3.Trayectoria de la literatura fantástica en lengua española

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3.
Trayectoria de la literatura fantástica en lengua española
En este capítulo
vamos a conocer las líneas principales del desarrollo de la literatura fantástica en lengua española desde los
primeros cuentos escritos en la época del romanticismo hasta la literatura contemporánea
vamos a conocer algunos textos fantásticos paradigmáticos
Surgimiento en pleno
romanticismo
Influencias de las
ideas positivistas
La literatura fantástica en América Latina
En América Latina la literatura fantástica surgió1 en pleno romanticismo (que allí
comprende los decenios entre 1840 y 1890). Como unos de los primeros ejemplos se suelen mencionar los relatos La viuda de Corinto (1837) del venezolano
Fermín Toro –que es más una leyenda histórico-sentimental que un cuento moderno– o Gaspar Blondín (1858) del ecuatoriano Juan Montalvo. El cuento Gaspar
Blondín –para nuestro tema más importante– que se escribió primero en francés
y después fue traducido al español por el mismo autor, corresponde plenamente
a las convenciones del romanticismo con sus preferencias por ambientes siniestros2, muerte y misterio y se sirve de toda una serie de tópicos3 respectivos. Los
hechos narrados se llevan a cabo en medio de una naturaleza amenazadora en una
posada de los Alpes en una noche tempestuosa y exponen una historia de vampiros que recoge elementos demoníacos y connotaciones eróticas.
En otros textos de la época el tema de lo trascendente también se revela a
través de asuntos relacionados con el más allá y con lo diabólico combinándolos
muchas veces con la preocupación por la inspiración artística. Algunos de los
motivos y procedimientos literarios se recuperan más tarde en el modernismo.
Durante el naturalismo las ideas positivistas van ganando terreno. Como
consecuencia, hechos aparentemente sobrenaturales ya no causan incertidumbres,
sino se interpretan como efectos científicamente explicables (pero todavía desconocidos). Sirven de punto de arranque4 para debates sobre lo racional y lo irracional, sobre lo inmanente y lo trascendente, favoreciendo siempre las explicaciones
racionales. Sin embargo, en muchos de los cuentos respectivos, la irrupción de lo
desconocido deja una puerta abierta hacia otra realidad de tal forma que puedan
entrar elementos conflictivos.
Naturalismo
Corriente literaria de los últimos tres decenios del siglo XIX nacida en Francia (Émile Zola) como evolución
del realismo. Textos naturalistas y debates en torno a sus bases ideológicas en España a partir de 1882.
El naturalismo afirma la idea de reflejar casi fotográficamente la realidad y recoge las miserias humanas y
los instintos más primarios y brutales. Se basa en un determinismo social y biológico mostrando personajes
condicionados por el medio social, la naturaleza y su propia constitución genética.
En los países hispanohablantes el naturalismo no sigue las estrictas líneas ideológicas del naturalismo francés (determinismo positivista, ateísmo) y se expresa en un tono más conciliador, aunque se recogen algunos
procedimientos literarios y campos temáticos.
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surgir – erscheinen
siniestro – unheimlich
el tópico – Topos, Gemeinplatz
el punto de arranque – Anlass, Impuls, Ausgangspunkt
Con la publicación de algunos relatos de Rubén Darío y de Leopoldo Lugones se da un paso importante en
el desarrollo de la narrativa fantástica latinoamericana.
Hay que mencionar textos como El caso de la señorita
Amelia (1894) y Verónica (1896)a de Darío o los cuentos
de Lugones publicados entre 1897 y 1899 en los diarios
El Tiempo y La Tribunab. La decidida apertura hacia
lo fantástico, lo extraño y lo maravilloso tan característica en estas obras resulta del afán5 de los autores de
concederle más espacio a la fantasía y de valorar más los
así llamados frutos puros de la imaginación y las fuerzas
invisibles e inconscientes que la determinan. Además, re- Rubén Darío
aparece la inclinación hacia el más allá que había sido tan frecuente en el romanticismo. Por otra parte, se intenta incorporar las ciencias (que experimentan un
extraordinario auge en la segunda mitad del siglo XIX) en un orden trascendente
lo que muchas veces conlleva una revaloración de los elementos sobrenaturalreligiosos. En todos estos procesos se pone de manifiesto una reacción al materialismo positivista desbordante de la época que tanto atrae y desconcierta a
los autoresc. Un fenómeno inexplicable de Lugones lo demuestra claramente: en
todo el texto se emplea un lenguaje marcado por el positivismo y se aplican sus
métodos experimentales para comprobar, al final, que lo sobrenatural sí existe
poniendo así en duda las bases principales del positivismo.
