PRECAUCIONES CON

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PRECAUCIONES CON
LOS PRODUCTOS FITOSANITARIOS
José Salmerón de Diego
Secretaría General Técnica (MAPA)
Paseo de Infanta Isabel, 1
28014 Madrid
NtIIUI^T^^itCO [^^ ^^^i1^^1LTURA. P^^^A Y ^kLIM^N"f'A^1^Jf^
I NDICE
Págs.
1.
Introducción ......................................................................................
1
2.
Aspectos generales de la toxicidad de los productos fitosanitarios
1
3.
Vías de absorción ............................................................................
4
4.
Factores que influyen sobre la toxicidad ......................................
7
5.
Expresión de la toxicidad ................................................................
]0
6.
Tipos de intoxicación .............................................................. ........
6.1. Intoxicación aguda ................................................................
6.2. Intoxicación crónica ..............................................................
12
12
12
7.
Causas generales de las intoxicaciones por pesticidas ................
13
Accidentes que pueden producirse en cualquier momento
Los accidentes que se originan en el curso del tratamiento
13
15
7.1.
7.2.
8.
9.
]0.
Interés de un diagnóstico rápido en las intoxicaciones por pestici
das ......................................................................................................
16
Medidas preventivas ........................................................................
17
9.1.
9.2.
9.3.
Compra ...................................................................................
Transporte ...................................................... ........................
Almacenamiento ............................................................ ........
17
18
19
9.4.
Tratamiento ( propiamente dicho) ........................................
19
9.5.
9.6.
Postratamiento ......................................................... .............
Primeros auxilios ...................................................................
21
23
Protección de seres no implicados directamente en los tratamien
tos ......................................................................................................
] 0.1. Protección del consumidor .................................................
25
25
Protección de los animales domésticos ............................
Protección de abejas e insectos polinizadores .................
25
26
] 0.2.
10.3.
La J^tograJia inJerior derecha de la
por^ada t' !a figara ttúrttera !5
redidas por f'ITOPLA:b'T, S. A.
2
PRECAUCIONES CON LOS PRODUCTOS
FITOSANITARIOS
1.
INTRODUCCION
Desde muy antiguo, para evitar la disminución e incluso la
pérdida de la producción de los cultivos, se ha sentido la
necesidad de luchar contra aquellos seres que eran capaces de
dañarlos.
También casi desde ese mismo momento el hombre ha intentado utilizar para ese fin los productos químicos que ha encon
trado a su alcance. Sin embargo, hasta el año 1965 no empiezan
a difundirse los « venenos» en la agricultura. A partir de dicha
fecha, la utilización de estas sustancias para la protección de los
cultivos de sus predadores ha ido creciendo en progresión
geométrica. En la actualidad, son millares los productos fabricados industrialmente con este fin, muchos de cllos de gran
eficacia. Gracias a su uso se consigue un aumento de produc
ción, aunque tal empleo origine un peligro potencial que no hay
que exagerar, pero que no se debe olvidar. De aquí la necesidad
de recordar la toxicidad de algunos de estos productos.
2.
ASPECTOS GENERALES DE LA TOXICIDAD DE LOS
PRODUCTOS FITOSANITARIOS
El ideal de los productos fitosanitarios es destruir la plaga que
se presenta en un determinado momento y en un cultivo específico, sin ocasionar daño a cualquier otro ser vivo que la rodea e
incluso sin producir ninguna contaminación del medio ambiente.
Ahora bien, tal limitada especificidad es muy dificil de conseguir
3
Fig. I.-EI insecticida utilizado debe ser capaz de combatir la plaga sin ocasionar dano a otros
cultivos ni producir contaminación en cl medio ambiente.
y ello ha producido la aparición de un grave problema para cl
hombrc, los animales domésticos e incluso para la misma planta: la toxicidad.
Por ello se hace necesario, por un lado, la investigación de
nuevos productos que tengan esta acción selectiva sobre los
agentes patógenos, y por otro, la necesidad de tomar toda clase
dc medidas preventivas ante los actualmcnte en uso. Esto último
Ileva a realizar una revisión general del problema, con miras a
divulgar los imprescindibles conocimientos para resolver los
casos que puedan presentarse.
3.
VIAS DE ABSORCION
En primer lugar trataremos sobre los puntos por donde los
productos tóxicos pueden introducirse en el organismo de los
seres vivos, ya que cuando se habla de dosis tóxicas hay que
referirse a la vía de penetración. En efecto, las consecucncias de
estas dosis varían en relación con el modo que se han introducido en el organismo, entre otros factores que se verán más
adelante en último término en el torrente circulatorio del individuo afectado.
