David M . PLETCHER: The diplomacy of annexation — Texas

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E X A M E N D E LIBROS
131
SOLÍS, Antonio de
1893
Historia de la casa profesa de la Compañía de Jesús
de Sevilla (copia hecha en Madrid de otra existente
en el Colegio de San Estanislao de Málaga, la cual
se sacó del original que está en el mismo colegio) .
ZUBILLAGA, Félix, s.i.
1941
La Florida — La misión jesuítica (1566-1572) y la colonización española, Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu.
1961
"Tercer concilio mexicano — 1585 — Los memoriales
del padre Juan de la Plaza, s.i.", en Archivum Historicum Societatis Iesu, xxx.
1969
"La provincia jesuítica de Nueva España — Su fundamento económico — Siglo XVI", en Archivum Historicum Societatis Iesu, xxxvin, pp. 3-169.
D a v i d M . P L E T C H E R : The diplomacy
of annexation
— Texas,
Oregon, and the Mexican
war, C o l u m b i a , U n i v e r s i t y of
Missouri
Press,
1974.
P a r a E s t a d o s U n i d o s , l a década
territorial y durante
que son ahora
de los 1840 fue de
expansión
e l l a se agregó a l a u n i ó n l a mayoría de
lo
los estados d e l oeste. S a l v o l a p e q u e ñ a adición q u e
significó l a c o m p r a de l a M e s i l l a e n 1853, estas a d q u i s i c i o n e s r e d o n d e a r o n l o q u e es h o y e n día
e l t e r r i t o r i o c o n t i n e n t a l de Estados
U n i d o s . E l p r o p ó s i t o d e l l i b r o de P l e t c h e r , The
ation,
es e x a m i n a r
p a r a e s t u d i a r las r e l a c i o n e s d i p l o m á t i c a s
M é x i c o , y e n t r e Estados
t i e m p o e l resultado
r e n c i a más
diplomacy of annex-
este e x p a n s i o n i s m o c o m o e l p u n t o
de p a r t i d a
e n t r e Estados U n i d o s y
U n i d o s e Inglaterra, colocando
de estas r e l a c i o n e s d e n t r o
al mismo
d e l m a r c o de refe-
a m p l i o de l a p o l í t i c a i n t e r n a c i o n a l d e su t i e m p o .
L a m a y o r p a r t e de los estudios r e l a t i v o s a l e x p a n s i o n i s m o
norte-
132
EXAMEN
D E LIBROS
americano y la guerra con México se limitan a uno de dos temas,
a saber, quién tuvo la culpa de haber provocado la guerra y la
dramática pérdida de territorio mexicano, y cuáles intereses dentro de Estados Unidos motivaron el deseo de cumplir con su
Destino Manifiesto. Pletcher da mucho menos énfasis a estos puntos, sobre todo al primero, para poder concentrarse en las actuaciones y los intereses que formaron parte de la toma de decisiones que permitió la adquisición pacífica de Oregón y el comienzo
de la guerra con México. Debido a su falta de interés por encontrar culpables, toma una visión muy pragmática de los acontecimientos antes y durante la guerra. E l resultado de esta perspectiva
es una combinación algo incómoda de investigación exhaustiva y
conclusiones al vapor. Por un lado, examina y presenta gran cantidad de material detallado y hábilmente desentraña las maniobras
políticas de seis gobiernos; por otro, llega a sus conclusiones después de un rápido vistazo a los acontecimientos más importantes.
En consecuencia, algunas consideraciones explícitas que se desprenden de las fuentes no reciben merecida atención* en las conclusiones del autor acerca de lo apropiado de las decisiones tomadas.
En el enfoque que Pletcher da al tema de su estudio, resulta
fundamental la suposición de que "el deber de aquéllos encargados
de decidir o llevar a cabo la política exterior consiste en asegurar para su país los mejores logros de la manera más eficaz y segura
posible, de modo pacífico si se puede, puesto que las guerras
son caras y peligrosas, pero mediante la guerra si no se puede
evitar" (p. 4 ) . E l criterio del autor para juzgar lo apropiado de
alguna política es su eficacia y su costo. Aunque Pletcher apunta
desde el principio que no le interesa la culpabilidad n i de los países
ni de los individuos, el aceptar un criterio tan moralmente vacío
como lo es el medir la eficacia y el costo reduce de inmediato a tal
punto su visión que prácticamente excluye cualquier posibilidad
de comprender la perspectiva mexicana acerca de la guerra. Se
ha sugerido que gran parte del fervor emocional e indignación presentes en cualquier discusión contemporánea de la guerra no existía antes o durante el conflicto mismo. Cierto o no, y no creo que
lo sea, parece ridículo ver las decisiones del gobierno mexicano en
cuanto a la guerra únicamente en términos de su costo y eficacia.