Rubén Darío
Leopoldo Lugones
Reacción al materialismo positivista
Positivismo
Corriente filosófica de la segunda mitad del siglo XIX que se desarrolla a partir de la obra del pensador francés Auguste Comte (1798–1857) y se extiende a toda Europa. La tesis fundamental del positivismo es que
el conocimiento exclusivamente puede surgir de una afirmación positiva de las teorías a través del método
científico, es decir, mediante el análisis de hechos verificados por la experiencia. El objetivo principal del positivismo es encontrar explicaciones causales a base de leyes generales para todos los fenómenos (incluso
para procesos de desarrollo del ser humano y de la sociedad).
Entre toda una serie de textos de este período que anticipan6 motivos a menudo reelaborados en relatos posteriores figura Yzur de Lugones (también incluido en Las
fuerzas extrañas), la historia de un mono a quien su amo,
un científico, le quiere animar a hablar y que muere en
el momento en que pronuncia sus primeras palabras – un
cuento que invita a una lectura metafísica. Jorge Luis Borges lo incluyó en su antología de textos de Lugonesd, lo
relaciona con E. A. Poe y H. G. Wells y subraya que el
autor „inaugura7 en nuestro idioma el género de ficción
científica“e.
El uruguayo Horacio Quiroga, coetáneo8 de Lugones,
fomenta el desarrollo de la cuentística con sus propios
textos y con su Decálogo del perfecto cuentista (1927),
mientras tanto respecto a la narrativa fantástica se orienta
según las convenciones de su época. Su tendencia a tratar
temas como la muerte, el sufrimiento, el temor y el horror
suele ser explicada sólo biográficamente excluyendo así
las evidentes influencias literarias en su obra, sobre todo
de Poe y de Baudelaire.
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Anticipación de motivos
Horacio Quiroga
Horacio Quiroga
el afán – Drang, Streben; Sorge
anticipar – vorwegnehmen
inaugurar – einführen
el coetáneo – Zeitgenosse
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Adolfo Bioy Casares,
Jorge Luis Borges y
Silvina Ocampo
Posibilidades de clasificación de narraciones
fantásticas según Bioy
El año de 1940 resulta ser una fecha clave ya que en este mismo año se publican la famosa Antología de la literatura fantástica –recopilada por Adolfo Bioy
Casares, Jorge Luis Borges y Silvina Ocampo–, la novela La invención de Morel
de Bioyf y también el cuento Tlön, Uqbar, Orbis Tertius de Borges con el cual se
inaugura un paradigma completamente nuevo de la narrativa fantástica. Ya en
este período, Borges hace hincapié en que lo fantástico en la literatura para él es,
en primer lugar, cuestión de procedimientos literarios y en que lo más importante
es que el lector esté consciente de encontrarse ante una obra de ficción pura y de
tomarla como talg. Así que, según él, los acontecimientos fantásticos no necesitan
ninguna explicación.
Al contrario, Bioy, en su prólogo a la Antología, ofrece posibilidades de clasificar las narraciones fantásticas basándose en sus temas y en las explicaciones que
se dan respecto a los hechos sobrenaturales. Según las explicaciones las agrupa
en tres categorías:
a) [Las] que se explican por la agencia9 de un ser o de un hecho sobrenatural
b) [Las] que tienen explicación fantástica, pero no sobrenatural („científica“
no [le] parece el epíteto10 conveniente) […]
c) [Las] que se explican por la intervención de un ser o de un hecho sobrenatural, pero insinúan, también, la posibilidad de una explicación natural […];
[las] que admiten una explicativa alucinaciónh.
Adolfo Bioy Casares
Hay que destacar que las primeras dos categorías se apoyan en elementos meramente textuales mientras la tercera incluye referencias al lector y, por lo tanto,
corresponde más al concepto de Todorovi que las otras dos. A los autores de textos
de la tercera categoría, Bioy les reprocha no haber „sabido proponer con verosimilitud lo fantástico“j, lo que critica como „debilidad, [como] una escapatoria del
autor“k. Sin embargo, sólo pocos relatos incluidos en la Antología ofrecen abiertamente una explicación natural o fantástica de los hechos narrados, la mayoría
tiende a mantener cierta ambigüedad respecto a las posibilidades de interpretación.
