El emblema o distintivo de una corporación no es un objeto

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El emblema o distintivo de una corporación no es un objeto de adorno, sino un sello
que representa a un colectivo. Es por esto, que debe confeccionarse con esmero.
Su simbolismo ha de guardar una estrecha relación con el gremio que representa.
APUMEFYR es una asociación Médica, filial de la Sociedad Española de Medicina
Física & Rehabilitación (SERMEF). APUMEFYR son las siglas de la Asociación de
Profesores Universitarios de Medicina Física & Rehabilitación.
El símbolo de la Medicina es el llamado "Bastón de Esculapio" que data de la
antigua Grecia.
¿Quién era Esculapio?
Asclepio para los griegos y Esculapio para los romanos, existió y vivió en Tesalia,
fue un médico notable, de gran respeto y fama. Al fallecer, fue inmortalizado. El
culto a Asclepio, hijo de Apolo, surge hacia los años 500 - 400 a. de C, siendo
venerado en Atenas, Corinto y Pérgamo, ciudad natal del Galeno. A Esculapio se le
representa como un hombre de edad madura, barbudo, de mirada serena, con
abundante cabellera que recoge con una diadema. Casi siempre aparece vistiendo
un manto que deja al descubierto el brazo derecho y el busto.
Es en la Illíada dónde Homero “invoca” a Asclepio, semidios que adquirió sus
conocimientos con el centauro Quirón. Se dice que participó en la batalla de Troya,
junto con sus hijos. Tuvo por esposa a Epiona "la dulce" y varios hijos: tres chicos:
Godalirio, Machaon (médicos que aparecen en La Illiada) y Telesforo, y cuatro
hijas: Hygia, que es la preservadora de la salud (de la que deriva el término
Higiene), Panaqueia, que era farmacéutica (Panacea, "la que todo lo cura"), Egle,
que era partera y oculista, y Laso que era enfermera. Los sacerdotes de Epidauro
ampliaron la familia de Asclepio para el culto curativo.
Para los romanos, Asclepio se transforma en Esculapio. Fue importado desde
Epidauro en el siglo III a. C. con motivo de la epidemia de peste que transcurrió en
el año 293 a. de C., levantándose su santuario en la isla Tiberina, en la que
actualmente se encuentra un hospital que data del siglo XVI. Esculapio -Dios de la
Medicina-, empleaba sus poderes sanadores por mediación de las serpientes.
¿Qué representa el bastón de Esculapio?
El Bastón de Esculapio aparece en tiempos de Homero. Está representado por un
tronco o maza, de cabeza nudosa, donde se enrosca una serpiente, cuya cabeza
queda separada y erguida. Este caduceo con el paso del tiempo sufrió cambios al
recibir la influencia de costumbres y creencias dependientes del momento histórico,
entre ellas la magia y el sortilegio que usaron los primeros médicos, que al
separase del estado sacerdotal tuvieron que tener su propia insignia que los
identificara, por lo que finalmente quedó como ha llegado a la actualidad: una vara
fina con un nudo en el extremo superior, rematado por un pseudo-espejo formado
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por un ramo de uvas estilizado; la serpiente está enroscada en la vara y su cabeza
queda frente al “espejo”. Aparecen además dos palmas; la de la izquierda es de
laurel y la de la derecha de roble. El nudo indica las dificultades de la ciencia. La
vara es símbolo de poder. El racimo de uvas significa el vino que originando
embriaguez es usado con fines proféticos y adivinadores en la práctica misteriosa
de los taumaturgos y como preciado medicamento en la terapéutica. Desde hace un
tiempo se acepta el pseudo-espejo, pues en Egipto el espejo era mágico y al tomar
un narcótico, en él se veían los rasgos de seres sobrenaturales a través de los
reflejos luminosos. El roble, es el árbol sagrado en la Galia y Grecia, los sacerdotes
especializados en estos quehaceres interpretaban el ruido del viento al batir las
hojas del árbol en el bosque. El laurel, tiene propiedades ligeramente narcóticas en
sus hojas.
Cuenta la leyenda, que estando Asclepio en casa de Glauco, éste cayó brusca y
mortalmente herido por un rayo. Apareció en la habitación una serpiente y
Esculapio la mató con su bastón; otra serpiente entró y revivió a la primera,
metiéndole unas “hierbas” en la boca. Con estas mismas “hierbas”, se dice que
Esculapio logró resucitar a Glauco.
