Aspectos médico-legales y manejo de riesgos en oftalmología.

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ASPECTOS MÉDICO-LEGALES
Y MANEJO DE RIESGOS
EN OFTALMOLOGÍA
Dr. Fabián Vítolo NOBLE S. A. ®
De cada 100 demandas por responsabilidad
profesional médica, entre 2 y 4 se originan en
daños producidos en el ejercicio de la oftalmología. Las estadísticas publicadas en distintos
países son asombrosamente coincidentes.
La mayoría de los datos acerca de juicios a oftalmólogos provienen de los Estados Unidos,
principalmente a partir de las publicaciones de la
aseguradora de oftalmólogos más importante de
dicho país, la Ophthalmic Mutual Insurance
Company (OMIC) que brinda cobertura a más de
3900 profesionales de esta especialidad y de la
Physicians Insurance Association of America
(PIAA), entidad que agrupa a más de 50 compañías de seguros y que representan al 60% de
los médicos con práctica privada de los Estados
Unidos. Entre 1985 y 2005, el 2,9% de los reclamos totales presentados por la PIAA se originaron en prácticas oftalmológicas, debiendo compensar al paciente o a sus familiares en el 29%
de los casos a un promedio de U$S 174.000 por
demanda. (1)
En Gran Bretaña, la National Health Service
Litigation Authority maneja la totalidad de reclamos contra profesionales e instituciones del
Servicio Nacional de Salud (NHS), registrando
en su base siniestros desde 1995. Al mes de
agosto del 2006, el 2,5 % de todas las demandas por mala praxis se originaban en esta especialidad, habiendo tenido que pagar en el 46%
de los casos, si bien el promedio de montos
pagados fue menor que en los Estados Unidos:
₤37.100. (2)
En América Latina los datos no son muy diferentes. En México, sobre 680 reclamos recibidos
por la Comisión de Arbitraje Médico del Estado
de Veracruz, el 2,5% corresponden a oftalmólogos. (3) En Colombia, sobre más de 9700
demandas recibidas por el Fondo Especial para
el auxilio solidario de las demandas (FEPASDE)
el 3,5% recayó sobre esta especialidad. (4)
de 720 demandas a obras sociales. De ellas, 13
involucraron procedimientos oftalmológicos (1,8%).
(5) En la experiencia del estudio especializado Dr.
Aldo A. Alvarez, sobre más de 1000 casos el 4%
correspondió a esta especialidad. (6)
Algunas características del ejercicio
de la oftalmología actual
1. Altas expectativas de los pacientes
Hoy los pacientes tienen acceso a la creciente
publicidad comercial de alternativas tecnológicas y
nuevos procedimientos en oftalmología que suelen
generarles expectativas poco fundamentadas. Las
mismas afectan el respeto del paciente al criterio
del médico tratante y pueden traducirse en reclamos al profesional cuando consideran que no
fueron tratados con una determinada alternativa,
aún cuando no hubiera estado indicada. El manejo
de patologías antes inmanejables, genera en los
pacientes la falsa esperanza de una visión perfecta, aún con órganos defectuosos en los cuales el
mejor resultado está muy lejos de asegurar una
visión normal. (7) (8) (9)
2. Alto volumen de pacientes
Las características de la medicina gerenciada en
nuestro país determinan que los oftalmólogos,
como otro profesionales, deban resignarse a atender un gran volumen de pacientes para obtener un
ingreso razonable. El poco tiempo del que disponen los priva muchas veces de las principales
herramientas para prevenir acciones legales: una
sólida relación con los pacientes y una prolija documentación.
En la Argentina, la Superintendencia de Servicios de Salud presentó en 2006 una estadística
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1
3. Dependencia de equipos médicos, prótesis
y soluciones.