4
En cl caso que nos ocupa, referente a las intoxicaciones por
productos fitosanitarios, se pueden considerar como principales
vías de penetración del tóxico las siguientes: la digestiva, la
pulmonar, la cutánea y la parental o de las mucosas.
El proceso de absorción por vía digestiva puede ser más o
menos peligroso, dependiendo de diversos factores. Así, la aparición de vómitos después de la ingestión, producida por la
irritación de la mucosa gástrica, lleva consigo ^ma disminución
de la acción tóxica, siempre que este producto no sea cáustico.
Por el contrario, la ingestión del producto tóxico en ayunas
ocasiona una más rápida absorción y, por consiguiente, una
acción más fuerte.
Por vía pulmonar pueden penetrar en el organismo no sólo los
productos fumigantes, sino también los vapores que puedan
desprender las sustancias tóxicas. Igualmente entran en este
camino los tóxicos cn forma de partículas sólidas o líquidas
n.uuaen
ABSORCION POR VIA PULMONAR
ABSORCION POF VIA DIGESTiVA
Figs. 2 y 3.-Diversas vias de penetracibn.
5
finamente pulverizadas y dispersas en el aire. Esto es lo que
ocurre en los tratamientos que se llevan a cabo con aerosoles y
nebulizadores, tan utilizados hoy día. Estas finas partículas
pueden llegar, por su minúsculo tamaño, hasta las ramificaciones más finas del árbol bronquial e incluso Ilegar hasta el propio
alvéolo pulmonar. Aquí la rica vascularización, por un lado, y
la delgada pared alveolar, por otro, hacen que la difusión en la
sangre sea muy rápida, tanto, que su acción se puede considerar
semejante a la producida por la inyección directa del tóxico por
vía intravenosa.
En cuanto a las condiciones extrínsecas, hay que tener en
cuenta que ]os peligros de la inha]ación son tanto más graves
cuanto más elevada es la temperatura donde se está efectuando
el tratamiento. Por eso, los riesgos son mayores durante las
estaciones calurosas y, sobre todo, a las horas dc calor más
sofocante. De esto se deduce la necesidad de efectuar los
tratamientos contra las plagas a primeras o últimas horas del día
y descansar cuando la temperatura es más alta.
También por vía cutánea, o sea, a través de la piel, existe
riesgo de intoxicación. Ello es debido a ciertas propiedades
fisicas de algunas sustancias, principalmente aquellas que se
encuentran en soluciones ^grasas, que permiten el paso de las
mismas a través de la epidermis para posteriormente alcanzar el
riego sanguíneo a nivcl de la dermis.
Otra vía de introducción de sustancias tóxicas, no menos
peligrosa que las anteriores, es la vía parental o de la mucosa, ya
que el contacto de las sustancias tóxicas con ellas puede ser muy
grave.
De todas estas vías de penetración, las intoxicaciones más
frecuentes ocurren por vía digestiva, sobre todo en las intoxicaciones accidentales. Sin embargo, en los casos de intoxicaciones
profesionales, son las vías pulmonar y cutánea las causantes del
mayor número de accidentes.
Por su acción, la vía pulmonar es la más agresiva, ya que al
ir el producto directamente a los pulmones, su paso a la sangre
es inmediato y se puede decir que la inhalación supone casi una
inyección endovenosa del producto.
6
^
,^,en^^,^a
Fig. 4. - Laiti soluciuncs
grasas facilit^3n el contagio
de cicrtas sustancias tbxicas
a tra^^és dc la piel.
4.
FACTORES QUE INFLUYEN SOBRE LA TOXICIDAD
La mayor o menor acción tóxica de un producto dependc,
además de la vía de penetración, de otros factores que modifican
la rapidez de absorción.
Entre estos factores, unos tienen relación con el sujeto y otros
dependen de las condiciones de absorción.
• Según el sujeto, tienen injluencia en la toxicidad de un
producto:
Especie: Se sabe que la toxicidad varía considerablemen
te con la especie animal. Ciertos insecticidas (piretrinas y
rotenonas) son utilizados en razón de su gran toxicidad
para los insectos y ausencia práctica de la misma para el
hombre y animales de sangre caliente. Es importante esta
noción, ya que la toxicidad de los pesticidas es valorada
7
por la experimentación sobre animales, lo que hace que se
deba ser extremadamentc prudcnte al tratar de aplicar los
datos así obtenidos a la especic humana.
Peso: Se puede admitir que la dosis dc veneno ncccsaria
para ejercer efectos nocivos debe ser más grande cuanto
mayor sea el peso del sujeto, En esta idea se asienta el
hábito de expresar la dosis tóxica en unidades de peso
corporal. Pero se debe señalar que esta proporción está
lejos de scr absolutamentc rigurosa. Sc ha indicado que la
dosis neccsaria por kilo es mayor cuanto menor es el
animal de experimentación. Así, por ejcmplo, cl DDT es
más tóxico para animales de gran tamaño, tales como cl
caballo, que para animales de peso más inferior, como el
pollo.
