¿POR QUÉ HAY VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE? Por Martín (Thupten Chophel) Muchas personas nos preguntamos, si es posible que haya vida después de la muerte, en muchos casos tenemos la intuición de que sí es posible, pero desde luego viene bien, también argumentarlo con razonamientos lógicos que fortalecerán esta visión de la vida después de la muerte. Por esta razón escribo este artículo. Todas las noches nos vamos a dormir, es algo inherente al ser humano y necesario. En el proceso de entrar en el sueño perdemos la conciencia y pasamos a otra dimensión, en la que nuestro cuerpo físico del estado de vigilia no es el que actúa y se mueve. Según los tibetanos el proceso de dormirse es llamado “la pequeña muerte”, y este mismo proceso se repite en la muerte física al final de nuestras vidas, pero con unas características añadidas al proceso del dormirse, que le hacen ser una muerte más especial. Por tanto debemos decirnos: Si todas las noches se produce en nosotros una pequeña muerte y pasamos a otra dimensión, es lógico pensar que al final de nuestras vidas se producirá una muerte similar y pasaremos a otra dimensión. Otro razonamiento que por lógica nos hace pensar que hay vida después de la muerte, es el observar nuestra mente. Nos vienen pensamientos continuamente, hay una energía mental presente que nadie puede demostrar que está en dependencia total del cerebro. Esta energía mental es como un arroyo que fluye, y también nos da la clave de que en el momento de la muerte, cuando el cuerpo deja de funcionar, parece lógico que deba continuar esta energía mental, tal y como el arroyo fluye continuamente. Así, cuando hablamos de la mente, se habla de un continuo mental que refleja todas nuestras vidas, y no se habla tan sólo de un cuerpo físico o cerebro. Podemos añadir también, que la mente no es algo que se pueda atrapar físicamente, es algo más allá de lo físico. En el momento de la muerte nuestro físico, átomos, células, etc, pasan a continuar en una cadena en la naturaleza, no desaparecen, y por tanto respecto a lo mental también parece lógico que después de la muerte siga en un plano mental continuando su existencia, sin desaparecer. Por último hay casos constatados y estudiados, tal y como indica el gran Maestro Sogyal Rimpoché, en su libro tibetano de la vida y de la muerte, de niños que recuerdan como murieron y donde y con quién vivieron en su vida anterior. Estos niños fueron llevados a esos lugares y familias, y se pudo constatar que todo lo que decían de dichas familias y de su muerte era correcto. Como añadido también hay muchos casos de reencarnaciones de lamas importantes, que reconocen a sus discípulos y objetos de su vida anterior, sin que les hayan dado ninguna información ni pista previa. Como ejemplo de ello podemos citar al actual Dalai Lama que incluso dijo de niño, donde estaba su dentadura postiza de la vida anterior, sin nunca haber estado en el lugar donde se guardaba y sin que le hubieran dicho que su antecesor utilizaba dentadura postiza .