Acometidas y contadores

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1. Generalidades
1.1. Necesidad de medición
El agua es un bien escaso. En el panorama internacional existen fuertes
desigualdades de recursos hídricos tanto en su conjunto territorial como en su
distribución por habitante. También hay grandes diferencias de accesibilidad, de
estructuras, sensibilidades y utilizaciones.
Las necesidades crecientes de agua ligadas al desarrollo y al progreso industrial
conducen inevitablemente a una explotación integral entre los recursos y las
demandas. Es sobre cualquier bien escaso donde aparece la necesidad de
control. Si se desea que su uso sea el estrictamente necesario y se evite así el
despilfarro incontrolado, es necesario utilizar los medios técnicos existentes para
el control y la medición de la demanda y, consecuentemente, en la participación
equitativa y equilibrada de los costos de explotación entre todos aquellos
consumidores que intervengan en el consumo.
Los argumentos en favor de la medición están basados principalmente sobre dos
consideraciones.
- Una que se apoya en la afirmación, contrastada con la realidad experimental,
observada en numerosas ciudades del mundo, según la cual la presencia de
medidores disminuye la consumición de agua.
- Otra que constata que la medición permite una mejor equidad en el reparto de
las cargas económicas entre los usuarios por afección a cada uno de su propia
consumición.
1.1.1 Reparto equitativo de participación entre los usuarios.
El reparto de cargas de participación, “La factura del agua”, de no existir
medidores de medición, suele hacerse en función de algún parámetro o una
combinación de ellos, tales como m² de superficie construida, nº de habitantes, nº
de empleados, tipo de uso, nº de camas, tipo de comercio o de industria etc., ello
conduce inevitablemente a un reparto de las cargas económicas, no equitativo,
respecto al volumen real consumido por cada usuario.
Cualquiera de estos tipos de repartición de prorrateo tiene, no obstante, un
inconveniente mayor: hacer soportar a cada usuario las cargas debidas al
despilfarro de otros usuarios negligentes; éstos piensan que su descuido será
repartido entre todos los demás usuarios. A veces, todos hacen el mismo
razonamiento y el despilfarro se convierte en general. Es opinión generalizada
entre los usuarios que, si la factura tiene en cuenta la medición, y cuanto más
individualizada sea ésta mejor, el reparto de las cargas económicas son más
justas y equitativas.
1
Con mediciones individualizadas se consigue un tipo de facturación que genera
menos recriminaciones de repartición, al estar asegurada la base de equidad.
Desde el punto de vista de la colectividad, la medición es siempre beneficiosa.
1.1.2 Economía en el consumo de agua, por el uso de medidores.
Los diversos ensayos realizados en distintas ciudades y el uso generalizado de
medidores divisionarios (un medidor por apartamento), entre otras cuestiones, han
mostrado una disminución del consumo, cuyo orden de magnitud se sitúa
alrededor del 40%, dependiendo, entre otros, de factores tales como, el precio del
agua, el tipo de tarifación, la climatología, los usos y costumbres, etc.
Asimismo, se han observado disminuciones cercanas al 40% en establecimientos
no domiciliarios, tales como, hoteles, comercios, edificios de oficinas y otros, al
instalar un medidor y pasar a facturar en función del consumo real en lugar de una
cantidad fija mensual o trimestral.
En algunas ciudades es obligatorio, por ley, en edificios de nueva construcción, el
medidor divisionario por usuario; en otras, existen recomendaciones en este
sentido y, en otras, no existe disposición alguna sobre el particular.
Puede afirmarse, pues, que la presencia de medidores disminuye la consumición
de agua fría. Esta disminución es particularmente importante.
El agua y su entrega al usuario final implican unos costes de infraestructura y de
explotación en función de su cantidad, tanto en lo referente al agua potable, como
al de la ya usada, recogida por las redes de alcantarillado.
Todo despilfarro de agua necesita de un sobredimensionado, estaciones de
captación, tratamiento, bombeo, redes de distribución, redes de alcantarillado y
plantas depuradoras de aguas usadas y, consecuentemente, de inmovilizados
superiores a los necesarios.
En otro orden de cosas, el medidor individualizado permite un control mucho más
eficaz de aquellos abonados que no pagan sus facturas, pudiéndoseles efectuar el
corte del suministro individualizado y, con ello, facilitar la regularidad del cobro de
la factura del agua que, al fin y al cabo, es la que permite la autosuficiencia
económica de toda explotación y su permanencia a lo largo del tiempo. Debe
hacerse notar que los medidores deben ser colocados en lugares de fácil acceso,
de forma que se facilite su lectura y mantenimiento.
2
1.1.3 Distintos tipos de medidores.
- Medidores de velocidad.
Estos registran la cantidad de agua que circula a través de ellos, en función de
la velocidad de rotación adquirida por una turbina o bien una hélice, según sea
el caso, y éstas transmiten su movimiento al mecanismo registrador.
El chorro del agua puede incidir, en el caso de la turbina, en forma de chorro
único, o bien en forma de chorros múltiples.
- Medidores de volumen.
Éstos registran directamente el volumen de agua que los atraviesa, llenando y
vaciando sucesivamente uno o más volúmenes fijos y produciendo en cada
operación de llenado y vaciado el desplazamiento de un órgano móvil que
imprime movimiento al mecanismo registrador.
Debe indicarse la existencia de medidores combinados, los cuales están formados
por dos medidores, uno principal (el de mayor tamaño) y otro secundario (de
menor tamaño). Una válvula de conmutación impide que el agua pase por el
medidor principal cuando el caudal es pequeño.
En la actualidad existe en el mercado el denominado medidor electrónico, en el
cual básicamente se ha reemplazado la parte de elementos mecánicos de
transmisión por un chip electrónico que, no sólo permite disminuir las inercias y
rozamientos, sino que incorpora funciones tales como memorización del caudal
máximo, del mínimo, etc., así como facilita la lectura a distancia.
3
En la fig.1 puede observarse una síntesis de los principales sistemas de
medidores y una indicación general de su campo de aplicación.
1.1.4 Curvas típicas de precisión de los medidores.
Para un mismo tamaño de medidor, la precisión de medición obtenida a caudales
pequeños (sensibilidad del medidor) varía en general de más a menos precisión,
según sea respectivamente el sistema, de volumen, combinados, a turbina chorro
múltiple, a turbina chorro único y a hélice.
En la figura 2, se representa una curva tipo en la que se relacionan los caudales
que circulan por un medidor con los errores en que los mismos son medidos y con
las pérdidas de presión que se producen en el medidor por la circulación de los
citados caudales. La citada figura es lo suficientemente explícita con sus
respectivas anotaciones y nos indica claramente lo que significan las expresiones:
“Límite de arranque”, por debajo del cual el error es del -100%, porque, aunque
circule una cierta cantidad de agua, el medidor tiene suficiente inercia y
rozamientos para no empezar todavía a girar y “Límites inferior y superior de
exactitud”, que son caudales superiores al anterior, en los que por defecto el
primero y exceso el segundo, el error queda entre ± 5%. Con caudales que
excedan del límite superior de exactitud, el medidor alcanza una precisión
considerable y constante, manteniéndose el error en el margen de ± 2%. Se trata,
desde luego, de la curva teórica recogida por las Normas de varios países y es
aplicable de forma general.