Raza: También sc ha comprobado su influcncia cn la
toxicidad de estos productos. Así, dentro de la cspecie
humana sc sabe quc la raza negra y amarilla resisten mejor
que la blanca la acción de los derivados fenólicos.
Sexo: Las dosis tóxicas pueden variar notablemcnte con
el sexo dcl animal, y así se ha visto en ratas quc las
hcmbras soportan muchísimo mcjor la acción dcl Diazinon
quc los machos.
Edad: Es un hecho conocido que los niños son más
sensibles que los adultos a ciertos tóxicos, en especial a
aquellos que tienen una acción directa sobre el sistema
nervioso.
Susceptibilidad del individuo: Ciertos sujetos presentan
una tolerancia natural ante dosis pequeñas de algunas de
cstas sustancias.
Estado fisiológico: Es conocido quc cl cmbarazo aumen
ta la sensibilidad de los tóxicos.
Estado patológieo: Las alteraciones de órganos esencia
les pueden favorecer la acción letal de los tóxicos. Por
cjcmplo, la insuficicncia rcnal, disminuycndo la climinación
del tóxico, aumenta su nocividad. Igualmentc la insuficiencia hepática, por alteración del poder de neutralización de
tóxicos del hígado, potcncia la acción dc cstas sustancias.
8
^
Fig. 5.
I la^^ yu^• lcnor cuida
du run Ias mcirlas, pucs ^iuc
dcn aumrntar Ia arcibn tbsira
^1r1 pru^lucto.
• Según las condiciones de absorción, los factores a tener err
cuenta son:
Vías de absorción, dc las quc se ha hablado anterior
mcntc.
Excipiente o carga, es decir, la forma cn yue se presenta
cl produc[o. Ejcmplo, las dosis lctalcs dc polvo mojahlc a
baja concentración a base de Paration son más elevadas
quc las dcl producto puro.
Mezclas. Dc la misma mancra, la mczcla con otros
productos pucdc haccr aumcntar o disminuir la acción
tóxica dcl producto. Por esto 1^ay quc tcncr sumo cuidado
cuando, por cjcmplo, para ahorrar mano dc ohra en los
9
tratamientos se mezclan dos o más productos, y no sólo
por la intoxicación que pucde producirse, sino también
porque esa misma mezcla puede dañar al cultivo que se
pretende proteger aunque los productos mezclados utiliza
dos individualmente sean inocuos.
Exposición anterior: Además de los fenómenos de acu
mulación por dosis mínimas repetidas, son posibles fenómenos de sensibilización o i^ntolerancia adquirida después
de una administración mínima anterior.
5.
EXPRESION DE LA TOXICIDAD
La toxicidad de un producto sc expresa numéricamente, entre
otros índices, por la llamada «Dosis letal media» (DL-50). Este
número cxpresa la dosis en miligramos dc producto por kilogramo de peso vivo, necesario para causar la muerte del 50 por 100
de los animales sometidos a experimentación. Para que la expresión sea real y verdadera, además de la cantidad se hace
Autoritaclo su empleo en los cultiv^^s dc^ trutales de hoja caduca,
citricos, tomate, algodón, remolacha, tabaco y ornamentales.
Inscrito cn el Registro O.C. de f? y M. fitosanitario, N" 15361'89.
Peligrosidad para F^I hombre Í._ Categoría C
1
y animalr^s domésticos
^Ira pe^ligrasidad para la l.. Categoría C
j
t^^una te^rrestre
Mediana peligrosidad para la ^. C^3tegoría B
taund a^ uicola
PRECAUCIONES
Muy tbxico por ingestión v tóxico por inhalacitin. No respirar el polvo o Ia
nt^blina c1e la pulverizaci^^in. EvítesF el contacto con los ojos, piel y ropa.
Usar ropa, gatas y máscara protector^5 siempre que se maneje o aplique
el producto. Lavarse cuidadosamcnte despues de utilizar el producto y
antr^s de comcr o fumar. Consérvese fu^^ra del alcai^^e de los niños. No
usarlo o almacenarlo cerca de lugares habitados.
Antídoto: Atropina. Busyue asistencia médica siempre que tenga
so^l^E^cha de intoxicaci^n.
Fig. 6.-La dosis letal nos orienta subrc la toxicidad del producto.
10
„<,^a
necesario expresar también otras circunstancias de las indicadas
antes, como pueden ser especie animal, sexo o vía de administra
ción del producto. Correctamente debe indicarse:
DL-50 oral A mg/kg en ratas hembras.
