la barra de Newell`s intentó tomar el club a los disparos

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Martes 27 de enero de 2009
FUTBOL
Violencia sin fin
Manda el terror: la barra de Newell’s
intentó tomar el club a los disparos
Un grupo de 40 hinchas irrumpió en la sede y fue neutralizado por la policía; hubo destrozos y 21 detenidos; “pudo ser una tragedia”, dijo un dirigente
Por Nicolás Balinotti
De la Redacción de LA NACION
E
l temor volvió a infiltrarse en
Newell’s, un club que vivió 14 años
rendido al poder omnímodo del ex
presidente Eduardo José López y a su
política de garrote, ejercida a través
de la barra brava. En un arranque de
furia propio de quien no admite otro
razonamiento válido, unos 40 hinchas
intentaron tomar ayer la sede administrativa de la institución, donde se estaba
llevando a cabo el reempadronamiento
de los socios. Hubo disparos, destrozos
y 21 detenidos, entre ellos, personas ligadas a Roberto Pimpi Caminos, líder
de la barra brava rojinegra, según reconocieron a LA NACION fuentes de la
policía rosarina.
El terror comenzó pasadas las 16. Los
violentos llegaron a la sede del club en
dos ómnibus escolares e irrumpieron a
los tiros en las oficinas. En la puerta de
acceso, a cargo de la seguridad, había
una mujer, quien de inmediato alertó
del ataque a la policía. La veloz intervención de los efectivos de la comisaría
5a, situada a unas pocas cuadras del parque Independencia, evitó que hubiera
heridos y que la destrucción de las instalaciones resultara más grave.
Guillermo Lorente, a cargo de Newell’s
desde el 15 de diciembre pasado, reclamó
la intervención de la provincia en el caso.
“Lo que sucedió demuestra que la seguridad del ciudadano que vive en Rosario
no es la mejor. La violencia no tiene que
ver con la dirigencia del club, sino con
la seguridad que tiene que venir de la
provincia”, fustigó el dirigente.
En el club, la policía encontró una
pistola calibre 9 mm, palos, seis cuchillos y 12 vainas. Además, secuestró los
dos ómnibus en los que se trasladaron
los hinchas. En el momento de la irrupción, había unos veinte empleados y
cientos de socios, entre ellos muchos
menores de edad que disfrutaban de la
pileta y el parque.
Pablo Morosano, secretario general
del club, describió, en diálogo con LA
NACION, la escena del terror. “Entraron como locos, armados y a los tiros.
Podría haber sido una tragedia. Des-
El poder de Pimpi
Caminos tiene
opositores
El 22 de diciembre
pasado, Alberto
Caminos, alias
“Tato” y hermano de
“Pimpi” Caminos,
líder de la barra
brava, fue agredido
frente al estadio de
Newell’s. “Tato” había estado minutos
antes en el club,
donde un socio lo
reconoció y le dijo
que se fuera. Al rato,
recibió golpes de
puño y le rompieron
un vaso en la cabeza.
Ya hay un sector que
se opone al poder de
la barra.
La policía llegó a la sede
de Newell’s a tiempo
y evitó una tragedia,
según testigos; a la
derecha, uno de los dos
colectivos secuestrados
y parte de los destrozos
// FOTOS DE M A R IO GA RC IA
trozaron la administración hasta que
llegó la policía. Esto nos excede y debe intervenir la provincia. La lectura
que hacemos del ataque es que la barra
nos quiere obligar a que negociemos
con ellos por las buenas y por las malas, pero no lo vamos a hacer. Quieren
infundir miedo para que la gente no
vuelva al club.”
Camino a las elecciones, el discurso
proselitista de Lorente versó sobre que
“Newell’s es de la gente” y que “hay
que acabar con las mafias y la barra
brava”. La agresión, según las voces
oficialistas, es una réplica a esta consigna de campaña.
