1922 –28 de Mayo – 2002 80 años de vida del Padre Leopoldo Pooli

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1922 –28 de Mayo – 2002
80 años de vida del Padre Leopoldo Pooli
“El que desprecia al pobre desprecia a Dios”
El Padre Pooli festeja su cumpleaños, en compañía de sus familiares y amigos, con una misa y
un ágape de pan y agua, como recordatorio de los niños pobres del mundo.
Lectura del Evangelio según San Marcos:
Jesús y los niños
...... Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara. Pero los discípulos los reprendieron.
Al ver esto Jesús se enojó y les dijo:
“Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan porque el reino de Dios pertenece a
los que son como ellos. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño no
entrará en él".
Después los abrazó y los bendijo imponiéndoles las manos.
Marcos 10.13-16
Esta es la Palabra del Señor
Palabras del Padre Pooli en el sermón de la misa.
Tengo que agradecer al Señor Obispo que ha querido venir a esta misa, a todos
los compañeros sacerdotes que se han molestado, al rabino Mordejai que es mi amigo,
y a la rabina también, y si hay algún pastor que se me escapa que me perdone pero
también le agradezco de todo corazón el que estén perdiendo el tiempo y muriéndose
de frío acá por un viejo que cumple ochenta años, que al fin y al cabo...
Yo no tenía ninguna intención de celebrar un acontecimiento que no significa
nada para mí,.... más que acercarme cada vez más al reino de Dios.
Pero... la situación del país respecto a los niños, y la situación de los niños en el
mundo entero, y el Evangelio que ustedes han escuchado, me tienen a mí a mal traer
desde hace mucho tiempo y vivo angustiado pensando que si uno no es como los
niños no entrará en el Reino de los Cielos.
¿ Cuántos de nosotros entraremos o no en el Reino de los Cielos?. No
importa lo que significa el Reino de los Cielos ahora, pero sí significa que Cristo lo
promete a los que son como niños, a los que aman a los niños, que Él los va a tratar
bien y que entrarán en el Reino de los Cielos: lo que suponemos que es el cielo,
realmente.
Yo estaba leyendo continuamente, por la cuestión de Cáritas, las noticias que
salen en el diario y cada vez me he ido angustiando y desesperado más: hay un
millón de chicos que se mueren de hambre en el año, hay diez millones de chicos
que han nacido y no llegarán a los cinco años por enfermedades, por descuido, por
falta de alimento, por falta de medicina. En la República Argentina, Cáritas, ayudada
por el gobierno, está dando de comer a cien mil chicos. Confesado por maestras que
trabajan ahí, hay niños que no comen desde el viernes a la noche hasta el lunes al
mediodía.
A mí todo eso me ha enfermado, porque la culpa la tenemos todos, es fácil
echarle la culpa al gobierno, que también la tiene. Culpa y reculpa. Pero nosotros ...
¿qué hacemos por los chicos?..... ¿ Qué hacemos?. Uno podría decir: "Lo que
hacemos no tiene ningún valor porque es una gotita en el mar". Me acuerdo de la
Madre Teresa que le dijeron eso y contestó: "Es cierto, lo mío es una gotita. Pero,
sin esa gotita el mar tendría una gotita menos".
Este trabajo que hace Cáritas, hoy nosotros lo vamos a simbolizar en un acto
que podría llamarse un auto sacramental. Yo soñé siempre con poder comer con
todos esos niños muertos de hambre. Es una ilusión.
Así como alguno quiere ser presidente, la ilusión mía era comer con esos
niños. y es imposible...... Pero sí es posible que nosotros, los que entendemos,
tomemos esa angustia que produce la situación y juntos la elevemos al orden
espiritual, como si fuera un Sacramento, y por eso después de la misa vamos a ir al
salón, nos van a dar un vaso de agua y un pan, y quiero que todo el mundo cierre
los ojos, elija simbólicamente un niño argentino, chileno o de Singapur, o del Asia y
se imagine que está comiendo ese pan y tomando esa agua con ese niño.
Yo tengo ya mi candidato para mi pedazo de pan. Es un pedazo de pan porque
no podemos darle más. Yo solamente les pido que ustedes pueden ayudar si
arriman a las parroquias alimento de alguna manera, no importa que sea un kilo de
fideos soperos, esos que no valen nada, no importa. Todo lo que sea comible para
los chicos es saludable, y nosotros no podemos dejar de hacer algo en este asunto.
