LA BARBA VUEL A LA MODA

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LA BARBA VUELVE A LA MODA
La barba poblada, desaparecida durante décadas, vuelve a estar de moda. Se ha
convertido en una tendencia que ha sido adoptada mundialmente por muchos hombres,
desde un hipster hasta un profesor de post-grado. Cortas, bien cuidadas, desgarbadas,
con diseños, existe una gran variedad de tipos y hasta de colores.
La barba, a lo largo de la historia, ha representado valores positivos para el hombre, como
poder, fortaleza, confianza, virilidad, sabiduría, potencia sexual, estatus social, madurez y
tiene un valor trascendental en algunas religiones.
Tras haber sido despojadas de su sentido estético durante las primeras décadas del siglo
XX las barbas, junto con el cabello largo, fueron reintroducidas en el mundo occidental por
los hippies.
En los últimos años, el vello facial ha recuperado espacio perdido en los rostros de muchos
hombres alrededor del mundo. Una barba o bigote adecuado proporciona un aspecto que
muchos encuentran atractivo. Esto lleva a los hombres que tienen menos pelo en esa zona
a aumentarlo a través del microtrasplante capilar (injerto de cabello).
Durante el año 2013, las consultas por implantes de barba aumentaron significativamente.
Ese mismo crecimiento fue reportado en países como Inglaterra, donde la International
Society of Hair Restoration registró alrededor de 4500 procedimientos de implante de vello
facial durante 2013, 13% más que el año anterior. Aun no se dispone de cifras del 2014,
año en el que estas cirugías han aumentado considerablemente en el Perú.
El implante de barba es un procedimiento diseñado para restaurar el cabello en las
regiones del mentón, bigote, mejillas, patillas, espesar el pelo existente; proporcionar
crecimiento del pelo donde no lo hay, y / o ocultar imperfecciones o cicatrices como las de
acné.
El método a seguir en esta intervención, es el mismo: se extrae el pelo de otra zona del
cuerpo, normalmente de la parte posterior de la cabeza, y se va introduciendo en las zonas
de la barba; el resultado final es natural y prácticamente indetectable. Técnicas recientes
nos permiten no dejar cicatriz perceptible en la zona donante.
Es un procedimiento que no requiere de recuperación prolongada, los hombres que se
someten a ella pueden seguir sus actividades al día siguiente, y al cabo de ocho meses,
dependiendo del crecimiento del vello, puede ser tratado y afeitado como una barba
normal.
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