Por un Congreso admirable - Corporación Viva la Ciudadanía

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Este artículo es una publicación de la Corporación Viva la Ciudadanía
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Por un Congreso admirable
Álvaro González Uribe
Abogado
y
columnista
Santa
[email protected] @alvarogonzalezu
Marta
/
En mayor o menor medida, absolutamente todo afecta a la política en su más
amplia expresión y por tanto también en su máximo mecanismo: las elecciones.
Por eso es absurdo pretender que dada su trascendencia las negociaciones de
La Habana no sean protagonistas del próximo certamen electoral, para mal o
para bien.
Esto, mucho más si se tiene en cuenta que el Acuerdo revelado hace una
semana habla expresamente de participación política, oposición y mecanismos
y órganos electorales. Al fin y al cabo, un viejo anhelo de los colombianos -con
algunas excepciones- ha sido una mayor apertura política y una real
transparencia en campañas y elecciones.
Por otro lado, los avances del proceso de paz no dejan duda hoy de que
Colombia requiere de un próximo Congreso fuerte, conformado por líderes de
gran peso; en una palabra: de un Congreso admirable como nunca antes se ha
necesitado. En ese Congreso se desarrollarán gran parte de los acuerdos de
La Habana, tanto en su formalización como en contenidos sociales. Pero en
especial, tendrá que ser un Congreso que le dé expresión al descontento
popular de los últimos años conectándose con los sectores políticamente
expósitos.
Con contadas excepciones, en Colombia los altos dirigentes políticos tienen al
Congreso como una escala más hacia la Presidencia o como un premio de
consolación, pero no como un órgano poderoso mediante el cual pueden
cambiar el rumbo del país. La Constitución da al Congreso funciones
trascendentales, si se quiere incluso más que las de un presidente en muchos
aspectos, en especial por su naturaleza colegiada y su cordón umbilical con las
regiones y los sectores sociales. Claro que es susceptible a la mermelada del
gobierno, pero este también necesita y consume la mermelada del Congreso,
mermelada que no siempre es mala y cuyo intercambio en el buen sentido
puede significar un sano equilibrio.
En Colombia casi todos los políticos quieren ser presidentes y muchos
consideran un fracaso de vida no serlo. De hecho, los ciudadanos muchas
veces lo piensan así. ¿Cuántas veces no hemos oído lamentos porque fulano
no pudo ser presidente o el elogio nostálgico de que perano fue un
“presidenciable”?
Difícil acabar con ese anhelo o creencia, pero si en algún momento histórico
Colombia ha requerido que tal pretensión se aplace al menos cuatro años, es
ahora, precisamente por el Congreso que requiere el postconflicto y los
convulsionados movimientos sociales de los últimos meses.
Por eso la sensatez de la carta “Último llamado” que la politóloga Claudia
López envío a Navarro, Peñalosa, Mockus y Sudarsky en el sentido de que
dadas las condiciones actuales cuando se requiere ese Congreso admirable,
aplacen sus merecidas aspiraciones presidenciales y encabecen una lista al
Senado, no solo para que el presidente Santos sea reelecto porque es la
persona más indicada para culminar un proceso de paz que él comenzó y cuyo
resultado debe ser el máximo anhelo nacional, sino porque el Senado necesita
personas como ellos. Su calidad de estadistas la deben demostrar ahora,
poniendo a Colombia por encima de sus sanas aspiraciones. Es que, repito,
también el Congreso necesita estadistas presidenciables.
Ello sería además un estímulo para otros dirigentes de peso que con esa
selecta conformación verían al Congreso como un escenario clave, lo cual les
daría además gran postín, estratégico para cualquier político. Sea por la razón
que sea, esa decisión ya la tomaron el expresidente Uribe y Horacio Serpa.
Al momento de escribir esta columna Sudarsky y Mockus han respondido la
carta de Claudia López dejando abiertas las posibilidades, Navarro dice no (por
ahora, digo yo…) y no conozco respuesta de Peñalosa. Señores: muestren de
nuevo esa grandeza que tienen, el país los premiará con creces para otros
menesteres en un futuro, pues futuro es lo que hay si líderes como ustedes
toman hoy las decisiones más adecuadas para Colombia.
Edición N° 00377 – Semana del 15 al 21 de Noviembre de 2013
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