De las crisis repetidas a la seguridad alimentaria a largo plazo Resumen del debate n. 63 Del 7 al 27 de diciembre de 2010 Acerca del documento Este documento resume los resultados de un debate en línea del Foro Global sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición http://km.fao.org/fsn/es Consulte las actas de ponencia del debate: http://typo3.fao.org/fileadmin/user_upload/fsn/docs/Protracted_crisis/PROCEEDINGS_FS_in_ Protracted_Crisis.pdf Descargo de responsabilidad Las denominaciones empleadas en este producto informativo y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no implican, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), juicio alguno sobre la condición jurídica o nivel de desarrollo de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La mención de empresas o productos de fabricantes en particular, estén o no patentados, no implica que la FAO los apruebe o recomiende de preferencia a otros de naturaleza similar que no se mencionan. Las opiniones expresadas en esta publicación son las de su(s) autor(es), y no reflejan necesariamente los puntos de vista de la FAO. El término «países» que figura en el texto se refiere indistintamente a países, territorios o zonas. diseñadora: Daniela Verona Este documento ha sido elaborado con el generoso apoyo del Fondo de Innovación de la FAO. 1 De las crisis repetidas a la seguridad alimentaria a largo plazo Resumen del debate n. 63 Índice I. Temas tratados 2 II. Deficiencias identificadas 2 III.Referencias 5 2 De las crisis repetidas a la seguridad alimentaria a largo plazo Resumen del debate n. 63 I. Issues discussed Garantizar la seguridad alimentaria en aquellos países que sufren crisis prolongadas es uno de los mayores desafíos a los que actualmente se enfrenta la comunidad internacional. Según el informe de la FAO de 2010 sobre El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI, por sus siglas en inglés), 22 países atraviesan actualmente crisis prolongadas y albergan a casi el 20% de la población mundial que padece hambre crónica. Si bien se han hecho progresos, el número de personas que sufre hambre crónica continúa siendo inaceptablemente elevado. Décadas de lucha contra el hambre y el compromiso de la mayoría de los países ricos de invertir cantidades considerables de recursos, apenas han logrado reducir de forma significativa el número de personas expuestas a la inseguridad alimentaria, ni derrotar al espectro del hambre en aquellos países que afrontan múltiples crisis. Mientras que se está prestando gran atención y se están estudiando en detalle las causas de la inseguridad alimentaria, poco se ha dicho acerca de las razones por las cuales los proyectos contra el hambre no cumplen las expectativas. En este debate se han identificado numerosas causas posibles para este fracaso y han sido discutidas en detalle por participantes procedentes de más de 40 países repartidos equitativamente entre África, Asia y Europa. II. Deficiencias identificadas Fragmentación de esfuerzos La fragmentación de los esfuerzos de desarrollo tiene un efecto negativo importante en la reducción del hambre, ya que genera ineficiencias considerables. El número de actores involucrados en la reducción del hambre está creciendo constantemente y cada uno tiene su propia agenda, prioridades y canales de financiación. Si bien la competencia entre las diversas organizaciones podría conllevar el estímulo y mejora recíprocos, a menudo da lugar a una considerable duplicación de esfuerzos. Más importante aún, esta competencia provoca una fragmentación de la financiación. A medida que el número de proyectos se incrementa, sus tamaños tienden a disminuir, aumentando la competencia por los recursos disponibles. La programación conjunta sería una mejora importante en el desarrollo futuro y las actividades de reducción del hambre. Esta armonización debería prolongarse durante todo el ciclo del proyecto ya que a menudo se introduce tarde y con una finalidad específica. A esas alturas, las partes interesadas ya tienen planes que cumplir, y cualquier cambio se percibiría fácilmente como sinónimo de bajo rendimiento, haciéndolas reacias a más cooperación. Además, el sector público y privado y la comunidad internacional pueden tener objetivos y prioridades divergentes y a menudos contrapuestos, reduciendo más si cabe la efectividad de las intervenciones y políticas. Falta de liderazgo La falta de un liderazgo eficaz a nivel nacional se ha identificado como uno de los principales factores para la prolongación de las crisis y uno de los mayores obstáculos para una programación efectiva. En cualquier situación de crisis prolongada, los gobiernos deben liderar la búsqueda del bienestar y seguridad alimentaria de sus ciudadanos, ya que se trata de una de sus principales funciones sociales. Sin embargo, demasiado a menudo la clase política no 3 De las crisis repetidas a la seguridad alimentaria a largo plazo Resumen del debate n. 63 puede o no está dispuesta a abordar activamente la cuestión, ya que podría carecer de fondos, capacidad, reconocimiento y voluntad política. Los conflictos, la carencia de infraestructuras apropiadas, el bajo nivel de la educación, los servicios de extensión y asistencia sanitaria inadecuados contribuyen todos ellos a ampliar y agravar las crisis de seguridad alimentaria, creando un círculo vicioso, ya que estos elementos tienden a reforzarse mutuamente. Los países también tratan de combatir la pobreza y el subdesarrollo sin abordar en primer lugar la seguridad alimentaria. En estas condiciones, es muy difícil para las organizaciones y ONGs hacer su trabajo eficazmente. Para mejorar la cooperación entre los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales y privadas, existe una importante necesidad de creación de capacidad y desarrollo en los gobiernos nacionales y regionales, y se deberían destinar más esfuerzos y recursos para cumplir este requisito. Debido a la naturaleza transfronteriza de muchas de estas crisis, también existe la fuerte necesidad de fortalecer la