A pesar de las diferencias conceptuales entre Borges y Bioy en esta época,
éste reconoce la fuerza innovadora de los textos borgeanos subrayando que:
Con El Acercamiento a Almotásim, con Pierre Menard, con Tlön,
Uqbar, Orbis Tertius Borges ha creado un nuevo género literario,
que participa del ensayo y de la ficción; son ejercicios de incesante
inteligencia y de imaginación feliz, carentes de languideces11, de todo
elemento humano, patético o sentimental, y destinados a lectores intelectuales, estudiosos de filosofía, casi especialistas en literatural.
La fuerza innovadora
de los textos de Borges
Jorge Luis Borges
La ruptura estructural más importante realizada por Borges reside en el cambio
de los sistemas referenciales. La narrativa fantástica tradicional se basaba en la
oposición de un sistema real vs. un sistema irreal, y las tramas se centraban en la
irrupción de hechos insólitos o extraordinarios en el mundo ‚real‘, en la vida cotidiana y banal. Mientras tanto, en los relatos borgeanos se difumina esta oposición,
en primer lugar, porque no se establece un sistema ‚real‘, sino que las referencias
son meramente literarias, mediáticas y provienen, muchas veces, incluso de
textos inventados. En Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, p. ej., el punto de arranque es un
volumen de la inventada Anglo-American Cyclopaedia, una „reimpresión literal,
pero también morosa12, de la Encyclopaedia Británica de 1902“ll. Sólo el ejemplar
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la agencia – das Wirken
el epíteto – Beiwort, Epitheton, Attribut
carente de languideces – frei von Schwächen
moroso – säumig; hier: missbräuchlich
de la Cyclopaedia que posee el Bioy ficcional contiene un artículo sobre la región
Uqbar, y los protagonistas Bioy y Borges descubren, al releerlo, que toda literatura
de Uqbar es fantástica y siempre se refiere a las dos regiones imaginarias de Mleijnas y de Tlön. Dos años después de este momento inicial, encuentran un tomo
de la First Encyclopaedia of Tlön (que había pertenecido al ingeniero Herbert
Ashe, que ya „en vida padeció de irrealidad“m) donde se describen detalladamente
diversos aspectos de Tlön y que en una de sus láminas13 en colores da la primera
pista a Orbis Tertius, al proyecto de inventar un país, empezado por una „sociedad
secreta y benévola“n en el siglo XVII. Todas las referencias, a primera vista, llevan
a otros textos, pero, al fin y al cabo, llevan al vacío. El relato parece ejemplificar
el lema borgeano expuesto en Otras inquisiciones: „Admitamos lo que todos los
idealistas admiten: el carácter alucinatorio del mundo. Hagamos lo que ningún
idealista ha hecho: busquemos irrealidades que confirmen ese carácter“ñ.
La obra de Silvina Ocampo demuestra que la clasificación de textos como Cambios de clasificación
fantásticos ha cambiado mucho en el transcurso del debate. Mientras en la época
de su publicación ni Viaje olvidado (1937), ni Autobiografía de Irene (1948) se
categorizan como fantásticos, más tarde se hace hincapié en las alternancias14 entre lo cotidiano y lo insólito, tan características de sus tramas, facilitando así una
recepción como narraciones fantásticas. En la primera edición de la Antología no
figura ningún cuento de Silvina Ocampo, no obstante, Bioy (en el prólogo) menciona Sábanas de tierra (1938) como ejemplo de un texto „con metamorfosis“
(al lado del famoso cuento kafkiano La metamorfosis [Die Verwandlung, 1915,
escrito ya a finales de 1912]).
