PROPOSICIÓN CON PUNTO DE ACUERDO QUE EXHORTA A LAS AUTORIDADES EDUCATIVAS DEL PAÍS A VIGILAR QUE EN EL INICIO DEL PRÓXIMO CICLO ESCOLAR 2016-2017, NO SE CONDICIONE EL PAGO DE CUOTAS A CAMBIO DE LA INSCRIPCIÓN DE LOS ALUMNOS Y PARA QUE LOS CENTROS ESCOLARES NO CAMBIEN EL UNIFORME, A FIN DE AYUDAR A LA ECONOMÍA DE LOS PADRES DE FAMILIA DE LA DIP. EDITH ANABEL ALVARADO VARELA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL. EDITH ANABEL ALVARADO VARELA, Diputada integrante de la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 58 y 60 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, someto a consideración de esta H. Asamblea la siguiente proposición con punto de acuerdo, al tenor de la siguiente: EXPOSICIÓN DE MOTIVOS. Junto con la ciencia y la tecnología, la educación es el otro elemento esencial para detonar –de la manera más segura y viable– el desarrollo de una Nación. “Es un derecho social y colectivo el cual se entiende como una prerrogativa que tiene todo ser humano a recibir la formación, la instrucción, dirección o enseñanza necesarias para el desarrollo armónico de todas sus capacidades cognoscitivas, intelectuales, físicas y humanas; se trata de un elemento principal en la formación de la personalidad de cada individuo, como parte integrante y elemental de la sociedad”. Por eso, es un derecho humano de primer orden a nivel internacional y nacional. Por mencionar algunos instrumentos internacionales en materia de Derechos Humanos tenemos que este derecho fundamental se encuentra consagrado en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; en el artículo 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y en el artículo XII de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. A nivel interno, el derecho a la educación se encuentra consagrado, como un derecho social, en el artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. De un análisis, tanto de la fracción IV del artículo 3º constitucional como de los artículos que se refieren al derecho a la educación en los instrumentos internacionales de derechos humanos, destaca un elemento crucial para la efectividad de dicho derecho: la gratuidad. Incluso, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis 1a. CLXVIII/2015 (10a.), ha señalado que la efectividad del derecho a la educación “se obtiene mediante el cumplimiento de una diversidad de obligaciones que están a cargo de una multiplicidad de sujetos, tales como la capacitación de las personas para participar en una sociedad libre, que debe impartirse por las instituciones o el Estado de forma gratuita y ajena a toda discriminación, en cumplimiento a las características de disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y adaptabilidad. Todas estas obligaciones estructuradas de manera armónica, a partir de las obligaciones generales de promoción, protección, respeto y garantía que establece el artículo 1o. de la Constitución”. Por ende, es inadmisible que cada inicio de ciclo escolar en las escuelas públicas se cobre “cuotas escolares” a los padres de familia, cuotas que por cierto, resultan obligatorias. El artículo 6º de la Ley General de Educación, precisa categóricamente que “las donaciones o cuotas voluntarias destinadas a dicha educación en ningún caso se entenderán como contraprestaciones del servicio educativo”, además, de que está prohibido “el pago de cualquier contraprestación que impida o condicione la prestación del servicio educativo a los educandos. “En ningún caso se podrá condicionar la inscripción, el acceso a la escuela, la aplicación de evaluaciones o exámenes, la entrega de documentación a los educandos o afectar en cualquier sentido la igualdad en el trato a los alumnos, al pago de contraprestación alguna”. La ley es muy clara, pero desafortunadamente la práctica se obstina en contravenirla. En cada inicio de ciclo escolar, a los padres de familia, las autoridades educativas del plantel donde su hijo estudia, les exigen, reclaman y demandan, el pago de una cuota, lo cual es muy cuestionable porque de facto este hecho entra en colisión y en conflicto con el principio