Director gral de sanidad y beneficencia: El Colera El primer cargo de relevancia que tiene Arcadio es el de consejero de la Compañía de Ferrocarriles del Noroeste. Como Diputado a Cortes por el distrito de Albuñol presenta al Congreso una Proposición de Ley, incluyendo en el Plan General de Carreteras la de Alcolea, a enlazar con la de Guadix a Almería, pasando por Bayarcal y de este punto a Turón. La Proposición de Ley dice así: “Artículo único. Se declara incluida en el plan general de carreteras una de tercer orden, compuesta de dos trozos, en esta forma: un trozo que partiendo de Alcolea (Almería ) con enlace entre el pueblo de Laujar a Ugijar con la de Guadíx a Almería, pasando por Paterna, Bayarcal y el puerto de la Ragua; otro que partiendo de Bayarcal ó de sus inmediaciones vaya por los pueblos de Faroles, Mairena, Nechite, Mecina, Alfafar, Valor, Mecina Bombaron, Yátor, Jorairatar, Mecina Tedel y Murtas a terminar en Turón”. Arcadio envía orgulloso una copia de la Proposición incluida en el Diario de Sesiones a su hermano Emilio, ingeniero de Montes, en la que le adjunta de su puño y letra lo siguiente: “Mi querido Emilio: Dice si debe hacerse alguna variación en esas dos carreteras. He puesto también a Turón por el ser pueblo de papá. Tu apreciado hermano. Arcadio”. El 14 de julio de 1885 el ministro de Gobernación, Raimundo Fernández Villaverde le nombra Director General de Beneficencia y Sanidad. Un cargo en el que estará meses, pero ese tiempo lo vivirá con absoluta intensidad por la fuerza de los acontecimientos que se van a producir ese verano. Al poco tiempo de ese nombramiento estalla en varias ciudades de España un virulento brote de cólera, “el huésped del Ganges”, como se conocía entonces a la enfermedad. Parece que la epidemia hace estragos en la salud de Arcadio Roda, que viaja a la provincia de Granada para hacerse cargo personalmente de la lucha contra el cólera que asola muchos pueblos de esa provincia y se extiende también por Adra. En la capital granadina organizó los servicios de asistencia médica, conducción y enterramiento de cadáveres, encargándose de dictar todas las medidas precisas incluidas la alimentación de los pobres y los enfermos, poniendo en peligro su propia vida. Esta entrega encomiable hacia su provincia paterna le hacen merecedor de la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia. Con fecha 29 de agosto de 1885 Arcadio Roda recupera su cargo como Dto. Gral de Beneficencia, tras restablecerse de la enfermedad. Ese mismo verano Arcadio Roda protagoniza una eficaz mucha contra la enfermedad que asolaba Adra, enviando medios humanos y materiales para contener la enfermedad provocada por la infección de las aguas de Marbella según relato del propio alcalde de entonces Francisco Cuenca Ibañez “… D. Arcadio Roda Rivas, por cuya mediación se enviaron a los doctores D. Manuel Martínez, D. Felipe Lerín del Olmo y al técnico del cuerpo de bomberos de Madrid D. Claudio Méndez, quien llegado el día 12 realizó en una semana 628 operaciones de desinfección de casas. Los médicos alojados en la posada del Sol de la Carrera de la Playa, se unieron en el esfuerzo a loa facultativos de Adra D. José Perez Gómez, D. Pedro Juan-Ruiz y D. Ricardo Maldonado, así como el doctor D. Fermín Peralta Vázquez, médico de Dalías. Todos ellos realizaron una magnífica labor secundados por los farmacéuticos D. Arturo Utrera Real y D. Diego Martín, atendiendo enfermos desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche. A las penalidades de las enfermedades se unió el hambre, pues los alimentos o Recuperación del Patrimonio Cultural de Adra © 2008 www.adracultural.es no los había o a precios altísimos por estarnos todo cerrado fuera de Adra…”. A finales se septiembre el cólera ha remitido. El 23 de octubre de ese año Arcadio Roda una su cargo mencionado al de Director General de Correos y Telégrafos del que se encarga interinamente. El 9 de diciembre presenta su dimisión del cargo de Director General de Beneficencia y Sanidad por su delicado estado de salud, declarándole cesante. La epidemia