La siguiente etapa importante en el desarrollo de la literatura fantástica en
lengua española se da con los cuentos de Julio Cortázar, comenzando con el volumen Bestiario de 1951. Cortázar acepta la clasificación de sus cuentos como
fantásticos sólo „por falta de mejor nombre“o: Reconoce las huellas innegables
de autores como Poe en muchos de sus relatosp, pero, por otro lado, subraya las Julio Cortázar
diferencias fundamentales que residen en la visión del mundo expuesta en los textos y en los procedimientos literarios empleados en ellos. Mientras en la literatura
fantástica tradicional, a menudo, el horror y el miedo abren el paso a lo otro (con
las influencias respectivas en las estructuras textuales), en los cuentos de Cortázar
lo otro emerge de una nueva percepción del mundo, de una nueva postulación Nueva postulación de
de la realidad, que surge cuando „la razón […] se rompe los dientes contra una la realidad
realidad que no se deja ni se dejará atrapar jamás por las frías armas de la lógica,
la ciencia pura y la tecnología“q. Así, el punto de partida de Cortázar es de carácter
filosófico, empieza una búsqueda ontológica de las dimensiones de la realidadr
cubiertas a la razón. Este punto de arranque lo inclina hacia el surrealismo que
–según su opinión– excede la literatura y el arte: es cosmovisión, una empresa
de conquista de la realidad. Lo inquietante o lo sobrecogedor le parece como „un
aviso originado en unas zonas de la realidad que el homo sapiens prefiere ignorar
o relegar15 al desván16 de las creencias animistas o primitivas, de las supersticiones
y de las pesadillas“s.
Como consecuencia, sus cuentos se basan en la representación de acontecimientos inimaginables dentro de un contexto totalmente cotidiano y los protagonistas no se horrorizan al enfrentarse con hechos extraños. La transgresión
forma parte de un orden nuevo, más amplio, que el autor quiere revelar y/o
comprender.
En los cuentos posteriores de Cortázar como Apocalipsis de Solentiname del
volumen Alguien que anda por ahí (1977), pero también en las obras de otros
autores / otras autoras –podemos mencionar Opus Dos de Angélica Gorodischer
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la lámina – Blatt
la alternancia – Wechsel
relegar – verbannen
el desván – Speicher
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(1967)– se puede observar la tendencia de incluir implicaciones políticas y/o
sociales (una tendencia que se desarrolla también en la ciencia ficción de este
período). En Apocalipsis de Solentiname, p. ej., Cortázar tematiza la violencia
y la tortura en América Latina. Mientras la realidad histórica en el proceso de la
transformación literaria adquiere rasgos irreales, lo irreal en el espacio literario
fantástico llega a tener rasgos reales. Así, Cortázar logra exponer lo fantástico
como una realidad más amplia y más auténtica.
Surrealismo
Sinónimos: superrealismo y suprarrealismo. Movimiento literario y artístico dentro de las vanguardias del
siglo XX surgido en Francia con André Breton (autor de los Manifiestos del surrealismo y, por ende, su teórico
más importante), Paul Eluard y Louis Aragon como figuras clave.
Afirma una nueva visión del trabajo creador del artista. Pretende desvelar el mundo de lo inconsciente y
las fuerzas motrices más oscuras de la mente humana –sin intervenciones reguladoras de la razón y ajeno
a preocupaciones estéticas o morales– buscando así una verdad superior y más amplia. Se desarrolla la
técnica de la escritura automática y se prefieren campos temáticos como sueños y pesadillas, el amor loco,
los elementos mágicos que hay en todo lo fortuito, entre otros.
Aunque en España no hubo manifiestos ni una escuela surrealista, las influencias del surrealismo se pueden percibir en muchas obras poéticas de la Generación del 27.
El surrealismo no sólo abarca la literatura sino también el cine (Luis Buñuel), la pintura (Salvador Dalí, Giorgio de Chirico) y la escultura (Joan Miró).
El microrrelato
Ana María Shua
Samanta Schweblin
Al final de este breve panorama de la literatura fantástica en Hispanoamérica
hay que hacer hincapié en un fenómeno que no se limita a las narraciones fantásticas aunque es muy frecuente entre ellas: se trata del microrrelato (denominado también microcuento, minificción, microficción o cuento brevísimo). Como
ejemplos de estos relatos ultrabreves podemos referirnos a los Cuentos breves y
extraordinarios (1955) editados por Borges y Bioy, a las Historias de cronopios y
famas (1962) de Cortázar o a las obras de Augusto Monterroso como Obras completas (y otros cuentos) (1959), Movimiento perpetuo (1972) y La palabra mágica
(1983). Estos textos extremamente concentrados ponen a prueba nuestras rutinas
de leer y contrarrestan17 las expectativas del lector y, así, están realmente predestinadas a la narración fantástica. Empleando procedimientos literarios de diferentes géneros (narrativa, ensayo, poesía), los microrrelatos se caracterizan como una forma
literaria bastante híbrida18. El cuento El dinosaurio (1969) de Monterroso –muchas
veces analizado y comentado– lo pone de manifiesto. Al lado de los textos ya clásicos hay gran cantidad de minificciones de alta calidad literaria de autores más
jóvenes, p. ej. las colecciones La sueñera (1984), Casa de Geishas (1992), Botánica del Caos (2000) y Temporada de fantasmas (2004) de Ana María Shua.