Regido por cualquiera de estos criterios, México habría vendido su
territorio y ocupado el dinero resultante para reforzar sus caóticas
finanzas nacionales. Obviamente, para determinar el interés na-
EXAMEN
cional
133
D E LIBROS
también entraban en juego consideraciones muy aparte del
costo y la eficacia.
A d e m á s , determinar el interés nacional estaba lejos de ser una
empresa fácil, en M é x i c o o
en Estados Unidos. Como indica Plet-
cher, h a b í a cantidad de grupos organizados y no organizados que
d e s e m p e ñ a r o n u n papel en la configuración
de la política norte-
americana en torno a la adquisición de O r e g ó n , la a n e x i ó n de Texas
y la prosecución
grupos
la
tenía
de la guerra con M é x i c o .
mejor manera de lograrlas. N o
mente
Cada uno de dichos
su propia idea de las prioridades nacionales
aceptado
el
hecho
la
y de
era n i u n á n i m e n i universal-
de que los
adquisición
Estados Unidos se propu-
sieran como
meta
de Texas y los
occidentales.
De la misma manera, parecía que
otros estados
la falta de cohe-
sión en M é x i c o era tan pronunciada que sus numerosos jefes no
podrían
ponerse de
acuerdo n i siquiera en
cuanto a la urgencia
de defender la mitad del territorio nacional. Por eso,
la falta de
acuerdo en cuanto a definir los intereses primordiales de u n país,
junto con la dudosa utilidad de los criterios de costo y eficiencia
para
juzgar decisiones
que
afecten
hace de la suposición básica
los intereses de una n a c i ó n ,
de Pletcher u n punto muy débil de
referencia.
L a debilidad de esta premisa se refleja en lo que yo considero
unas
car
conclusiones
construidas
demasiado r á p i d a m e n t e para expli-
las orígenes de la guerra.
teoría
que él llama de
Básicamente,
"la conspiración
Pletcher rechaza la
Polk". Esta perspectiva
acusa a Polk de haber provocado deliberadamente a M é x i c o para
que
comenzara
las
hostilidades
de modo que
dos tuvieran una excusa no
sólo
el
para reclamar como
r í o Bravo sino
también
los
Estados
Uni-
para establecer una frontera en
suyos los vastos
territorios de Nuevo M é x i c o y California como premios de guerra.
Para poder refutar el
la
argumento de que Polk deseaba
guerra a M é x i c o , Pletcher cita
las
reclamaciones que
hacer
México
d e j ó de pagar y que dieron a Estados Unidos u n agravio legítimo
adicional contra M é x i c o . T a m b i é n menciona el envío de la misión
Slidell como
u n esfuerzo
último
por negociar pacíficamente
con
M é x i c o , y expresa la duda de que los Estados Unidos provocaron
deliberadamente una guerra con M é x i c o , siendo que estaban involucrados ya en una crisis d i p l o m á t i c a mayúscula con G r a n B r e t a ñ a
por
lo de O r e g ó n .
Pletcher encuentra como consideraciones
per-
134
EXAMEN
D E LIBROS
tinentes en u n análisis de las intenciones de Polk, primeramente,
las reclamaciones, luego, la misión Slidell, y también, desde luego,
su i n t e r p r e t a c i ó n del desplazamiento de las tropas de T a y l o r en el
á r e a disputada entre los ríos Nueces y Bravo. Después de discutii
estos tres temas Pletcher concluye que la política exterior de Polk
no
estaba encaminada a provocar una guerra con M é x i c o , sino a
adquirir el territorio codiciado por medios pacíficos, aunque adoptando u n a posición dura y agresiva hacia M é x i c o .
E l primer punto
sobre el cual apoya su teoría de que la polí-
tica exterior de Polk era fuerte pero pacífica es la existencia de
reclamaciones de ciudadanos de Estados Unidos que M é x i c o dejó
de pagar después de dos años. Pletdrer siente que la
de estas reclamaciones constituía
existencia
u n agravio legítimo contra M é -
xico y que el deseo de Polk de hacer pagar a. este país la deuda
con territorio
t a m b i é n era legítimo.