El uso de equipos médicos es otra fuente de
riesgos específicos, ya que los mismos pueden
fallar, tener un manejo inadecuado, esterilización
deficiente, causar reacciones por los preservativos de los medicamentos, etc. Son conocidos los
daños como quemaduras de córnea con equipos
eléctricos, endoftalmitis estériles por materiales
extraños o detergentes, descompensación
corneal por toxicidad con droga, opacidad postoperatoria de los lentes intraoculares por la silicona de la presentación, etc. (10)
4. Utilización de medicación “Off Label” (11)
El uso de drogas en una patología para la cual no
fue aprobada inicialmente se denomina uso
fuera de etiqueta u “Off Label”. El uso intraocular
del AVASTIN (Bevacizumab) en la degeneración
macular relacionada con la edad (exudativa),
aún no ha sido aprobado por el organismo de
contralor oficial en nuestro país (ANMAT), y
tampoco por la FDA (Food and Drug Administration), que es la agencia oficial de los Estados
Unidos. La creciente aceptación del uso de esta
droga, inicialmente autorizada para el tratamiento de la metástasis colorrectal, obliga al profesional a extremar sus cuidados en el proceso de
información al paciente. La utilización “Off Label”
del AVASTIN es una situación contemplada y
aceptada por los Comités de Ética en Medicina,
ya que existe una amplia y seria bibliografía
científica que respalda este uso novedoso. Sin
embargo, es imprescindible que el paciente sea
minuciosamente informado de esta situación y
de los riesgos potenciales conocidos. Para
garantizar este objetivo, el Dr. Roberto Borrone,
del Consejo Argentino de Oftalmología ha desarrollado un excelente modelo de consentimiento
que puede consultarse en la página web del
Consejo. Sin duda al paciente le resultará
tranquilizador conocer que las complicaciones
descriptas con esta droga en el cáncer colorrectal se dieron con dosis 400 veces más altas que
las que se utilizan en el tratamiento ocular. (12)
se basan en complicaciones reconocidas de la
cirugía que no habían sido suficientemente advertidas, ocupando el primer lugar las endoftalmitis
postquirúrgicas. (13)
Las expectativas de los pacientes acerca del
pronóstico de la cirugía de cataratas han cambiado
considerablemente en los últimos años. El acceso
de los mismos a la información acerca de los grandes avances tecnológicos en lentes intraocularesno siempre bien interpretada- genera muchas
veces en los pacientes la percepción de que alcanzarán una visión casi perfecta, sin ningún tipo de
dependencia de anteojos o lentes de contacto.
Cuando estas altas expectativas se ven defraudadas por el resultado, algunos pacientes son
propensos a iniciar acciones legales, principalmente cuando han tenido que pagar de su bolsillo
lentes intraoculares especiales de última generación que no estaban cubiertas por su obra social o
prepaga.
En general, los peritos con experiencia en la defensa de este tipo de reclamos recomiendan las
siguientes acciones para disminuir la posibilidad de
ser demandado y mejorar la posición del oftalmólogo en un juicio por responsabilidad profesional: (14)
(15)
- Maneje adecuadamente las expectativas del
paciente
Resulta difícil defender juicios basados en complicaciones de cirugías de cataratas si el procedimiento no estaba realmente indicado. En estos
casos, los abogados de la parte actora generalmente alegan que las cataratas del paciente no
interferían con sus actividades diarias, que las
mismas no eran la causa de las dificultades visuales o que no era esperable que su remoción mejorara la agudeza visual en presencia de otras condiciones oftalmológicas como retinopatías diabéticas
o degeneraciones maculares vinculadas a la edad.
Si ambos ojos tenían cataratas, es relativamente
común que los demandantes sostengan que se
debió haber operado primero el otro ojo. Por último,
si el paciente tenía funcionalmente visión monocular alegarán que no se debió haber corrido el riesgo
de una cirugía.
Cirugía de cataratas
Siendo la cirugía de cataratas el procedimiento
quirúrgico más frecuente en la oftalmología, no
llama la atención que sea la principal fuente de
reclamos contra médicos de esta especialidad
(más del 30% de los casos en la mayoría de las
series publicadas). La mayoría de las demandas
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- Documente el rol de la catarata en la pérdida de visión
Mediante el interrogatorio de la visión cercana y
a distancia bajo diferentes condiciones de iluminación para actividades que el paciente considera importantes. Documente la limitación funcional utilizando las propias palabras del paciente.
