TEMA 6 - MOTIVOS PRIMARIOS O BIOLÓGICOS La motivación tiene que ver con las causas de la conducta. En el ámbito psicológico, el motivo puede definirse como una fuerza interna impulsora que activa el organismo y que dirige sus acciones hacia una meta. Y se defiende además que todos los motivos son siempre desencadenados por algún tipo de estímulo. Los motivos primarios son las motivaciones centrales que, desde el nacimiento, están funcionalmente relacionadas con la subsistencia del individuo y de la especie. Los estudios realizados para explicar los motivos primarios se han efectuado mediante el proceso de homeostasis, en el que el organismo se autorregula para conseguir el equilibrio medio interno (mantener niveles adecuados en los parámetros fisiológicos). Cuando existe un desequilibrio estos mecanismos autorreguladores actúan mediante un sistema de feedback negativo (retroalimentación negativa)desviación en una dirección; reacción en la dirección opuesta. Los estudios realizados sobre motivos primarios, buscaron definir y diferenciar dichos motivos, por lo que Madsen presentó cuatro criterios: -el fisiológico (que implica que existe una base orgánica), -el comparativo-psicológico (determinan actos universales), -de señal (vienen prefijados por señales innatas) -y de supervivencia (son relevantes para conservar la vida). Se estableció una relación consensuada de motivos primarios: hambre, sed, impulso sexual, motivo de descanso y de dormir, el impulso maternal, motivos de temperatura, excretorios, de oxígeno, de actividad y de evitación del dolor. Siendo los más estudiados, hambre, sed, sueño y sexo. 2. ASPECTOS CONDUCTUALES COMUNES DE LOS MOTIVOS PRIMARIOS O BIOLÓGICOS DE HAMBRE, SED, SUEÑO Y SEXO. La explicación de estos motivos se ha realizado sobre todo dentro del modelo homeostático, interpretándose que la finalidad de las conductas que acompañan a dichos motivos es la de mantener el organismo en condiciones óptimas. Sin embargo se considera que la motivación sexual es no regulatoria (no tiene mecanismos homeostáticos a corto plazo que la regulen), mientras que los motivos de hambre, sed y sueño son regulatorios. Estos motivos comparten diversas características: -Todas son conductas propositivas (encaminadas a conseguir un objetivo concreto) -No son conductas reflejas (desencadenadas de modo necesario por estímulos externas) -Son persistentes, espontaneas y moduladas por múltiples factores. Los estímulos externos y la experiencia previa juegan un importante papel en el desencadenamiento. Además pueden ser iniciados sin la presencia de estímulos discriminativos. Por ejemplo un animal hambriento que va en busca de comida aunque no existan estímulos externos. 3. HAMBRE Es uno de los motivos más importante e investigado. Forma parte del sistema fisiológico responsable de regular distintos aspectos del medio interno del organismo, como son el aporte energético y nutritivo (supervivencia). La conducta de comer se supone controlada por señales de hambre (conllevan la búsqueda de comida y su consumo) y señales de saciedad (causan la terminación de la conducta de comer). El modelo homeostático explicativo del hambre señala su carácter autorregulatorio, admitiéndose su actuación a largo plazo (peso corporal, y puntos de ajusto o equilibrio relacionados con reservas a largo plazo) y a corto plazo (anticipatorio y sistema de reserva a corto plazo). En experimentación básica la comida ha sido muy utilizada porque es un importante incentivo conductual (factor motivacional). La privación de comida es la variable más comúnmente utilizada para motivar la conducta en experimentos de laboratorio con animales, los cuales adquieren y mantienen muy pronto las respuestas que son reforzadas con comida. 3.1. Aspectos neurofisiológicos de la conducta de comer El objetivo básico de la alimentación es la provisión de energía para llevar a cabo las funciones vitales y la reparación del desgaste, así como ayudar también al crecimiento. Para llevar a cabo este objetivo son necesarias tres etapas: captura de alimento, proceso digestivo y distribución de dicho alimento por tejidos y células que lo asimilan por absorción (aquí interviene el metabolismo: conjunto de intercambios que ocurren a nivel celular y que provocan distintas reacciones químicas a partir de las cuales las células obtienen energía y sintetizan las sustancias necesarias para el organismo). La entrada de alimento en el organismo origina salivación, secreción de jugos gástricos e insulina (hormona secretada por el páncreas), respuestas preparadas para la absorción de nutrientes. En el intestino tiene lugar el proceso de absorción, cuyo inicio conlleva un aumento del nivel de glucosa (un azúcar para la