A l juzgar lo apropiado de
estas reclamaciones como punto de partida para negociar territorios, Pletcher concluye que no h a b í a n sido formuladas con el propósito de provocar hostilidades. Y , sin embargo, apenas menciona el
contenido de las reclamaciones misas y la forma como fueron manejadas. Los Estados Unidos bloquearon los intentos de
negociarlas
al imponer fechas límites poco realistas y al emplear u n lenguaje
belicoso
al
presentarlas,
además de resistirse
a
someterse
a
un
arbitraje internacional.
U n a vez
tercios
sometidas
resultaron
las
reclamaciones
fraudulentas, o,
a arbitraje m á s de
si válidas,
ni
dos
siquiera mere-
c í a n recompensa. Así, la magnitud de la r e c l a m a c i ó n
era dema-
siado poca para justificar la gran presión política que
se aplicaba
sobre M é x i c o . Inclusive la incapacidad mexicana para seguir pagando después
de
circunstancias no
los pagos
iniciales no era algo que en
se hubiera pasado por alto. Desde
dos U n i d o s no era el ú n i c o país que
las
reclamaciones
como
pretexto
otras
luego, Esta-
durante este periodo usaba
para
presionar a
México. E l
ejemplo sobresaliente es el bombardeo francés a Veracruz durante
la guerra de los pasteles en 1838, originado por el retraso en el
pago de reclamaciones a
ciudadanos
franceses.
E l hecho de que los Estados U n i d o s tuvieran u n precedente hist ó r i c o en las acciones franesas durante la guerra de los pasteles no
significaba
que
las
reclamaciones
americanas
no fueran falsas y
aun hechas a propósito para provocar a M é x i c o . A u n q u e sospecho'
que solamente se trataba de una p r o v o c a c i ó n y no de una preocu-
EXAMEN
pación
válida
muestras
del
en
sí, me
papel
135
D E LIBROS
limitaré a
provocativo
señalar que
hay
de las reclamaciones
suficientes
como
para
indicar que Pletcher debía haber dedicado m á s tiempo a explorar
el asunto.
La
una
segunda razón
por la
cual Pletcher rechaza la teoría
de
"conspiración Polk" es que Slidell fue enviado a M é x i c o de
buena fe en u n ú l t i m o
esfuerzo por negociar. Pletcher
muchos detalles acerca de la misión y todavía no puede
entra en
entender
por qué M é x i c o veía la llegada de Slidell como u n insulto adicional
m á s bien que
como u n a tentativa
de
conciliación
pacífica.
Sin embargo, Pletcher ha incluido dentro de su material toda
la
isformación necesaria para comprender esta reacción. Los argumentos son bien
El
mes
conocidos pero vale la pena repetirlos.
primer error de la misión Slidell fue llegar a M é x i c o
antes de lo supuesto,
cambio
justo en el momento
inesperado de gobierno. E n vez
prefijado, o
de esperar al
momento
por lo menos a obtener la seguridad de que
u n deseo oficial de
recibirlo, Slidell se a d e l a n t ó
un
en que hubo u n
había
a la ciudad de
M é x i c o . Se sintió insultado por el recibimiento frío que le dieron.
Su segundo error fue llegar sin las credenciales necesarias. Debido
a una supuesta inadvertencia administrativa, Slidell fue
designado
ministro plenipotenciario a pesar de que M é x i c o h a b í a
aceptado
recibir ú n i c a m e n t e a u n comisionado. A d e m á s de la i r r i t a c i ó n provocada por sus
títulos
equivocados,
fue
aparentemente
enviado
para renovar las relaciones diplomáticas por medio de u n acuerdo
acerca de la frontera disputada entre los ríos Nueces y Bravo. E n
vez de esto, llegó con poderes para discutir la compra de California
y Nuevo
México.
Hubiese sido o no intencional el malentendido de las credenciales, el asunto
no
pudo m á s que agravar u n a situación ya muy
delicada. Este malentendido, junto
con la impaciencia de Slidell,
lo inoportuno de su insistencia en discutir la venta de California,
y la desconfianza
del
gobierno mexicano,
c o n d e n ó la misión al
fracaso. L a cantidad de irregularidades que rodearon a la misión
sugiere
que su e n v í o era m á s bien una formalidad diseñada para
justificar las acciones
posteriores de
Polk, y
no
u n esfuerzo sin-
cero por negociar pacíficamente y evitar la guerra.