Los símbolos médicos tienen un origen muy remoto, es hacia el 1600 a. de C.
cuando los habitantes de Creta, rendían culto a la diosa Serpiente, atribuyéndole
las propiedades curativas de la Madre Tierra. Este reptil, en primavera, cambia la
piel todos los años, por lo que se le atribuye: poder, virilidad, sabiduría,
rejuvenecimiento, fertilidad, salud y prosperidad. Lo cierto es que desde hace
muchos siglos atrás, la serpiente fue venerada por los cretenses, los fenicios, los
indios orientales y los aztecas como uno de sus dioses. Sin embargo, es muy
posible, que la presencia de la sierpe en la cultura griega, tenga su antecedente
inmediato en la cultura egipcia, dado que en aquellos tiempos la medicina egipcia
gozaba de gran prestigio; correspondiendo este emblema con la representación de
la diosa Hathor. En Mesopotamia, el hijo de la divinidad Ninazu también aparece en
forma de culebra. La impresión que estos animales han producido en el hombre a
través de la historia, ha dado lugar a su recreación en testimonios culturales de
diferentes pueblos y culturas tales como la azteca, cretense, griega, egipcia, hindú,
e incluso en libros como la Biblia.
¿Por qué el color amarillo es el que representa a la Medicina?
Una curiosidad, la serpiente del símbolo de Esculapio es del género Coluber
longissimus, de color amarillo y negro y de uno a dos metros de largo, y hoy en día
aún pueden ser visualizadas en las ruinas de los templos romanos al sur de Europa.
Siendo una serpiente arborícola no venenosa, al enroscarse en el bastón del dios
sanador, parece incorporar un tipo de mediación entre la tierra y el cielo.
La vestimenta académica universitaria ha evolucionado a lo largo de los siglos
teniendo su origen en los hábitos clericales. Aunque en las Constituciones del
Cardenal Cisneros se reseñan la forma y colores del birrete y del resto de la
indumentaria académica, es en la Constitución XII de Carlos III, promulgada en
1779, en la que se diferencia por primera vez las distintas titulaciones (gramáticos,
filósofos, de lenguas, médicos y teólogos), adjudicando a Medicina el color amarillo.
Dicha indumentaria llega a su reglamentación gracias a las normativas impuestas
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por Isabel II en 1850. La posterior ratificación de las normativas promulgadas en
1931 configura el traje académico que conocemos en la actualidad. El amarillo (oro)
de la serpiente Coluber longissimus, es el color aceptado internacionalmente para
representar la Medicina.
¿En nuestra cultura cuándo se adopta el caduceo como símbolo médico?
El caduceo se desarrolla durante la Edad Media. Se pudo observar en la portada
de la edición griega de la obra de Hipócrates, de “Janus Cornarius”, impresa en
Basilea por Frobenius en 1538 y también figuró en la tapa del primer diccionario y
enciclopedia hipocrática de “Anuce Foes” en la ciudad de Metz.
El caduceo no se empezó a usar como emblema de la Medicina hasta que el
aristócrata William Butts, médico del rey Enrique VIII de Inglaterra lo incluyó en su
escudo nobiliario; tres siglos más tarde, la Casa Editorial de Libros Médicos, J. S. M.
Churchill, siguió el ejemplo de Froeben. En 1856, el Servicio del Hospital de la
Marina (EE.UU.), antecesor del actual organismo de la Salud Pública, pensó que el
caduceo sería un buen símbolo para significar el carácter no combatiente de la clase
médica. El bastón de Esculapio fue adoptado en 1898 por el ejército inglés. Los
médicos de la Armada belga lo pusieron en sus uniformes un año después. En 1902
fue adoptado oficialmente por el cuerpo médico de Estados Unidos en sustitución de
la "Cruz de San Juan". Actualmente el bastón de Esculapio, verdadero símbolo de la
Medicina, se usa como emblema médico en: España, Gran Bretaña, Alemania,
México, Perú, Bélgica, Filipinas y Cuba, entre otros países. La Organización Mundial
de la Salud (OMS) lo usa desde su fundación en 1947.