obtención de energía) y la consiguiente secreción de insulina por el páncreas (que incrementa la sensación de hambre). La glucosa es llevada al interior de las células (como combustible). La glucosa y la insulina son reguladores químicos del hambre. Se han propuesto dos hipótesis para la explicación a corto y largo plazo de la regulación de la alimentación: - Hipótesis glucostática (regulación a corto plazo): fue formulada por Mayer y se basa en que la señal del hambre es la disminución de glucosa en sangre. - Hipótesis lipostática (regulación a largo plazo): propone que existen señales fisiológicas, entre las que está la insulina, que se detectan por el cerebro y afectan al apetito y la ingesta de comida. Son proporcionales a la cantidad de grasa almacenada y están relacionadas con el mantenimiento de peso corporal. El cerebro controla de forma automática la información sobre el estado interno del organismo a través del hipotálamo. Hay dos centros hipotalámicos distintos que controlan las experiencias de hambre y saciedad (deseo de comer): el hipotálamo lateral (HL) que induce al hambre y el hipotálamo ventromedial (HVM) que deprime la sensación de hambre. Este último controla la interacción con el páncreas. Ambos interactúan para determinar un punto de ajuste para el tejido adiposo. Lesiones en el HL provoca que los animales dejen de comer (afagia) mientras que lesionando el HVM comían en exceso (hiperafagia), generando obesidad y alterándose la palatabilidad de los alimentos, haciendo que la comida que sabe mal sepa mucho peor y la buena mucho mejor. Se ha incluido un tercer centro, el núcleo paraventricular (NPV), así como la intervención de ciertas regiones de la corteza cerebral y la medula espinal en la regulación de la ingesta de alimentos. También la hormona leptina (modula el gasto energético), que frena el apetito y su misión radica en adaptar el cuerpo a los estados de hambre (por ejemplo las personas con anorexia tienen bajos niveles de leptina). Los humanos no comemos siempre para suplir carencias. El aprendizaje, las características de la comida y también los factores sociales pueden suscitar la conducta de comer sin que exista un desequilibrio homeostático para ello. 3.2. Aprendizaje y conducta de comer La alimentación, además establece vínculos afectivos, inicialmente con la madre y posteriormente con diversas situaciones de carácter social y cultural. Además de su valor nutricional, la ingesta de comida es también un proceso de recompensa que interactúa de un modo directo con las estructuras neurofisiológicas y los sistemas neuroquímicos cerebrales que favorecen el placer y el reforzamiento. El aprendizaje juega un papel importante en la conducta de comer. Los gustos y costumbres alimenticias de cada persona tienen que ver con las preferencias y aversiones adquiridas mediante mecanismos de aprendizaje a lo largo de su vida. * Preferencias condicionadas a los alimentos. Existen preferencias por los sabores dulces y salados que son genéticas y universales, ya que se asocian con la presencia de nutrientes, mientras que existe un rechazo por los sabores ácidos y amargos por asociarse con alimentos venenosos, tóxicos o en mal estado. Las preferencias aprendidas tienen que ver con las consecuencias que siguen tras la comida. A través de mecanismo de condicionamiento clásico, las cualidades sensoriales de los alimentos, adquieren un valor apetitivo condicionado, y ello suele manifestarse en la elección de la comida. También hay preferencias de sabor que son adaptativas, como por ejemplo el gusto por las especias que inhiben el crecimiento bacteriano en las regiones con climas más cálidos o las náuseas del embarazo (que protegen al embrión de comidas dañinas) * Aversiones condicionadas al sabor La adquisición de aversión al sabor fue puesta de manifiesto experimentalmente por García y Koelling. Tiene que ver con la adquisición de aversión a una sustancia sápida ante la que inicialmente no se mostraba aversión, cuando su presentación se aparea con eventos que ocasionan malestar corporal, incluso cuando ello ocurre con un intervalo temporal muy largo. Si un alimento neutro produce en una ocasión malestar, se forma una aversión condicionada al sabor y esto ocurre tras una sola experiencia negativa. Aprendemos a evitar alimentos que nos producen malestar y a buscar los que nos hacen sentir sanos y en estado de bienestar. Juega un papel importante el aprendizaje temprano y tiene un valor funcional, evitar los venenos y sustancias tóxicas. 