Evolución de la excreción urinaria de sodio a lo largo de 20 años

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04 JUL 07 | Dieta finlandesa
Evolución de la excreción urinaria de sodio a lo
largo de 20 años
La excreción urinaria de sodio, el mejor indicador del consumo habitual de sodio,
ha disminuido significativamente en Finlandia durante los últimos 20 años. Su
repercusión en la salud pública.
Dres. T Laatikainen, P Pietinen, L Valsta, J Sundvall, H Reinivuo, J Tuomilehto
Desarrollo
(Comentario y resumen objetivo: Dra. Marta Papponetti.
Esp. Medicinta Interna)
ÍNDICE
Desarrollo
Referencias
Introducción
En muchos estudios epidemiológicos y clínicos se ha comprobado que existe una
asociación directa entre la ingesta de sodio y la presión arterial. Algunos estudios
actuales también han demostrado su asociación con un riesgo mayor de
enfermedad cardiovascular, principalmente a través de la hipertensión arterial pero
también por otros mecanismos de acción directa.. Sin embargo, la ingesta baja de
sodio también es peligrosa. También hay publicaciones que informan que la ingesta
elevada de sodio puede ser un factor de riesgo de cáncer de estómago y afectar el
metabolismo cálcico y mineral óseo, como así promover mayor riesgo de algunas
infecciones y trastornos asmáticos.
Hacia el final de la década de 1960, los hombres finlandeses alcanzaron el record
global de mortalidad por enfermedad coronaria. Desde entonces, Finlandia hizo
grandes esfuerzos por mejorar la prevención de la enfermedad y la salud logrando
grandes cambios, tanto en la promoción de la salud como en la mortalidad por
enfermedad cardiovascular y factores de riesgo asociados. La prevalencia de
hipertensión en Finlandia fue la más elevada en todo el mundo pero las cifras de
tensión arterial fueron descendiendo en forma paulatina desde fines de la década
de 1970.
Entre las medidas adoptadas por Finlandia para el control de la hipertensión arterial
se hallan la intensificación de las campañas de detección y del tratamiento
farmacológico antihipertensivo, junto con modificaciones de la dieta y otras
conductas relacionadas con la salud. La tendencia favorable de la hipertensión
arterial puede ser atribuida a las modificaciones en la ingesta de sodio. Hacia
mediados de la década de 1970, como primera medida se determinó la excreción
urinaria de sodio en una muestra poblacional comprobándose niveles elevados de
la ingesta de sodio.
Objetivo
Tomando como base las encuestas realizadas en Finlandia desde la década de
1970 para monitorear los factores de riesgo cardiovascular, este estudio tiene como
objetivo mostrar la tendencia de la excreción urinaria de sodio y potasio desde 1979
hasta 2002.
Material y métodos
Se tomaron las encuestas realizadas en la población, de sección cruzada, para el
estudio de los factores de riesgo cardiovascular. Las encuestas fueron realizadas en
Finlandia en los años 1979, 1982, 1987 y 2002, en cuatro zonas geográficas:
Karelia Norte, Kuopio, Sudeste de Finlandia y Helsinki.
Para cada encuesta se estratificó una muestra aleatoria por edad y sexo, a partir del
registro de la población. En este análisis, se incluyeron participantes de 25 a 64
años (n = 4648), quienes conformaron la submuestra que recolectó orina. En
relación con las encuestas sobre factores de riesgo de la población, se recolectó
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orina de 24 horas en submuestras (n = 2218–2487). Se analizaron las
concentraciones de sodio y potasio urinarios en el mismo laboratorio usando
diferentes métodos de análisis, según la época: un fotómetro de llama, en 1979,
1982 y 1987; un electrodo selectivo de ión en 2002.
Resultados
Entre 1979 y 2002, la excreción urinaria de sodio en Finlandia disminuyó desde más
de 220 mmol/día a menos de 170 mmol/día en los hombres y en las mujeres, desde
alrededor de 180 mmol/día hasta menos de 130 mmol/día. Aunque la excreción
urinaria de potasio disminuyó poco, la disminución de la relación molar sodiopotasio también fue significativa.
Comentario
La excreción urinaria de sodio, el mejor indicador del consumo habitual de sodio, ha
disminuido significativamente en Finlandia durante los últimos 20 años. La
disminución fue similar en diferentes zonas geográficas en ambos sexos y en
grupos educacionales diferentes. El North Karelia Project, un programa de
prevención de enfermedades cardiovasculares llevado a cabo a principios de la
década de 1970, contribuyó notablemente con el desarrollo de políticas de nutrición
en el nivel nacional e impulsó la acción nacional en la promoción de una nutrición
saludable. Una parte importante de esas estrategias ha sido la colaboración de la
comunidad con la industria de la alimentación para desarrollar productos
alimenticios con contenido reducido de sal y el mayor cuidado en el consumo de sal
y la salud. Probablemente, esto explique la homogeneidad de la declinación en
grupos de población diferentes. Aún considerando que existen variaciones
regionales en la excreción urinaria de sodio, en especial entre la zona de Helsinki y
las otras partes de Finlandia, las diferencias no son estadísticamente significativas.