En dondc A presenta el número correspondientc. Cuanto más
bajo sea el número A, mayor es la toxicidad.
Es fácil comprender que los datos correspondientes a los
animales de experimcntación no son aplicables por completo al
hombre, pero sin duda alguna rcpresentan una orientación sobrc
la toxicidad del producto con aplicación práctica gcncral.
Cuadro 1.
ORIENTACION SOBRE LA CORRESPONDENCIA ENTRE DOSIS
LETAL MEDIA EN ANIMALES Y EN EL HOMBRE
DLso en ANIMALES ^u ^z^
DLso en HOMBRE
Menos de 5
Unas pocas gotas
^
i
5-50
Cucharadita de café
50-500
Dos cucharadas soperas
500-5.000
30-400 gr
(I)
Fn m^;lkg dc peso.
(?)
Dnsis para intoxicaci^n aguda.
Como guía se establecen los datos del cuadro 1, que son de
utilidad orientadora y demuestran por qué es imprescindible el
que figure la toxicidad en los envases de los insecticidas y
pesticidas en general, y su poder de acumulación.
II
Entre la dosis letal media y la dosis mínima mortal, cs decir,
aquella con la cual ningún animal muere, existe a veces un
margen bastante amplio. La noción de dosis letal media, tan
vulgarizada, hace olvidar una serie de efectos menos gravcs,
pero que constituyen, sin embargo, síntomas de intoxicación.
6.
TIPOS DE INTOXICACION
Los efectos tóxicos no resultan solamcnte de la absorción en
corto espacio de ticrnpo de dosis rclativamente altas y que
originan una intoxicaciórt agtrda, sino también por la acción
repetida de pcqueñas dosis que ocasionan una ii7toiicació^^
cró^iica.
6.1 .
Intoxicación aguda
Este tipo de intoxicación cs consecucncia de la potencialidad
tóxica del producto para causar envenenamicnto por la exposición dc una o varias dosis en un corto pcríodo dc ticmpo.
Los síntomas de intoxicación ocasionados por una sobre
exposición o por exposiciones sucesivas durante largos pcríodos
de tiempo son muy similares.
Generalmentc los insecticidas organofosforados y los carba
matos son rápidamente mctabolizados por el organismo y no se
acumulan en él, aunque por cl efecto que tienen sobrc determinada enzima pucden resultar, a veces, acumulativos y, por tanto,
pueden ocasion^r intoxicación debido a una exposieión prolongada. El daño puede ocurrir por ingestión, por absorción cutá
nca o por inhalación.
Otros plaguicidas de toxicidad causan hipersensibilidad del
individuo como consecucncia de la cxposi ^ ión a bajas dosis,
manifestándos,c los síntomas de una intoxicación aguda y aun la
muerte repentina.
6.2.
Intoxicación crónica
Este tipo de intoxicación generalmente es el resultado de una
cxposición diaria a cantidades relativamente pequcñas dc tóxico,
12
^
insMicida
pero durante una larga temporada. Puede causar sintomatologia
distinta a la que produciría una intoxicación aguda, por lo quc
se hace necesario esperar la aparición de nuevos síntomas quc
confirmen el diagnóstico.
7.
CAUSAS GENERALES DE LAS INTOXICACIONES
POR PESTICIDAS
Sc puedcn agrupar en cinco drtcrentes tipos:
7.1.
7.2.
7.3.
7.4.
7.5.
Accidentes que se pueden ocasionar en cualquier momcnto.
Accidentes en el curso de un tratamiento agrícola.
Accidentes después de un tratamiento o efecto residual.
Accidentes en la fabricación de estos productos.
Suicidios.
A continuación cxaminarcmos más en profundidad alguno dc
estos tipos de intoxicación que acahamos de citar.
Una ^irecauciiin indis^icnsablc cs lecr las instruccioncs impresas cn los cm^ascs.
I?
7.1 .
Accidentes que pueden producirse en cualquier
momento
La causa más frecuente es la confusión de los productos
pesticidas con productos alimenticios o con preparados farmacéuticos o higiénicos.
Esta confusión nace, unas veces, por tener aspecto fisico
parecido; así, por ejemplo, los polvos arsenicales que pueden
fácilmente confundirse con la harina. Otras, la confusión radica
en el parecido de sus propiedades organolépticas, como puede
ser ]a seméjanza en el olor o sabor.
El mayor peligro de confusión y, por tanto, de accidentes de
estc tipo suele presentarse en los niños.
Aparte de estos accidentes, debemos considerar también en
este apartado aquellos que se producen por ignorancia, tales
como la utilización con fines higiénicos o terapéuticos de un
pesticida tóxico sobre el propio cuerpo para destruir parásitos
del mismo.
