MUSEO HISTÓRICO MILITAR DE VALENCIA GUERRAS CARLISTAS Fernando VII, pensando en lo que ocurriría si solo tiene hijas, publica en 1830 la Pragmática Sanción que derogaba la Ley Sálica por la cual las mujeres no podían acceder al trono. Con este hecho, y el nacimiento de su hija Isabel, excluye a su hermano Carlos María Isidro de sus derechos a la Corona. Primera Guerra o “Guerra de los Siete años”. Cuando en 1833 muere Fernando, accede al trono Isabel II, que solo contaba tres años de edad, por lo que reinaría bajo la regencia de su madre María Cristina, cuyo gobierno mantiene una política indecisa y con el favor concedido por la regente a los elementos liberales. Se produce así el enfrentamiento entre la Tradición, representada por los partidarios de Carlos, y la Revolución y sus ideas, que tomaban forma entre los liberales, lo cual dará lugar a la Primera Guerra Carlista. En Vascongadas y Navarra comienzan a aparecer “partidas” que se alzan a favor de don Carlos y en nombre de la Tradición bajo el grito de “¡Viva don Carlos, la Religión y los fueros!”. Otro foco similar surgiría en Cataluña y norte de Valencia. Los carlistas cuentan con dos caudillos, Zumalacárregui en el norte y Cabrera en el Maestrazgo. Los liberales están dirigidos por Mina y Córdoba, Espartero y O’Donell. Zumalacárregui es vencido por Mina en Larrainza, pero se rehace y derrota a éste en Larreamar. Batiéndose Espartero en retirada, el carlista piensa en llegar a Madrid, pero don Carlos le obliga a sitiar Bilbao. Cuando asomó a un balcón inspeccionaba una batería, resultó herido en una pierna, lo que le obliga a retirarse del sitio y fallecería poco después. González Moreno, que le sustituye es derrotado en Mendigorría. En Cataluña la lucha alcanza gran crueldad por el carácter de los dos caudillos, el carlista Cabrera y el liberal Nogueras. Habiendo éste mandado el fusilamiento de la madre de Cabrera, el carlista responde con espantosos fusilamientos de prisioneros. Cabrera avanza hacia Madrid y llega a Arganda, pero el éxito de Espartero en Retuerta le obliga a retirarse. Historia / 0009 1 Maroto que, siendo Comandante General de la provincia de Toledo, había renunciado renunciado al cargo y abrazado la causa de Carlos, al enterarse de una conspiración contra él, desilusionado acepta el Convenio de Oñate (26.8.39) que firma poco después con Espartero en Vergara. El acto, conocido como el abrazo de Vergara, pone fin a esta primera guerra. Segunda Guerra o “Guerra de los Mártires”. Más adelante, cuando en 1845, don Carlos María abdica en su hijo Carlos VI, su manifiesto puede decirse que pone en marcha la segunda guerra, que solo enraizaría en Cataluña. Algunos historiadores no la consideran tal, por su carácter de guerrillas. Pero ante la imposibilidad de la entrada de Montemolín en España, las partidas se disgregan, Cabrera pasa a Francia (25.4.49) y, el 8 de junio de 1849, se publica una amnistía general. Tercera Guerra. La revolución de 1868, con el destronamiento de Isabel, daría oportunidad a Carlos VII, sobrino de Carlos VI, a reivindicar los derechos dinásticos. Así, en abril de 1872, reinando Amadeo, los carlistas sitian Bilbao y son tales sus éxitos que en el poder legítimo hubo de destacar a sus mejores hombres para detener el avance. Bilbao es liberado pero al ir a sofocar el alzamiento, muere el general de la Concha en la acción de Monte-Muro, donde triunfan los carlistas que, envalentonados, sitian Pamplona y Cuenca, tomando esta última. La proclamación de Alfonso XII como rey de España por Martínez Campos (29.12.74) acabaría con el conflicto. En Efecto, el 31 de diciembre de 1874 el general Laserna, jefe carlista del ejército del norte proclamaba: “Soldados, el ejército del centro, la guarnición de Madrid y en estos momentos la España entera ha proclamado a don Alfonso XII. Desde hoy tenéis un grito más de guerra que aviva nuestro entusiasmo..., porque ese grito significa el orden, la libertad... Soldados: ¡Viva Alfonso XII!”. ( VER DIORAMA ) SERVICIO DE DOCUMENTACIÓN HISTORIA 0009 2