Considere utilizar alguna de las escalas diseñadas para medir el impacto de las cataratas en las
actividades diarias. (16) (17)
- Documente comorbilidades oculares o
médicas que puedan afectar el pronóstico de
la cirugía
La ambliopía, retinopatías, glaucoma etc pueden
alterar el pronóstico. Por otra parte, características especiales del ojo, cirugías o traumatismos
previos aumentan la complejidad del procedimiento. Algunas condiciones médicas y medicaciones como anticoagulantes, antiagregantes
plaquetarios y antagonistas alfa adrenérgicos
pueden crear problemas intra y postoperatorios
tanto para el oftalmólogo como para el anestesista. En aquellos pacientes con enfermedades
sistémicas tales como EPOC, diabetes o hipertensión mal controladas o con antecedentes de
infartos de miocardio reciente o angina inestable, contáctese con el médico clínico del paciente para determinar los ajustes necesarios e informe de ello al anestesista.
- Discuta las opciones de anestesia con el
paciente, el anestesista y eventualmente con
el clínico de cabecera.
La experiencia de juicios ha demostrado que
muchas veces los pacientes no están adecuadamente informados acerca de los riesgos de la
anestesia y de la sedación. El oftalmólogo es
independiente científica y técnicamente del
anestesiólogo, pero puede ser responsable
indirecto si este profesional ha sido elegido por
él y forma parte de su equipo. Lamentablemente, en muchas ocasiones el anestesista conoce
al paciente en quirófano y no se ha podido desarrollar la visita preanestésica con la suficiente
antelación, cayendo muchas veces la responsabilidad de la información en el oftalmólogo. La
mayoría de las demandas originadas en problemas anestésicos se relacionan con inyecciones
peri o retrobulbares. Estas son opciones particularmente riesgosas para pacientes bajo medicación anticoagulante /antiagregante o con trastornos de la coagulación. Por lo que se deberían
considerar y discutir con el paciente alternativas.
Los riesgos de la anestesia deben ser incluidos
en el consentimiento informado.
- Documente adecuadamente el consentimiento informado
Si bien el tema del consentimiento siempre surge
en los juicios por responsabilidad profesional,
raramente es el eje central de la discusión, a
excepción de los casos en los cuales el cirujano
realiza un procedimiento distinto al planificado o
agrega uno sin haberlo discutido con el paciente.
Sin embargo, la falta de un adecuado documento
dificulta la prueba de la información brindada al
paciente y permite que el mismo, aún en ausencia
de mala praxis profesional, alegue que la posibilidad de la complicación no le había sido informada,
impidiéndole tomar una decisión informada. Los
principales problemas surgen cuando los pacientes
alegan que no fueron advertidos de una complicación en particular para la cual presentaban un
riesgo aumentado o que fueron coaccionados para
firmar del documento el mismo día de la cirugía. La
falta de consentimiento inevitablemente lleva a una
batalla de credibilidad cuyo resultado suele depender más de factores subjetivos que de hechos
médicos. El oftalmólogo debe poder probar en
estos casos el proceso de información que siguió
con su paciente, iniciado en el consultorio y
plasmado en un documento firmado con la suficiente antelación en donde se informen la naturaleza,
los beneficios, los riesgos y las alternativas específicas de la cirugía de cataratas.
- Documente las indicaciones de alta y el
seguimiento
La mayoría de las cirugías de cataratas se realizan
en forma ambulatoria. En estas situaciones los
pacientes pueden ser enviados a sus casas sin que
hayan comprendido su rol en el cuidado postoperatorio y la alerta ante potenciales problemas. Resulta entonces prudente entregarle al paciente instrucciones escritas acerca del cuidado postoperatorio,
detallando los síntomas de posibles complicaciones que deberían ser notificadas de inmediato. La
entrega de esta información también deberá
quedar registrada en la historia clínica. El paciente
debe ser reevaluado dentro de las primeras 48 hs
(18). Si el cirujano no va a estar disponible, deberá
informar el nombre y forma de contacto del profesional que seguirá el postoperatorio. Todo el staff
del consultorio debe estar instruido acerca de la
importancia de notificar inmediatamente si un
paciente llama en el postoperatorio cercano manifestando problemas, quejas o preguntas.