Siendo sabedores de que el verdadero y original Caduceo de Esculapio presenta
una sola serpiente en torno a la vara y que el de Hermes, deidad que representa al
comercio, dos serpientes con alas. En aras de la “licencia de los autores” hemos
permitido la dualidad del reptil despojándole del emblema que las define como
mensajeras, porque el caduceo ha ido evolucionando a lo largo de la historia, y la
Medicina representa propiedades duales: el hombre es materia y espiritualidad, la
Medicina gira en torno a la salud y la enfermedad y además Esculapio era hijo de la
luz, de la razón, de la vida; pero también es una deidad tectónica, que proviene de
la tierra, del inframundo, en suma, de la muerte; situándose la Medicina entre la
vida y la muerte.
Y los libros,…
Una de las primeras necesidades del ser humano como animal "racional" fue
transmitir a los demás, tanto contemporáneos como a las futuras generaciones, sus
vivencias e impresiones.
La escritura fue inventada en Sumeria (Irak) hace 5.500 años. Las primeras
manifestaciones fueron ideográficas y el primer escrito conocido se atribuye a los
sumerios de Mesopotamia (3.000 años a C). Los egipcios dejaron documentos
basados en el principio de transferencia fonética -Jeroglíficos-. Posteriormente,
surgieron los sistemas ideosilábicos en el Egeo, el valle del Indo y China. El primer
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alfabeto, donde las letras se unían formando palabras lo inventaron los fenicios.
Fueron los griegos quienes iniciaron los pasos de la escritura actual en torno al año
800 a.C.
Las primeras civilizaciones, “fabricaron” los primeros libros empleando planchas de
barro que contenían caracteres o dibujos incididos con un punzón. La mayor
semejanza con los libros actuales fueron los rollos empleados por los egipcios,
griegos y romanos, compuestos por largas tiras de papiro que se enrollaban
alrededor de un palo de madera. El texto se escribía con una pluma de junco, por
los esclavos ilustrados (escribas) en densas columnas y por una sola cara, y se
podía leer al desplegarlo. El papel apareció en Egipto alrededor del 800. El más
antiguo conservado se fabricó con trapos alrededor del año 150. Durante unos 500
años, el arte de la producción de papel estuvo limitado a China. En la antigua
Roma, se realizaron ediciones de hasta 5.000 ejemplares de ciertos manuscritos
coloreados, como los epigramas del poeta romano Marcial. Atenas, Alejandría y
Roma fueron los grandes centros de producción de libros en la época antigua. En
China los rollos se comenzaron a plegar en forma de acordeón y a colocarles
portadas hechas de papel fino o tela. El chino, el japonés y el coreano, utilizan para
su escritura los ideogramas. El más antiguo de los libros impreso de este modo del
que se tiene noticia es el Sutra del diamante, data del año 868. En el 972 se
imprimieron de esta forma los Tripitaka, (escritos sagrados budistas) que constan
de más de 130.000 páginas. En el siglo IV, en el mundo occidental, se sustituyeron
los incómodos rollos por los primeros códices. Consistía en un cuadernillo de hojas
hechas de madera cubierta de cera, lo que permitía escribir sobre él con algo
afilado y borrarlo si era necesario. Entre las tabletas de madera se insertaban,
ocasionalmente, hojas adicionales de pergamino. Con el tiempo, fue aumentando la
proporción de papiro o pergamino, hasta que los libros pasaron a confeccionarse
casi exclusivamente de estos materiales plegados, formando cuadernillos, que
luego se reunían entre dos planchas de madera y se ataban con correas. En la
Europa de inicios de la Edad Media, fueron los monjes quienes escribían los libros.
La mayor parte contenían fragmentos de la Biblia, otros eran copias de textos de la
antigüedad clásica que (a través de la cultura árabe) permitieron reincorporar la
cultura griega y romana de nuevo a la Europa medieval y postmedieval. En los
inicios se escribían los textos en letras mayúsculas, más tarde, como consecuencia
del resurgimiento del saber impulsado por Carlomagno en el siglo VIII, comenzaron
a utilizar también las minúsculas, la letra cursiva, y a escribir los textos en letra
fina y redondeada que sería el modelo de inspiración renacentista. Los libros
medievales contenían dibujos realizados en tintas doradas y de otros colores,
indicando el comienzo de sección o con el fin de ilustrar los textos o decorar los
bordes del manuscrito. Sus portadas de madera, reforzadas a menudo con piezas
de metal, poseían cierres en forma de botones o candados. Muchas iban cubiertas
de piel y, a veces, ricamente adornadas con trabajos de orfebrería en oro, plata y
otros pigmentos coloridos y valiosos.