En diciembre, cuando asumió Lorente,
el dirigente mantuvo una reunión con
Daniel Cuenca, secretario de Seguridad
Comunitaria de Santa Fe, y le planteó
sus temores por posibles ataques de la
barra brava. En su momento, Cuenca
había prometido reforzar la seguridad
para los partidos que Newell’s jugara de
local, e implementar el derecho de admisión con los integrantes de la hinchada. Sin fútbol desde entonces, la medida
se hará efectiva próximamente, tal vez
en la primera fecha del torneo Clausura,
cuando el equipo reciba a Gimnasia y
Esgrima La Plata.
Pablo Javkin fue testigo de los incidentes de ayer. Pasó por el club para retirar su carnet de socio. Javkin,
que es legislador provincial, relató en
el diario La Capital lo ocurrido: “Un
grupo de 30 o 40 personas entraron con
palos y armas a la administración. Se
oyeron disparos y un grupo se fue al
sector de los parrilleros. Todo lo que
pasó fue muy tumultoso y muy rápido. En un relámpago, entraron y al
ratito salieron”.
El subjefe de la Unidad Regional II de
la policía de Rosario, Miguel Angel Rodríguez, identificó a algunos de los dete-
nidos como “viejas caras conocidas”.
Dos dirigentes de Newell’s contaron
que los empleados del club tienen temor
de que un episodio como el de ayer se
repita, y admitieron que algunos se niegan a volver a trabajar si no se refuerza
la seguridad.
La gestión post-López apenas lleva
42 días y ya hubo dos capítulos violentos de magnitud. El antecedente se
remonta al 17 de diciembre, tres días
después de la celebración de los comicios que ungieron a Lorente. Ese día,
en la oscuridad de la madrugada, la
barra brava irrumpió en las oficinas
y desvalijó el club. “No dejaron ni los
escritorios; se llevaron todo en cuatro
camiones”, se lamentó por entonces el
presidente de Newell’s.
Otra vez, la furia invadió con ímpetu a un club que intenta resurgir de
las ruinas.
COLABORO PABLO CASAZZA
EN TEMPERLEY
La policía asocia un homicidio a la pelea por el poder en la hinchada de Boca
De inmediato, la policía relacionó el homicidio de Cristian Adrián Vargas Ponce
con la feroz interna por el poder de la barra brava de Boca. Por ahora, es sólo una
hipótesis. Vargas Ponce tenía 30 años y
era integrante del grupo de Lomas de Zamora, facción antagónica a la de Mauro
Martín, el actual líder de La 12, como se
conoce a la hinchada xeneize.
El asesinato sucedió en la madrugada
del sábado, en Casal 1085, en Temperley.
Vargas Ponce recibió dos balazos, uno
en la espalda y otro en el abdomen, y
murió después en el hospital Gandulfo.
Se habría resistido a un robo, por eso
le habrían disparado. Erica, su esposa,
fue testigo del tiroteo y es quien podría
identificar a los cuatro sospechosos
del hecho, quienes escaparon en un
Volskwagen Bora.
Según fuentes policiales, el hecho sería un ajuste de cuentas. Vale recordar
que a fines del año pasado, familiares
de Martín fueron atacados en el Club
Leopardi, en Villa Luro, donde el barra
da clases de boxeo y sus padres administran una confitería.
Vargas Ponce habría sido un hombre
cercano a Marcelo Aravena, líder de la
facción de Lomas de Zamora y antiguo
integrante de la barra de José “el Abuelo” Barrita. Aravena, que estuvo condenado por los homicidios de los hinchas
de River Walter Vallejos y Angel Delgado, disputa el control de la tribuna con
Mauro Martín.
El padre de la víctima, Ezequiel Ponce, reconoció en Canal 9 que a su hijo
“no lo dejaban entrar a la cancha por
una interna de la barra”. En octubre
pasado, hubo pintadas amenazantes
en la Bombonera y la policía secuestró
armas después de un partido con Estudiantes de La Plata.
Por temor a una escalada de violencia,
el Coprosede reforzará el operativo de seguridad para el partido de esta noche entre Boca y Racing, en Mar del Plata.
Martín, bajo la lupa
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