SECCIÓ OFICIAL LLARGS MAKING OF: “PALMERAS EN LA NIEVE“ Adaptada a partir de la novela de Luz Gabás, Palmeras en la nieve es uno de los últimos éxitos del cine español. Este drama ambientado en la Africa colonial de los años cincuenta será objeto esta tarde de un encuentro Making Of en el Ayre Hotel Astoria Palace. El acto contará con la presencia de su director, Fernando González Molina, y de la actriz Macarena García, galardonada con Un Futuro de Cine hace cuatro años. “ANNA’S LIFE” La emergente y saludable cinematografía de Georgia ha estado presente en la sección oficial del festival durante los últimos años de manera regular. Lo ha hecho a través de títulos dirigidos casualmente siempre por mujeres, que se esforzaban por retratar una sociedad sin demasiadas expectativas. Así, Keti Machavariani compitió en Cinema Jove en 2012 con Marilivit tetri. Salomé Alexi, el año pasado con Kreditis limiti. Y ahora lo hace Nino Basilia, que muestra en Anas tshovreba (Anna’s Life) los problemas y sueños de una generación perdida. “LOS COMENSALES” El actor Sergio Villanueva ha debutado en la dirección de largometrajes con un relato donde media docena de artistas comparten mesa y comida para hablar de sus vidas, miedos y sueños. El artífice de Los comensales estará acompañado en un encuentro con el público de los cineastas, valencianos como él, Giovanna Ribes, Cristina Perales y Vicente Tamarit. “PSICOSIS” EN VIVEROS Psicosis es, sin duda alguna, la película más célebre del maestro del suspense Alfred Hitchcock. El público de Cinema Jove podrá disfrutar de este clásico del séptimo arte esta noche en los Jardines de Viveros. La sesión, gratuita y al aire libre, se completará con la proyección de otro título emblemático, Los pájaros. La protagonista de esta cinta es una madre soltera, obligada a simultanear varios trabajos precarios para poder mantenerse y sacar adelante a su hijo autista, confinado en un hogar de acogida para niños. Cuando todo se vuelve demasiado inaguantable, la mujer decide abandonar el país y viajar a Estados Unidos. Para ello contacta con un hombre que le conseguirá los papeles necesarios, pero el plan se complica y Anna, desesperada, tomará una determinación tan precipitada como arriesgada. Con un estilo realista, Nino Basilia capta cuidadosamente los sentimientos de una sociedad sin posibilidades que, destinada a un forzoso confinamiento, no pierde la esperanza de salir adelante. “Quería reflejar la vida y los sueños de esos jóvenes que viven en la Georgia post-soviética y que harían cualquier cosa por mejorar sus condiciones de vida –cuenta la directora–. Anna’s Life trata sobre los problemas de una joven y solitaria madre soltera, sobre su optimismo, su pobreza, su devoción por sus hijos y los complicados laberintos por los que tiene que pasar.” L’emergent i saludable cinematografia de Geòrgia ha estat present en la secció oficial del festival durant els últims anys de manera regular. Ho ha fet a través de títols dirigits casualment sempre per dones, que s’esforçaven per retratar una societat sense moltes expectatives. Així, Keti Machavariani va competir en Cinema Jove el 2012 amb Marilivit tetri; Salomé Alexi, l’any passat amb Kreditis limiti. I ara ho fa Nino Basilia, que mostra en Anas tshovreba (Anna’s Life) els problemes i somnis d’una generació perduda. La protagonista d’esta cinta és una mare fadrina, obligada a simultaniejar unes quantes faenes precàries a fi de poder mantindre’s i criar el seu fill autista. Quan la situació es torna inaguantable, la dona decidix abandonar el país i anar-se’n als Estats Units. Per a fer-ho, es posa en contacte amb un home que li ha d’aconseguir els documents necessaris, però el pla es complica i Anna, desesperada, prendrà una determinació tan precipitada com arriscada. Amb un estil realista, Nino Basilia copsa acuradament els sentiments d’una societat sense possibilitats que no perd l’esperança de tirar avant. “Volia reflectir la vida i els somnis d’eixos joves que viuen a la Geòrgia postsoviètica i que farien qualsevol cosa per millorar les seues condicions de vida –afirma la directora–. Anna’s Life tracta sobre els problemes d’una jove i solitària mare fadrina, sobre l’optimisme