CONCLUSIONES El estudio demostró que es necesario realizar la hemoglobina glicosilada para valorar la calidad del control, sobre todo porque en la comparación de medias de glicemia entre el grupo control y los cuatro grupos de estudio, tres de estos grupos de diabéticos no presentaron diferencia estadísticamente significativa con el control. Mientras que en la comparación de medias de hemoglobina glicosilada todos mostraron diferencia significativa. Basarse en la determinación de glucosa sérica en los pacientes diabéticos, cada vez que acuden a consulta con el fin de monitorear su control glicémico, no es confiable, como lo demuestran los datos del estudio. Este examen puede estar influido negativamente por una serie de factores que tienen que ver con la adherencia del paciente y la calidad de su control. La determinación de la hemoglobina glicosilada es, por lo tanto, mandatario e imprescindible. A pesar del beneficio de la hemoglobina glicosilada se desconoce el porcentaje de pacientes diabéticos que están siendo controlados con ésta, pero definitivamente en atención primaria, que es en donde se manejan la mayoría de ellos, no es utilizada, ya sea porque la prueba no es asequible al primer nivel de atención o porque los médicos no la utilizan pese a que exista. 54