La disminución de la excreción urinaria de sodio es coincidente con la disminución
de las cifras de presión arterial observada en la población finlandesa. Esta
declinación observada en las décadas últimas ocurrió a pesar de un aumento
simultáneo del índice de masa corporal y el consumo de alcohol. Sin embargo,
dicen los autores, no ha quedado establecido si la declinación en el consumo de
sodio ha tenido un efecto importante en la disminución de las cifras de presión
arterial en la población de Finlandia.
En cohortes finlandesas también se ha comprobado una asociación independiente
entre la ingesta de sodio y el riesgo de enfermedad cardiovascular. Una ingesta de
sodio superior a 100 mmol se asoció con un 51% más de mortalidad, un 45% más
de mortalidad por enfermedad cardiovascular y un 26% más de mortalidad por
todas las causas. Es probable que el efecto de la declinación constante de ingesta
de sodio de las 2 décadas pasadas se detecte en la mortalidad y las enfermedades
futuras. Desgraciadamente, dicen, no se cuenta con datos sobre ingesta de sodio
en las poblaciones de otros países.
A pesar del descenso reciente importante en la excreción urinaria de sodio, los
valores absolutos todavía son relativamente elevados en Finlandia. Cerca del 90%
de la ingesta de sodio se recupera en la orina, por lo que la ingesta de sodio
estimada en Karelia Norte es aproximadamente 10,5 g en los hombres y 8,2 g en
las mujeres. Si el descenso en la ingesta de sal continúa en el futuro con la misma
tendencia lineal que se observó desde 1979 hasta 2002, llevaría otros 35 años para
los hombres y 26 para las mujeres alcanzar la ingesta de 5 g recomendada por la
OMS en 2004. Considerando que la presunción de un descenso linealmente
continuado es muy optimista, el alcance de la recomendación de la OMS sobre la
dieta sigue siendo un gran problema. Sin embargo, en vista de los cambios de los
últimos 20 años, no es una fantasía esperar que este objetivo pueda ser logrado.
En la actualidad, la mayor parte del sodio ingerido proviene de los alimentos
manufacturados, como el pan y los productos de la carne y el pescado. Por lo tanto,
dicen los autores, el menor consumo de sodio depende de la cooperación prestada
por la industria de la alimentación. El desarrollo de productos con sodio bajo o
reducidos en sal, la información clara en las etiquetas de los alimentos y la
educación del consumidor sobre la elección de alimentos saludables son de gran
importancia para reducir la ingesta de sal.
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No se conocen otros datos de muestras de población sobre la tendencia a largo
plazo de la excreción urinaria de sodio. En ciertas encuestas de población se han
recolectado muestras aisladas de orina. Dado que la excreción urinaria de sodio y
potasio muestra variaciones diurnas, las cifras calculadas de muestras de orina
aisladas son muy imprecisas.
Uno de los estudios más recientes fue el realizado en el Reino Unido (Norfolk) en
23.000 sujetos de ambos sexos entre 1991 y 1997. En 341 individuos se recolectó
orina de 24 horas comprobándose 161 mmol/día de sodio en hombres y 125
mmol/día en mujeres, cifras parecidas a las de Finlandia en 2002. aceptando un
volumen urinario medio de 1,6 litros, el promedio de sodio excretado en orina de 24
horas en una muestra aislada se calculó en 154 mmol para los hombres y 118 para
las mujeres. Esto podría se una subestimación, ya que el valor de 1,6 litros se tomó
de un estudio realizado en la década de 1980. El volumen de orina ha aumentado
en general, según la encuesta finlandesa. En ese país, la razón principal del
aumento del volumen urinario es el mayor consumo de gaseosas y de alcohol. Una
razón importante de porqué solo muy pocas poblaciones tienen datos de los niveles
de excreción de sodio es que la organización para la recolección de orina de 24
horas como parte de una encuesta de población es complicada y el procedimiento
es difícil de llevar a cabo.
En Finlandia, la participación en encuestas de población ha declinado en forma
continua y la participación en la recolección de orina ha disminuido aún más. Sin
embargo, dicen los autores, aún en la última encuesta de 2002, casi el 60% de los
participantes que recibieron recipientes para la recolección de orina las devolvieron
y colaboraron adecuadamente con las instrucciones. El método usado para el
análisis del sodio urinario cambió entre 1987 y 2002 (fotómetro de llama y con
electrodo selectivo de ión), pero un estudio comparativo de ambos métodos no halló
diferencias en los resultados. De todos modos, acotan los investigadores, la
validación del estudio hecha en laboratorios diferentes no puede garantizar que no
habría diferencia entre los métodos entre un laboratorio y otro.
Conclusión
La recolección de orina de 24 horas organizada con la colaboración de la población
finlandesa para las encuestas sobre factores de riesgo de enfermedad
cardiovascular ha aportado información importante y particular sobre la ingesta de
sodio de la población. La última encuesta muestra que la declinación de la
excreción urinaria de sodio continúa. Esto tiene un impacto sobre la salud pública
de Finlandia muy importante, en la que tradicionalmente el riesgo de enfermedad
cardiovascular ha sido elevado. En la actualidad, la reducción de la ingesta de
sodio, principalmente el contenido en los productos alimentarios manufacturados, es
un tema a resolver no solamente en el sector relacionado con la salud, sino también
en la industria de la alimentación y los consumidores de Finlandia.
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