Fig. 2
4
Respecto de estas curvas teóricas y las experimentales, que mediante ensayos se
pueden obtener de los medidores para compararlas con aquéllas, hay que señalar
que dan para cada uno de los caudales que circulan en un momento dado, el error
con que es medido y la pérdida de presión que se produce en el medidor. Si el
caudal fuera constante o cupiera suponer que siempre está por encima del límite
superior de exactitud, sería fácil conocer el error con que se mide el volumen total
que ha circulado. La precisión sería entonces muy elevada, especialmente si nos
referimos a la suma de caudales medidos por un grupo de medidores, como
pueden ser todos los de una ciudad o una parte de ella. Lo cierto es que este
supuesto no se da en la realidad y que, por el contrario, el volumen total de agua
registrada en un período de tiempo, está formado en la realidad por una sucesión
de caudales ampliamente variables desde el caudal nulo, éstos se dan sobre
distintos puntos en la curva, presentando en consecuencia, errores muy diversos
de medición. El error de medición total es, por tanto, una combinación
desconocida de los errores con que son medidos los diversos caudales
instantáneos que sucesivamente circulan por el medidor.
En la fig. 3 puede apreciarse que de dos medidores de distintos sistemas (medidor
a turbina y medidor a hélice axial) y de un mismo tamaño, el de hélice axial
dispone de un mayor caudal máximo y de una pérdida de presión menor, aunque
también menor precisión de medición a pequeños caudales respecto al de turbina.
Fig. 3
5
1.1.5 Función de los medidores en la valoración sistemática de las pérdidas de
explotación.
En todo sistema de abastecimiento existe una parte fundamental del mismo que
son sus Redes de Distribución. Siempre que se desee apreciar la calidad de la
estanqueidad del conjunto de una red de distribución, es necesario el
establecimiento de una ratio que se suele llamar, “Rendimiento de la red”, que
permite establecer una valoración de su estanqueidad, así como de su evolución
temporal.
Para obtener ese “Rendimiento de la Red” deben obtenerse en paralelo los
volúmenes utilizados por el total de los consumidores y los introducidos en la Red.
Se puede definir simplemente como Rendimiento de la Red, la relación entre el
“volumen de agua efectivamente entregado a los consumidores”, respecto del
“volumen aportado a la red”, y expresarlo bien sea en %, en m3 perdidos por año y
por km de red, en litros día y abonado, etc. Fuere como fuese los medidores de los
usuarios deben cumplir la función de contabilizar el “volumen de agua
efectivamente entregada a los consumidores”
Rendimiento de la red en %
V entregado a la Red - V consumidores
1100
V entregado a la Red
Rendimiento de la red en m3/año y km de red
V entregado a la Red - V consumidores
nº km de la Red
Rendimiento de la red litros/ día y abonado
V entregado a la Red - V consumidores
nº abonados
Las ratios de rendimiento hidráulico a poder establecer en todo el conjunto de una
explotación son variados y distintos, como por ejemplo, el relativo a las plantas de
captación y depuración, el de las tuberías principales de transporte, aquellos que
incluyen las propias necesidades de explotación y los que no etc. No obstante,
aquí sólo se pretende fundamentalmente resaltar la importancia de los medidores,
de los usuarios, para la cuantificación del agua entregada a estos y su posterior
utilidad en el cálculo del Rendimiento de la Red.
6
1.2.Distintos tipos de suministros.
Se entiende como suministro el hecho de aportar agua a un edificio determinado,
deben considerarse sólo dos posibilidades, suministro individual con medidor
único para todo el inmueble y suministro divisionario con varios medidores,
destinados a los posibles y distintos usuarios de un mismo edificio. Pero, en
ocasiones es interesante considerar también la posibilidad de que el suministro
esté falto de presión o que la poca regularidad en el suministro y las necesidades
concretas de una instalación determinada, sean argumentos lo suficientemente
importantes como para estudiar la acometida única con suministro a depósito a
presión atmosférica.
Es de interés definir previamente como acometida, la instalación comprendida
entre la tubería de la red de distribución y la instalación interior del edificio, es
decir, por lo general es el nexo de unión entre la instalación de la entidad
suministradora y la del usuario dentro de su edificio, por lo que su diseño y utilidad
estará íntimamente ligada a las necesidades propias del inmueble, su destino y
configuración.
1.2.1 Acometida con medidor único (suministro a depósito a presión atmosférica).
Dado que se ha definido la acometida como el nexo de unión entre la entidad
suministradora y la instalación interior del edificio, por lo común será la primera
quien, una vez preparada la instalación del inmueble, procederá al empalme
definitivo y a la instalación completa de la acometida. El tamaño de la misma
definirá en gran medida sus características estructurales.
Determinadas las necesidades que posteriormente estudiaremos, el diámetro de la
acometida especialmente condicionará de forma obvia su construcción, incluso la
capacidad de la red que le aportará suministro.
Los criterios constructivos son múltiples y existen gran variedad de opiniones en
este sentido, que ya analizaremos, pero lo que parece importante
conceptualmente, son los elementos que componen la acometida.
Será interesante, en primer lugar, considerar la forma de conexión a la red general
de distribución. Así, dependerá del diámetro de la acometida, su ingenio de
conexión, dadas en cada caso sus posibilidades hidráulicas.
En acometidas inferiores a 40 mm de diámetro, se instalará sobre la tubería de la
red de distribución pública mediante un taladro directamente proporcional a las
necesidades de suministro, acoplando un sistema de toma que al mismo tiempo
de asegurar la estanqueidad, permita la continuidad de la acometida. (ver fig. 4)
7
Fig.4
En la acometida superior a 40 mm de diámetro, será necesario intercalar una “T”.
(En algunas explotaciones como es el caso de Buenos Aires, existen acometidas
de 50 mm mediante toma directa “collarín”) para efectuar una derivación, con lo
que aseguraremos, como en el caso anterior, la continuidad de la acometida. Es
conveniente que la toma en sí y, a continuación, toda la acometida se instalen
normal a la tubería de distribución y a la fachada del inmueble en el lugar preciso
donde se haya previsto en el proyecto.
Al instalar una acometida parte de ella quedará en el exterior de la fachada en la
vía pública y parte en el interior del inmueble. Deberíamos tener en cuenta en el
paso de la fachada su condición de elemento rígido y estructural, condiciones que
como se verá tendrán que analizarse en el proyecto.
Es deseable colocar una válvula o llave en la acera de la vía pública, llamada de
registro o llave maestra. Así el acceso de la entidad suministradora en el caso de
avería será fácil e inmediato.
Antes de penetrar en el edificio, es oportuno la preparación de los elementos que
han de alojar a las instalaciones y, concretamente en este caso, a la acometida de
agua. Debe estar el edificio provisto de todo tipo de elementos para ubicar este
modelo de instalación, siendo necesario un conocimiento amplio de los mismos o,
lo que es más importante, totalmente normalizados.
En primer lugar se introducirá en el edificio por el pasamuros, espacio destinado al
tubo de la acometida; posteriormente, el medidor (en ciertas ocasiones éste se
instala en la acera de la vía pública), y otra válvula o llave (llamada de paso)
quedarán dentro de una arqueta o armario registrable destinado a este efecto.
