El mensaje del ex presidente Raúl Alfonsín Queridos amigas

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El mensaje del ex presidente Raúl Alfonsín
Queridos amigas, queridos amigos:
Sin duda hay importantes motivos para celebrar estos 25 años de la democracia
Argentina.
Todo lo que nos ha dado en materia de libertad, de derechos, de lucha contra
la impunidad. Todo lo que ha significado el retorno a una sociedad que quería salirse
de su compartimiento estanco para volcarse, como corresponde, en una sociedad
abierta a la fraternidad que significa encontrarse juntos con el propósito de vivir esa
vida común, que es lógico que se viva en una democracia.
Es muy importante lo que se ha logrado, comprendiendo que la democracia no
es simplemente el ejercicio de la libertar, es también la búsqueda de la igualdad. Es
también la que mejor posibilita la distribución del ingreso.
No lo hemos logrado del todo, quién no lo sabe. Por eso nuestro inconformismo.
Pero mientras se apunte en esa dirección, mientras sepamos que es imprescindible
comprender que la democracia no es solo libertad sino que también es búsqueda de
la igualdad iremos conformando una sociedad más libre, una sociedad que, en
definitiva, de la respuesta que nosotros y nuestros hijos esperan, para una realidad
que es necesario, definitivamente, mejorar.
Es absolutamente necesario, les decía, comprender que en esta democracia que
buscamos no podemos tampoco quedarnos en la añoranza. No podemos refugiarnos
en un pasado que ya fue y que muchas veces nos llenó de frustraciones.
Por el contrario, es imprescindible que tengamos la inteligencia suficiente como
para entender que es necesario mirar con inteligencia, con el corazón y la mente en
el presente, pero con la imaginación puesta en el futuro para encontrar la forma de
solucionar problemas que distan mucho de ser resueltos en nuestro país.
Fíjense ustedes, sólo unos ejemplos nada más: qué otra forma tienen los
argentinos sin distinción de partidos políticos para resolver los problemas
generacionales de la pobreza, sino a través de la educación. Fíjense de qué manera
tenemos que trabajar también juntos y unidos para hallar la mejor forma de resolver
los problemas que hacen a lo social en nuestro país.
Es imprescindible, entonces, que nos demos cuenta de que debemos trabajar
juntos. Es necesario el diálogo. Diálogo que no es simplemente diálogo entre
gobierno y oposición, que es diálogo también dentro de la oposición, pero que se
caracteriza fundamentalmente por esa presencia del gobierno en el diálogo que no
puede, de ninguna manera, sentirse el realizador definitivo de la argentina del futuro
porque haya ganado una elección
Hay qué entender que tenemos que trabajar para mejorar la sociedad
argentina. Se trata no sólamente de un problema de los políticos ni del gobierno. Es
un problema de la sociedad, de la sociedad toda, que debe encontrar la forma de
receptar los reclamos de cada uno con el propósito de discutirlos, y ver la forma de
hallar consensos que superen disensos, que sin embargo necesita, desde luego, la
democracia. Porque si todo fuera consensos no podría existir.
Y dentro de esa democracia está la juventud, miles y miles de jóvenes que han
sido llevados anteriormente a verdaderas catástrofes frente a la imposibilidad de
cumplir con objetivos que creían esenciales y que a lo mejor eran esenciales. Pero
que de ninguna manera podían concretarse a través de la violencia.
Juventud que tendrá que ser empujada por todos los partidos políticos. Hay
temas como estos que les he nombrado que superan los lineamientos políticos. Van
más allá de cualquier tipo de división que halla en el orden o los criterios que puedan
tener sobre determinados puntos.
El mundo en el que vivimos nos obliga a ser inteligentes, a encontrar los
caminos correctos. América latina está comenzando a dar los pasos fundamentales de
una socialdemocracia que solamente podrá concretarse si abandonamos, de una vez
para todas, la idea de que es necesario construir esa democracia social sobre la base
de la destrucción de todo lo que existe, en el marco de ese neoanarquismo que se
basa en el sabotaje, en la destrucción, para realizar un cambio que se cree necesario
sobre la base de no tomar el poder.
Que cosas estamos escuchando, que cosas les decimos a nuestros jóvenes. Es
imposible que no surjan de los distintos partidos voces claras que definan cual es la
precisa realidad.
Yo recuerdo que en el acto del Obelisco juntamos un millón de personas. No
podrá hacérselo de nuevo porque, gracias a Dios, no tendremos más dictadura. Era el
deseo de salirnos de la dictadura lo que movilizó a tanta gente. Recuerdo que
sostuve en ese acto, que era im posible pretender afianzar la democracia cuando
quien no estaba en el poder quería destruir todo lo que se hacia desde el poder para
llegar al mismo, para suplantar al gobierno en su ejercicio. No puede ser más.
Tenemos que querernos más entre nosotros los argentinos. Tenemos que
comprender que es a través del esfuerzo común como lograremos encontrar la
manera de resolver esos problemas, a través de un esfuerzo esperanzado.
Por eso quiero que este mensaje, sea un menaje de esperanza. Un mensaje de
esperanza que le diga, sobre todo a los más jóvenes, que van a encontrar su lugar,
que van a conseguir los frutos de una lucha que quieren realizar y que a través de
todas las distintas generaciones en el país vamos a superar, a pesar de todo lo que
ocurre, a pesar de todas nuestras desgracias, a pesar de todos los peligros que se
ciernen sobre el mundo, vamos a encontrar de una vez por todas la forma de
concretar el país con que soñamos.
Muchas gracias,
Raúl Alfonsín
Luna Park
30 de octubre de 2008
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