cooperación regional y la formulación de políticas. Estructura social La estructura social en los países que experimentan crisis prolongadas muestra un gran desequilibrio socio-económico y cultural que determina la vulnerabilidad de algunas personas y por tanto influye en la seguridad alimentaria. Entre las mujeres la prevalencia del hambre es a menudo mayor que entre los hombres, debido a la presión social sobre ellas para disminuir desproporcionadamente la ingesta alimentaria durante los periodos de escasez y su control limitado sobre los activos, a pesar de que suelen ser las productoras directas de los alimentos. Las diferencias tribales, étnicas, tradicionales y, hasta cierto punto religiosas, también juegan un papel destacado, ya que la población de los países que sufren crisis prolongadas rara vez pertenece a un único grupo, algo que genera tensiones y conflicto. Además, el proceso de modernización y la creciente urbanización han destruido algunos de los mecanismos tradicionales de seguridad social previamente existentes. Por tanto, los agentes de desarrollo tienen que trabajar en un entorno muy variado con grandes diferencias regionales y están obligados a asumir prácticas sociales consagradas que pueden poner en peligro el éxito de su trabajo. Las personas y comunidades más vulnerables tienen muy poco poder para influir en la formulación de políticas y el diseño de proyectos y quedan relegadas a meras receptoras pasivas de ayuda que puede no estar diseñada adecuadamente para satisfacer sus necesidades. Las organizaciones y cooperativas agrícolas pueden ser un medio para mejorar la situación y fortalecer su posición frente a los gobiernos y grandes compañías, permitiéndoles por tanto participar de forma más activa en la reducción del hambre. Financiación La financiación suficiente y continua de los proyectos que tienen como objetivo reducir la inseguridad alimentaria en países que sufren crisis prolongadas es un una cuestión importante. No se puede obligar a los gobiernos a cumplir sus compromisos, y a menudo la financiación prometida no se hace realidad. Además, en el contexto de una economía mundial en recesión y con la tendencia a recortar los presupuestos para el desarrollo, la financiación será más escasa y estará disponible para periodos de tiempo más cortos. Los actuales recursos escasos se reparten entre proyectos caros de efectividad dudosa al tiempo que la mentalidad de “hacer como siempre” conlleva el peligro de conducir a los donantes a financiar proyectos conservadores de enfoque 4 De las crisis repetidas a la seguridad alimentaria a largo plazo Resumen del debate n. 63 ortodoxo independientemente de su efectividad. También hay que señalar que la eficiencia y transparencia de alguna operación no son óptimas. Muchas organizaciones utilizan la mayor parte de sus fondos para sostenerse a sí mismas, dejando relativamente poco para la implementación real del proyecto. Falta de comunicación El hambre crónica que aflige a los países que sufren crisis prolongadas es un fenómeno muy complejo y debido a su magnitud y naturaleza multidimensional, resulta difícil de comprender y presentar de forma efectiva en los medios de comunicación. Estas dificultades hacen que sea mucho más fácil movilizar recursos para socorro en casos de catástrofe e intervenciones a corto plazo que para la reducción del hambre crónica. Las organizaciones han sido muy poco eficaces a la hora de sensibilizar a la población del hambre crónica, de sus posibles soluciones y de los beneficios globales de un mundo sin hambre. Una mayor concienciación de la población sobre este problema podría llevar a los gobiernos de los países ricos a priorizar de nuevo en sus agendas el hambre crónica y la seguridad alimentaria en países que sufren crisis prolongadas, e incentivaría a los agentes del desarrollo a encontrar formas innovadoras de abordar el problema. Falta de participación comunitaria Los agricultores que viven en países que experimentan crisis prolongadas suelen haber tenido muy poco contacto con los agentes de extensión y es probable que no sean capaces de influir en modo alguno en el diseño de los programas. Mientras que la participación comunitaria se ha considerado generalmente como uno de los aspectos más importantes para reducir el hambre de forma exitosa, en muchos casos no ha sido más que buenas palabras. También ha habido reticencia a tratar el asunto de las redes de seguridad social. Si bien son acusadas de crear dependencias, muchos ejemplos como la bolsa famila brasileña demuestran que pueden ayudar a aumentar la resistencia de las personas vulnerables a los vaivenes y evitar la venta insostenible de activos productivos como un mecanismo de supervivencia. Una mayor interacción entre las comunidades también podría ayudar a evitar que los campesinos pobres se pasaran a la producción de cultivos comerciales. Si bien esta estrategia puede ser recomendada por algunos gobiernos y compañías privadas, aumenta aún más la presión sobre la disponibilidad de alimentos y erosiona más si cabe la soberanía alimentaria de la población. 5 De las crisis repetidas a la seguridad alimentaria a largo plazo Resumen del debate n. 63 III.Referencias • The State of Food Insecurity in the World 2010 http://www.fao.org/publications/sofi/en • Committee on World Food Security (CFS) http://www.fao.org/cfs/en • Revolution: From Food Aid to Food Assistance http://documents.wfp.org/stellent/groups/public/documents/newsroom/wfp225646.pdf • The Worldwatch Institute: State of the World 2011 http://typo3.fao.org/fileadmin/user_upload/fsn/docs/Protracted_crisis/State_of_the_ World_2011.pdf • Fog-water harvesting along the West Coast of South Africa: A feasibility study http://www.stanford.edu/~cbauburn/basecamp/dschool/homeproject/fog_harvesting.pdf • Forests for Food Security and Livelihood Sustainability: Policy Problems and Opportunities for Small Farmers in Nepal http://typo3.fao.org/fileadmin/user_upload/fsn/docs/Protracted_crisis/Forests_for_Food_ Security_ManuscriptPublishedVersion.pdf