8
La instalación de la válvula o llave de paso nos diferenciará las instalaciones
propias de la entidad suministradora y las que pertenecerán a la propiedad del
inmueble, (en algunas explotaciones como es el caso de Buenos Aires, es la llave
maestra la que formaliza la diferenciación). Sobre la llave de paso se entregará
una pletina que conectará un tubo que llamaremos de alimentación. Éste, en el
caso que nos ocupa, verterá sobre un depósito cuya capacidad, estará
directamente relacionada con las dimensiones del edificio; destino del mismo,
necesidades de almacenaje etc. Al verter el agua dentro del depósito ésta quedará
a presión atmosférica, no aprovechando para nada la poca o mucha presión que
pueda tener la red de distribución. Como se evidencia, el sistema se adapta
fácilmente a redes con débil presión, de no ser así, provocará un dispendio
energético difícil de justificar. (ver fig. 5)
Fig.5
Una vez acumulada el agua en el depósito, dispondremos de una instalación
interior que será alimentada a través del equipo de bombeo adecuado, para cada
ocasión, así como los automatismos necesarios de puesta en marcha y paro.
Citábamos anteriormente que la acumulación dentro de los edificios permite en
ocasiones aliviar la escasez de suministro en horas puntas y en redes de
distribución con frecuentes averías. Esta problemática creemos prudente
diferenciarla de la expuesta anteriormente. Si la aportación tiene presión suficiente
9
como para llegar a la altura máxima del edificio, las instalaciones más usuales se
basan en colocar depósitos acumuladores en el punto más alto; lo que permite,
por medio de uno o varios bajantes, suministrar a las plantas y mantener las
eventualidades que hemos comentado. Como mínimo se aportará la presión de la
altura sin instalar ningún tipo de elevación y, por ello, un buen ahorro energético.
(ver fig. 6)
Fig.6
1.2.2 Acometida con medidor único, suministro directo con presión.
La estructura de la acometida ya ha sido comentada en el apartado anterior. No
tenemos en este caso ninguna diferencia. Todos los elementos son y están
dispuestos de la misma forma, cumpliendo su misma función. (ver fig. 4)
La instalación posterior dependerá del tipo de edificio donde se integre, por lo que
variará sustancialmente la instalación interior. Desde el punto de vista de la
entidad suministradora, su tratamiento será totalmente igual tanto si es para una
vivienda individual, para una industria, hospital, etc., como para un edificio con
distintas plantas y habitáculos; sólo variará el dimensionado que, posteriormente
analizaremos de manera amplia. Generalmente la entidad suministradora sólo
intervendrá en el mantenimiento de aquellos elementos de la acometida en sí, es
decir, llaves, válvulas y medidor, y será el titular del contrato de abono quien
asuma los eventos de su instalación interior.
10
En la mayoría de edificios, después de la llave de paso se conectará de forma
adecuada el tubo de alimentación, situado a continuación de la acometida,
llegando en cada caso al lugar previsto según el diseño de la instalación interior.
El proyecto dependerá del mismo funcionamiento del edificio y de la finalidad de
su construcción.
Ya en el tubo de alimentación, dentro de la instalación interior del edificio, se
colocará por motivos sanitarios una válvula de retención, en ocasiones
incorporada directamente en la llave maestra o la de paso, la cual evitará el
retorno del agua que ocupa dicha instalación, en el caso de que se vaciara por
avería la acometida o incluso la tubería de la red de distribución en la vía pública.
(ver fig. 7)
Fig.7
Lo fundamental en este tipo de acometidas es disponer de una presión suficiente
en la vía pública para el suministro total o parcial del inmueble. En los casos
donde por su altura la presión sea insuficiente para su suministro total, será
necesario instalar un equipo adecuado de sobreelevación, con el fin de que el
resto del edificio reciba el caudal conveniente en perfectas condiciones. (ver fig. 8)
11
Fig.8
En esta figura se aprecia en un mismo edificio los dos tipos de instalación: un
montante general con presión de suministro en la vía pública, que es útil para
cinco plantas, y un montante de sobreelevación a partir de la sexta para seis
plantas.
Como complemento a este tipo de instalación, sería necesario cuidar elementos
tales como la colocación de llaves de paso en todas las salidas del montante.
En los edificios que sea necesario controlar el agua consumida por planta, se
instalará un medidor en cada una después de la llave y protegido por una llave
posterior para facilitar su cambio.
1.2.3 Acometida con varios medidores, suministro directo con presión y/o
sobreelevación.
Este tipo de acometida tendrá diferencias en su composición respecto a las
analizadas anteriormente. La fundamental es la sustitución de un medidor general
por lo que denominaremos batería de medidores. Es un sistema que será muy útil
en aquellos edificios cuyas plantas estén ocupadas por distintos locales sin
ninguna relación; edificios comerciales, oficinas, viviendas etc. Dispondremos de
12
un medidor por consumidor y la entidad suministradora tendrá tantos clientes
como propietarios o inquilinos tenga el inmueble.
Tendremos en la acera de la vía pública, al igual que en las acometidas ya
comentadas, una llave de registro y posterior a la fachada. En el interior del
vestíbulo estará situada la llave de paso. (ver fig. 9)
Fig.9
La diferencia respecto a los casos anteriores es que en este lugar no se dispone
de medidor general. También, como en los otros diseños de acometida, coincidirá
el sistema de toma a la red general así como el dimensionado más conveniente en
cada caso y que posteriormente estudiaremos.
Los medidores del sistema divisionario estarán dispuestos en la batería en un
espacio de la planta baja del edificio destinado a tal efecto y estratégicamente
situado.
El tubo de alimentación es la tubería existente entre la válvula de paso y la batería
de medidores. Antes de éste, el tubo irá equipado con una válvula antiretorno, por
los motivos sanitarios ya descritos. La batería será el elemento de conexión entre
todos los medidores. (ver fig. 10)
13
Fig.10
Existen muchos modelos de baterías, pero de momento bastará con decir que es
un tubo en forma de circuito cerrado con unas boquillas de salida. Boquilla donde
se adapta una pletina y ésta a la vez, sustenta dos llaves que mantienen el
medidor sujeto. La llave que está sobre la pletina de la batería la llamaremos llave
de entrada, que al mismo tiempo empalmará el medidor con un racord rosca.
Siguiendo la dirección de medición de agua en la otra rosca del medidor
tendremos también, a través de un racord, la llave de salida, equipada con un
injerto perpendicular al cuerpo, desde donde partirá de forma ascendente el
montante.
Ambas válvulas aseguran la perfecta maniobrabilidad para la sustitución o
reparación del medidor, permitiendo en todos los casos el corte de suministro y el
acceso para cualquier reparación. Estas llaves tienen una válvula antiretorno en su
interior, como sistema de protección de la medición del medidor. (ver fig. 11)
14
Fig.11
Normalmente la conservación de estos medidores corresponde a la empresa
suministradora, así como las llaves.
Dispondremos, como decíamos, de un montante por cliente después de su
correspondiente medidor. Éste estará ubicado dentro de un espacio vertical común
del inmueble, patio de luces, patinejo, etc. Todos los montantes transcurren por el
mismo espacio o espacios similares, entrando en cada lugar de suministro con
una válvula de seccionamiento antes de la instalación interior propia del usuario y
en plano horizontal. La altura de los distintos montantes será la de la planta a la
que suministran, con la presión de servicio existente en la vía pública.
Como comentábamos en el caso anterior, existen edificios en los que, por su
especial altura, la presión del servicio público no será suficiente para su
suministro. Las instalaciones de este tipo permiten que a partir de una altura
determinada se instale otra batería equipada con un grupo de elevación para el
suministro de los clientes que estén situados en la parte superior del edificio. (ver
fig. 12)
15
Fig.12
No es aconsejable que la instalación de sobreelevación esté conectada
directamente al tubo de alimentación. Se establecerán por ello instalaciones de
valvulería adecuadas, al igual que un recipiente de aire a presión por donde se
efectuará el suministro de la sobreelevación.