constitucional de gratuidad de la educación. Por eso, es necesario exhortar a la Secretaría de Educación Pública del Gobierno Federal y a sus homólogas en los Estados y en la Ciudad de México, para que vigilen que durante el inicio de clases del ciclo escolar 2016-2017, no se condicione en los centros educativos la inscripción, el acceso a la escuela, la aplicación de evaluaciones o exámenes, la entrega de documentación a los educandos o afectar en cualquier sentido la igualdad en el trato a los alumnos, al pago de alguna cuota o contraprestación alguna. Por otro lado, hay un factor poco explorado pero que también contraviene con el principio de gratuidad de la educación y, además, afecta a la economía de los padres de familia que mandan a sus hijos a los centros de educación pública en el nivel básico, y es: el continuo cambio de los uniformes escolares en las escuelas. Si bien durante los últimos años el Gobierno Federal, los Gobiernos de los Estados y el de la Ciudad de México, en pleno acatamiento al principio de gratuidad de la educación, con un sentido de responsabilidad social y como mecanismo para apoyar a la economía de los padres de familia al inicio de cada ciclo escolar, han implementado programas de entrega de útiles y uniformes escolares gratuitos, lo cual es digno de destacar y reconocer, hay que mencionar que por determinadas prácticas estos nobles objetivos no terminan por concretarse del todo, particularmente, en lo que tiene que ver con la entrega de uniformes escolares. En muchos centros educativos del país es práctica habitual que existen acuerdos entre algunos docentes e inclusive con el consentimiento de mesas directivas de padres de familia, para cambiar total o parcialmente el uniforme, lo cual, constituye un duro golpe para la economía familiar, al ser ellos quienes tendrán que solventar el gasto de esta decisión. Muchas veces estas decisiones no obedecen a criterios objetivos, sino a un aspecto meramente comercial y de negocio entre proveedores y autoridades de los centros escolares, lo cual es inadmisible ya que los educandos y los padres de familia son los más afectados, además, de llegar a desvirtuar las acciones que los diferentes niveles de gobierno pudieran impulsar para contribuir con la gratuidad de la educación. En virtud de lo anterior, someto a consideración de este H. Asamblea el siguiente. PUNTO DE ACUERDO. Primero.- Se exhorta, respetuosamente, a la Secretaría de Educación Pública del Gobierno Federal y a sus homólogas en los Estados y en la Ciudad de México, para que vigilen estrictamente que durante el inicio de clases del ciclo escolar 2016-2017, no se condicione en los centros educativos la inscripción, el acceso a la escuela, la aplicación de evaluaciones o exámenes, la entrega de documentación a los educandos o afectar en cualquier sentido la igualdad en el trato a los alumnos, al pago de alguna cuota o contraprestación alguna Segundo.- Se exhorta, respetuosamente, a las autoridades educativas federal, estatales y de la Ciudad de México, así como a las municipales, para que, en los centros escolares promuevan que no cambien el uniforme de las escuelas públicas de nivel básico, a fin de ayudar a la economía de los padres de familia y contribuir con los objetivos que los diferentes niveles de gobierno hacen para que cada año, con la entrega de uniformes gratuitos en las escuelas, se contribuya al principio de gratuidad de la educación básica de nuestro país. EDITH ANABEL ALVARADO VARELA, DIPUTADA FEDERAL INTEGRANTE DE. LA LXIII LEGISLATURA. DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN. Dado en el Salón de Sesiones de la Comisión Permanente del Senado de la República, a los 13 días del mes de julio de 2016. “Derecho a la educación. Es una estructura jurídica compleja que se conforma con las diversas obligaciones impuestas tanto en la constitución, como en los diversos instrumentos internacionales”, Tesis 1a. CLXVIII/2015 (10a.), Tesis Aislada, Primera Sala, Materia Constitucional, Décima Época, Gaceta del Seminario Judicial de la Federación, Libro 18, Tomo I, mayo de 2015, página: 425. Ibídem.