LOS PROCESOS METACOGNITIVOS COMO ESTRATEGIAS PARA LA MEJORA DE LA ENSEÑANZA Y DEL APRENDIZAJE DE PROCEDIMIENTOS Prof. Mónica Criado - FEEyE Es sabido que por mucho tiempo los caminos y teorías que intentaron explicar el aprendizaje lo hicieron desde una perspectiva reactiva y pasiva. Frente a las teorías sustentadas en la transmisión por parte del adulto y en la recepción por parte del niño como mecanismo propio del desarrollo y del aprendizaje humano, surgieron preguntas que echaron por tierra las ideas de que el conocimiento pueda estar en el exterior de sujeto humano esperando ser transmitido por los adultos. Son varios los modelos que los psicólogos evolutivos han ido elaborando hasta la fecha, para describir y explicar la construcción del conocimiento. Como se viene desarrollando en el marco de la investigación que nos ocupa, unos modelos describen este proceso de construcción en términos de etapas que constituyen estructuras y formas de organización del pensamiento que constriñen el tipo de conocimiento que pueden construir las personas en cada momento del desarrollo. Otros modelos enfatizan el escenario o contexto sociocultural en el que se produce la construcción del conocimiento. En este escenario compartido con los otros, las personas realizan un conjunto de actividades culturales a través de las cuales se normativiza y se regulariza la transmisión de dicho conocimiento. Otros psicólogos evolutivos prefieren estudiar directamente los productos del conocimiento lego, analizándolo según los diferentes dominios a los que pertenecen y descubriendo los parámetros más importantes que explican el avance en cada uno de ellos. Por último, más recientemente, se ha ido perfilando un nuevo modelo: el de las teorías implícitas, basado en el estudio comparativo de las construcciones legas en relación con las científicas, su origen cultural, su estructura y funcionalidad en el sistema cognitivo, así como su proceso de cambio”.( María José Rodrigo) En este largo camino que el hombre recorre a fin de encontrarse y comprenderse a sí mismo en el marco de sus funciones superiores, a través de las cuales construye su propia humanidad, es posible afirmar que no existen preguntas acabadas ni respuestas cerradas en el campo de las ciencias humanas que terminen de explicar hasta la actualidad, las dos grandes cuestiones vinculadas a cómo suceden el desarrollo y el aprendizaje en el sujeto humano. La investigación sobre “los contenidos procedimentales y los procesos cognitivos involucrados en su aprendizaje” ha permitido profundizar los últimos aportes, conocimientos y marcos teóricos de la psicología respecto de la construcción del conocimiento y de la organización del pensamiento. Desde esos enfoques y desde una perspectiva pedagógica volcada a mirar la 1 enseñanza y el aprendizaje de contenidos procedimentales en ámbitos educativos institucionalizados, surgen varias preguntas frente a los fracasos. Una respuesta posible a los vacíos de nuestra educación frente al sujeto que se desarrolla y aprende descansa en el desafío de la metacognición Los conceptos de aprendizaje, conocimiento y pensamiento autorregulados llevan directamente a la problemática de la metacognición. Los aportes teóricos sobre estos procesos de auto apropiación, de auto comprensión del propio aprendizaje y de la construcción del propio pensamiento constituyen herramientas cuya aplicación, modifica necesariamente las prácticas educativas y de aprendizaje vinculadas a la dimensión procedimental de los contenidos, y es desde esa perspectiva se los incluyen en este escrito Acerca del concepto de metacognición, quienes están abocados a profundizar sobre estos procesos, acuerdan que se trata de un concepto complejo que se ha ido perfilando a partir de los aportes de diversas tradiciones teóricas y epistemológicas. Si apeláramos a una aproximación histórica, los autores Juan Mayor, Aurora Suengas y Javier González Marqués en su obra Estrategias Metacognitivas citan al respecto que “la metacognición como tópico de investigación en psicología inicia su andadura a comienzo de la década de los setenta, siendo Flavell (1971) uno de los que empezó a utilizar este término consistentemente aplicándolo