El
tercer punto
de
Pletcher
concerniente a la esencia
de la
política exterior de Polk trata de su i n t e r p r e t a c i ó n de la ocupación
por T a y l o r del á r e a
disputada entre el Nueces y el Bravo.
136
EXAMEN
DE LIBROS
Pletcher n o ve bien la marcha de T a y l o r hasta el r í o Bravo, n i
en la construcción de u n fuerte en el territorio disputado, n i inclusive en el bloqueo de Matamoros, una provocación de guerra.
Interpreta estas acciones
y
como
simples demostraciones
de fuerza
de la adopción de una política exterior fuerte y agresiva. Plet-
cher insiste en que esta postura agresiva fue diseñada para obligar
a M é x i c o a negociar y no para declarar la guerra. Apoya esto con
el
hecho de que la misión de Slidell fue enviada al mismo tiem-
po que T a y l o r estaba ocupando el
territorio disputado.
Si estas
acciones hubieran estado destinadas a antagonizar a M é x i c o hasta
el
de
punto de empujarlo a la guerra, la misión Slidell, en o p i n i ó n
Pletcher, no
El
hubiera sido enviada.
problema principal que presenta
la tesis central
de
Plet-
cher es la distinción que hace entre la provocación a la guerra y
una
política exterior fuerte y agresiva. Su punto básico es que la
política de Polk hacia M é x i c o p o d í a ser pacífica y al mismo tiempo
agresiva. Para ilustrar esto, contrasta el proceso por medio del cual
Polk a d q u i r i ó Texas, California y el territorio intermedio con la
forma como adquirió O r e g ó n . Enfatiza que Polk era alternativamente hiriente y conciliatorio, no sólo con M é x i c o sino con G r a n
B r e t a ñ a también. Sin embargo, en
Polk finalmente
sus tratos
con G r a n
pudo agregar a O r e g ó n a la u n i ó n
Bretaña,
sin guerra;
con M é x i c o no pudo. Por u n lado, Polk no quería todo el territorio de O r e g ó n con el suficiente
rra,
e m p e ñ o como para ir a la gue-
y de todos modos no estaba en posición de poder ganar se-
mejante
guerra con G r a n
suficientemente
Bretaña.
Por otro lado,
el territorio mexicano
sí
quería
lo
como para pelearlo y, m á s
importante, sí estaba en posición de ganar a M é x i c o . Plecher ve
las relaciones de Polk con G r a n B r e t a ñ a y con M é x i c o como dos
caras de una misma moneda. Durante los periodos en que M é x i c o
era
especialmente
susceptible
y necesitaba
ablandaba sus exigencias y concentraba
de u n trato suave, Polk
sus
esfuerzos hacia una
política m á s rigurosa hacia Inglaterra. D e l mismo modo, una vez
resuelto el problema de O r e g ó n , pudo presentar sus quejas contra
M é x i c o con menos reserva. N o podía ejercer igual presión contra
dos países
simultáneamente.
Pletcher ve el contraste
entre la adquisición
de O r e g ó n
y la
de Texas, California y N u e v o M é x i c o como la justificación de su
defensa
de la
política exterior de Polk. E l hecho de que ve la
política de Polk hacia M é x i c o y G r a n
B r e t a ñ a con la misma luz
EXAMEN
se refleja
junto
en
su colocación equivocada
con la
agresiva
D E LIBROS
adquisición de Texas
pero pacífica
y
de
137
la
guerra de
México
O r e g ó n como parte de la
"diplomacia de a n e x i ó n "
de
Polk. Según
Pletcher, el tratamiento de Polk hacia M é x i c o no era provocativo
por el simple hecho de que Polk no estaba en posición de pelear
dos guerras separadas al mismo tiempo. Puesto que G r a n
Bretaña
era m á s fuerte que M é x i c o y podía constituir una mayor amenaza
para los Estados Unidos, Pletcher piensa que Polk era demasiado
vulnerable en el asunto de O r e g ó n como para contemplar o arriesgar u n a guerra con M é x i c o . Esta suposición se deriva ele su criterio
p r a g m á t i c o de costo y eficacia para evaluar lo apropiado de
p o l í t i c a exterior. L a prosecución activa de la guerra con
la
México
no hubiera representado u n empleo eficaz de recursos en tanto que
los
Estados
Bretaña
No
sus
estuviesen involucrados en
pleitos con G r a n
puedo aceptar la distinción que hace Pletcher
provocación
de
Unidos
por la posesión de O r e g ó n .
entre
una
y una política fuerte y agresiva. Dentro del contexto
metas,
puede
que haya sido lógico
para
Polk
presionar
a M é x i c o para que cediera sus territorios e inclusive intentar hacerlo mediante
negociaciones
pacíficas.