Las instalaciones de sobreelevación conectadas a la red de distribución sin las
debidas protecciones, ocasionarán grandes distorsiones de presión y golpes de
ariete a la propia red en perjuicio del conjunto de clientes de la zona.
16
2. Elección del tamaño de acometidas y medidores
2.1 Comentarios generales previos
El tamaño de la acometida y del medidor dependerá del edificio al que se ha de
suministrar su uso y destino. En el proyecto de cualquier construcción se abordará en
detalle el diseño de la instalación. En este capítulo se establecerán necesidades de los
distintos elementos y servicios para determinar, finalmente, el caudal máximo probable
(Qmp) que implicará el dimensionado final de la acometida y medidores en los suministros
directos.
Si el suministro es a través de un depósito intermedio, el caudal máximo probable (Qmp)
deja de ser el protagonista principal para serlo el caudal medio y la capacidad del depósito
intermedio. No cabe duda de que la aportación de la acometida y medidor será la
suficiente para el diseño de la instalación adoptado en cada edificio. Pero se ha de
estudiar siempre el equilibrio entre medidor, acometida e instalación interior para la
obtención del máximo rendimiento. Así consideraremos aspectos tales como que un
medidor de menor tamaño es más preciso a caudales pequeños que otro de mayor
tamaño; ello deberá conducir a instalar medidores de tamaño excesivo, evitando sólo que
el caudal máximo probable (Qmp) no rebase el caudal máximo del medidor elegido.
Si un medidor suministra directamente a una instalación de sobre-elevación, el caudal
máximo de ésta será el punto de partida para la elección del medidor.
La complejidad de utilización de los edificios, que ya advertimos en los temas tratados,
aconseja abordarlos desde distintos puntos de vista, según sea el destino del propio
inmueble.
2.1.1 Acometidas domiciliarias según nº de viviendas
(con suministro directo individualizado)
Para poder dimensionar una acometida, es necesario estudiar el sistema de instalación
interior que dispondrá el edificio a suministrar. En este caso, el suministro se supone
directo e individualizado.
No existiendo ningún tipo de depósito intermedio entre la red de la empresa
suministradora y los puntos de consumo del usuario domiciliario. En primer lugar, será
necesario conocer todos los aparatos domésticos a instalar y atribuirles a cada uno de
ellos el caudal instantáneo adecuado.
17
Los valores atribuidos de estos caudales instantáneos no son fruto de una tabla
improvisada, es el resultado de experiencias estadísticas y estudios de mesura variados,
que han aconsejado la tabulación de estos consumos mínimos por aparato.
Los caudales instantáneos mínimos en los aparatos domésticos son los siguientes:
Lavabo …………………………………………….
0.10 l/s
Bidé ………………………………………………. … 0.10 l/s
Sanitario con depósito …………………………….
0.10 l/s
Bañera …………………………………………….
0.30 l/s
Ducha ……………………………………………..
0.20 l/s
Fregadero …………………………………………
0.20 l/s
Lavadero ………………………………………….
0.15 l/s
Lavadora de ropa …………………………………
0.20 l/s
Lavavajillas ……………………………………….
0.20 l/s
Fig. 13
Partiendo de esta tabla (fig. 13) podremos analizar todo tipo de suministros. Los grupos
de viviendas no se proyectan de forma aislada ni son tan distintas unas de otras. Con este
criterio unificador se agrupan los caudales por tipos de suministro, apareciendo el término:
caudal instalado por vivienda. Caudal instalado Qi de un suministro a una vivienda será el
resultado de sumar los caudales instantáneos mínimos correspondientes a todos los
aparatos instalados en una misma vivienda, se distinguen los siguientes tipos de
suministro:
-Suministro tipo A
-Su caudal instalado es inferior a 0.16 l/s
-Suministro tipo B
-Su caudal instalado es igual o superior a 0.6 l/s e inferior a 1 l/s
-Suministro tipo C
-Su caudal instalado es igual o superior a 1 l/s e inferior a 1,5 l/s
-Suministro tipo D
-Su caudal instalado es igual o superior a 1,5 l/s e inferior a 2 l/s
-Suministro tipo E
-Su caudal instalado es igual o superior a 2 l/s e inferior a 3 l/s
-Suministro tipo F
- Su caudal instalado es igual o superior a 3 l/s e inferior a 4 l/s
18
Fig. 14
El tipo de vivienda nos facilita el caudal instalado (Qi). Pero todos los aparatos de la
vivienda no funcionarán de forma simultánea, por lo cual tendremos que analizar, para el
cálculo del caudal máximo probable (Qmp), el criterio de simultaneidad.
El coeficiente de simultaneidad es un factor de equilibrio menor que la unidad que
modificará el valor del caudal instalado, obteniendo el caudal máximo probable (Qmp) que
se ajusta en mayor grado a la realidad del comportamiento de las necesidades de la
instalación.
Qmp = Qi Kv
Kv = coeficiente de simultaneidad
1
√n-1
N = número de aparatos
Qmp = Qi ___1____
√n-1
De acuerdo con los valores más usuales que pueden adquirir Qmp, se clasifican las
viviendas en seis tipos de la A a la F según corresponda respectivamente de 0.35 l/s a
0.84 l/s.
Tipo de Viviendas
A
B
C
D
E
F
Caudal Instalado
en l/s (Qi)
< 0.60
<1
<1,5
<2
<3
<4
Valor promedio Kv
0,58
0,45
0,41
0,32
0,25
0,21
<0,45
<0,61
<0,65
<0,75
<0,84
Caudal máximo
probable Qmpv en l/s <0,35
Para el cálculo de un edificio de varias viviendas sensiblemente iguales, se considerará el
caudal máximo probable, en función del número de viviendas. En este caso, el resultado
19
tampoco considerará el caudal total del edificio ya que existirá también un coeficiente de
simultaneidad para todas las viviendas.
Qmpe = Qmpv . N . Ke
Qmpe = caudal máximo probable edificio.
Qmpv = caudal máximo probable vivienda.
N = número de viviendas iguales.
Ke = coeficiente simultaneidad edificios.
19 + N
Ke=
10 (N+1)
19 + N
Qmpe = Qmpv . N .
10 (N+1)
Fig. 17
Todos estos aspectos y los siguientes, están recogidos en las normas de instalaciones
interiores del Ministerio Español de Industria y Energía que, en base a estos valores, fijan
el número de viviendas de cada tipo a suministrar con los distintos diámetro de
acometidas que a continuación se exponen en la fig. 18. Los diámetros referidos siempre
son interiores, manteniéndose tales valores en todos los accesorios de la instalación, y
sus válvulas cuando éstas son de paso total, siendo la longitud de la acometida igual o
menor a 6 m.l.
Tubería
de
paredes
rugosas
mm
Tubería
de
paredes
lisas
mm
Número máximo de suministros
Tipo A
Tipo B
Tipo C
20
Tipo D
Tipo E
Tipo F
25,40
31,75
38,10
50,8
63,5
76,2
88,9
20
25
30
40
50
60
70
80
2
6
15
60
100
150
220
350
1
4
11
40
80
120
210
300
1
3
9
33
60
90
170
250
2
7
22
40
60
130
200
1
5
17
35
50
100
150
3
14
30
45
95
120
Fig. 18
Si la longitud de la acometida está entre los 6 y 15 m.l., estos diámetros serán
aumentados en 12,7 ó 10 mm. según los dos casos analizados, paredes rugosas o lisas.