Las imprentas móviles fueron inventadas por los coreanos en el siglo XIV,
manteniendo los libros unidos mediante barro o varillas. Los impresores del valle
del Rin utilizaban prensas mecánicas de madera similares a las de la producción de
vino. Los fundamentos de la imprenta ya habían sido utilizados, un siglo antes, por
los artesanos textiles europeos. Durante el Renacimiento, el auge de una clase
media próspera e ilustrada aumentó la demanda de materiales escritos. La figura
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de Martín Lutero y de la Reforma, y las subsiguientes guerras religiosas, influyeron
el desarrollo de la imprenta. Fue Johann Gutemberg, natural de Maguncia
(Alemania), el que fue considerado inventor de la misma en el año 1450. Su gran
logro consistió en desarrollar un método que permitía fundir letras con dimensiones
precisas, este avance contribuyó a la aceptación inmediata del libro impreso como
sustituto del manuscrito. El ejemplar conocido como la Biblia de Gutemberg,
sobrepasa en belleza y maestría a todos los libros que supuestamente le
precedieron.
A los libros impresos anteriores al año 1501 se les denomina
incunables. Los impresores del norte de Europa fabricaban sobre todo libros
religiosos. Los italianos, libros profanos (autores clásicos, historias de los escritores
laicos italianos y las obras científicas de los eruditos del siglo XVI). Con la llegada
de la imprenta, los artistas del Renacimiento podían grabar sus creaciones en
madera o metal y reproducir su obra. Entre los artistas que ilustraron libros
podemos nombrar a Andrea Mantegna y a los alemanes Alberto Durero y Hans
Holbein el Joven. La alfabetización creció enormemente como resultado de los
esfuerzos renacentistas por extender el conocimiento.
En 1472 Johann Parix parece ser que imprimió el Sinodal de Aguilafuerte, que se
considera hoy en día el primer libro impreso en español. Sin embargo, este honor
con fecha prefijada fue para el Comprehensorium de Johannes Grammaticus,
impreso en 1475. En los siguientes años, y auspiciados por la política cultural de los
Reyes Católicos, aparecerían otros libros de significativo interés para la cultura
española, tal y como la primera gramática española, la “Gramática Castellana” del
humanista Elio Antonio de Nebrija, impresa en Salamanca en 1492.
Desde los años sesenta, los avances en la fotografía y la electrónica han
revolucionado la impresión. Hoy en día se emplean para estas labores los
ordenadores. Los sistemas informáticos permiten fabricar con rapidez películas para
transferir imágenes a cualquier superficie. Las páginas web y los blogg son un paso
más en esta transmisión, como mínimo, de información. Y no olvidemos que la
evaluación de la información fruto del espíritu crítico de cada uno de los lectores,
según M. Bunge, es sinónimo de conocimiento.
A través de este pequeño recuerdo histórico observamos que el hombre siempre ha
tratado de trasmitir el saber y los conocimientos adquiridos a sus semejantes y a
las generaciones futuras, así mismo, los libros son las fuentes del saber en las que
todos
hemos
saciado
nuestra
sed
de
cultura.
La
transmisión
de
información/conocimiento a través del libro permite razonar, comprender, discernir
y aceptar o discrepar. Esto supone el examen crítico de lo leído y la posibilidad de
recurrir a la información tantas veces como sea posible. Estas peculiares no eran
posibles en la tradición oralista de la cultura Por otro lado, gracias al surgir de las
Universidades se originó la necesidad de distribución del conocimiento. A pesar de
la existencia de otros medios de comunicación, el libro continúa siendo el principal
medio de transmisión de saberes, enseñanzas y experiencias tanto reales como
imaginarias y la principal fuente de aporte cultural del individuo. El libro, en los
comienzos en piedra, arcilla, papiro o pergaminos, en los tiempos modernos en
papel, y en la actualidad en formatos digitales, tiene como finalidad el hacer
circular las palabras y las ideas.
Dr. S. Santos-Universidad de La Coruña- y Dra. E. Santos -Universidad de Salamanca-.
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BIBLIOGRAFÍA:
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