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Endoftalmitis
La endoftalmitis es una de las complicaciones
más temidas de la cirugía oftalmológica. El 61%
de las demandas por esta complicación se originan en cirugías de cataratas, y la endoftalmitis
lidera la lista de reclamos en relación con otras
complicaciones vitreoretinales como la luxación
del cristalino o de la lente intraocular, la hemorragia expulsiva, la oclusión vascular y el edema
macular cistoide. Sin embargo, en los Estados
Unidos, sólo el 23% de estos casos derivan en
pagos a los demandantes.(19) Durante el proceso de consentimiento informado, rutinariamente
los oftalmólogos informan acerca de la posibilidad de esta rara complicación, y la mayoría trata
activamente de prevenir su ocurrencia actuando
sobre condiciones preexistentes como la blefaritis, realizando una adecuada antisepsia y administrando antibióticos profilácticos.
En estos casos, asumiendo en primer lugar que
la cirugía estaba indicada y habiendo reconocido
y tratado rápidamente esta complicación, los
peritos suelen ver a la endoftalmitis más como
una fatalidad que como una mala praxis. Claro
está, que el cirujano deberá probar que fue extremadamente diligente en todas las medidas destinadas a prevenir su aparición, algo que en nuestro país es difícil debido a historias clínicas y
partes quirúrgicos muy incompletos.
Por otra parte, las demandas por endoftalmitis
secundarias a trauma son raras (6% del total de
demandas por esta complicación), pero en el
1 57% de los casos derivan en pagos al demandante. Claramente, aquellos oftalmólogos que no
administran antibióticos y/o controlan muy de
cerca un ojo luego de un trauma no suelen ser
apoyados por los peritos expertos.
También deberá prestar el profesional atención a
los sistemas de pedido, limpieza, esterilización y
mantenimiento del equipamiento oftalmológico,
ya que un número no despreciable de endoftalmitis se originan en estos errores de procesos.
En las instituciones también puede desarrollarse
un protocolo escrito que especifique los pasos a
seguir ante un brote. Ante una situación de esta
naturaleza, se debe aislar todo el material involucrado, interrogar al personal, y evaluar el equipamiento, las soluciones, las medicaciones y el
proceso de esterilización. Todos los aspectos de
esta investigación deberían quedar cuidadosamente documentados. Eventualmente los
responsables del centro deberán tomar la determinación de suspender los procedimientos hasta
no tener claramente identificado y solucionado el
problema.
Confusiones quirúrgicas
Las confusiones quirúrgicas (equivocarse de
paciente, de lado o de procedimiento) representan
una fuente de morbilidad cada vez más reconocida.
En julio de 2004, Comisión Conjunta de Acreditación de Organizaciones de Salud (JCAHO) de los
Estados Unidos, junto con más de 30 organizaciones profesionales (entre ellas la American Academy of Ophthalmology) promulgaron el Protocolo
Universal en un esfuerzo para prevenir este tipo de
errores en los procedimientos quirúrgicos. Este
protocolo incluye al verificación preoperatoria sistemática, la marcación previa del sitio quirúrgico y la
pausa para un último chequeo obligado antes de la
incisión. (20)
La oftalmología es una de las especialidades en
donde más se han reportado errores de lado (junto
con la traumatología, la urología y la neurocirugía),
habiéndose descripto la catástrofe de enuclear un
ojo sano. A diferencia de las complicaciones, estos
eventos son prevenibles en un 100% y su ocurrencia resulta inaceptable.