Ante la omnipresencia de los grandes autores del siglo veinte, para los autores
jóvenes resulta difícil establecerse en el mundo literario. En este sentido, la trayectoria literaria de la escritora argentina Samanta Schweblin es típica. Aunque
fue publicada por la poderosa editorial Planeta, su colección de relatos El núcleo
del Disturbio (2002), elogiada por la crítica y galardonada con el Premio del Fondo Nacional de las Artes, permaneció por muy corto tiempo en los escaparates de
las librerías. Entretanto, la autora participó en varias antologíast, algunos de sus
textos están traducidos al inglés, el francés y el sueco y su segundo volumen de
cuentos, La furia de las pestes, ha sido premiado con el Casa de las Américas de
2008, no obstante, ella sigue siendo poco conocida. Por otro lado hay también
autores consagrados que siguen cultivando el género. Como ejemplo podemos
mencionar el volumen Inquieta compañía de Carlos Fuentes (2004).
17 contrarrestar – entgegenwirken, aufhalten
18 híbrido – hybrid
22
La literatura fantástica en España
En España la tradición de la narrativa fantástica es mucho menos fuerte que en
Latinoamérica aunque logremos encontrar más de un autor que ha trabajado el género (incluso de los clásicos) y más de una obra. Para el siglo XIX esta ausencia,
en parte, se suele explicar por hechos sociológicos. En España, el antiguo régimen
no llega a ser vencido plenamente ni siquiera en 1868; en comparación con otros
países europeos, el capitalismo se desarrolla mucho más lentamente, hay menos
público burgués consumidor y la industria editorial que podría atender a este mercado está menos desarrollada. Por otro lado, el grupo social dominante del antiguo régimen todavía no ha perdido la batalla social, todavía no tiene motivo de
sublimar su visión del mundo ni tiene que oponerse decisivamente al racionalismo
exaltando las fuerzas oscuras y misteriosas.
Entre los primeros autores peninsulares que cultivan la novela gótica figura
Agustín Pérez Zaragoza Godínez que en 1831 publica su Galería fúnebre de espectros y sombras ensangrentadas, o sea el historiador trágico de las catástrofes
del linaje humano, una colección de novelas góticas, en parte traducidas o adaptadas, en parte originales. Las más conocidas son Dompareli Bocanegra y Princesa
de Lipno o el retrete del placer criminalu. Para Pérez Zaragoza Godínez (y algunos
otros autores de su época) el terror tiene que venir del escenario y/o del tema y no
se basa en la estructura interna, en la problemática de la novela.
En la segunda mitad del siglo XIX se desarrolla una literatura inspirada en el
goticismo – escrita por autores de trasfondo romántico o de otros provenientes del
ámbito realista o naturalista. Podemos mencionar la novela La sombra (1870) de
Benito Pérez Galdós (cuyo especial interés reside en el avance del folletín gótico
hasta la novela psicológica/psiquiátrica y, por ende, va más allá de los esquemas
conocidos) o cuentos como El monte de las ánimas (1864) de Gustavo Adolfo
Bécquer o Vampiro (1901) de Emilia Pardo Bazán (que no trata de un vampiro
clásico de la leyenda sino de un vampirismo que le quita las energías vitales a
la joven protagonista). Pedro Antonio de Alarcón se destaca ya con una de sus
primeras obras, El amigo de la muerte (1852), incluida más tarde en el volumen
Narraciones inverosímiles (1882), y su cuento La mujer alta (1881) –que también
forma parte de la colección– se aprecia como uno de los mejores cuentos de miedo
españoles.