colérica de 1885 le provocó una influencia tal en su vida que ese mismo año Arcadio Roda escribe un libro al respecto titulado “Cuestionario de 24 preguntas relativas a la epidemia colérica de 1885 dirigida por Arcadio Roda” En 1887 aparece un nuevo libro en el que participa Arcadio Roda junto con el Conde de las Almenas y Manuel Casado Sánchez de Castilla. Su título: “Cánovas: su familia, su carácter privado, sus actos públicos: apuntes biográficos”. El 11 de julio de 1890 Arcadio Roda es nombrado Director General de Administración y Fomento del Ministerio de Ultramar. En este cargo permanecerá Roda Rivas hasta primeros de enero de 1892. En 1891 es elegido Diputado a Cortes por el distrito almeriense de Berja, tras las elecciones celebradas el 2 de marzo, cuando nuevamente está en el poder Cánovas, que es a la vez el presidente del Ateneo de Madrid. Arcadio Roda reside es la calle San Jerónimo 16 coincide como socio del Científico y Literario ese año con los abderitanos Miguel Pineda Montón y Federico Luque y Velázquez. El 12 de enero de 1892 es nombrado por la Reina Regente Director General de Propiedades y Derechos del Estado por Real Decreto. El 20 de diciembre de 1892, Arcadio Roda presenta su dimisión al frente de la dirección general, ante la caída del Gobierno Conservador. Tres años más tarde, el 20 de julio de 1895 y en un gobierno presidido por Cánovas, Roda Rivas es nombrado Director General de Contribuciones Indirectas con la categoría de Jefe Superior de la Administración. Ese mismo año el diario la Crónica Meridional le dedica una semblanza en la que hace un recorrido por su carrera política y describe su personalidad: “ Hombre de tan relevantes cualidades no podía ser preterido en la provisión de altos cargos y como lógica consecuencia, ha sido Director General de Beneficencia y Sanidad en la época del cólera de 1885, interino de Correos y Administración Local, de Administración y Fomento de Ultramar, de Propiedades y Derechos del Estado, en cuyas Direcciones ha dejado grato recuerdo por su rectitud e inteligente laboriosidad y hoy desempeña la de Contribuciones Indirectas, con beneplácito de quienes conocen sus envidiables dotes”. “Quien todo lo debe a sus propios merecimientos y tiene además tan brillante y honrada historia, está llamado a desempeñar más altos destinos, siquiera el propio egoísmo obligue a desear que permanezca mucho tiempo al frente de la Dirección que acaba de conferírsele”. “Para terminar D. Arcadio Roda, que es modesto, afable y servicial, no tiene enemigos, pero sí amigos y muchos…”. Arcadio Roda es nombrado el 26 de julio de 1896 Vocal del Consejo de Administración de la Caja para alivio de los Inútiles y Huérfanos de resultas de la Guerra, cargo vacante que deja por fallecimiento D. Manuel Azcárraga. Arcadio Recuperación del Patrimonio Cultural de Adra © 2008 www.adracultural.es simultanea este puesto con el de Diputado a Cortes por Valencia, escaño que ha obtenido en los comicios celebrados el 11 de mayo. Ese mismo año prologa el libro de Wenceslao Retana que con el título “Mando del General Weyler en Filipinas” dedica al general Valeriano Weyler, Capitán General de Filipinas de 1888 a 1891. Arcadio Roda inicia así una relación con el militar mallorquín que se estrechará tras el asesinato de Cánovas del Castillo. El 16 de febrero de 1897 Roda es nombrado Director General de la Deuda Pública del Ministerio de Hacienda. El asesinato de Cánovas en agosto de ese año interrumpe su carrera administrativa. El 19 de octubre presenta su dimisión. El 8 de agosto de 1897 Cánovas del Castillo es asesinado. La desaparición de Cánovas supone un duro revés en la carrera política de Arcadio Roda. Muerto su padrino político, Roda decide ponerse al servicio del liberalismo y se acerca a las tesis del general Weyler a quien había dedicado grandes elogios en el prólogo del libro de Retana. La vida política en el Congreso de los Diputados ha terminado y con él más de 20 años de presencia repartidas en cinco diferentes legislaturas. Recuperación del Patrimonio Cultural de Adra © 2008 www.adracultural.es