Esta longitud puede exceder de 15 m.l., en este caso los diámetros deben ser
aumentados en 25,4 ó 20 mm. respectivamente.
Seguidamente pasaremos al dimensionado de los medidores, tanto los divisionarios en
batería, como los ordinarios e individuales sobre la acometida.
Para el dimensionado se utilizan las tablas siguientes:
DIMENSIONADO DE LOS MEDIDORES INDIVIDUALES (DIVISIONARIOS)
Tipos de
suministro
en mm
Diámetro
medidor
en m3/h
Caudal
nominal
Diámetro válvulas
en mm
A
B
C
D
E
F
13
13
13
15
15
20
1,25
1,25
1,25
1,50
1,50
2,50
13
13
13
20
20
20
Fig. 19
DIMENSIONADO MEDIDORES GENERALES EN VIVIENDAS
Diámetro
Contador
en mm.
Diámetro
válvulas
de paso
reducido
Diámetro
Número máximo de suministros
válvulas de
paso total
Tipo A Tipo B Tipo C Tipo D Tipo E
en mm
21
Tipo F
en mm
13
15
20
25
30
40
50
20
25
30
40
40
50
60
15
15
20
25
30
40
50
3
7
15
25
40
90
150
2
5
10
17
25
70
110
1
4
8
15
17
62
90
2
5
9
13
38
65
1
4
8
11
32
60
1
2
4
23
48
Fig. 20
En aquellos casos en que la presión de la red sea débil, deberá ajustarse la tabla anterior
para cada caso, de forma que la presión mínima dinámica residual en el interior de la
vivienda del usuario, sea de al menos 10 m.c.a.
2.1.2. Acometidas en domicilios colectivos, (suministro a depósito a presión atmosférica)
inmuebles de oficinas, escuelas, establecimientos hospitalarios, riego de jardines, etc.
Será básico en estos tipos de suministros, diferenciar la existencia o no de depósito entre
la acometida y los distintos aparatos de consumo del usuario, ya que un depósito
intermedio hace que el caudal máximo probable deje de ser protagonista en la elección
del tamaño de la acometida y del medidor. El dato de principal interés entonces, será el
caudal medio, junto a la capacidad del depósito o depósitos intermedios.
- Acometidas en domicilios colectivos. Si no existe depósito intermedio (suministro directo
individualizado) ver 2.1.1.
Si existe depósito intermedio, supondremos a éste una capacidad media mínima,
correspondiente al consumo diario de la colectividad a que se suministra. Sin embargo,
dentro del tipo de colectividad suministrada, éste puede ser un término relativamente
variable. Así pues con este planteamiento, el caudal medio deberá permitir elegir el
tamaño de la acometida y medidor.
Las dotaciones diarias previstas suelen ser distintas, según puede observarse en las
múltiples estadísticas recogidas mundialmente, no obstante se detalla a continuación, una
muestra de aquellas:
Tipo de suministro
(ver 2.1.1.)
Dotación diaria
(d=l/día vivienda)
AyB
CyD
EyF
400
500
650
Si se prevé el llenado del depósito en un tiempo de 6 horas,
22
d.N
1
Q medio = --------- -------- (m3/h)
6
1000
N= nº de viviendas
Fig. 21
por lo que Q medio será el caudal máximo probable (Qmp) siempre que se instale un
limitador de caudal ver 2.3.4., en caso contrario el caudal máximo circulante (Q’máx) será
aquel que en la instalación conjunta de medidor y acometida hasta el depósito, produzca
la pérdida de presión correspondiente al total del gradiente disponible entre ña red de
distribución y la superficie libre del depósito.
Conocido el caudal máximo que debe suministrar la acometida, se podrá dimensionar en
función de los valore establecidos en la siguiente tabla (ver fig.22)
Diámetro de la acometida
20
25
30
40
60
80
Caudal máximo en l/s
0,4
0,7
1,2
2,5
6
12
Fig. 22
El dimensionado de las acometidas de esta tabla, (fig.22) se ha efectuado por la fórmula
de Hazen Williams, de modo que la pérdida de carga producida con el caudal máximo
(Qmp) sea del orden de los 0,18 m. por m. Este valor es aceptable y ciertamente útil para
acometidas hasta seis metros de longitud, tal como se citó en anteriores tablas, cuando la
longitud de la acometida tenga que ser mayor a seis metros, se originará una mayor
pérdida de carga que deberá ser compensada con un mayor diámetro.
El medidor por su parte, podrá ser dimensionado mediante el caudal máximo que deba
circular por la acometida, recomendándose en estos casos ce vertido a depósito con
superficie libre a presión atmosférica que:
Qmp
Qmáx ≤ _____
0,7
23
o bien
Q’máx
Qmáx ≤ _____
0,7
según sea el caso
Qmáx = Caudal máximo correspondiente al medidor elegido (ver 2.2)
Fig. 23
-
Acometidas en pequeños comercios tales como, librerías, colmados, bares, pequeños
talleres de carpintería, reparación de automóviles, de electrodomésticos, etc. Se
asimilará su dotación por el mismo procedimiento como se ha hecho en las viviendas,
según el consumo de los respectivos aparatos existentes, agrupándolos en
suministros de tipo A, B, …, F tanto si tienen depósito intermedio como si el suministro
es directo y con presión de la red de la entidad suministradora. (ver 2.1.1 y 2.1.2)
-
Acometidas en inmuebles de oficinas, escuelas, establecimientos hospitalarios,
grandes superficies comerciales, hoteles, etc. En el estudio de la acometida especifica
para una instalación de este tipo, es obvio que se escapa a cualquier normalización
que se hay podido analizar previamente e incluso, todo su carácter especial, no
existen argumentos para poder concretar experiencias trasladables de un
establecimiento a otro.
Es recomendable estudiar en estos casos, conjuntamente con los técnicos redactores del
proyecto del edificio y concretamente con aquellos que tengan la responsabilidad de la
instalación de agua del usuario su Qmp en cada circunstancia y su frecuencia o su Qmedio,
según sea el suministro con o sin depósito intermedio. En cualquier caso, unas medidas
de control posterior, deberán permitir la obtención definitiva del tamaño del medidor.
No obstante, se relacionan a continuación unos valores orientativos de consumos para
estos tipos de suministros.
-Riego jardines entre ……………………………….2 y
-Centros comerciales o locales públicos entre…10 y
2
4 l/m día
20 l/persona día
-Hospitales ……………………………………….500 y 1.500 l/cama día
-Oficinas ……………………………………………55 y 100 l/persona día
-Colegios ………………………………………….. 75 y 125 l/persona día
-Mercados ………………………………………..125 y 750 l/puesto día
-Hoteles 4 y 5 estrellas…….…………………….350 y 800 l/plaza día
-Hoteles 3 estrellas …………………………….. 200 y 500 l/plaza día
-Hoteles 1 y 2 estrellas…………………………. 150 y
Fig. 24
24
300 l/plaza día
2.1.3 Acometidas en industrias y contra incendios
Dada la variedad de usos en el tipo de demandas en la industria en general, de pequeño
o gran tamaño tales como lavacoches, plantas de baños galvánicos, grandes industrias,
textiles, zonas deportivas etc., así como los concernientes a la lucha contra incendios
(distintas reglamentaciones y normativas según los distintos países), todo ello hace
necesario estudiar con el técnico responsable del diseño de las instalaciones de agua del
usuario, en cada caso el Qmp y su frecuencia o su Qmedio, según sea el suministro con o sin
depósito intermedio. En cualquier caso unas medidas de control posterior deberán permitir
la obtención definitiva del tamaño del medidor.