Entre los (relativamente pocos) relatos fantásticos de la época realista y naturalista que corresponden al modelo de Todorov figuran textos como La muerte de
Capeto (Memorias de un patriota) de Vicente Blasco Ibáñez (1888) o La santa
de Karnar de Emilia Pardo Bazán (1891). Más frecuentemente se cultivan cuentos que ofrecen soluciones oníricas19 o alucinatorias anulando cualquier duda o
incertidumbre (p. ej. Celín de Benito Pérez Galdós, 1889). Rompiendo el efecto
fantástico, estos textos se adaptan mucho más fácilmente a las ideas filosóficas y
estéticas de su tiempo.
En las vanguardias de los primeros decenios del siglo XX (que se desarrollan
ante la inseguridad humana causada por la profunda crisis de la sociedad) surge una
nueva sensibilidad. Rechazan el dominio absoluto de la razón (una reacción frente
al positivismo del siglo XIX) y, como consecuencia, va aumentando el interés por
lo inconsciente, la imaginación y el sueño – un proceso decididamente marcado por
el psicoanálisis. Por otra parte, la teoría de la relatividad revoluciona las ciencias
„exactas“ y, en todo el pensamiento occidental20, lleva a focalizar la ambigüedad,
la duda y la aparición de lo inesperado. Son estos factores los que condicionan los
cambios fundamentales respecto a la estructura de las narraciones fantásticas arriba
comentados. Como ejemplos de este período se pueden mencionar algunos de los
Tradición menos fuerte
en España
Desarrollo de la novela
gótica en España
Benito Pérez Galdós
Relatos fantásticos
de la época realista y
naturalista
Crecimiento de una
nueva sensibilidad
19 onírico – Traum-, traumhaft
20 occidental – westlich, abendländisch
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Nuevas modulaciones
del imaginario fantástico a partir de los años
sesenta
Pío Baroja
Alfonso Sastre
Desarrollo de una gran
diversidad de textos
fantásticos
Tematizar la incursión
de lo inexplicable en la
vida cotidiana
caprichos de Ramón Gómez de la Serna (de los volúmenes Disparates21, 1921, y
Caprichos, 1925).
Mientras los primeros dos decenios de la posguerra española están marcados
por una literatura con un fuerte realismo social, a partir de los años sesenta nuevas modulaciones del imaginario fantástico van ganando terreno. Por un lado,
la renovación literaria latinoamericana, sustentada22 por una innovadora y amplia
actividad editorial, deja sus huellas y, por otro lado, colecciones como El Libro de
Bolsillo de la editorial Alianza (en la que uno de los primeros volúmenes publicados es la traducción de La metamorfosis de Kafka) o la colección de la editorial
barcelonesa Bruguera contribuyen a la considerable ampliación del público lector
de obras fantásticas.
No obstante, también hay textos anteriores que retornan a la literatura fantástica, a veces recuperando fórmulas tradicionales, a veces usando recursos
provenientes de la época de la vanguardia. Como ejemplos se pueden mencionar la novela El Hotel del Cisne (1946) de Pío Baroja formado por narraciones
de sueños (que se basan tanto en la tradición de los cuentos de terror como en
las alucinaciones del propio autor) o la mayoría de los relatos de Azorínv de su
última etapa. Algunos años más tarde aparece Industrias y andanzas de Alfanhuí
(1951) de Rafael Sánchez Ferlosio, una muy apreciada novela de aprendizaje que
se nutre de diferentes recursos de la tradición literaria, sobre todo de los cuentos
maravillosos, de la prosa modernista y, como ya insinúa el título, de la novela
picaresca23.
Entre las obras de los autores que retoman y renuevan las coordenadas de la
vanguardia (p. ej. Carlos Edmundo de Ory) predomina la prosa poética que se
ofrece para una lectura metafórica, alegórica, simbólica (es decir,
que no corresponde a los requisitos de la literatura fantástica expuestos por Todorov). Los textos, en muchos casos, sirven para
mostrar el lado desconocido, la cara oscura de lo cotidiano.
En los años sesenta incluso algunos representantes del
llamado realismo crítico se acercan a la literatura fantástica.
Alfonso Sastre, p. ej., se dedica al relato de terror con su colección Las noches lúgubres24 (1963) formada por dos relatos
largos y más de veinte breves. Sastre siempre opta por ofrecer
una explicación racional de los hechos extraordinarios –después de las típicas oscilaciones– y, al final de los textos, no
queda incertidumbre respecto a lo expuesto, ni en los personajes ni en el lector
implícito.
