Domingo, 2 de marzo. 19 horas. Iglesia de San Jorge del Hospital de la Caridad. Coro Barroco de Andalucía. Director: Lluís Vilamajó. [[Puerta de Semana Santa]] POLIFONÍA EN LA EUROPA DE LOS SIGLOS XVI Y XVII Tomás Luis de Victoria (1548-1611): O magnum mysterium Jesu dulcis memoria Quam pulchri sunt Ave Maria (a doble coro) Juan Gutiérrez de Padilla (c.1590-1664): Missa Ego flos campi (a 8) (transcripción de Ivan Moody) 1. Kyrie 2. Gloria 3. Credo 4. Sanctus 5. Agnus Dei Salve Regina (a 8) (transcripción y edición de M. Imrie, I. Moody y B. Turner ) Henry Purcell (1659-1695): Funeral Sentences 1. “Man that is born of a woman” 2. “In the midst of life” 3. “Thou knowest, Lord” Coro Barroco de Andalucía María Pilar Morillo, Concepción Martínez, Yolanda Lázaro, Cristina Bayón, Verónica Plata, Mónica Aguilar, sopranos. Gabriel Díaz, Teresa Martínez, Isabel Chía, Elena Ruiz, Reyes González, Fátima Ortega, altos. Israel Moreno, Pablo Millán, Francisco J. Fernández, Emilio Gil, Joaquín Huéscar, Víctor Sordo, tenores. Miguel Rodríguez, Xavier Pagès, Francisco Gordillo, Alejandro Ramírez, Fco. Javier Jiménez, bajos. Alejandro Casal, órgano. Santiago Pereira, clave. Bárbara Sela, bajón. Juan Ramón Lara, violone. Miguel Rincón, tiorba. Director: Lluís Vilamajó www.musicaantiguasevilla.es El Concilio de Trento sometió a juicio la práctica polifónica de la época (más específicamente el complejo estilo contrapuntístico de la escuela flamenca) acusándola de que empañaba las palabras e introducía frecuentemente elementos profanos en la música religiosa (por ejemplo en las misas parodia basadas en chansons o madrigales). Todo esto se tradujo en la redacción de un escrito en el que se exigía que “las misas, ya sean celebradas con canto o sin él, lleguen con tranquilidad a los oídos y los corazones [...] interpretando con la claridad y velocidad justa. [...] Evítese que lo profano se entremezcle [...] desterrando de la iglesia toda música que contenga algo lascivo o impuro”. Tomás Luis de Victoria (1548 – 1611) fue quizás el compositor que mejor representa el espíritu de la Contrarreforma, ya que su profunda espiritualidad hizo que no compusiera o empleara ninguna obra profana (ni tan siquiera para la creación de misas parodia, para las cuales usaba motetes) y combinara perfectamente el estilo contrapuntístico con pasajes homofónicos para una correcta inteligibilidad de la música y el texto. A pesar de ser discípulo de la Escuela Romana (pasó allí algo más de 20 años), su música respira un claro sabor hispano en cuanto a modalidad, interválica y profundo sentimiento y misticismo. Las obras ofrecidas en este programa, culminadas con el imponente Ave Maria a 8 voces, son una clara muestra de ello. Juan Gutiérrez de Padilla (c. 1590 – 1664) nació en Málaga, ejerció como maestro de capilla en Ronda y en 1612 obtuvo el puesto de maestro de capilla en Jerez de la Frontera, cargo que abandonó en 1616 por el maestrazgo de capilla de la Catedral de Cádiz. Gracias a los registros de dicho templo, sabemos que en 1620 Gutiérrez de Padilla era muy apreciado por su “excelente desempeño”. Desconocemos qué fue del músico malagueño en tierras andaluzas los dos años siguientes, porque los libros de la Catedral de Cádiz están incompletos, pero lo que sí ha sido recogido es cómo en 1622 se dirige a Puebla de los Ángeles (México), en cuya Catedral ejerció como maestro de capilla adjunto de Gaspar Fernandes, titular de dicho cargo, y al que Juan Gutiérrez sucede a la muerte de este último en 1629. Su Misa Ego flos campi para doble coro, eje central de este concierto, pertenece al género de la misa parodia que, como hemos dicho más arriba, venía constituyendo una práctica muy frecuente en el Renacimiento. En ella se acostumbraba a escribir la música para la misa ad imitationem (a imitación) de alguna pieza musical www.musicaantiguasevilla.es preexistente, generalmente un motete, aunque en ocasiones también obras profanas, que servía como material de reelaboración de la nueva pieza. Aunque todavía no se ha identificado el motete en el cual el autor se basó para la construcción de esta misa, sí podemos reconocer el motivo principal del mismo, que suele aparecer tanto al inicio como en el desarrollo de las diferentes partes de la misa, y tanto en su forma original como en forma invertida. El último bloque lo componen las Funeral sentences de Henry Purcell (1659-1695), una colección de himnos comúnmente asociados a la Música para el Funeral de la Reina Mary, acontecimiento que tuvo lugar en marzo de 1695 y para el que Purcell añadió una marcha y una canzona para flat trumpets (especie de trompeta de vara que permite una mayor gama de notas cromáticas), que se interpretarían al comienzo, a modo de interludio y como final de los himnos. Sin embargo, se trata de obras compuestas en una etapa muy temprana (posiblemente en torno a 1680) como confirman las numerosas revisiones y versiones realizadas por el propio autor a lo largo de su vida. En cualquier caso, se trata de piezas de una expresividad, teatralidad y dramatismo sin igual en la música barroca inglesa, que sirven perfectamente al texto que acompañan, como demuestra la abundancia de figuras retóricas, como por ejemplo el intervalo melódico de quinta disminuida descendente (habitualmente prohibido) para la palabra ‘death’ (‘muerte’), o la dramática progresión cromática ascendente de acordes aumentados para describir las palabras ‘bitter pains’ (‘penas amargas’). / Alejandro Ramírez www.musicaantiguasevilla.es