que la mou, sobre la pobresa, la devoció que sent pels fills i sobre els intricats laberints pels quals ha de passar.” Dijous 23, a les 18.00 h. Presentat per la directora Nino Basilia. Edifici Rialto: Sala Luis G. Berlanga. DANIEL GRAO “Lo que más me estimula de este oficio es cambiar de medio, emprender aventuras que no haya hecho antes y supongan un reto. Cuando me asusta un proyecto es buena señal.” PREMIO UN FUTURO DE CINE por Jorge Castillejo Daniel Grao vive un momento mágico. A pesar de que ya contaba con una extensa trayectoria televisiva, este año ha disfrutado de experiencias inolvidables, como el reto teatral de La piedra oscura o la aventura de ponerse a las órdenes de Almodóvar en Julieta y pisar, junto al resto del equipo, la alfombra roja de Cannes. El actor, natural de Sabadell, aprovecha su paso por Cinema Jove para hablar de un oficio que, según él mismo, le cambió la vida y de sus últimos proyectos, Acantilado y la serie La sonata del silencio. Aunque llevas ya varios años actuando, eres casi un recién llegado al cine. Ya, todo ha sucedido de forma natural. Por una cuestión azarosa empecé a trabajar antes en televisión que en teatro o en cine. De pronto un trabajo te lleva a otro, alguien te ve, te proponen para una serie... Tuve una época en la que se enlazaron varios proyectos televisivos, pero también de manera muy casual. Últimamente hay en mí una voluntad de poner el acento en el cine, pero en este oficio no siempre elige uno lo que puede. La mayoría de las veces lo eligen a él. Bueno, si el que te elige es Pedro Almodóvar no está nada mal. Por supuesto. Yo siempre he bromeado con que si Almodóvar me llamara para hacer de lámpara, le voy a decir que sí. Pero que encima me haya tocado Xoan en Julieta ha sido un regalo. Recuerdo la primera vez que entré a El Deseo para conocerle, para hacer una prueba con él y que viera la química existente entre Adriana [Ugarte] y yo. No te voy a engañar, fue un momento emocionante, como lo fue también el vivir un festival como el de Cannes, donde la película fue muy bien acogida. Empezar a andar por aquella alfombra roja fue especial, pero al subir la escalinata, darse media vuelta y ver todo desde arriba, mientras sonaba Chavela Vargas... Es tan intenso y tan bestia que no reaccionas hasta que aterrizas y, un par de días después, ya en casa ves las fotos y la repercusión. Y enseguida se estrenó la película de Helena Taberna, Acantilado. Lo que más me llamó la atención del guión de Acantilado fue la mezcla de géneros. Por la parte que me toca, el viaje que hace mi personaje de Bilbao a Canarias no es sólo geográfico, sino emocional. Tras un suicidio colectivo, la policía canaria le llama porque se supone que va a aparecer el cuerpo de su hermana y lo va a tener que identificar. Me interesó mucho el camino de ese fiscal con la vida resuelta, felizmente casado y con un alto poder adquisitivo, al que este incidente le va a poner contra las cuerdas, enfrentándole con recuerdos familiares y trapos sucios que él había metido bajo la alfombra. La falsa estabilidad de alguien que parecía tenerlo todo bajo control se desmorona. Encara que ja fa uns quants anys que actues, ets quasi un nouvingut al cinema. Sí. Tot ha succeït de forma natural. Per una qüestió d’atzar vaig començar a treballar abans en televisió que en teatre o en cinema. Un bon dia una faena et du a una altra, algú et veu, et proposen per a una sèrie... Vaig tindre una època en què es van enllaçar diversos projectes televisius, però també de manera molt casual. Últimament hi ha en mi una voluntat de posar l’accent en el cinema, però en este ofici no sempre tries; sovint passa al revés, que algú et tria. Bé, si qui et tria és Pedro Almodóvar, no està gens malament. Ja ho pots ben dir. Sempre he bromejat amb el fet que si Almodóvar em cridara per a fer de llum de peu, li diria que sí. Però que damunt m’haja tocat Xoan en Julieta ha sigut un regal. Recorde la primera vegada que vaig entrar a El Deseo per conéixer-lo; havíem de fer una prova per veure la química que hi havia entre Adriana [Ugarte] i jo. No t’enganyaré: va ser un moment emocionant, com ho va ser també viure un festival com el de Canes, on la pel·lícula