También hay que tener en cuenta a este respecto aquellos
accidentes ocasionados por la utilización de los envases vacíos
g. 8.-Con el empleo de cier; productos insecticidas hay
yue protcgersc adecuadamente.
14
0
edd:
Fig. 9.
Las mascarillas
evitan muchas intoxicaciones que se producirían
por ^ia pulmonar.
que han contenido pesticidas y que luego se usan para guardar
productos alimenticios; y ello, a pesar de la recomendación de
destruir el envase que hacen las casas productoras y que aparece
en las etiquetas de los productos fitosanitarios.
7.2.
Los accidentes que se originan en el curso del
tratamiento
Del segundo grupo, es decir, los agrícolas, están ocasionados
por la introducción del tóxico en el organismo por cualquiera de
las vías de absorción que antes hemos comentado y por la falta
de prevención del aplicador.
Así, el consumo de alimentos en los lugares en que se está
llevando a cabo un tratamiento, bien durante el mismo o inmediatamente después, puede causar una grave intoxicación. En
este caso, la introducción del tóxico se hace por la vía digestiva
y puede tener lugar o a consecuencia de la contaminación de los
alimentos ingeridos o por contacto de la mucosa bucal con las
manos anteriormente expuestas al tóxico y no convenientemente
limpias.
15
Por la vía respiratoria, los accidentes sobrevienen de dos
maneras: bien por deficiente o nula protección en el momento
del tratamiento, bien por la mala costumbre de arrojar los
envases vacíos al fuego, con lo cual sólo consigue realizar una
fumigación de todo el ambiente que rodea a la hogucra, con el
consiguiente peligro. Igualmente puedc darse la intoxicación por
la costumbre de fumar mientras se está haciendo el tratamiento.
En el momento del tratamiento quizá sea la vía cutánea una
de las más propicias para introducir cn la sangre estos tóxicos.
Ello es debido a las manipulaciones que son necesarias realizar
con los mismos, sobre todo si éstas no se realizan con las
debidas medidas de precaución. También el mal funcionamiento
de los aparatos empleados en la desinfección fitosanitaria pueden ocasionar la intoxicación por vía cutánea.
7.3.
Accidentes de tipo residual
En el tercer tipo se encuentran los que podrán originarse a
causa del tratamiento, pero con posterioridad al mismo. Estos
pueden afectar a personas ajenas al propio tratamiento. Los
tratamientos contra las plagas de los vegetales ocasionan un
depósito de los productos tóxicos sobre éstos e incluso su
penetración y acumulación en la savia. Los productos vegetales
forman más tarde parte de la alimentación del hombre y los
animales; y si no han sido convenientemente limpiados de tóxico
o ha pasado un tiempo conveniente, pueden acarrear graves
consecuencias para los consumidores. En esencia, esto es lo que
constituye el problema de los residuos tóxicos de los alimentos
de tan vital importancia.
8.
INTERES DE UN DIAGNOSTICO RAPIDO EN LAS
INTOXICACIONES POR PESTICIDAS
Es muy interesante que se puedan diagnosticar con rapidez
las intoxicaciones por productos pesticidas, pues es posible
salvar la vida del intoxicado si el médico puede conocer rápidamente la naturaleza del tóxico. Esto le dará^ ocasión de poner en
acción con urgencia los medios terapéuticos necesarios.
^6
,^sen^^ ^
Para Ilegar a este diagnóstico de una manera exacta y eficaz,
el médico dispone, entre otros, de tres medios:
La encucsta o historia clínica, la sintomatología y una gran
seric de pruebas analíticas.
Ahora bien, para ello debe existir una colaboración de parte
dcl paciente, si no ha pcrdido el scntido, o por parte de las
personas que les acompañan y conozcan el caso.
Por la encuesta, el médico trata de encontrar el antecedcnte
de la intoxicación. Aquí la ayuda que puede prestar el propio
paciente o quien le acompaña es interesantísima, ya que si se
puede aportar el envase del tóxico o la etiqueta del mismo, la
rapidez en la acción es inmediata.
La consecuencia inmediata que se deriva es la importancia dc
llevar un registro escrito con los tratamientos que se dan ca^^a
día, con el nombre del producto utilizado; registro al que ha de
tener acceso más de una persona.
La sintomatología puede servir de gran ayuda, aunque ésta
pucde scr parecida para distintas familias de productos.
No cabe duda que cl análisis será el más eficaz de los mcdios,
pero será el que más tarde en proporcionar un diagnóstico.