Con el fin de estudiar la incidencia de este error en
la especialidad y para analizar los factores que
contribuyeron a su ocurrencia, Simon y col. revisaron retrospectivamente 106 casos de confusiones
quirúrgicas en oftalmología, ocurridos entre 1982 y
2005. Sus hallazgos fueron agrupados en cinco
categorías: (21)
- Implante equivocado 67 casos
- Bloqueo anestésico en ojo equivocado 14 casos
- Paciente o procedimiento equivocado 8 casos
- Ojo equivocado 15 casos
- Transplante equivocado 2 casos
Independientemente de que la incidencia de este
error es relativamente baja cuando se lo relaciona
con los millones de procedimientos oftalmológicos
realizados en esos años, hay coincidencia generalizada en que equivocarse de paciente o de lado
representa una verdadera pesadilla para el profesional. Más allá de cuán poco frecuente sea este
evento y de que sus consecuencias sean en su
mayor parte benignas y tratables, estas confusiones pueden tener consecuencias serias y muy
negativas para el paciente, el cirujano y la institución. Sencillamente, se trata de complicaciones
inaceptables para la sociedad.
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La utilización sistemática y a conciencia del
Protocolo Universal hubiera prevenido el 85% de
las confusiones analizadas en esta serie. Las
causas de las mismas fueron sistemas, procesos
y condiciones defectuosas que llevaron a las
personas a cometer el error más que la incompetencia individual. Claramente, el proceso de
vigilancia debe iniciarse en el consultorio con la
planificación del procedimiento, la calibración y
la realización de las órdenes de implante. Algunos de los factores observados fueron el cambio
de turno quirúrgico, personal distraído, inexperto
o no habitual, falta de procedimientos de verificación prequirúrgica, la falta de un sitio uniforme de
marcado y la interrupción de comunicación entre
el oftalmólogo y el paciente o su familia.
Retinopatía del prematuro
Lamentablemente, cada vez más oftalmólogos
se ven involucrados en juicios que se basan en
el inadecuado seguimiento de esta patología.
Muchas veces los profesionales terminan siendo
víctimas de un sistema que dificulta la participación de todas las partes involucradas: padres,
neonatólogos, pediatras y oftalmólogos. (22)
Un escenario común se presenta cuando el oftalmólogo examina a un prematuro en una clínica u
hospital, diagnostica la retinopatía e indica la
reevaluación entre la segunda y la cuarta
semana. En ese ínterin, sin embargo, el bebé es
transferido a otra institución o bien dado de alta
sin instrucciones claras, perdiéndose el seguimiento.
En las demandas originadas en esta causa
generalmente se discute acerca de quién tenía la
responsabilidad del seguimiento. Parece razonable asumir que el servicio de neonatología es
el responsable de garantizar el mismo mientras
el paciente está internado y que el neonatólogo
que externa o deriva al prematuro es quien debe
extremar los recaudos para garantizar el seguimiento mediante adecuadas instrucciones a los
padres o a los profesionales a los cuales deriva.
En los juicios por presunta mala praxis, sin
embargo, los expertos de las distintas partes
involucradas suelen discrepar acerca de los
grados de responsabilidad, perjudicando generalmente la defensa de todo el equipo de salud
como tal. Mientras que los peritos y abogados
de los oftalmólogos sostienen que la agenda del
seguimiento es responsabilidad de los neonatólogos, los otros peritos y abogados (de la parte
actora y de los neonatólogos) suelen sostener
que una vez que el oftalmólogo ha examinado al
paciente establece una relación con el mismo que
lo obliga a responsabilizarse por el seguimiento.
Desafortunadamente, muchos oftalmólogos que
realizan este screening se encuentran cada vez
más con la pesada imposición de demostrar que
han tomado medidas extraordinarias para garantizar el seguimiento de las retinopatías del prematuro. Una forma de hacerlo puede consistir en discutir
y entregar a los padres gacetillas informativas
acerca de la progresión de la retinopatía y advirtiendo a los mismos cuándo los bebes deben ser
reevaluados. El documento, del cual debe quedar
una copia en la historia clínica, debe ser firmado
por los padres, aclarando que comprenden la
importancia de los controles en tiempo y forma.
Para evitar problemas de comunicación en general
se recomienda desarrollar una norma escrita
delineando las responsabilidades de los neonatólogos y de los oftalmólogos de la institución. Los
primeros deberían hacerse responsables primarios
de la agenda de los controles y de la entrega de
información a los padres. Los oftalmólogos, por su
parte, tendrían la responsabilidad de presentarse
regularmente todas las semanas o bien en períodos de tiempo determinados de común acuerdo en
el servicio de neonatología para examinar a todos
los prematuros que lo requieran.