va ser molt ben acollida. Començar a caminar per aquella catifa roja ja era especial, però això de pujar l’escalinata, girar-te i veure-ho tot des de dalt mentre sonava Chavela Vargas... És tan intens i tan bèstia que no reacciones fins que aterres i, un parell de dies després, ja a casa, veus les fotos i la repercussió de tot plegat. I de seguida es va estrenar la pel·lícula d’Helena Taberna, Acantilado. El que més em va cridar l’atenció del guió d’Acantilado va ser la barreja de gèneres. Per la part que em toca, el viatge que fa el meu personatge de Bilbao a les Canàries no és sols geogràfic, sinó també emocional. Després d’un suïcidi col·lectiu, la policia canària el crida perquè se suposa que apareixerà el cos de la seua germana i ha d’identificar-lo. Em va interessar molt el camí d’eixe fiscal, amb la vida resolta, feliçment casat i amb un alt poder adquisitiu, al qual este incident posa contra les cordes i l’encara a records familiars i draps bruts que ell mateix havia amagat davall de la catifa. La falsa estabilitat d’algú que semblava tindre-ho tot sota control s’esvaïx. Este personatge, com passava també amb el de Julieta, no sempre exterioritza el que li passa pel cap. Eixe desig de no mostrar tots els sentiments al públic és molt estimulant. A mi em pareix un joc molt interessant. Però l’actor ha de tindre clar què passa, tot i que sàpia que a l’espectador Este personaje, como pasaba también con el de Julieta, no siempre exterioriza lo que le pasa por la cabeza. Ese deseo de no mostrar todos sus sentimientos al público resulta estimulante. A mí me parece un juego muy interesante. Pero el actor tiene que tener claro qué está pasando, aun a sabiendas de que al espectador no se lo muestre todo. Me gusta jugar a eso. Es algo inquietante tener una información que no te voy a dar o explicar por completo, aunque algo te llegue. Sin embargo, no todo el mundo lo acoge de la misma manera, porque muchos espectadores quieren tener claro quién es el bueno y quién el malo. A mí me interesa más que convivan en uno varias energías contradictorias. Enriquece a los personajes, y se parece más a la vida real. Y en esa linea parece que va también uno de tus últimos papeles, todavía inédito, en la serie de TVE La sonata del silencio. Exacto. Es un trabajo muy cuidado, basado en una novela que transcurre en los años de posguerra, del que me siento especialmente orgulloso. Es además un producto muy atrevido. Me parece interesante obviar la guerra en imágenes, pero mostrar sus consecuencias y el modo en que afecta las relaciones amistosas o emocionales. A título personal, con Antonio Montejano me he pegado otro viaje muy potente. En principio es un personaje luminoso, emprendedor y prometedor, pero la decepción, la pobreza y el sentimiento de fracaso lo vinculan a una ira y una frustración importantes. Entonces se va oscureciendo. Pasa por distintas adicciones, ve resentida la relación con su mujer, Marta Etura, con su hija... He intentado componer un personaje que pudiera entenderse, a pesar de que hace cosas injustificables, porque desde el dolor y la frustración pueden aparecer los peores demonios. He disfrutado mucho. No hemos hablado del teatro, que es otro pilar importante en tu trayectoria. Por supuesto. En ese sentido, La piedra oscura ha sido quizás el proyecto más especial a nivel emocional. Era algo que íbamos a hacer un solo mes en el Centro Dramático Nacional con algún bolo fuera, pero llevamos año y medio. Es un proyecto del que estamos muy enamorados todos los que formamos parte de él. Y en septiembre entraremos por tercera vez en Madrid. Yo necesito sentirme retado, del mismo modo que la idea de estar en televisión muchos años haciendo el mismo personaje me parece un infierno o pesadilla, si bien, por otro lado, puede considerarse una suerte. Lo que me estimula de esta profesión es el cambio de medio, de compañeros, de personajes. Me interesa emprender nuevas aventuras que supongan un reto. Cuando me asusta un proyecto es que lo voy a hacer, porque ese temor es algo que me estimula. Y cuanto más desconocido me resulta algo, más aprendo. Aunque parezca raro de oír, cuando no estoy cómodo es buena señal. En ese sentido, no te condiciona