9.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Conocidas todas las cuestiones generales que acabamos de
exponer y cómo puede producirse un accidcnte, está en rrianos
dcl propio agricultor o trabajador el tomar todos los medios
posibles encaminados a prevenir la intoxicación. Por ello, y
a^mque parezcamos reiterativos, vamos a recordar algunas de
cstas medidas preventivas, que, a pesar de ser sencillas y fáciles
dc ejecutar, son de gran eficacia.
Con el fin dc hacer más comprensibles las medidas a tomar,
seguiremos en la exposición el orden normal de un tratamiento:
compra, transporte, almacenamiento, tratamiento propiamente
dicho (preparación, mezcla, llenados ae aparatos, etc.^, post-tratamiento (limpieza, vaciados de residuos, eliminación de envases,
etc.) y, finalmente, algunas ideas,de primeros auxilios en el caso
dc quc la intoxicación se haya producido.
17
9.1.
Compra
La compra de un producto fitosanitario se realiza tras clarificar qué es lo que deseamos proteger y contra qué. Para ello, se
leerá con suma atención la etiqueta del producto o cualquier
propaganda que del mismo encontremos. Pero esto no es suficiente, habrá de tenerse en cuenta que cada producto y plaga
tienen un momento óptimo de aplicación. También hay que
asegurar y comprobar que el producto que vamos a utilizar está
autorizado para ser usado contra la plaga en cuestión y en el
cultivo que deseamos proteger. No hay que descuidar la fecha
de tratamiento y la época en que se efectuará la recolección,
pues es muy importante guardar rigurosamente el plazo de
seguridad.
9.2.
Transporte
No es éste un punto que presente muchos inconvenientes,
pero sí es preciso tener en cuenta que hay que evitar que durante
Fig. l0.
ió
EI almace^amiento debe realizarse en locales que reúnan ]as máximas
seguridad.
^a
senicida
esta fase sc produzcan roturas de envases. Por ello, hay que
realizar el transporte de tal forma que, aunquc accidentalmente
ocurra esie hecho, no presente ningún riesgo ni para el transportista ni para el resto de la mercancía. Han de evitarse contactos
con ropa, comida o animales.
9.3.
Almacenamiento
He aquí un momento que se descuida ha'bitualmente en el
manejo de los pesticidas y, sin embargo, de mucha importancia,
ya que a veces, la duración de esta fase es la más larga de todas:
es necesario subrayar unas cuantas recomendaciones importantes.
En primer lugar, el almacenamiento debe hacerse en locales
alejados de la vivienda, de los alojamientos de los animaies, de
los dcpósitos dc alimentos, de los almacencs de otros productos, etc. Estos locales deberán ser ventilados, frescos y desprovistos de humedades. Igualmente serán seguros, para lo cual
dispondrán de ]lave o candados, que los cicrren con seguridad,
colocando además en la puerta un cartel que advierta que dentro
existen productos peligrosos.
El almacenamiento debe hacerse en los envases originales y
convendrá, si consisten en paquetes, indicar cn los mismos la
fecha de compra para cuando se utilicen hacerlo, en primer
lugar, con los más antiguos, siempre y cuando no hayan perdido
su efectividad.
9.4.
Tratamiento (propiamente dicho)
El primer paso es el de la preparación de la mezcla pesticida.
Para ello, a pesar de tener conocimientos necesarios sobre el uso
del producto que vamos a utilizar, es convenicntc proceder a la
atenta lectura de la etiqueta. De esta mancra, sc dcbe comprobar
la dosis y otras precauciones que allí se exponen y seguirlas al
pie de la letra.
Las manipulaciones de mezcla, agitación, carga de aparatos
y equipos, etc., conviene hacerlas al aire libre, protegidos del
viento o en los locales amplios y bien ventilados. Hay que
19
.
I I.-EI cyuiF^o
cuado dc lratamicndchc mantencrsc
iemprc cn óplimas
condicioncs.
procurar que alrededor del operario no existan factores que
puedan distraer al mismo. No hay que olvidar que, según la
categoría toxicológica de cada producto, se necesita un equipo
adecuado (mascarillas, guantes, gafas, batas, gorro, traje completo, etc.). Sea cual sea la toxicidad del producto, es conveniente que la ropa que se use en esta operación sea utilizada sólo
para este fin.
Es nçcesario ser lo más exacto posible con la dosis recomendada, ya que un exceso o defecto puede no sólo hacer fracasar
el tratamiento, sino incluso dar lugar a efectos indeseados.
Igualmente, debe prepararse sólo la cantidad de mezcla que ha
calculado que va a utilizar, ya que preparar un exceso conduce
a producir contaminaciones ambientales, además del perjuicio
económico, al tener que deshacernos del sobrante.