Ahora viene el campeonato mundial. ¿ Ustedes saben los millones que cuesta
el campeonato mundial de fútbol? ¿ Quién sabe cuánto cuesta un campeonato
mundial, y cuántos saben lo que se podría hacer con parte ese de dinero en buenas
manos como de hecho lo hace Cáritas que sin tener, ni mucho menos, lo que cuesta
un campeonato mundial, está dando de comer a cien mil chicos en la República
Argentina ? y hay gente buena que no es religiosa y pone un comedor, o pone una
olla en común, y los chicos de la calle comen. Hay diez mil chicos de la calle en
Buenos Aires y el Gran Buenos Aires que comen con la moneda que piden en los
semáforos nada más. iDiez mil que comen así!. Y el día que no consiguen nada no
comen directamente.
Entonces, mi corazón se ha angustiado; yo no lloro para afuera pero lloro para
adentro. Hay gente que llora para afuera y se moja la cara y hay gente que llora para
adentro y se quema el corazón. Yo me he quemado y me estoy quemando el
corazón pensando en los millones de niños que podrían ser mis hermanos, que
podrían haber sido yo, que mueren hoy de hambre, que son abandonados, que no
tienen ningún porvenir, que ya antes de nacer están condenados y que, algunos
hasta antes de nacer los matan.
Entonces, nosotros hoy vamos a reunirnos los que quieran en el salón, les van
a dar un vaso de agua y un pedazo de pan. Cuando llegue el momento yo le voy a
pedir al rabino que se vaya preparando para que haga la presentación. Cuando
llegue el momento cada uno cerrará los ojos y se comerá el pedazo de pan y el vaso
de agua en compañía del compañero que eligió.
Yo tengo uno elegido de La Rioja. Quiero que La Rioja sea redimida en algún
aspecto, por lo menos en este acto simbó1ico de que yo quiera comer con un niño
hambriento de La Rioja. Ustedes elijan de donde quieran. Cuando terminemos de
comer eso, que serán unos diez minutos, vamos a rezar una oración de Castiñeira
de Dios que es muy hermosa y que está en la tarjeta de ustedes y que por ella
realmente muchos van a llorar. ...Y el que quiera llorar llore, llore descaradamente,
llore con todo lo que tiene porque el llorar por esto es una cosa santa. Yo no puedo
llorar para afuera porque no soy de los llorones pero estoy llorando hace mucho
para adentro, y voy a seguir llorando para adentro, y voy a seguir peleando, y me
voy a morir y tal vez algún día este país sea como el día en que yo nací que mi
madre regalaba lo que tenía en la quinta porque le sobraba. Regalaba las bolsas de
ají, de tomate, de chaucha, de papa... porque nadie las compraba en la crisis del 20
y no valía nada. Y yo recuerdo siempre que mi familia alimentó a los hijos de los
Mercante, que después fueron ministros peronistas, en tiempos de Perón. Mi madre
les mandaba de comer porque no tenían...
Algún día llegará, porque todo llega en este mundo, hasta que llegue el Juicio
de Dios, llegará un tiempo mejor en que todo el mundo pueda comer. En que los
millonarios que aprietan y aprietan y están explotando al desgraciado pueblo
argentino, y boliviano y peruano, y del interior de América, y de la India. Llegará el
tiempo en que se normalicen las cosas y que podamos gozar un domingo de luz,
gozar un campeonato de veras, gozar de la vida que es lo más hermoso que Dios
nos ha dado.
Yo les pido perdón porque hoy no es un día para andar por la calle y yo los
estoy jorobando a ustedes, yo sé que los jorobo pero a mí no me importa: los voy a
seguir jorobando a ustedes.
No he querido que hagan colecta para que la plata no se mezcle en ésto con
nada. Esto es una cosa del corazón. Si me traen un kilo de yerba, sí me alivian el
corazón, pero arreglar todo con unas monedas no arregla absolutamente nada por
lo menos en esta misa.
Cuando venga la colecta de Cáritas sí, haremos lo posible por entregar lo poco
que podamos. Pero, en este momento, hoy, hoy es un día del espíritu, hoy es un día
del corazón, un día de llorar para adentro, hoy es un día de elegir un niño
desconocido, de comer con él, de cenar con él, sin que él se entere nunca,
solamente cuando muera, en el cielo lo voy a buscar al compañero mío de esta
noche....si Dios me permite entrar en el cielo. Pero por el amor que tengo a los niños
y por lo que haga por los niños, si no me dejan entrar en el cielo hago un lío en la
puerta, seguro. De modo que estoy seguro de que me voy a encontrar con el
riojanito que seguro va a llegar, para comentarle, para alegrarnos, para que toda
esta miseria que tenemos se convierta en gozo. Algún día tiene que convertirse en
gozo.
