INTERCESIÓN QUE ABRE LOS CIELOS

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SEXTO TEMA
LA ORACIÓN ES PROPÓSITO
(Primera parte)
“Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y
de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por
vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones…”
Efesios 1:1516
“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor
Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la
tierra…”
Efesios 3:14-15
La causa del Espíritu es la que debe promover en nuestros corazones un
espíritu de oración. Recuerda; La oración debe ser libre de motivaciones
egoístas.
Los resultados de la oración que Dios espera, es cuando son reflejados sus
intereses, promovidos por sus hijos en oración. LA ORACIÓN ES UNA
PROMOCIÓN DE LOS INTERESES DEL PADRE. (v.h.a.)
Para entender con mayor claridad lo que hoy nos toca aprender es necesario
que conozcamos las seis cosas más importantes en la oración:
PRIMERA
Orar al Padre en el nombre de Jesús.
Juan 16:23-24; “En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto
os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que
vuestro gozo sea cumplido”
• Cuando Jesús habló estas palabras, el estaba aquí en la tierra. Se estaba
refiriendo a los días que ahora estamos viviendo, días bajo el nuevo
pacto por su sangre derramada.
• La Gracia accesible del Padre al hombre se abrió a través del sello del
nuevo pacto, antes de eso no teníamos acceso al Padre como hijos.
• Todo el favor de Dios fue abierto, pues el Padre le dio a Jesús el
nombre que es sobre todo nombre. Filipenses 2:5-11; Haya, pues, en
vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios
como
cosa
a
que
aferrarse,
2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho
semejante
a
los
hombres;
2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
2:9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un
nombre
que
es
sobre
todo
nombre,
2:10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que
están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
2:11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de
Dios Padre
• Le dio un nombre sobre el nombre de tu dificultad. Le dio un nombre
sobre el nombre de tu enfermedad. Le dio un mayor nombre que el
nombre de tu imposibilidad. CAMBIA EL NOMBRE DE TUS
PADECIMIENTOS POR EL NOMBRE DE JESÚS, SU NOMBRE ES
SUPERIOR A TODO LO QUE SE PUEDA NOMBRAR.
SEGUNDA
Cree que recibes.
Marcos 11:24; “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed
que lo recibiréis, y os vendrá.”
• Dios obra de acuerdo al principio de fe. Dios es un Dios de fe y
nosotros somos hijos de fe de un Dios de fe. “Porque por gracia sois
salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
no por obras, para que nadie se gloríe” Efesios 2:8 y 9
• La diferencia es que la fe a la que Jesús se refiere en el versículo
anterior, es de una fe del corazón, una fe espiritual y no una fe de la
cabeza.
• Debemos aprender a invertir más tiempo en agradecer por lo que
pedimos, que en repetir lo mismo que pedimos, porque ese repetir es
señal muchas veces, que no hemos creído que haya sido escuchado lo
que desde un principio pedimos.
TERCERA
Al Orar, Perdona.
Marcos 11:25-26; “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra
alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a
vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro
Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas”
• Antes de poder esperar la respuesta a nuestras oraciones, debemos tener
un corazón perdonador hacia cualquiera que nos haya hecho daño.
• La oración nunca hará resultado en un corazón rencoroso.
• Eres responsable por tu propia vida. El corazón de otra persona y lo que
en él hay, no puede, ni debe obstaculizarte.
• No podemos darnos el lujo de permitir que una raíz de amargura, un
poco de envidia, una chispa de venganza entre. Destruiría nuestra vida
espiritual. Atascaría nuestra vida de oración.
CUARTA
Depende del Espíritu Santo en tu Vida de Oración.
Romanos 8:26-27; “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra
debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el
Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que
escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque
conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”.
1ª Cor. 14:14-15; Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora,
pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu,
pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero
cantaré también con el entendimiento
• Todos los cristianos oran con el entendimiento, pero no todos oran con
el espíritu.
• Pablo dijo que cuando oraba en una lengua extraña, su espíritu oraba.
Cuando tú oras en lenguas, es tu espíritu el que ora por el Espíritu Santo
que mora en ti. ESTÁS GIMIENDO POR EL ESPÍRITU SANTO,
GIMIENDO EN TU INTERIOR.
• Pablo dijo que el Espíritu Santo nos ayudaría en nuestra vida de oración.
¿Por qué? “…pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos,
pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”
No siempre entenderemos la situación completa que rodea el asunto por
el cual estamos orando. Pero el Espíritu Santo sí que lo entiende, y
cuando le permitimos que ore a través nuestro, que nos ayude en nuestra
vida de oración, veremos respuestas sorprendentes a nuestras oraciones.
QUINTA
Intercede.
• Cada creyente lleno del Espíritu Santo puede esperar que el mismo
Espíritu le ayude y guía para ser un verdadero y efectivo intercesor.
• Una vida llena del Espíritu nunca escaseará por motivos de intercesión,
pues es el Espíritu el que busca corazones con quién compartir los
anhelos y sueños del Padre. Recuerde que una motivación del cielo es
parte de todo lo que Dios desea soltar a favor del hombre y de los
suyos.
• Pero si no nos llenamos diariamente del Espíritu, empezaremos a dar
vueltas en nuestras propias necesidades, sin considerar los asuntos del
Reino por los cuales hoy deberíamos estar intercediendo.
SEXTA
Edifícate a ti mismo, orando en el Espíritu.
Judas 1:20; “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe,
orando en el Espíritu Santo”.
1ª Cor. 14:4; “El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica;..”
• Al orar de esta manera tiene un valor triple:
1. Es un medio de edificación espiritual.
individualmente.
Somos
afectados
2. Es un medio para orar por cosas sobre las cuales no sabemos.
3. El Espíritu Santo nos ayuda a hacer intercesión.
El hablar en lenguas no es tan sólo la evidencia inicial de la plenitud del
Espíritu Santo, pero es una experiencia continua para el resto de nuestra
vida.
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