3.3. Características del estímulo y los factores sociales y culturales que influyen en la conducta de comer * Características de la comida La palatabilidad de los alimentos tiene que ver con su valor hedónico y viene determinada por su olor, aspecto, sabor, textura y temperatura, los cuales atraen nuestra atención y nos inclinan a comer incluso a pesar de estar satisfechos. Una alta palatabilidad estimula el apetito. Una alimentación sana requiere una variedad de alimentos y de nutrientes. La variedad y la cantidad de alimentos aumenta la conducta de ingesta, debido a nuestra necesidad de tomar distintos nutrientes. La saciedad sensorial específica consiste en que se come menos cuando hay un solo alimento (como si nos cansásemos antes de él). * Factores sociales y culturales También se come por hábito o como consecuencia de la presencia de otros y del horario existente de comidas, el cual se encuentra influido por factores culturales y sociales. Es frecuente la organización de eventos sociales que giran alrededor de la comida. Generalmente comemos más cuando estamos acompañados de comensales que también están comiendo, que cuando estamos solos. Resumiendo, la forma de reaccionar en presencia de comida dependerá no sólo de que se tenga hambre por la existencia de un desequilibrio homeostático, sino también de las experiencias con la comida (sujetas al aprendizaje), las características de la comida y a factores sociales y culturales. Todo ello influye en lo que comemos y en su cantidad. 4. SED La sed primaria o biológica ocurre cuando disminuye el volumen o concentración de los fluidos corporales. “Es un estado motivacional que se manifiesta como la conciencia de que hay que preparar el cuerpo para realizar las conductas necesarias para reponer el déficit de agua”. Al igual que el hambre implica conductas regulatorias y el hipotálamo juega un papel importante, son motivos justificados en base al modelo homeostático y utilizado frecuentemente en investigación básica. La sed suele manipularse en los laboratorios de psicología privando al sujeto experimental de la posibilidad de ingerir líquido. Se muere antes de sed que de hambre, ya que el agua es un elemento inorgánico imprescindible para la vida. En el ser humano la proporción de agua corporal puede variar entre un 45% y un 70% de peso corporal. El equilibrio hídrico hace referencia al equilibrio compensador entre ganancias y pérdidas de agua en el organismo. Las ganancias proceden del agua ingerida, del agua proveniente de los alimentos y del agua producida por el organismo (agua metabólica). Las pérdidas se deben a la evaporación (respiración), transpiración (sudor) y secreción (heces y orina). En este equilibrio hídrico también interviene el sodio, sal mineral que se encuentra en el líquido extracelular. La necesidad biológica de sed se produce cuando ocurre una pérdida de agua por debajo del nivel homeostático óptimo, causando la conducta de beber. 4.1. Conducta de beber motivada por la existencia de un déficit orgánico Las células del cuerpo contienen aproximadamente dos tercios de agua corporal (líquido intracelular), mientras que el tercio restante se encuentra fuera de las células (líquido extracelular). El líquido extracelular comprende también el líquido cefalorraquídeo, el líquido intersticial (entre células) y el líquido intravascular (plasma sanguíneo). Todos estos compartimentos están separados por barreras semipermeables que permiten el trasvase de ciertas sustancias. En condiciones normales el líquido intersticial es isotónico (de igual tensión) en relación al intracelular, por lo que el agua no tiende ni a pasar ni a salir de las células. Cuando el equilibrio hídrico se modifica, desaparece la isotonía y aparece la hipertonía o la hipotonía. Si el líquido intersticial pierde agua se vuelve más concentrado (hipertónico) por lo que el agua tenderá a salir desde el interior al exterior de las células. Por el contrario si en el líquido intersticial aumenta el agua, su concentración será más diluida (hipotónica) con lo que el agua pasará al interior de las células para restaurar el equilibrio de fluidos perdido. Estas entradas y salidas del líquido tienen lugar a través de las membranas semipermeables. En la regulación de la ingesta de agua se da también un punto de equilibrio, su función es evitar la reducción del volumen del fluido intracelular (la deshidratación), así como la hipovolemia o reducción del volumen intravascular provocado por privación de agua. Intervienen tanto el agua como el sodio, lo que genera dos mecanismos de corrección relacionados con la ingesta y la excreción de agua y de sodio: - La sed volémica (hipovolémica o volumétrica) ocurre cuando disminuye el volumen intravascular y conlleva tanto pérdida de agua como de sodio, por lo que implica apetito de sal. - La sed osmótica (osmométrica) tiene lugar cuando la concentración del líquido intersticial aumenta, con lo