Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 42.626 NOTAS CLÍNICAS Alucinosis alcohólica aguda femenina. A propósito de un caso M.J. Muñoz y A.M. Castellanos Servicio de Psiquiatría. Hospital Universitario Virgen de Valme. Sevilla. La alucinosis alcohólica se ha definido clásicamente como una psicosis exógena, debida a la ingesta crónica de alcohol, que cursa con la sintomatología propia de las psicosis endógenas y cuyo pronóstico es generalmente bueno, siempre que se mantenga la abstinencia etílica. En los últimos años la bibliografía centrada en esta entidad ha sido escasa. En el caso de la mujer, la clandestinidad en el consumo abusivo de alcohol puede demorar su correcto diagnóstico clínico y abordaje terapéutico. Se presenta el caso de una paciente de 30 años de edad ingresada en dos ocasiones en el servicio de psiquiatría de un hospital general por presentar sintomatología alucinatoria-delirante aguda, que fue calificada inicialmente como “trastorno psicótico agudo y transitorio”. La presentación clínica sugería un cuadro típico de alucinosis alcohólica aguda. Una exploración detallada de sus antecedentes personales reveló la existencia de un patrón de consumo abusivo de alcohol en solitario. Female acute alcoholic hallucinosis. A case report Palabras clave: Alucinosis. Alcohol. Mujer. Key words: Hallucinosis. Alcohol. Woman. INTRODUCCIÓN Fue Wernicke quien propuso el término “alucinosis de los bebedores” para denominar una psicosis alucinatoria desencadenada por la ingestión crónica de alcohol, que puede presentarse de forma aguda o crónica1. Kraepelin, en su descripción original de la alucinosis alcohólica, distinguía una forma aguda, de unos días a unas semanas de duración, y una forma subaguda, de hasta 2 o 3 meses. En su concepción ambas formas eran debidas Correspondencia: Dr. MJ. Muñoz-Molero. Servicio de Psiquiatría. Hospital Universitario Virgen de Valme. Crta. de Cádiz, km 548. 41014 Sevilla. Alcoholic hallucinosis has been classically defined as an exogenous psychosis due to the chronic ingestion of alcohol that presents with the typical symptomatology of endogenous psychoses. The prognosis is generally good, provided that the patient abstains from alcohol consumption. In the last few years, little has been published on this entity. In women, secrecy surrounding excessive alcohol consumption may delay the correct clinical diagnosis and therapeutic management. We present the case of a 30-year-old woman who was twice admitted to the Department of Psychiatry with acute hallucinatory-delirious symptomatology. The initial diagnosis was “acute and transient psychotic disorder”. The clinical presentation suggested a typical acute alcoholic hallucinosis. Detailed investigation of the patient’s history revealed a pattern of excessive solitary alcohol consumption. al efecto del tóxico, quedaban así adscritas a las psicosis tóxicas y separadas de la demencia precoz. Tanto Bonhöffer como Meyer siguieron el punto de vista kraepeliniano. Más tarde, Bleuler incluyó en la esquizofrenia la mayor parte de las alucinosis alcohólicas, sobre todo si la duración del proceso se prolongaba. Wolfensberger, en una posición intermedia, consideró esta entidad como el resultado de la acción tóxica del alcohol sobre una personalidad fuertemente “esquizoide”, por lo que el alcohol no haría más que poner en marcha “mecanismos esquizofrénicos” preexistentes en el sujeto2. En las clasificaciones internacionales más difundidas en la actualidad3,4 la alucinosis alcohólica queda incluida en el epígrafe de Trastorno Psicótico inducido por alcohol, con predominio de las alucinaciones. Psiq Biol 2002;9(1):55-7 55 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Muñoz MJ, et al. Alucinosis alcohólica aguda femenina. A propósito de un caso CASO CLÍNICO Se presenta el caso de una mujer de 30 años de edad ingresada en el Servicio de Psiquiatría del Hospital de Valme de Sevilla. Casada, con tres hijos de corta edad. Ama de casa, de nivel sociocultural muy bajo. Su madre, fallecida hace años por neoplasia ovárica, padeció trastornos afectivos no filiados, y su padre y abuelo paterno, alcoholdependencia. Durante la enfermedad materna abandona la escolarización y se hace responsable del cuidado de varios hermanos menores. Tras casarse, gestante del primer hijo, traslada su residencia a una ciudad distante de su lugar de origen. Sus antecedentes somáticos no son relevantes. No constan antecedentes psiquiátricos. Personalidad premórbida con predominio de rasgos por dependencia y escasa capacidad de afrontamiento. En el año previo presenta de forma aguda un síndrome alucinatorio-delirante que motiva un primer ingreso hospitalario psiquiátrico de 10 días de duración. Se recogen en su historia clínica fenómenos alucinatorios auditivos de contenido insultante, ideas delirantes de contenido autorreferencial y de perjuicio, distimia de miedo y ansiosa, aislamiento sociofamiliar, disminución del apetito e insomnio. Niega el consumo de tóxicos. Como posibles desencadenantes se registra el fallecimiento de un familiar, al que se sentía muy unida, unos meses antes, y un cambio en el trabajo del marido, que le obliga a estar todo el día fuera del domicilio. Se prescribe haloperidol (3,5 mg/día) y biperideno (4 mg/día). En varios días se encuentra asintomática, no detectándose síntomas psicóticos ni afectivos. Se le diagnostica “trastorno psicótico agudo y transitorio”. Durante