Así como la vida es gozo y después es tristeza y muerte y termina siendo un
gozo eterno, así también es la sociedad. Yo les pido perdón de rodillas por todo lo
que los molesto en este día, pero yo no tengo la culpa de haber nacido hace 80
años.
Les voy a contar un detalle cómico: yo nací de pie, o sea, nací parado. La
partera así me lo contaba: que a mí me tiró de los pies porque yo nací al revés. Yo
he nacido de pie. y mi vida ha sido una vida realmente feliz, aun con la muerte de
mis padres, con todo el seminario, con toda la vida sacerdotal, con el colegio, con la
miseria. .. yo he sido feliz y quiero que nuestros niños sean felices, y quiero que
ustedes se convenzan de que todos, entre todos, podemos hacer algo por ellos.
Como hace frío y ya los molesté bastante, yo aquí termino. El obispo va a
hablar después y el rabino nos va a dar la puñalada final cuando tomemos el pan y
el agua de nuestros niños.
........Vamos a continuar rezando la misa.........
Palabras del Obispo de San Isidro, Monseñor Jorge Casaretto al final de la misa.
En el lenguaje del padre Pooli ésta va a ser la puñalada intermedia. Creo que
es muy elocuente la presencia de todos ustedes como signo de gratitud a lo que
significa Pooli para todos nosotros.
Ochenta años es mucho tiempo, es un gran don de Dios, pero además
significan para todos nosotros una historia viviente. Cuando venía para acá estaba
recordando que solamente quedan tres sacerdotes en la diócesis que estaban acá,
en la diócesis, antes de que esto fuera una diócesis: el padre Pooli, el padre
Moreno, el padre Jarillo.
Cuando se creó el obispado de San Isidro había muchos sacerdotes -no tantos
como ahora- pero solamente tres de esos que estaban permanecen vivos y son, sin
duda, una historia viviente.
Estos sacerdotes, y Pooli en concreto, tuvieron que vivir un proceso yo diría
apasionante. Ellos fueron formados en una Iglesia preconciliar y no hay ninguna
duda que el Concilio Vaticano II fue el acontecimiento eclesial y quizás, como dicen
algunos pensadores, uno de los acontecimientos mundiales más importantes del
siglo que acaba de terminar. Pero para la Iglesia esto significó algo muy fuerte y
todos los que fueron formados en esa mentalidad preconciliar -yo me ordené
sacerdote en medio del Concilio así que agarré justo el momento, pero Pooli se
ordenó sacerdote mucho antes del Concilio -todos estos sacerdotes tuvieron que
hacer un cambio mental impresionante, algunos no pudieron hacer ese cambio.
Algunos, yo diría, perecieron en el combate, quedaron viviendo una Iglesia
preconciliar después del Concilio y. ..se sintieron incómodos frente a toda la
renovación, frente e todo este cambio que el Concilio produjo.
No fue el caso de Pooli, gracias a Dios, que él tuvo la intuición, yo diría tiempo
antes del Concilio, que la Iglesia tenía que cambiar y él no solamente se adhirió a
estos cambios sino que, de alguna manera, fue un precursor de todos estos
cambios. Pooli pertenece a esta generación, yo diría de monstruos sagrados, de
estos sacerdotes que lo hacían todo. Fue un tiempo de la Iglesia donde la Iglesia se
fundamentaba, la Iglesia se armaba en base a grandes personalidades
sacerdotales.
Yo me acuerdo en mi niñez... en mi juventud... yo estaba en Buenos Aires pero
íbamos a escuchar a Mole do, o al padre Carboni. Eran esos monstruos que de
alguna manera fijaban improntas que marcaban el rumbo de la Iglesia. Hoy la Iglesia
no es así pero en aquel tiempo era así.
Y estos hombres son los que armaron la Iglesia del siglo XX; yo diría: fueron
los que completaron la obra evangelizadora e hicieron posible que hoy la Iglesia
esté estructurada de otro modo, que hoy haya principio de comunión mucho más
activo entre los laicos, entre los religiosos, entre los sacerdotes, que hoy se viva
mucho más el espíritu de la comunidad.
Pero todo esto es posible hoy porque existieron estos hombres que, como en
el caso de Pooli, intuyeron que la Iglesia tenía que cambiar, y con esa personalidad
tan fuerte que tenían estos sacerdotes del siglo pasado, en vez de oponerse a los
cambios se pusieron del lado de los cambios: favorecieron las reformas de la Iglesia
y sembraron una Iglesia que hoy nosotros tenemos la dicha de participar, de gozar,
de alegrarnos con esta Iglesia-comunión, con esta Iglesia que en esta comunión
fundamenta un espíritu misionero, una presencia entre los pobres, una Iglesia que
realmente nos convoca a todos y que nos alegra el hecho de estar participando en
ella.
