Meditación 18 de setiembre de 2016 - DOMINGO XXV DEL TIEMPO COMÚN L1 Am 8, 4-7; Sal 112 (113), 1-2. 4-6. 7-8 L2 1 Tim 2, 1-8 Ev Lc 16, 1-13 El significado de «astucia». Jesús elogia el ingenio del protagonista de la parábola de hoy que consigue resolver un problema existencial: utiliza su inteligência en una situação difícil. Nada más. En la vida de fe es preciso tener los pies sobre la tierra y responder inteligentemente en las viscicitudes cotidianas. Por eso elegimos estar con Dios. Es uma elección inteligente e honesta. 19/09 Lectura del santo evangelio según san Lucas (16,1-13): En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador, y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido." El administrador se puso a echar sus cálculos: "¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa." Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi amo?" Éste respondió: "Cien barriles de aceite." Él le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta." Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?" Él contestó: "Cien fanegas de trigo." Le dijo: "Aquí está tu recibo, escribe ochenta." Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz. Y yo os digo: Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.» Palabra del Señor 20/09 21/09 22/09 23/09 24/09 Lunes de la semana XXV - Verde (Semana I) L1 Prov 3, 27-34; Sal 14 (15), 2-3ab. 3cd-4ab. 5 Ev Lc 8, 16-18 SS. Andrés Kim Taegon, presbítero, Pablo Chang Hasang, e Compañeros, mártires – MO - Rojo L1 Prov 21, 1-6. 10-13; Sal 118 (119), 1 e 27. 30 e 34. 35 e 44 Ev Lc 8, 19-21 S. Mateo, Apóstol y Evangelista – FIESTA - Rojo L1 Ef 4, 1-7. 11-13; Sal 18 A, 2-3. 4-5 Ev Mt 9, 9-13 Bb. José Calasanz y Compañeros, mártires – MO – Rojo L1 Co 1, 2-11; Sal 89 (90), 3-4. 5-6. 12-13. 14 e 17 Ev Lc 9, 7-9 S. Pio de Pietrelcina, presbítero – MF - Verde ou bl. L1 Co 3, 1-11; Sal 143 (144), 1a e 2abc. 3-4 Ev Lc 9, 18-22 Santa Maria en Sábado – MF - Verde ou bl. L1 Co 11, 9 – 12, 8; Sal 89 (90), 3-4. 5-6. 12-13. 14 e 17 Ev Lc 9, 43b-45 Mes de la Biblia «El encuentro con la Persona de Cristo, Palabra de Dios presente en medio de nosotros, es un don y una tarea imprescindible para la Iglesia. En un mundo que considera con frecuencia a Dios como algo superfluo o extraño, confesamos con Pedro que sólo Él tiene «palabras de vida eterna» (Jn 6,68). No hay prioridad más grande que esta: abrir de nuevo al hombre de hoy el acceso a Dios, al Dios que habla y nos comunica su amor para que tengamos vida abundante (cf. Jn 10,10)». Papa Benedicto XVI - Exortación apostólica pos-sinodal Verbum Domini. LECTURA RECOMENDADA. 2113. La idolatría no se refiere sólo a los cultos falsos del paganismo. Es una tentación constante de la fe. Consiste en divinizar lo que no es Dios. Hay idolatría desde el momento en que el hombre honra y reverencia a una criatura en lugar de Dios. Trátese de dioses o de demonios (por ejemplo, el satanismo), de poder, de placer, de la raza, de los antepasados, del Estado, del dinero, etc. “No podéis servir a Dios y al dinero”, dice Jesús (Mt 6, 24). Numerosos mártires han muerto por no adorar a “la Bestia” (cf Ap 1314), negándose incluso a simular su culto. La idolatría rechaza el único Señorío de Dios; es, por tanto, incompatible con la comunión divina (cf Gál 5, 20; Ef 5, 5).