Los debates de los años setenta en torno a la literatura experimentalista, a la
metatextualidad y la narratividad de los textos favorecen el desarrollo de una
gran diversidad de textos fantásticos. En 1978, Carmen Martín Gaite publica su
novela El cuarto de atrás que se destaca por su nivel metaliterario donde –a través
de los diálogos entre la protagonista y un hombre de negro– se comentan y defienden las tesis de la Introducción a la literatura fantástica de Todorov.
El enorme abanico25 de textos de los últimos dos decenios va desde el relato
fantástico sensu stricto, el cuento de terror y la fantasía épica a la ciencia-ficción y
el cyberpunk y sale del mundo de los aficionados (el llamado fandomw) y especializados del género (autores, editoriales). En muchos casos, la literatura fantástica
sirve para tematizar la (cada vez más frecuente) incursión26 de lo inexplicable en
nuestra vida cotidiana (ejemplo de ello son las obras de José María Merino y
Cristina Fernández Cubas). Siguiendo el concepto cortazariano, los autores inter21
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el disparate – Unsinn, Absurdität
sustentar – stützen
la novela picaresca – Schelmenroman
lúgubre – düster
el abanico – Palette (Vielfalt); Fächer
la incursión – Einbruch, Eingriff
pretan lo fantástico como transgresión de lo cotidiano desde dentro, los personajes y el ambiente nos son familiares.
Entre los autores más jóvenes que encajan27 en la literatura fantástica se pue- Difuminación de los
de mencionar a José María García Hernández, en primer lugar su novela corta límites entre los géneDesenmascarar a Kavarokios, ganadora del Premio Tristana de 2004. Como lo ros y subgéneros
observamos en muchos textos contemporáneos, en esta obra se difuminan los
límites entre los diversos géneros y subgéneros. Desenmascarar a Kavarokios
se nutre del cuento de horror, de la ciencia-ficción y de la crónica cotidiana incluyendo elementos de humor, un erotismo sutil así como aspectos de una crítica
social. García Hernández logra impactar28 al lector y, al mismo tiempo, lo invita a
reflexionar sobre el mundo que lo rodea.
Resumiendo subrayamos que –por mucho que se haya pronosticado su agotamiento– la literatura fantástica sigue presente en el mundo literario contemporáneo y continúa desarrollando nuevas formas adaptadas a nuestra época.
Para recordar:
En España la tradición de la narrativa fantástica es menos fuerte que en Latinoamérica.
Los primeros cuentos fantásticos en lengua española surgen en pleno romanticismo y corresponden a las
convenciones de la época.
Borges inaugura un paradigma completamente nuevo de la narrativa fantástica, ya que en sus cuentos las
referencias son meramente textuales y se difumina la oposición entre un sistema real y otro irreal.
Con la obra de Cortázar se establece lo neofantástico, donde lo otro emerge de una nueva percepción del
mundo y de una nueva postulación de la realidad.
En muchas obras más recientes se desdibujan los límites entre los diversos géneros y subgéneros.
Notas
a. Ambos textos se publicaron primero en el diario La Nación. Más tarde, Darío reelaboró el relato Verónica y lo
publicó en una versión ampliada bajo el título La extraña muerte de Fray Pedro (1913).
b. En 1906 Lugones los publicó (en versiones reelaboradas) como libro, titulándolo Las fuerzas extrañas.
c. En sus artículos de El mundo de los sueños (publicados en La Nación en 1911) el propio Darío muestra cómo
la búsqueda de lo oculto, de lo sobrenatural está relacionada con las frustraciones espirituales provocadas
por las ciencias. Pone de manifiesto que los valores religiosos tradicionales ya no sirven para afrentar esta
angustia.
d. La estatua de sal, volumen 15 de la Biblioteca de Babel. Madrid 1985.
e. La estatua de sal, p. 12.
f. Véase capítulo 4.
g. Véanse sus „Notas“ en Sur, núm. 18/1936, p. 85s.
h. Adolfo Bioy Casares, „Prólogo y Postdata al Prólogo“, en: Jorge Luis Borges/ Silvina Ocampo/ Adolfo Bioy
Casares, Antología de la literatura fantástica, Barcelona 1999, p. 14.
i. Véase capítulo 1.
j. Adolfo Bioy Casares (1999), p. 14.
k. Ibíd.
l. Ibíd.
ll. Jorge Luis Borges, Ficciones, Madrid 201993, p. 13.
m. Ibíd., p. 17.
n. Ibíd., p. 31.
