LA COLMENA (Camilo José Cela) No se trata de una novela de corte tradicional, no hay un argumento propiamente dicho, pues se disuelve en peripecias de los numerosos personajes. Estos constituyen, a la vez, tanto el ambiente como la esencia de la estructura de la obra. Cada uno de los seis capítulos que conforman la obra está integrado por una serie de secuencias de longitud variable que, en general se centran en un personaje (o varios relacionados); en otros casos, varias transcurren en un mismo momento. La suma de tales secuencias es como el conjunto de las “celdillas” de un “colmena”. El resultado es un ir y venir de personajes (estructura caleidoscópica), son vidas que transcurren paralelas o entrecruzadas. Esas vidas tejen un vivir colectivo, la vida de Madrid en 1943. La colmena abarca poco más de dos días invernales del citado año y se nos presenta como una estructura abierta, sin desenlace, siendo así la incertidumbre el elemento decisivo, tanto estructural como temáticamente. Los casi 300 personajes constituyen un único protagonista colectivo. De entre éstos destacan Martín Marcos, desvalido y mezquino; doña Rosa, la despreciable dueña del café; Filo, mujer sacrificada por las estrecheces económicas; don Roberto, el pobre pluriempleado; la familia de los Moisés con doña Visi, beata y ciega para lo que le rodea, su marido, don Roque, y sus hijas, especialmente Julita, que se reúne con su novio en la casa de citas; la señorita Elvira, buscona marchita, condenada a la soledad; Victorita, la muchacha que se vende para llevarle medicamentos y comida a su novio tuberculoso; o Petrita, criada de pobres. Además de las descripciones, el diálogo caracteriza a los personajes. Éstos se definen por lo que dicen y por cómo lo dicen. En sus palabras se revela su crueldad, su hipocresía, su desvalimiento, su ternura... El autor cuida especialmente el tono, la fraseología y el léxico que utilizan. No faltarán sus propias intervenciones (las del autor), reflexiones sobre el comportamiento o la índole de aquellos, así como de la vida en general. Finalmente, el sentido de la obra nos conduce al tema central: la incertidumbre de los destinos humanos. El hambre, el dinero, el sexo, el recuerdo de la guerra, confluyen en una idea: la alienación. Tlf: 91.768.07.37 www.abitaula.com C/Querol, 6 (Pinar de Chamartín) [email protected]