inicialmente a la meta memoria; pronto se relacionó con dominios específicos, como la lectura, la comprensión, la interacción social (Markman,1977, Baker y Brow, 1981; Miller, 1982) y, a mediados de los 80, se replantea con fuerza la aplicación del término metacognición en general y la necesidad de definirlo teórica y operacionalmente” (Juan Mayor y Otros, 1993 ) Una posible y primera delimitación sería definirla como: la cognición sobre la cognición, el conocimiento sobre el conocimiento Es decir, la metacognición es un tipo particular de actividad cognitiva o de actividad humana, que nos lleva a una comprensión y a una auto apropiación de los procesos de organización del pensamiento y de construcción del aprendizaje ¿Qué papel juega este tipo particular de actividad cognitiva en la vida profesional del docente? El incesante flujo de información, fruto de constantes investigaciones que van conformando nuevos modelos interpretativos y descriptivos sobre el desarrollo y el aprendizaje humano, sobre el rol y las funciones del docente, se ven desafiados a cambios de distintas magnitudes. En nuestro medio ese hecho se ha traducido en resultados no muy favorables. Los mismos aparecen como contradicciones, que junto con otras causas, favorecen el fracaso escolar y en numerosos casos, el abandono escolar de los estudiantes. 2 Conceptos fundamentales de las nuevas teorías se reflejan en las planificaciones y proyectos elaborados por los profesores, pero en un grado significativo están ausentes en las prácticas educativas y en las estrategias de enseñanza. Uno de los elementos en el que más se advierten esas contradicciones es en el abordaje de las tres dimensiones de los contenidos (conceptual, procedimental y actitudinal). Generalmente, en las planificaciones aparecen consignadas las tres dimensiones de los contenidos seleccionados pero en el desarrollo de las estrategias didácticas se priorizan actividades vinculadas a la enseñanza de los contenidos conceptuales en primer lugar, de los contenidos actitudinales en segundo lugar, y en menor grado de los contenidos procedimentales. Consecuentemente, los estudiantes tienen dificultades importantes a la hora comprender la organización y la aplicación de su propio pensamiento en las instancias de aprendizajes. Investigaciones realizadas durante los años 2005 y 2006 sobre un número significativo de escuelas de Nivel Polimodal de Mendoza en las cuales se contrastaron planificaciones de los docentes, carpetas de los alumnos y evaluaciones globales, dan cuenta de las afirmaciones precedentes. Las mismas arrojaron como conclusiones que en todas las áreas del conocimiento aparecen escasas estrategias de enseñanza de contenidos procedimentales y predominan aquellas cuyas consignas apelan a la repetición, más que a la puesta en juego de procedimientos propios del pensamiento reflexivo. Ante la escasa enseñanza de contenidos procedimentales en este nivel educativo caben otras preguntas: ¿ reconocen los docentes en sí mismos sus propios procesos de organización del pensamiento y de construcción de aprendizaje? ¿Pueden identificarlos en sus alumnos y enseñar procedimientos? Nadie enseña como no aprendió, dice Daniel Prieto Castillo siguiendo a Monereo. Ante esta realidad es menester reaprender y reaprenderse y el desarrollo de la meta cognición es un camino posible para aprender a aprender y para aprender a pensar. Una de las primeras y más influyentes teorías acerca de la metacognición es la propuesta por Flavell (1981, 1987,1988). De acuerdo con este autor el desarrollo de la metacognición consiste por un lado, en adquirir conocimientos acerca de las variables de las personas, las tareas y las estrategias que impactan el funcionamiento cognitivo o psicológico y, por otro lado, en la comprensión de las experiencias cognitivas. El conocimiento acerca de las variables de la persona consiste en la información que vamos reuniendo sobre los sujetos humanos como organismos cognitivos e incluye conocimientos sobre el propio funcionamiento en determinadas tareas cognitivas (conocimientos intra individuales). El conocimiento acerca de las variables de las tarea incluye saber cómo la naturaleza de la información cómo la