Sin embargo, es
ingenuo
desde el punto de vista político pensar que se p o d r í a empujar a
M é x i c o de u n modo tan insultante para hacerlo entregar una parte
tan enorme de su territorio. Puede que no sea una incongruencia
dentro de ese marco teórico tan caro a Pletcher que supone que la
política exterior se guía por consideraciones de costo y eficiencia,
pero sí lo es al tomar en cuenta el mundo en que se m o v í a n México y Estados U n i d o s en ese momento, a d e m á s de que refleja la
actitud a menudo condescendiente de Pletcher ante las condiciones
internas operantes en M é x i c o . E l hecho de emplazar tropas en u n
territorio reclamado por M é x i c o no puede definirse como coerción
agresiva y sin embargo pacífica. D u d o que Polk lo haya visto como
tal.
Las suposiciones
de
Pletcher se tornan m á s dudosas
todavía
cuando se comparan con las declaraciones de Jones, quien afirmó
que Polk q u e r í a que Texas "manufacturara" una guerra con México, y que h a b í a asentado p ú b l i c a m e n t e su deseo de adquirir California y Nuevo
A u n q u e no
explicación
México.
puedo apoyar la tesis de Pletcher en cuanto a la
de la política exterior de
Polk, convengo
en que su
rechazo de la teoría de una "guerra de conquista" le permite examinar
con cuidado
otros puntos m á s allá del de q u i é n
debería
138
EXAMEN
D E LIBROS
ser el culpable de la guerra. Este nuevo enfoque
es la verdadera
c o n t r i b u c i ó n de la obra al estudio del expansionismo norteamerican o durante la década de 1840.
E l libro está repleto de i n f o r m a c i ó n detallada sobre los múltiples grupos que presionaron la política de M é x i c o y de Estados
U n i d o s así como de G r a n B r e t a ñ a ,
Francia, E s p a ñ a y Texas. E l
autor ha estudiado la influencia de estos grupos en las decisiones
políticas tomadas en cada país y ha logrado discernir el lugar que
tuvieron estas decisiones
dentro del contexto de las relaciones di-
p l o m á t i c a s oficiales e informales internacionales. E l limitar u n estudio de la guerra del 47 ú n i c a m e n t e a las relaciones entre estos
dos países impide una c o m p r e n s i ó n de los papeles tan vitales que
d e s e m p e ñ a r o n E u r o p a y Texas misma en la escena histórica
del
momento. A pesar de la debilidad de su defensa de Polk, Pletcher
ha
escrito u n libro lleno de i n f o r m a c i ó n útil y detallada y ha ayu-
dado a cambiar la perspectiva de los interesados
en comprender
el
expansionismo
norteamericano y la guerra del 47,
la
importancia de atender al contexto internacional que tan fuer-
destacando
temente influyó en los papeles desempeñados por los actores principales.
Elizabeth
University
of
FORSYTH
Texas,
Austin
F e l i p e A . L A T O R R E y D o l o r e s L . L A T O R R E : The Mexican
Kickapoo Indians, presentación de W i l l i a m M a d s e n , A u s t i n ,
U n i v e r s i t y of T e x a s Press, 1976, 399 p p . , ilus., mapas.
« T h e T e x a s P a n A m e r i c a n Series.»
E l libro que aquí presentamos es resultado de más de diez años
de
esfuerzos de
los esposos Latorre, quienes
con gran habilidad
supieron superar las dificultades que se les presentaron para penotror
n o l nrim
mnr\rirlr\ mntiílrt rlp 1r\Q mil pri ni'i c TT1 n-vín r\no 1
AJll^ 1.1 C4.JL ^ 1 1 Y,X |-<ULVJ
CUHU^ÍUU l H U l l V t U
motivo que despertó el interés de
V»V
. _ X\JO ^ U l
CÍO. XJÍ £J i. í X A V, i £J ÍA.Í
los investigadores fue el deseo
de resolver el problema planteado por la pregunta de
por q u é ,
siendo originarios de Wisconsin, grupos de quicapús se h a b í a n establecido en Coahuila. U n a revisión de la literatura existente sobre
ellos les hizo darse cuenta de que, si bien se contaba con datos
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