ñ. Jorge Luis Borges, Otras inquisiciones. Madrid 51985, p. 156.
o. „Casi todos los cuentos que he escrito pertenecen al género llamado fantástico [...] por falta de mejor nombre“; Julio Cortázar, „Algunos aspectos del cuento“, en: Obra crítica, Madrid 1994, vol. 2, p. 368.
p. Véase Julio Cortázar, „El estado actual de la narrativa en Hispanoamérica“, en: Obra crítica, Madrid 1994,
vol. 3, p. 96.
q. Julio Cortázar, „Nuevo elogio de la locura“, en: Obra crítica, Madrid 1994, vol. 3, p. 321.
27 encajar – hineinpassen
28 impactar – beeindrucken, Wirkung zeigen auf jdn.
25
r. Véase Julio Cortázar, „Muerte de Antonin Artaud“, en: Obra crítica, Madrid 1994, vol. 2, p. 153s.
s. Julio Cortázar, „El estado actual de la narrativa en Hispanoamérica“, en: Obra crítica, Madrid 1994, vol. 3,
p. 97.
t. P. ej., en el volumen Cuentos Argentinos publicado por Siruela en Madrid 2004.
u. La segunda forma parte de antologías de terror publicadas en Taurus (1963) y Alianza (1981).
v. En esta época, Baroja y Azorín son los dos únicos supervivientes de la generación del 98.
w. Fandom es una palabra de origen inglés (Fan Kingdom).
1.
Actividades
¿Lo has entendido? Marca si las frases son verdaderas o falsas.
V
a. En Latinoamérica la literatura fantástica empieza a desarrollarse a principios del siglo XIX.
b. En los textos de la época romántica el tema de lo trascendente a menudo se combina con la
preocupación por la inspiración artística.
c. Los textos marcados por el positivismo tienden a dar explicaciones racionales de los hechos
aparentemente sobrenaturales.
d. A finales del siglo XIX lo fantástico, lo extraño y lo maravilloso van perdiendo el interés de los
autores y lectores.
e. Para Borges es importantísimo que los textos ofrezcan explicaciones de los acontecimientos
extraños.
f. La clasificación de textos como fantásticos puede cambiar en el transcurso del debate.
g. Cortázar quiere revelar zonas de la realidad cubiertas a la razón.
h. En Latinoamérica la tradición de la narrativa fantástica es mucho menos fuerte que en España.
i. En España se desarrolló una literatura inspirada en el goticismo.
j. En las vanguardias va aumentando el interés por lo inconsciente.
k. Los debates de los años setenta en torno a la literatura experimentalista impiden el desarrollo
de una gran variedad de textos fantásticos.
l. En muchos textos contemporáneos se difuminan los límites entre los diversos géneros y subgéneros. F
2.
En pequeños grupos o toda la clase.
Comentad la clasificación de narraciones fantásticas según Bioy Casares. Explicad las tres categorías que se
refieren a las explicaciones. Buscad ejemplos para las tres.
3.
Debate. En pequeños grupos o toda la clase.
Antes de debatir, preparad el debate y apuntad posibles argumentos.
1. ¿Por qué la clasificación de textos como fantásticos a veces ha cambiado en el transcurso del debate?
2. ¿Por qué Cortázar acepta la clasificación de sus cuentos como fantásticos sólo „por falta de mejor nombre“?
4.
Proyecto. En grupos, preparad un trabajo por escrito o una exposición oral sobre uno de estos temas.
1. Convenciones temáticas y estilísticas del romanticismo. Podéis ilustrar vuestro trabajo con imágenes típicas
de escenarios románticos (pinturas, imágenes de películas, etc.).
2. La apertura hacia lo fantástico, lo extraño y lo maravilloso a finales del siglo XIX. Causas y efectos.
3. La fuerza innovadora de los textos borgeanos.
4. La gran diversidad de textos fantásticos contemporáneos. Podéis incluir ejemplos de otras literaturas en
otras lenguas.
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