No olvidar todo lo relativo a la compatibilidad de los productos, en el caso de que pretenda hacer una mezcla de ellos, y
nunca mezclar más de dos productos.
Una vez preparada la mezcla, con todas las precaucioncs
20
^
inaecllclda
indicadas, se procede al segundo paso: efectuar tratamiento.
Durante esta fasc es necesario insistir en: no fumar, no comer,
no beber, no desprenderse del equipo de protección yue hayamos utilizado durante la fase anterior, sino incluso reforzarlo si
es nccesario.
Los tratamientos deben efectuarse cuando no haya viento; y
en caso de necesidad, efectuarlo dc manera que nunca sople dc
frentc al operador. También ha de tenerse en cucnta no hacer el
tratamiento con altas temperaturas yue pueden originar una
rápida evaporación de disolvente, casi siempre agua, y producir
sobredosis dañinas para cl cultivo yue se pretende proteger. Las
mejores horas para efectuar los tratamientos son las primeras
del día o las últimas dc la tarde. También han de tenerse cn
cuenta los cultivos vecinos.
La utilización de un equipo adecuado cs mucho más necesa
ria si cl tratamiento se ha de realizar en local cerrado (invernadero).
Fig. I 2.
Concicnc destruir
y entcrrar los cnv,iscs dc los
proJucros ulilizados.
21
9.5.
Post-tratamiento
Una vez que se ha acabado de efectuar la pulverización o
espolvoreo dcl cultivo que se desea proteger viene la fase de
recogida y limpieza de todos los aparatos, utensilios y personas
quc en él han intervenido.
Esta fase implica la desaparición de los envases vacíos del
producto utilizado. El mejor método es destruirlos y enterrarlos.
Igualmente debe hacerse desaparecer el resto de la mezcla
preparada, teniendo sumo cuidado con no arrojarla a cauces de
agua, pozos, abrevaderos, fuentes, etc.; es decir, en aquellos
lugares que pueden ser utilizados por otras personas o animales
y, por tanto, producir contaminaciones. E1 mejor sistema para
desembarazarse de estos restos es hacer un hoyo; en él, verter
el líquido y después taparlo.
El resto del producto fitosanitario no utilizado debe conservarse en su propio envase, bien cerrado, y llevarse con cuidado
al lugar del almacenamiento.
También como una parte de esta fase, debe procederse a la
minuciosa limpieza de todos los aparatos y equipos utilizados y
Fig. 13.
Z^
Todo tratamiento debc rerminar con una escrupulosa limpieza y asco personal.
^
insMicida
dejarlos preparados para la próxima vez que se deseen utilizar.
Esta limpieza debe efectuarse con abundante cantidad de agua
}^ teniendo los mismos cuidados indicados anteriormente en el
caso de la mezcla sobrante.
Por último, cl aplicador debc desprenderse de su equipo,
limpiarlo cuidadosamente para evitar no sólo contaminaciones,
sino también acumulaciones que puedan producir deterioro del
mismo. Si es posible, debe enjabonarse bien y ducharse para
quitarse todo vestigio de producto. Si no es así, debe proceder a
lavarse bien las manos y la cara y completar la limpieza al llegar
a su domicilio o a la explotación.
Resumiendo, un buen tratamiento sólo lo es, desde el punto
de vista de seguridad, cuando se han observado correctamente
la:
- Preparación del caldo.
- Aplicación del mismo.
- Recogida de aparatos, equipos y residuos.
9.6.
Primeros auxilios
Cada producto o grupos dc producto necesitan la aplicación
de determinadas técnicas dc tratamiento que salen fuera del
objeto de esta publicación. Por ello, sólo se indicarán aquellas
que con carácter general y, si se aplican correctamente, pueden
producir una recuperación más fácil del intoxicado y prepararle
hasta la llegada del médico.
El primer paso a dar debe ser llamar con urgencia al médico
o Ilevar al enfermo a una clínica.
Otros pasos son: evitar que el paciente siga aspirando el
producto tóxico (intoxicación por inhalación).
Tratar de evacuar cl tóxico del cuerpo del intoxicado 0
neutralizar el mismo.
Hay que mantener las funciones vitales del enfermo. Por ello,
en caso necesario, hay que hacerle la respiración artificial.
Igualmente hay que mantener su regulación térmica, por lo que
se le mantendrá arropado. Es muy importante que se pueda
indicar al médico qué clase de producto se estaba utilizando, el
23
tiempo que lleva el intoxicado efectuando el tratamiento y los
primeros síntomas que se advirtieron en el afectado.