En el capítulo de instalación contra incendios, quizás e independientemente de ser
dimensionado, es interesante realizar algunas precisiones. Cada país, ciudad o territorio
edita su normativa que, por lo general, será de obligado cumplimiento para la mayoría de
edificios tanto de uso público como privado. Concretamente en España y en Barcelona se
dispone de la NBE-CPI-91 (Normativa de protección contra incendios).
Las normativas deben ser estudiadas específicamente, pero con tendencia general. Éstas
han propiciado un mayor dimensionado de las acometidas de este tipo de instalaciones,
incluso un mayor dimensionado de las tuberías de las redes de distribución de la entidad
suministradora.
En este caso el Qmp es muy elevado ya que intentará que un gran número de los
elementos de extinción funcionen a la vez, minimizando coeficiente de simultaneidad.
Cuando ocurra un siniestro, será necesario considerar aspectos de la instalación interior
según cada caso. En la instalación con un medidor será frecuente que se conecten otras
instalaciones y la acometida no sea o no resulte específicamente para incendios. Las que
no disponen de medidor, la instalación será visible y no se podrá realizar ninguna
conexión, puesto que supondría una actitud de fraude.
Se relacionan a continuación unos valores referenciales de consumos para estos tipos de
suministros.
-
Industrial de 40 a 70 m3/día.
-
Incendios. La determinación de los caudales necesarios deberá hacerse en función
del riesgo de incendio del edificio, riesgo que suele dividirse en tres: por tipo de
edificación (tipo de actividad), por tipo de procesos realizados y por tipo de
almacenaje, según cada riesgo y aún por la categoría de éste.
En la inmensa mayoría de los incendios las estadísticas muestran que bastará con unas
dotaciones de caudal que varían desde 3,3 l/s a 33,3 l/s. Nótese que la extensión en
superficie de la zona afectada es un parámetro, fuertemente influyente. Ante esta
diversidad y otras aún más singulares, es obvio que deberá ser el director del proyecto de
protección contra incendios el que, en cada caso, determine el caudal previsto a
suministrar.
Algunos diámetros usuales de bocas internas de prevención contra incendios y sus
respectivos caudales.
25
Diámetro de la boca en mm
Caudal en l/s
25
45
80
100
1,6
3,3
8,3
16,6
2.2 Normativa Europea de medidores, precisión.
A todo instrumento de medida se le solicita un cierto grado de precisión. Ésta depende no
sólo del destino final del instrumento, sino que también intervienen las capacidades
técnicas de diseño y de fabricación.
Todo ello es válido para los medidores que nos ocupan, pues éstos sirven
fundamentalmente a los distribuidores de agua para determinar la factura final a pagar por
sus abonados.
La descripción exhaustiva de la Normativa Europea en todos sus aspectos no está en la
pretensión de esta exposición, per sí parece interesante la relativa a la precisión de
medida.
Algunas definiciones:
-
Caudal máximo.
Qmáx. Es el mayor caudal al que debe poder funcionar un medidor, durante un tiempo
limitado sin deteriorarse, respetando los errores máximos tolerados y sin sobrepasar el
valor máximo de la pérdida de presión.
3. Proyecto e instalación de acometidas y medidores.
3.1 Acometidas y medidores.
Se definió anteriormente la acometida como el nexo de unión entre la entidad
suministradora y la instalación interior del edificio, y el medidor, el elemento que permite
contabilizar el volumen de agua entregado por periodos de tiempo regulares al usuario.
26
Las acometidas, independientemente de sus peculiaridades de suministro, suelen
dividirse en las siguientes partes:
-
Toma o conexión.
Ramal.
Llave de registro.
Llave de paso.
Medidores.
Los materiales y su puesta en obra dependerán del tipo de acometida y su función, ello se
analizará en los distintos apartados de este capítulo.
En las figuras 35, 36, 37 se explicitan las acometidas estudiadas anteriormente,
intentando que gráficamente queden integradas sus instalaciones dentro de un edificio
tipo a suministrar.
INSTALACIÓN PARA SUMINISTRO A UN EDIFICIO DE VIVIENDAS CON MEDIDOR
GENERAL CON DEPÓSITO ACUMULADOR
27
Fig. 35
28
INSTALACIÓN PARA SUMINISTRO A UN EDIFICIO DE VIVIENDAS CON MEDIDOR
GENERAL
29
Fig. 36
INSTALACIÓN PARA SUMINISTRO A UN EDIFICIO DE VIVIENDAS MEDIANTE
MEDIDORES DIVISIONARIOS
30
Fig. 37
3.1.1 Materiales, tubos, llaves, enlaces, etc.
Uno de los factores decisivos que afectarán al comportamiento y vida de la acometida
será la elección de los materiales para su instalación. La calidad y conveniencia de éstos
en cada caso, en aspectos como su propia resistencia a distintas patologías, tales como
fatiga del material, corrosión externa e interna, fisuración por falta de elasticidad, etc.
En el caso presente, se sugerirán para las acometidas aquellos materiales que
consideramos como adecuados dado su comportamiento en las múltiples experiencias
observadas durante largos periodos de tiempo.
Las acometidas de diámetros inferiores a 40mm y que su instalación sobre tubería es a
través de un taladro directo colocando la toma en carga, fig 38. La grifería (llave de
registro y paso) así como todos los enlaces racords, serán de latón o bronce con distintas
mecanizaciones según su uso. Todos estos elementos destinados a este tipo de
acometidas serán mecanismos robustos donde prime la seguridad de su estanqueidad y
facilidad de montaje, ver fig. 39. En este caso, el tubo de la acometida se instala en
polietileno en todos sus tramos, tanto exteriores como interiores del inmueble.
TOMAS CON PRESIÓN
COLLAR, BRIDAS Y CONECTOR
31
(1)
(2)
TOMAS DE PRESIÓN
COLLAR Y BRIDA
(3)
Ref.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
(4)
Denominación
Material
Collar superior
Collar inferior
Conector
Trueca conector
Tornillos collar
Truecas collar
Arandelas collar
Tóricas tornillos
Tórica collar
Tórica inf. Conector
Tórica int. Conextor
Tórica ext. Conector
Codo 900
Brida
Collar
Bronce ASTM B62
Bronce ASTM B62
Bronce ASTM B62
Bronce ASTM B62
Acero inoxidable AISI 304
Acero inoxidable AISI 304
Acero inoxidable AISI 304
EPDM (Polímero de etilopropileno)
EPDM (Polímero de etilopropileno)
EPDM (Polímero de etilopropileno)
EPDM (Polímero de etilopropileno)
EPDM (Polímero de etilopropileno)
Latón
Fundición gris
Hierro Forjado
32
16
Junta plana asiento brida
Fig. 38
Fig. 39
33
EPDM (Polímero de etilopropileno)
La calidad de los materiales condicionará en gran medida el futuro comportamiento de la
acometida y medidor en cuanto a la cantidad de averías de estos elementos. En las
figuras 40 y 41 se ofrecen un despiece detallado de este tipo de acometidas.
Nº Pieza
Nº ud.