naturaleza de la información que manejamos afecta y ajusta la manera de representárnosla y de operar con la misma .Por ejemplo, sabemos que tendremos que realizar un 3 esfuerzo mayor a la hora de procesar un información nueva, presentada densamente que el trabajo que implica el procesamiento de información familiar). El conocimiento de las variables de estrategia implica el aprendizaje de habilidades o de procedimientos para alcanzar nuestros objetivos. Aquí es menester diferenciar entre las estrategias cognitivas —diseñadas para alcanzar un objetivo, por ejemplo: repetir las palabras de una lista con el fin de memorizarlas— de las estrategias metacognitivas que permiten elegir la estrategia cognitiva idónea y controlar si se está alcanzando un objetivo por ejemplo, evaluar si es mejor repetir que clasificar para memorizar la lista en el menor tiempo posible. Continuando este esquema, el desarrollo metacognitivo implica la compresión de las experiencias metacognitivas: experiencias cognitivas y afectivas conscientes acerca de asuntos cognitivos. Por ejemplo, saber interpretar situaciones tales como la ansiedad que se experimenta cuando no entendemos instrucciones o la satisfacción, sensación que aparece cuando descubrimos la solución de un problema. (Juan Mayor y Otros,1993) Tomado este modelo como ejemplo para el desarrollo de la metacognición se procura destacar no sólo la posibilidad de hacer conscientes nuestras herramientas cognitivas sino que existen diversos modelos y estrategias metacognitivas para aplicar y para que cada quien, docentes y alumnos puedan conocer sobre la propia cognición y sobre el propio pensamiento. Otro concepto significativo es el de la autorregulación. Su desarrollo tiene un papel muy importante en los procesos de metagognición pues como dicen Mayor, Suengaz y Marqués, los procesos de autorregulación son responsables del control de las situaciones y del continuo ajuste del pensamiento y la conducta a las demandas internas de las personas y las externas, planteadas por la situación. Quienes no han sido educados en esos procesos metacognitivos y de autorregulación tienen dificultades para educar a otros en el reconocimiento de los propios procedimientos y en la enseñanza de éstos, es decir, para abordar la enseñanza de los contenidos procedimentales. Por esas razones se destaca la metagognición como un camino y una respuesta a la hora de optimizar el tratamiento de los contenidos procedimentales en el aula, ya que como praxis de autorreflexión, de auto apropiación y de autorregulación implica un entrenamiento para traer al plano consciente herramientas y operaciones muchas de las cuales, el individuo tiene y aplica cotidianamente en su relación con el conocimiento y con el aprendizaje de forma inconsciente. ¿Por qué se destaca el papel del docente en la enseñanza de procedimientos? Son varios los autores que han puesto de manifiesto la importancia del papel de todas las personas que rodean a los niños en su desarrollo metacognitivo, entre ellos se pueden citar a Vigotsky (1978) Schwebel (1983), Day, Cordon y Kervin (1989). En el ámbito escolar los estudiantes adquieren muchas habilidades y el conocimiento sobre ellas a partir de la observación de otras personas. Los modelos escolares —compañeros y profesores— son importantes fuentes de información. 4 Los profesores constituyen una pieza clave para el desarrollo metacognitivo. Feuerstein, Hoffman, Jesen y Rand (1985) atribuyen la falta de atributos metacognitivos en el funcionamiento infantil (que se hace extensivo a los púberes y adolescentes) a la falta de mediadores humanos que los ejemplifiquen. Para esos autores los profesores son mediadores del aprendizaje metacognitivo tanto por ser modelos eficaces en el empleo de estrategias , como por el tipo de problemas y materiales que presentan a sus alumnos. Así, postulan que muchos estudiantes con problemas escolares, caracterizados por sus escasas estrategias para recoger y analizar información sólo se benefician, por ejemplo, de programas de análisis de contenidos cuando estos son impartidos por una persona que realmente posea, y por tanto manifieste, un repertorio metacognitivo desarrollado.(Juan Mayor, 1993). 5