En el caso de que la contaminación se haya producido a
través de la piel, hay que quitarle inmediatamente la ropa
mojada por el producto, incluyendo zapatos, reloj, anillos, etc.;
es decir, todo lo que ha estado en contacto con el producto. A
continuación se lavará con abundante agua y jabón, y durante,
por lo menos, quince minutos, la parte del cuerpo afectada.
Si el producto fitosanitario ha tocado los ojos, se han de
aclarar con agua abundante, a poder ser tibia, asegurándose de
que están abiertos de forma que el agua lave la parte interna de
los párpados.
En estos casos debe ]]amarse inmediatamente al médico, que
será quien disponga las medidas complementarias y necesarias
para la recuperación del paciente. A1 médico debe proporcionársele el mayor número de datos relativos al producto, tratamiento, síntomas, etc. Igualmente, debe efectuarse un reconocimiento
médico si la recuperación del intoxieado ha sido normal, pues
pueden aparecer efectos secundarios que deben prevenirse.
NpµMAS EN CASO UE INTOXIGACION
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Hay que conocer las riormas sobre la utilización de cualquier producto tóxico.
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10.
PROTECCION DE SERES NO IMPLICADOS
DIRECTAMENTE EN LOS TRATAMIENTOS
Ya se ha indicado la posibilidad de intoxicaciones accidentales producidas en seres vivos no implicados en el manejo y
tratamiento de los productos fitosanitarios, tal es el caso de los
consumidores, animales vivos y abejas, entre otros.
10.1 .
Protección del consumidor
Los tratamientos químicos dejan en la superficie o en el
interior de las plantas residuos tóxicos más o menos persistentes
y más o menos peligrosos. La absorción repetida de algunos
tóxicos, incluso a dosis muy pequeñas, produce riesgos para la
salud. El Estado fija para cada producto las concentraciones
máximas de residuos administrables sobre o en los productos
alimenticios que se ofrecen al consumidor.
Sin embargo, hay que señalar que no se trata sólo de producir
frutos cuyas concentraciones de residuos no sobrepasen las
tolerancias legales, sino frutos que contengan un mínimo de
residuos; y si es posible, ninguno. El agricultor puede contribuir
a ello guardando las recomendaciones siguientes: evitar tratamientos superfluos, elegir productos poco persistentes y poco
tóxicos, adaptarse a las recomendacioncs dadas por los fabricantes, no mojar los cultivos próximos y respetar los plazos
marcados.
Como regla general, no debe efectuarse tres semanas antes de
la recolección ningún tratamiento antiparasitario.
10.2.
Protección de los animales domésticos
La experiencia demuestra que los animales domésticos tampoco están al abrigo de intoxicaciones accidentales por productos utilizados en defensa de los cultivos. Además, los residuos de
algunos de estos productos pueden acumularse en sus tejidos y
encontrarse en este modo en la carne de vacuno, en los huevos
y en la lechc y productos lácteos.
2$
Fig. I5.-Efectuar los tratamicntos con las máximas precaucioncs para evitar contaminacioncs.
Las personas que hacen los tratamientos de los cultivos con
productos fitosanitarios deben procurar no contaminar los cultivos forrajeros, ya que al comer los animales estos forrajes
pueden acumularlos en su carne o leche.
Los forrajes que están expuestos a este peligro deben recolectarse antes de hacer el tratamiento. En caso de que por accidente
se contamine algo de forraje, no se dará en fresco al ganado,
sino que se dejará para henificar o ensilar.
10.3.
Protección de abejas e insectos polinizadores
La mayoría de los insectos, e incluso algunos herbicidas,
sobre todo los que contienen dinitrocresol, paraquat y dicuat,
son muy peligrosos para las abejas. Por tanto, hay que tomar
ciertas precauciones para no dañarlás. Entre éstas están:
- No aplicar insecticidas a las plantas en flor, tanto se trate
de plantas cultivadas como de malas hierbas.
- Efectuar los tratamientos fuera de las horas de vuelo
26
intenso, siendo preferente el final del día, ya que durante la
noche los productos se degradan parcialmente, lo que reduce el
riesgo para el día siguiente.
- Los productos a base de metomilo son muy perjudiciales
para las abejas y no deben utilizarse más que al aire libre y sobre
cultivos sin flores.
- Los productos a base de endosulfan pueden considerarsc
como prácticamente inofensivos para las abejas, por lo menos a
las dosis usuales; en contrapartida, son muy peligrosos para los
peces.
- Al hacer los tratamientos hay que evitar dejar sobrc el
terreno charquitos de caldos que pudiesen servir de abrevadero
para las abejas; y si se forman hay que recubrirlos con tierra.
- Antes de aplicar productos peligrosos para las abejas en
grandes superficies, avisar a los apicultores de los alrededores
para que puedan tomar las medidas apropiadas.
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Divulgadoras del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación».
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