unos meses se mantiene asintomática y sin seguir tratamiento psicofarmacológico. Ingresa nuevamente en este servicio de psiquiatría presentando una sintomatología idéntica a la ya referida. A la exploración psicopatológica está lúcida y orientada, sin alteraciones en funciones superiores. Muestra un discurso coherente y taquipsiquia discreta. Presenta fenómenos ilusorios y alucinatorios en esfera auditiva poco diferenciados (siseos y silbidos) y en forma de voces de contenido acusador e insultante, localizados exclusivamente en espacio exterior: “me silban, se meten conmigo, dicen que soy una puta y mi marido un cabrón, que mis hijos no son de mi marido... que van a por mí. Lo dicen cuando pasan bajo mi ventana... he mirado pero no los he visto”. Expresa ideación de contenido autorreferencial, persecutorio y de perjuicio, deliroide, de carácter interpretativo, centrada en su vecindario: “en todo el pueblo la gente sabe lo que pasa, se han corrido rumores... en la tienda me señalaron y se rieron, estaban hablando de mí. Temo que me peguen si salgo”. De forma reactiva presenta distimia pánica e ideas de suicidio: “ya no lo soporto más, he pensado en matarme para que acabe esta pesadilla”, así como incontinencia emocional, inquietud psicomotriz, anorexia, insomnio, abandono de tareas habituales y retraimiento social. No se evidencian trastornos en la vivencia del yo. Niega consumo de alcohol y de otros tóxicos. No hay conciencia de trastorno psíquico. La exploración somática y neurológica no revelan hallazgos significativos, salvo un temblor fino distal. Las pruebas complementarias (hemograma y bioquímica) tampoco demuestran alteraciones de interés. Se pauta tratamiento sintomático con haloperidol (5 mg/día), diazepam (30 mg/día), biperideno y zolpidem como hipnoinductor. En sucesivas entrevistas se vuelve a explorar el posible consumo de alcohol en la paciente ante la sospe- 56 Psiq Biol 2002;9(1):55-7 cha clínica de alucinosis alcohólica, sustentada en los datos referidos de la historia transversal y longitudinal. Refiere, finalmente, que desde hace al menos un año consume diariamente, y de forma encubierta, un mínimo de 2 l de cerveza y vino en cuantía no determinada, que relaciona con su situación vital de soledad y desarraigo. Se añade al tratamiento prescrito pauta de vitaminoterapia. Evoluciona hacia la completa desaparición de la psicopatología que motivó el ingreso en aproximadamente una semana, manteniendo sólo un ligero temblor fino distal. DISCUSIÓN El consumo abusivo de alcohol en la mujer suele llevarse a cabo en la clandestinidad. En los últimos años se asiste a un incremento en su prevalencia entre amas de casa que permanecen solas gran parte del día5. El abuso etílico en las mujeres se inicia entre los 28 y los 39 años, de 4 a 8 años más tarde que en los varones. Los antecedentes familiares de alcoholismo, fundamentalmente en el padre, el índice de privación afectiva infantil por pérdida precoz de un progenitor y una mayor vulnerabilidad fisiológica y psiquiátrica, son más frecuentes entre las mujeres que entre los varones alcohólicos6, así como su relación con acontecimientos vitales de estrés6,7. El consumo diario de alcohol de la paciente, al menos 80 g/día, se considera elevado8. El patrón de consumo, inicialmente negado por ella y desconocido por su entorno, retrasó el correcto diagnóstico. Por otra parte, la presentación clínica de la alucinosis alcohólica aguda es típica, según se demuestra en la bibliografía1,9-12. En un estado claro de conciencia, aunque puede existir de forma ocasional ligera obnubilación, aparecen trastornos sensoperceptivos en esfera auditiva en forma de fenómenos ilusorios y alucinatorios, desde los más simples (ruidos, silbidos, etc.) hasta la percepción de voces que insultan o acusan al paciente de faltas reales o imaginarias. De forma secundaria se genera un sistema de ideas deliroides de persecución, generalmente poco estructurado. El estado afectivo fundamental es la angustia, el temor persecutorio, el pánico reactivo. La conducta oscila entre la huida pánica, que puede culminar en el suicidio, y la defensa activa. Hay repercusiones en las tareas habituales, el ritmo de sueño, la ingesta alimentaria, el contacto social, etc. El diagnóstico diferencial se establece fundamentalmente con el delirium tremens y la esquizofrenia paranoide. Los trastornos en el nivel de conciencia, el predominio de alucinaciones visuales y el cortejo vegetativo caracterizan al primero1. La presencia de trastornos en la vivencia del yo parecen ser los síntomas más discriminadores respecto a la esquizofrenia paranoide 9 , así como el curso y la respuesta al tratamiento2. La historia psiquiátrica familiar también puede tener valor diagnóstico. En cuanto al tratamiento, Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Muñoz MJ, et al. Alucinosis alcohólica aguda femenina. A propósito de un caso son de primera elección los antipsicóticos1,9,11. Los síntomas desaparecen generalmente en pocos días o semanas2,9,13. El pronóstico es bueno, siempre que se mantenga la abstinencia; en caso contrario, el riesgo de recurrencia es alto 11. En el caso presentado, la paciente mantuvo el consumo etílico tras el primer episodio de alucinosis, por lo que tras estar varios meses asintomática se produjo una recaída sintomatológica que precisó un segundo ingreso hospitalario. 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