Rendirán homenaje a Ambrosio de Alzugaray y Francisco Frías

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Rendirán homenaje a Ambrosio de Alzugaray y Francisco Frías
Fecha: 25/02/2014
Por impulso de la edila Daniela León, mañana, a las 18.30 está previsto descubrir placas y
señalética recordatoria, dedicadas a la memoria del primer párroco de Rosario Ambrosio de
Alzugaray y del primer intendente de la entonces Villa del Rosario Francisco Frías.
El acto tendrá lugar mañana, a las 18.30, en la intersección de Córdoba y Buenos Aires.
En su “Historia de la ciudad y provincia de Santa Fe”, Manuel Cervera describe que desde antes de
1695, ”la imagen de Nuestra Señora del Rosario, de quien toma el nombre la ciudad, se encontraba en
la Capilla, traída desde España”.
De esta manera , tras 200 años desde que estos hombres dejaron su impronta en nuestra ciudad,
recibirán su reconocimiento.
Se colocarán placas y señalética sobre las calles Córdoba y Santa Fe, respectivamente, entre Buenos
Aires y avenida Belgrano.
La iniciativa de la ordenanza elaborada partió de la escritora María Paula Alzugaray y del historiador
Miguel Chiarpenello.
El peregrinar de la Virgen
El indio, en esos años, hacía del villorrio una víctima constante de sus feroces ataques y por esa razón
la virgencita, al hombro de los hombres, acompañados por sus mujeres, -devotas incondicionalesperegrinaba de casa en casa en la búsqueda de un sitio seguro.
Finalmente algunos españoles y pobladores locales la trasladaron a un sitio aledaño al río Paraná,
donde se erigió una pequeña capilla, alrededor de la cual se formó la actual ciudad de Rosario.
El 7 de mayo de 1731, el presbítero Ambrosio de Alzugaray se hizo cargo de la capilla y abre los libros
para registrar bautismos, matrimonios y defunciones, administrando en esa oportunidad los primeros
cuatro bautismos que tuvieron como entorno los ornamentos de la desocupada reducción del Salado
Grande, que se encontraba ubicada, por entonces, al norte de la ciudad de Santa Fe y que
circunstancialmente habían sido depositados en la iglesia matriz, encontrándose entre dichos
elementos, una imagen de la Virgen del Rosario.
La imagen estaba vestida de raso verde labrado a flores, con jubón y pollera. Llevaba un manto carmesí
bruñido de plata. La corona era del mismo material y el niño Jesús que tiene en sus brazos también
posee una corona de plata. La talla es de madera “palo de yerba” y esta ejecutada por las manos del
indio, bajo las enseñanza de evangelizadores.
La primera escuela de arte
Por su parte, Ambrosio de Alzugaray tuvo a su cargo los inicios de la primera “Escuela de Arte”.
Sobre un terreno donado a la iglesia por Santiago Montenegro se construyó una nueva capilla y el
padre Francisco Antonio de Cossio y Therán , de origen español, segundo cura párroco encargó otra
imagen de la Virgen – la segunda- que se encuentra actualmente en el camarín de la Catedral desde
su llegada en 1773., tras ser recibida por el tercer párroco Miguel Escudero.
La documentación histórica apunta que “avanzada la segunda mitad del siglo XVIII y en vista de
insistentes reclamos de los calchaquíes, el párroco Escudero o su sucesor, haya resuelto el retorno de
la imagen a quienes se consideraban legítimos propietarios.
De esta manera se accedió a lo dispuesto por el dictamen del gobernador Echagüe, quien de esta
manera accedió a los requerimientos del sacerdote franciscano Lucas de Leguizamón.
Luego que se disolvieron las reducciones indígenas y un grupo de ellos partió con la imagen hacia la
localidad de Coronda de los Leiva, quienes luego de comprobar la autenticidad de la escultura la
guardaron y conservaron, entregándola a los continuadores de la familia Leiva en Rosario.
Pela Picabea de Vitri, descendiente de los Leiva y última poseedora de la primera imagen de la Virgen,
la entregó en custodia, en 1983, al Instituto Cristo Rey, de Roldán.
El homenaje a Frías
El crecimiento rápido de la urbe se debió a que se convirtió en un paso obligado para un descanso
reparador de quienes viajaban entre Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
Asaltos, robos, ataques esporádicos de la indiada y el contrabando creciente, cometidos por falta de
vigilancia, obligaron al Cabildo de Santa Fe, el 1º de enero de 1725, a nombrar un alcalde de la
Hermandad, con funciones policiales y judiciales.
Ese fue el inicio del cuerpo policial santafesino, a cargo del sargento mayor Francisco de Frías, episodio
documentado en el Archivo General de la Provincia, folio 216 al 218, tomo IX de las actas del Cabildo
de Santa Fe, 1723-1727.
Frías podía desempeñar tareas policiales y administrativas, a la vez que estaba autorizado para otorgar
escrituras ante testigos. También estaba autorizado para vender bienes embargados, poner en
posesión a nuevos titulares en las tierras, recibir testamentos y efectuar mensuras, así como
amojonamientos.
También levantaba padrones e inspecciones y en el campo del control de delitos el funcionario que nos
ocupa estaba autorizado para reprimir el abigeato.
Frías, para cumplimentar su cometido designó a los “cuadrilleros”, nombre que se mantuvo como
denominación del cuerpo hasta 1826, año en que se modifica el cargo que sustentaba Frías con el de
Alcalde de Policía.
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