entonces que un papel tenga más o menos páginas de guión. No, en absoluto. Me preocupa qué le pasa al personaje y, como te he comentado, el que sea algo que no he hecho antes y me suponga un reto. Me encanta que alguien confíe en mí, aunque a primera vista no sea el más indicado. Eso me ha pasado varias veces con Salvador Calvo, con quien hice el protagonista de Mario Conde. Volvió a llamarme para una colaboración en Hermanos, una miniserie donde yo aparecía sólo en los dos primeros capítulos, con María Valverde. Hice un personaje que se creía que iba a ser el próximo Cassavetes, pero la heroína acababa con él. Y luego volvió a llamarme para Los nuestros, donde estaba con Pedro Casablanc en un operativo militar. no li ho mostrarà tot. M’agrada jugar a això. És inquietant disposar d’una informació que no et donaré o que no et contaré per complet, encara que alguna cosa t’arribe. No obstant això, no tots ho empomen de la mateixa manera, perquè molts espectadors volen tindre clar qui és el bo i qui el roín. A mi m’interessa més que diverses energies contradictòries convisquen en el mateix paper. Enriquix els personatges i s’assembla més a la vida real. I en eixa línia sembla que va també un dels teus últims papers, encara inèdit, en la sèrie de TVE La sonata del silencio. En efecte. És un treball molt acurat, basat en una novel·la que transcorre durant els anys de postguerra, del qual em sent especialment orgullós. És, a més a més, un producte molt agosarat. Em sembla interessant obviar la guerra en imatges, però mostrar-ne les conseqüències i la manera com afecta les relacions amistoses i emocionals. A títol personal, amb Antonio Montejano he fet un altre viatge molt potent. En principi és un personatge lluminós, emprenedor i prometedor, però la decepció, la pobresa i el sentiment de fracàs el vinculen a una ira i una frustració considerables. Llavors es va enfosquint. Passa per diverses addiccions, la relació amb la muller, Marta Etura, i amb la filla se’n ressent... He intentat compondre un personatge que es puga entendre, a pesar que fa coses injustificables, perquè el dolor i la frustració poden fer sortir els pitjors dimonis. He gaudit molt del personatge. Un momento de la obra teatral La piedra oscura. La sonata del silencio es una serie de TVE. Daniel Grao y Adriana Ugarte se pusieron a las órdenes de Pedro Almodóvar en Julieta. Acantilado es una película de Helena Taberna. No hem parlat de teatre, que és un altre pilar important en la teua trajectòria. I tant que ho és. En eixe sentit, La piedra oscura ha sigut potser el projecte més especial emocionalment. Era una obra que havíem de fer durant un mes al Centre Dramàtic Nacional amb alguna eixida fora, però ja fa un any i mig que la representem. És un projecte del qual estem molt enamorats tots els qui en formem part. I al setembre entrarem per tercera vegada a Madrid. Necessite sentir-me esperonat, de la mateixa manera que la idea d’estar en televisió molts anys fent el mateix personatge em sembla un infern o malson, tot i que, d’altra banda, pot considerar-se una sort. El que m’estimula d’esta professió és el canvi de mitjà, de companys, de personatges. M’interessa mamprendre noves aventures que siguen un repte. Quan un projecte em fa por és senyal que sí que el faré, perquè eixe temor m’estimula. I com més desconegut trobe un assumpte, més n’aprenc. Encara que parega estrany, quan no em trobe còmode és bon senyal. En eixe sentit, no et condiciona que un paper tinga més o menys pàgines de guió. No, de cap manera. Em preocupa què li passa al personatge i, com he dit adés, que siga una cosa que no he fet abans i que represente un repte. M’encanta que algú confie en mi, per bé que a primera vista no siga el més indicat. Això m’ha passat un parell de vegades amb Salvador Calvo, amb qui vaig fer el protagonista de Mario Conde. Va tornar a cridar-me per a una col·laboració en Hermanos, una minisèrie en què jo apareixia només en els dos primers capítols, amb María Valverde. Vaig fer un personatge que es creia que seria el pròxim Cassavetes, però l’heroïna l’eliminava. I després va tornar a cridar-me per a Los nuestros, on treballava amb Pedro Casablanc en una operació militar.