad y creatividad en la resolución de problemas. En relación con la actitud y comportamiento: Ausencia de apercibimientos; amonestaciones verbales, en la agenda o el SGD, o bien, partes de disciplina, para evaluar: Grado de participación e implicación en clase, Tenencia y uso del material obligatorio propio. Cuidado y conservación del material deportivo. Grado de esfuerzo, interés y motivación por el aprendizaje. Asistencia, puntualidad y justificación adecuada de ausencias. Implicación en el trabajo en equipo y colaborativo. Uso de las instalaciones del centro. Grado de implicación en la conservación y mejora del entorno donde se realizan las actividades. Actitud tolerante, de respeto y ayuda hacia sus compañeros y el profesor o personal responsable de la actividad. Presentación de las tareas encomendadas en tiempo y forma adecuados. CRITERIOS DE EVALUACIÓN. 1. Elaborar y poner en práctica de manera autónoma pruebas de valoración de la condición física orientadas a la salud. Mediante este criterio se pretende comprobar que el alumnado es capaz de evaluar por sí mismo su nivel de condición física inicial, fundamentalmente en aquellas cualidades físicas directamente 2. 3. 4. 5. 6. relacionadas con la salud, es decir resistencia aeróbica, fuerzaresistencia y flexibilidad. El alumnado preparará cada prueba, la ejecutará y registrará el resultado, obteniendo así la información necesaria para iniciar su propio programa de actividad física y salud. Realizar de manera autónoma un programa de actividad física y salud, utilizando las variables de frecuencia, intensidad, tiempo y tipo de actividad. A través de este criterio se evaluará la elaboración de un programa de actividad física para la mejora de la condición física, organizando los componentes de volumen, frecuencia e intensidad de forma sistemática durante un período de tiempo, y adaptándolos al tipo de actividad física elegida. De esta manera, se comprobará el incremento del nivel de la condición física respecto al estado de forma inicial y también el proceso que ha llevado a la mejora. Asimismo, se podrá valorar en el programa el uso autónomo de técnicas de relajación. Organizar actividades físicas utilizando los recursos disponibles en el centro y en sus inmediaciones. Este criterio permite valorar la participación en la organización de actividades físicas atendiendo a criterios organizativos básicos, tales como la utilización racional del espacio, el uso del material y su control, la participación activa, el diseño de normas y su cumplimiento o la conducción de las actividades. Demostrar dominio técnico y táctico en situaciones reales de práctica en el deporte individual, colectivo o de adversario seleccionado. A través de este criterio se constatará si se es capaz de resolver situaciones motrices en un contexto competitivo, utilizando de manera adecuada los elementos técnicos y tácticos propios de cada disciplina deportiva. Elaborar composiciones corporales colectivas, teniendo en cuenta las manifestaciones de ritmo y expresión, cooperando con los compañeros. El objetivo de este criterio es evaluar la participación activa en el diseño y ejecución de composiciones corporales colectivas, en las que se valorará la originalidad, la expresividad, la capacidad de seguir el ritmo de la música, el compromiso, la responsabilidad en el trabajo en grupo y el seguimiento del proceso de elaboración de la composición. Realizar, en el medio natural, una actividad física de bajo impacto ambiental, colaborando en su organización. Con este criterio se valorarán dos aspectos complementarios: Por un lado, el alumnado realizará una actividad física en el medio natural, preferentemente fuera del centro, aplicando las técnicas de esa actividad. Por otro lado, identificará los aspectos necesarios para llevarla a cabo, como la recogida de información sobre la actividad (lugar, duración, precio, clima…), el material necesario o el nivel de dificultad CRITERIOS DE CALIFICACIÓN. Plantearemos un sistema de valoración que nos permita recoger el proceso de cada alumno/a en relación a los criterios de evaluación marcados por esta programación a través de las diferentes unidades didácticas que la componen. Hay que tener en cuenta a los alumnos que se encuentran exentos temporales de la práctica, que tendrán unos porcentajes diferentes en función de la cantidad de contenidos prácticos que no han podido superar debido a su lesión o enfermedad. Atendiendo a las características de los alumnos/as de 1º de Bachillerato la propuesta es la siguiente: TIPO DE CONTENIDO CONCEPTOS (30%) (60% exento) ACTIVIDADES E INSTRUMENTOS Entrega de las actividades de las U.D. Exámenes teóricos PROCEDIMIENTOS (50%) (10% exento) Sesiones prácticas de cada UD. ACTITUDES (20%) (30% exento) Observación sistemática y registro de diferentes actitudes. AUTOEVALUACIÓN (0 a 10%) % DESCRIPCIÓN 10 -En cada trimestre cada alumno/a debe entregar las fichas, actividades y trabajos que se le piden. 20 50 -Se realizarán en cada una de las U.D. -Observación continuada y diferenciadora de los aspectos procedimentales correspondientes a cada UD. -Se utilizarán listas de control, registro anecdótico, cuestionarios, etc. - Pruebas prácticas realizadas. -Se valorarán los siguientes ítems: aseo e higiene, participación, asistencia, respeto, distribución y recogida del material, no comer en clase, utilización de ropa y calzado adecuado… -El alumnado al final de la UD se autoevalúa en conceptos, procedimientos y actitudes. 20 0 a 10 Tabla. Calificación del alumnado 4º ESO.