1
2
3
4
5
6
7
1
1
1
E
1
1
1
8
9
10
11
2
1
1
1
Denominación normalizada
Material
Collar Ø D x R 1 ¼”
Bronce
Conector R 1 ¼” (a)
Bronce
Enlace macho codo 90 x Ø40 x R 1 ¼”
Latón
Tubería Ø 30 (40)
PEB
Llave registro Ø 30
Bronce
Enlace tuerca reparación Ø40 x R 1 ½” (b)
Latón
Racord contador macho R 1 ¼” hembra R 1 Latón
½” (b)
Juntas Ø C
Medidor Ø C
Llave de paso (juego de llaves) Ø 30 x C
Latón
Junta de asiento brida Ø30
34
Presión
nominal Normativa
2
(Kg/cm )
25
25
16
10
DIN 8076
UNE 53131
16
DIN 8076
12
13
4
1
Tornillos M 12 x 50 con tuerca y arandela
Trapa 300 x 300
1
Enlace codo 90º Ø 40 x 40 (c)
Fibra
vidrio
Latón
de
16
DIN 8076
Fig. 40
Nº Pieza
Nº ud.
1
2
3
4
5
6
7
1
1
1
E
1
1
8
Denominación normalizada
Collar Ø D x R 1 ¼”
Conector R 1 ¼” (a)
Enlace macho codo 90º x Ø40 x R 1 ¼”
Tubería Ø 30 (40)
Llave registro Ø 30
Enlace macho Ø40 x R 1 1/4”
Tornillos M 12 x 50 con tuerca y arandela
35
Material
Bronce
Bronce
Latón
PEB
Bronce
Latón
Presión
nominal Normativa
2
(Kg/cm )
25
25
16
10
DIN 8076
UNE 53131
16
DIN 8076
8
9
10
11
1
2
1
1
1
Brida Ø 30 x R 1 ¼”
Junta asiento brida Ø 30
Llave de paso Ø 30
Trapa 300 x 300
Enlace codo 90º Ø 40 x 40 (b)
Fundición gris
Latón
Fibra de vidrio
Latón
16
DIN 8076
Fig. 41
Las acometidas con derivación en “T” suelen efectuarse para las mayores de 60 mm
diámetro interior en adelante. Éstas por lo general suelen realizarse en fundición dúctil,
material que condicionará su colocación por la agresividad del terreno y otros factores
tales como la existencia de corrientes incontroladas, que pudieran hacer sospechar la
absorción de las mismas por su potencial anódico, figura 42. Sin embargo, la fundición
dúctil se la entiende como un material muy adecuado para realizar este tipo de
acometidas, dada su adaptación a valvulería, facilidad de montaje, etc.
36
Fig. 42
1 Cabo extremo
2 Filtro
3 Medidor
4 Cabos extremos especiales
5 Unión Gibault o equivalente con grifo de purga de ½ “ de diámetro
6 Válvula de compuerta
7 Tubería y brida a instalar por el abonado
Fig. 43
El despiece indicado en la figura 43 explica el detalle de los materiales de fundición que
conforman un ramal de 80 mm. Hemos de indicar que en lugares que, por las
características anteriormente descritas, no sea posible utilizar la fundición dúctil, ésta será
sustituida por polietileno.
3.1.2 Puesta en obra, arquetas, pasamuros, etc.
Toda colocación física de acometida y medidor tendrá que tener dispuesta la instalación
interior para dejar la totalidad del edificio ya en funcionamiento. Por esta razón, en este
apartado anotaremos aquellos espacios que tendrán que construirse y dejarse previstos
durante la edificación del inmueble. El disponer de estas construcciones debidamente
normalizadas facilitará la coordinación entre los instaladores de los edificios y las
entidades de suministro.
En todas las acometidas se dispondrá de una arqueta para llave de registro en la acera de
la vía pública, cuya construcción será normalmente realizada por la empresa
suministradora al tiempo que se realiza la instalación de la acometida y cuyas
dimensiones serán directamente proporcionales a los tamaños de la llave o válvula a
instalar. Las medidas más usuales son las siguientes:
37
Diámetro Acometida
Largo
Ancho
Alto
De 20 a 40 mm
300 mm
300 mm
variable
De 60 a 150 ,,
400 mm
400 mm
“
En la figura 44 se evidencia la forma de las arquetas para la ubicación de las válvulas de
registro y su solución constructiva.
Otro elemento común a todo tipo de acometidas es el pasamuros, es decir, la ubicación
que, a modo de vaina, permite transportar el tubo a través del muro de fachada del
edificio. Es obvio que esta estructura vertical corresponderá en ocasiones a parámetros
del propio edificio o verja exteriores etc., pero en todos lo casos será imprescindible su
previsión para evitar con posterioridad su coincidencia con elementos resistentes del
propio edificio, tales com jácenas, nervados, zunchos, etc.
38
Fig. 44
El diámetro del pasamuros será superior al diámetro del tubo a introducir, tomando como
referencia la mayor pieza que comporte su montaje. Será imprescindible también
garantizar la estanqueidad del pasamuro, ya que el riesgo de inundación del edificio
aumentaría considerablemente e incluso la entrada de cualquier fluido. Atravesada pues
la pared de la línea de fachada con la acometida por el interior del contra tubo se sellará
adecuadamente por ambos lados con materiales tales como, siliconas, epóxidos, etc. (fig.
45)
DETALLES PASAMUROS
39
Fig. 45
Las arquetas interiores serán sensiblemente distintas según el tipo de acometidas, ya sea,
individual su medidor para todo el edificio o divisionario de varios medidores. En el primer
caso, también existirán diferencias según su diámetro. En diámetros pequeños se
instalarán el medidor y la válvula de paso en un armario colocado en la propia pared (figs.
46 y 47).
40
Fig. 46
Fig. 47
Las pletinas de empalme serán instaladas en todos los casos por el instalador de la
propiedad del inmueble, quien dispondrá de las informaciones normalizadas y tablas
41
adecuadas para conocer qué tipo de pletina ha de dejar dispuesta en cada caso, figs. 48 y
49. En la siguiente tabla se evidencian unos casos prácticos.
Diámetro
ramal
Diámetro
de paso
Diámetro
exterior
brida
Diámetro
circunferencia
centro agujeros
Número
de agujeros
Diámetro
agujeros
20
30
32
140
100
4
18
40
40
Según
figura
1ó2
(a escoger)
150
100
4
18
1ó2
(a escoger)
60
65
185
145
4
18
2
80
80
200
160
8
18
3
100
100
220
180
8
18
3
150
150
285
240
8
22
3
200
200
340
295
8
22
3
a.- Todas las dimensiones son en milímetros
b.- Los agujeros se dispondrán simétricamente a los ejes principales X-X y Y-Y’, no
puede coincidir ningún agujero con éstos ejes.
c.- El diámetro de paso se ha dado considerando la brida ya montada en el tubo.
42
Fig. 48
Fig. 49
DIMENSIONES DE ARMARIOS Y ARQUETAS PARA MEDIDORES
COTAS EN CENTÍMETROS
ACOMETIDA
en
mm
A
20
30
40
60
80
100
150
200
50
50
60
50
70
80
80
195
B
LC
LC
LC
LC
LC
LC
LC
LC
+ 50
+ 60
+ 80
+ 130
+ 180
+ 200
+ 230
+ 240
LC = Longitud del medidor.
43
C
H
20
20
30
60
80
80
100
110
15
20
20
25
25
25
25
25
ARMARIO
ARQUETA
A = Altura interior
B = Longitud interior
del medidor
C = Profundidad
H = Distancia del eje del
medidor al suelo del
armario.
A = Altura interior
B = Longitud
C = Profundidad
44
Todas las dimensiones están en milímetros.