Cirugía refractiva
Dada la naturaleza electiva de la cirugía refractiva,
a las altas expectativas de los pacientes y al desconocimiento general de la población, el potencial
para demandas por mala praxis es significativo, a
medida que más oftalmólogos incorporan esta
nueva tecnología a su práctica. Sin embargo,
distintas estadísticas de demandas contra oftalmólogos concluyen que el LASIK y otros procedimientos refractivos no expondrían más a los profesionales que cualquier otro tipo de cirugía oftalmológica.
Las complicaciones del LASIK representan entre
el 15 y el 20% de todas las demandas en oftalmología y la severidad de estos reclamos sería moderada cuando se los compara con otros procedimientos oftalmológicos más invasivos.(23)
Si bien los riesgos de complicaciones del LASIK
son extremadamente bajos, los oftalmólogos y su
personal auxiliar pueden aún minimizarlos desarrollando estrategias de seguridad y de control de
riesgos. Dichas estrategias deberían contemplar:
(24)
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5
- El entrenamiento y experiencia propias y
del personal
Ante una demanda, el profesional deberá
demostrar que recibió un entrenamiento formal
en esta actividad y que se encuentra capacitado
para realizarla. Es útil llevar un registro del
número de procedimientos realizados y del
índice de complicaciones. Capacite a su personal auxiliar en el manejo de cada pieza del
equipo hasta que demuestren competencia en la
realización de las tareas asociadas al ensamblaje y operación del instrumento.
- La selección de los pacientes
Uno de los factores que determinan las complicaciones de este procedimiento es la inadecuada
selección de pacientes. Son buenos candidatos
aquellos que presentan una refracción estable en
el tiempo, que claramente comprenden y aceptan los riesgos de esta cirugía y que entienden
que los efectos del LASIK son permanentes. Las
expectativas de los pacientes deben ser realistas. Lleve un registro de los pacientes a los que
les contraindica este procedimiento.
- El consentimiento informado
Por tratarse típicamente de un procedimiento
electivo, el proceso de información y de aceptación del mismo deberá estar minuciosamente
documentado. Se le debería dar al paciente
folletos explicativos y registrarse su entrega. Se
debe brindar una clara explicación de los riesgos,
beneficios y tratamientos alternativos. Asimismo
1 el paciente debe tener tiempo suficiente para
comprender el contenido y alcance del formulario
de consentimiento No tienen mayor validez los
formularios firmados el mismo día del procedimiento.
- El ingreso de los datos
Muchos de los siniestros en cirugía refractiva se
originan a partir de errores en el registro de los
datos del paciente, ya sea por una deficiente
caligrafía (los números escritos a mano pueden
malinterpretarse fácilmente y ser transcriptos
incorrectamente) o bien por confusiones entre
los registros del ojo derecho y el izquierdo.
Se recomienda evitar la documentación manuscrita y utilizar formas preimpresas de los valores
más comunes de forma que sólo halla que realizar un círculo sobre los mismos.
Para minimizar la posibilidad de error, se sugiere
utilizar formularios o resaltadores de distinto
color para el ojo derecho y el ojo izquierdo. Evite
siglas y escriba derecho e izquierdo con todas las
letras.
- La seguridad del equipo
Realice un doble chequeo de la configuración del
láser para reducir riesgos. Tanto el oftalmólogo
como su asistente deben verificar y documentar
que se está utilizando el microkerátomo de acuerdo
a lo planeado. El profesional deberá verificar que
los datos han sido ingresados correctamente.
Documente todo mal funcionamiento del equipo.
En caso de que esto ocurra, déjelo como está y
“secuestre” al mismo hasta que se haga una
evaluación técnica. En los casos en los que se
produzca un daño al paciente atribuible a un defecto del láser, notifique a su Cía de seguros y a sus
asesores legales inmediatamente. Tome fotografías del equipo para documentar su estado cuando
ocurrió el incidente.