Por eso una gratitud muy grande de parte de la Iglesia diocesana al padre
Pooli por todo lo que ha significado.
Yo les decía... estos grandes sacerdotes llenaban grandes espacios, y tan es
así que yo diría que los lugares geográficos tienen nombres de sacerdotes y es
imposible pensar Florida sin el nombre de Pooli. Todo lo que es Florida está como
iluminado por la presencia y por la palabra de Pooli.
En el caso concreto de Pooli su acción sacerdotal se fundamentó en la palabra
y en las obras. y de todo lo que ha hecho, y todos ustedes lo conocen y yo no voy a
detenerme a hablar de todo. Y de lo que significan las obras que sembró Pooli en
Florida, ......pero sí me quiero detener en dos aspectos que han trascendido en
Florida:
Uno es la dimensión del diálogo ecuménico y el diálogo con las religiones no
cristianas. Esto no es algo que se dio en todas las diócesis, solamente en Pooli
empezó esto y por Pooli trascendió a la diócesis. Y ésto es una gratitud muy grande
que tenemos los católicos, y yo creo que también los hermanos de otras religiones y
los cristianos en general, porque aquí en Florida empezó a trabajarse todo este
movimiento ecuménico y este diálogo con los hermanos de otros credos. Y esto, si
bien comenzó aquí, trascendió y la diócesis lo incorporó porque hubo una semilla
fuerte que se sembró acá.
Y la otra dimensión que no es solamente, diríamos algo que llevó adelante
Pooli, pero que Pooli impulsó con mucha fuerza es toda la acción de la Cáritas
diocesana.
Ustedes saben, los antiguos, los históricos de Florida saben que en aquellos
tiempos se empezó la Fraterna Ayuda Cristiana, y eso en un momento determinado,
la Iglesia lo transformó en Cáritas para unirse, para poner el nombre de una
organización internacional y ahí estaba Pooli sembrando ese amor por los pobres,
ese amor que en un momento, en muchos casos, eran solamente ideas, en algunos
casos era literatura, pero que aquí Pooli lo concretaba con pensamiento, con palabra
y con obra, con acciones concretas.
Que no era solamente el hablar de los pobres, sino el dar respuestas concretas
a los pobres...... y qué gracia de Dios que cumpliendo los ochenta años, fíjense este
gesto de él.
Este gesto habla de lo que pasa en el corazón de una persona. Cuando una
persona quiere celebrar sus ochenta años acordándose de los niños pobres es
porque esto está fuertemente metido en su corazón, sino hubiera elegido otro motivo
para celebrar los ochenta años, o lo hubiera basado en su propia persona.
Si él ha querido que ésto sea así es porque ésto es fuerte en él, ésto está
metido en su interioridad, y esto es lo que nos volcó a todos nosotros y uno de los
grandes aspectos que nos ayuda a edificar nuestra vida cristiana.
Yo me siento muy intérprete de lo que es la Iglesia diocesana y por eso al
concelebrar la misa con Pooli lo hago poniendo la gratitud de toda la iglesia de la
diócesis y me siento intérprete de todos ustedes en el abrazo que le voy a dar ahora
de acción de gracias.
Algunos conceptos extractados de las palabras de su amigo, el Rabino Mordejai.
..."Vos, Leopoldo, tenés la virtud de hacerme reír y llorar cuando te escucho. .."
..." prácticamente desde que te presentaste con el Pastor Amaral a invitar al
rabino Hirsh por primera vez, fuiste su gran amigo...... y durante su enfermedad lo
acompañaste cada semana hasta sus últimos días .......muchas veces, jugando al
ajedrez, jugabas por los dos.... él te preguntaba: ¿Muevo esta pieza?..
....evidentemente, como dijo Hirsh, fuiste el hermano que le mataron los nazis”.
..
Poema elegido por el Padre Pooli, para reflexionar sobre él.
Plegaria en la noche
Señor, que nunca me negaste nada,
nada te pido para mí; te pido
sólo por cada hermano dolorido,
por cada pobre de mi tierra amada.
Te pido por su pan y su jornada,
por su pena de pájaro vencido,
por su risa, su canto y su silbido,
hoy que la casa se quedó callada.
Te pido, con palabras de rodillas,
una migaja de tus maravillas,
un mendrugo de amor para sus manos,
una ilusión, solo una puerta abierta;
hoy que la mesa se quedó desierta
y lloran, en la noche, mis hermanos.
José María Castiñeira de Dios
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