Las tapas serán de plancha estriada de acero extrasuave con un espesor de 8 a 10 mm.
Fig. 50
Cuando en el interior del armario se instale también la válvula de retención, la longitud se
incrementará en veinte centímetros.
En diámetros superiores a 40 mm, individuales, la arqueta se colocará en el suelo y será
proporcional en sus dimensiones a las del medidor según tabla adjunta (fig. 50).
El presente caso es el más usual en industrias, edificios singulares etc. Como ya
apuntábamos, la arqueta podrá estar situada en el suelo detrás de una verja, pero
siempre en lugar practicable. (figs. 51 y 52).
45
Fig. 51
46
Fig. 52
El segundo caso, cuando una instalación está dotada con batería y varios medidores, la
disposición constructiva en el interior del edificio es sensiblemente diferente. Se ubicará
una arqueta en la entrada del edificio (fig. 53), por lo cual sólo se instalará la válvula de
paso. El tubo de alimentación, ya propiedad del abonado, nos conducirá al cuarto o al
armario de baterías donde se instalarán los medidores. Las dimensiones del cuarto son
directamente proporcionales a la cantidad de juegos de llaves a instalar, como se refleja
en las figs. 54 y 55 determinando esta composición las propias medidas de la batería.
Núm.
DESCRIPCIÓN
Colocación a
cargo de
1
2
3
4
5
6
7
8-9
Ramal (Conexión de servicio)
EMPRESA
Botera (tubo pasamuros)
Desagüe natural suficiente
Tubo de alimentación
Brida PN 16
Tapa
Abrazaderas
Orificio de paso
CLIENTE
CLIENTE
CLIENTE
CLIENTE
CLIENTE
CLIENTE
CLIENTE
47
OBSERVACIONES
Ø R según tabla.
Ø D según tabla.
Ø DN y figuras según tabla
Ø_
Ramal
ØR
20/30
0
50
80
100
150
200
A
400
400
600
600
600
600
600
ARQUETA
B
500
500
750
750
750
900
900
F
400
400
700
700
800
900
1000
ØD
100
100
200
250
250
300
350
C
140
140
140
140
140
200
200
Fig. 53
SECCIÓN TRANSVERSAL
ARMARIO BATERÍA
SECCIÓN TRANSVERSAL
CUARTO BATERÍA
(*) … Dimensión que debe cumplirse también cuando la batería sea de 2 filas.
PLANTA – ARMARIO BATERÍA
48
PLANTA – CUARTO BATERÍA
A – Variable según batería, pero no inferior
a las dimensiones mínimas expresadas.
B- Mínimo 0,15.
L- Variable según batería.
Fig.54
49
Fig. 55
Durante la construcción del edificio en el capítulo de albañilería, se construirán todos los
elementos de obra de fábrica, ubicación de tubos, grapado de los mismos etc. Al finalizar
las instalaciones será la empresa y entidad suministradora quien realice las acometidas y
conecte a su red de distribución y coloque los correspondientes medidores,
considerándose a este hecho la instalación como terminada y en funcionamiento.
Para la construcción específica de la acometida, en primer lugar descubriremos la tubería,
normalmente en la acera de la vía pública, tal como se grafía en la fig. 56. Según sea su
sistema de empalme, bien en carga o cortando la tubería, instalaremos el correspondiente
collar o “T”, cuyas dimensiones dependerán del diámetro de la acometida y de la tubería
según figuras 57 y 58.
50
Fig. 56
Fig. 57
51
Fig. 58
En las acometidas realizadas con la tubería en carga, se taladrará a través de la máquina
que se muestra en las figuras 59 y 60 así como la toma en la fig. 61, donde se aprecia la
paleta obturada a la espera del montaje completo de la toma, una vez realizada se
procederá al montaje de todos los elementos descritos en el apartado de materiales y
cuyo resultado vemos en la fig. 62.
Fig. 59
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Fig. 60
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Fig. 61
Fig. 62
En las acometidas donde hemos colocado una “T” intercalada, el procedimiento será el
mismo, montando todos los elementos de la instalación según sea de fundición dúctil o de
polietileno, de gran diámetro figs. 63 y 64.
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Fig. 63
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Fig. 64
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-
Tanto en una o en otra acometida y antes de su tapado, someteremos a éstas a la
presión de la red, comprobando que no existen pérdidas.
-
El tapado se realizará utilizando tierra seca exenta de áridos y se rellenará
cuidadosamente todos los huecos de la excavación. Se repondrá el pavimento en la
zona afectada por la obra, de acuerdo con las normas municipales.
3.1.3 Montaje y desmontaje de medidores.
Todas las acometidas donde existe un medidor dispondrán en su diseño de algún
mecanismo ( o la propia flexibilidad de los tubos), que permita la sustitución del medidor.
Es evidente que el medidor antes o después será necesario sustituirlo por alguna
deficiencia o patología. Esta gestión será realizada por la entidad suministradora, la cual
encontrará mayores facilidades en tanto se cumplan las presunciones de situación y
ubicación debidamente establecidas. En las acometidas con medidor individual la
dificultad, tanto del montaje y desmontaje, será directamente proporcional a su diámetro,
en medidores de tamaños grandes, en diámetros superiores a 60 mm dado su peso y la
necesidad de movilidad, para su propia colocación, será necesario disponer de un equipo
más complejo incluso para su elevación carga y descarga.
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Fig. 65
En la fig. 65 se observa el medidor susceptible del cambio y en la fig. 66 una vez retirado
el medidor, el mecanismo de separación que ha permitido desplazar las pletinas que lo
sujetaban. Se podrá apreciar también el espacio libre que queda alrededor de la propia
instalación para facilitar el trabajo de los operarios, con las medidas de las arquetas
expuestas en las figuras anteriores.
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Fig. 66
En la fig. 67 se observa ya montado el medidor nuevo que ha sustituido al anterior.
Fig. 67
En los cuartos o armarios de batería, sustituir un medidor será un acto cuyo trabajo será
relativamente fácil, dadas sus dimensiones y características. Para proceder al cambio se
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desmontarán los racords de las llaves que sujetan al medidor, retirando los flexos (ver fig.
68 y 69), dado que existe espacio suficiente para colocar el nuevo y volver a enroscar los
racords.
Fig. 68
Fig. 69
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3.1.4 Esquemas y planos.
En las redes de distribución están relacionados unos elementos con otros de una forma
íntima y consecutiva. Será muy importante pues tener detallados todos los elementos que
participan, tanto de forma gráfica como alfanumérica.
Especialmente las acometidas y medidores tendrán un trato peculiar en este sentido, ya
que determinan la presencia del abonado como un ente individual y diferenciado. Ello
aconseja disponer del fichero siguiente en un soporte informatizado.
-
Fecha de instalación.
Material.
Diámetro.
Longitud.
Características: nº de finca u otros datos.
Tipo de suministro.
Póliza de registro.
Situación actual.
En el terreno gráfico, disponer de una adecuada y precisa situación geográfica
(localización geográfica) permitirá abordar con más facilidad cualquier tipo de tarea tales
como:
-
Proyectos de canalización.
Planificación de trabajos.
Gestión de averías.
Avisos por insuficiencia temporal del servicio.
Control y detección de fugas, etc.
Se adjunta a modo de ejemplo una muestra de planos de situación a diferentes escalas y
a distintos niveles de detalle. En las figuras 70, 71 y 72 se detallan distintos niveles de
situación de las acometidas.
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Fig. 70
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Fig. 71
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Fig. 72
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