- La Publicidad
Por último, se debe ser prudente en lo que se dice
cuando se publicita esta actividad. Se debe evitar la
publicidad falsa o engañosa. ¿Ejemplos?: “Dígale
adiós a los anteojos”, “Procedimiento sencillo,
rápido, sin dolor”. Este tipo de manifestaciones
suelen generar expectativas desmedidas que
cuando no son satisfechas dan origen a reclamos.
La notificación de incidentes
en oftalmología
La reducción de accidentes y errores médicos
resulta vital para mejorar la calidad y disminuir los
costos en la atención de la salud. La notificación y
el registro de incidentes críticos es uno de los
pilares sobre los que se asienta la seguridad de los
pacientes. Por incidentes se entienden a aquellas
situaciones que pudieron haber sido evitadas y que
produjeron o estuvieron cerca de producir un daño
mayor al paciente.
Un buen sistema de notificación interna en los
centros oftalmológicos asegura que todas las
partes responsables sean conscientes de los
peligros mayores. La detección precoz de eventos
adversos hace posible la pronta investigación e
intervención destinada a reducir los daños asociados con dicho evento. Por otra parte, la recolección
de los informes en forma de base de datos ayuda al
desarrollo de un cuerpo de conocimientos para
identificar tendencias sobre las cuales desarrollar
estrategias preventivas. El objetivo buscado es el
aprendizaje a través de la experiencia
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Con este fin, en Inglaterra el Royal College of
Ophthalmology ha desarrollado un listado de
incidentes a ser notificados con el fin de estudiar
las causas raíces que subyacen en los mismos
(generalmente sistemas y procesos defectuosos
más que incompetencia profesional) y poder
desarrollar de esa forma recomendaciones útiles
a todos los profesionales.
Desde el punto de vista asegurador, también
resulta prudente que ante eventos adversos
graves se comunique con NOBLE y denuncie el
incidente. Con los hechos frescos es más fácil
preparar las bases de una eventual defensa en
un juicio por responsabilidad profesional
Si bien hemos desarrollado en este artículo algunos aspectos específicos que hacen a la prevención de acciones legales por responsabilidad profesional en oftalmología, la mejor forma de evitar
problemas es común a toda la práctica médica: una
buena relación médico-paciente, un adecuado
proceso de consentimiento informado, una documentación prolija y minuciosa y una alerta temprana ante las complicaciones.
En la tabla a continuación se detallan los incidentes a notificar: (25)
INCIDENTES SUGERIDOS PARA NOTIFICAR: INTENTA SER UNA AYUDA PRÁCTICA
Y NO CONTEMPLA TODAS LAS POSIBILIDADES NI EXCLUYE OTRAS
Royal College of Ophthalmology
Seguridad del Paciente
A)
QUIRÓFANO
1.
2.
3.
4.
Cirugía del ojo equivocado
Cirugía incorrecta en ojo correcto
Pérdida de la historia con los datos en el día de la cirugía
Penetración o perforación del globo ocular durante inyecciones
perioculares
Hemorragia expulsiva durante cirugía
Endoftalmitis dentro de las 6 primeras semanas posteriores a la
cirugía
Paro cardiorrespiratorio con resucitación durante cirugía ocular
Reoperación no planificada dentro de los 28 días de la cirugía
de ese mismo ojo
Muerte
Categoría “abierta” para cualquier incidente adverso que causa
preocupación al personal o al paciente por cualquier razón
5.
6.
7.
8.
9.
10.
B) CONSULTORIO
1.
2.
3.
4.
Retraso en el diagnóstico de cuerpos extraños intraoculares
Retraso/falta de diagnóstico de tumores intracraneanos
Retraso en el diagnóstico de desprendimiento de retina
Falla en el screening de retinopatía del prematuro con conse
cuente pérdida de visión
C) MEDICACIÓN
1.
2.
3.
Instilación de una droga incorrecta
Droga indicada no instilada
Error de prescripción
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7
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Biblioteca Virtual NOBLE Junio 2009
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