que el volumen intracelular se reduce al salir agua del interior de las células para restaurar el equilibrio. Los riñones posibilitan la regulación de agua y sodio en el organismo. Las hormonas que controlan la cantidad excretada de agua y sodio son dos: - Aldosterona (glándula suprarrenal) Interviene en la regulación del metabolismo, se libera sodio en la orina cuando su nivel de secreción es bajo, y se retiene sodio en los riñones cuando su nivel de secreción es alto. - Vasopresina (neurohipófisis) hormona antidiurética que interviene en la secreción de agua por los riñones, su nivel de secreción es alto cuando el organismo está deshidratado, y los riñones retienen todo el agua posible; no es segregada cuando en el organismo hay un nivel de agua elevado. Mucho antes de que los líquidos ingeridos restauren los déficits que dieron lugar al inicio de la conducta de beber aparece la saciedad, en cuyo control intervienen receptores situados en el hígado y en el intestino delgado. En el caso de la saciedad de sodio, son los receptores en los riñones los que informan al cerebro, al detectar suficiente sodio en la sangre. 4.2. Conducta de beber motivada por factores de aprendizaje, sociales, culturales y estimulares. Con independencia de la ingesta de líquidos ocasionada por un desequilibrio hídrico, ocurre la ingesta espontánea, que se produce en ausencia de déficits y en la que juegan un importante papel el aprendizaje, los factores sociales y culturales, y las características estimulares. El aprendizaje mediatiza la conducta de beber. Se aprende a beber no solo para corregir carencias de agua, sino también para evitarlas. Se suele ingerir más agua de la necesaria para el equilibrio hídrico del organismo y esa conducta es anticipatoria. La ingesta de líquidos también se relaciona estrechamente con acontecimientos sociales y culturales, así como con las costumbres y las condiciones climatológicas. (También la selección de estos) La presencia de bebidas refrescantes y deliciosas nos da sed. Las características de los líquidos influyen igualmente en su ingesta y en este sentido el sabor es la variable más importante. También se da el fenómeno de saciedad sensorial específica, los animales beben más cuando tienen a su alcance distintos líquidos para elegir. La conducta de beber también se relaciona estrechamente con la de comer, pues el agua es necesaria para la digestión y metabolismo de la comida. 5. SUEÑO El sueño es un motivo primario de gran importancia (dormimos una tercera parte de nuestras vidas) aunque como proceso fisiológico todavía es poco conocido y su función es objeto de discusión. El sueño es un proceso activo, relacionado con la recuperación física del organismo y con la reestructuración psíquica (que permite sistematizar y clasificar lo que se ha ido adquiriendo a lo largo del día). La edad modula el número de horas dedicadas a dormir (ej. 15 horas bebés, 8 horas adultos) y otros factores también afectan como la estimulación ambiental, el estrés, la preocupación o el horario laboral. 5.1. Factores relevantes en relación al sueño En la aparición del sueño pueden influir de manera importante numerosa y diversos factores psicológicos, físicos o fisiológicos: * Ritmos circadianos: Hacen referencia a los ritmos de oscilación diaria y tienen una duración aproximada de 24 horas. El más conocido es el ciclo sueño-vigilia que se encuentra modulado por los períodos luz-oscuridad. (Del latín: alrededor del día). *Tiempo transcurrido sin dormir: Cuanto mayor es el tiempo sin dormir, más probable es que el sueño se inicie. Esto responde al proceso de homeostasis. 5.2. Fases y tipos de sueño El ciclo de sueño está constituido por 5 fases diferentes: fase I, fase II, fase III, fase IV y fase de sueño con movimientos oculares rápidos (MOR). Las cuatro primeras corresponden a lo que se conoce como sueño lento o sin movimientos oculares y la quinta corresponde a lo que se conoce como sueño paradójico o con movimientos oculares rápidos. Fases del sueño Criterios para determinar en qué fase se encuentra el sujeto: Electroencefalograma (EEG), es el más utilizado (consiste en medir las señales de la actividad eléctrica cerebral), electrooculograma (mov. oculares), tono muscular y la respiración. Fueron William Dement y Nathaniel Keitman quienes distinguieron estas cinco fases: - Fase I: Se inicia con la aparición de ondas rápidas e irregulares de baja amplitud. Es una fase de sueño ligero (somnolencia o adormecimiento), caracterizada por la presencia de ondas theta de baja amplitud. Transición entre el sueño y la vigilia (párpados se abren y cierran lentamente) y percibimos los estímulos táctiles y auditivos y podemos responder verbalmente o con movimientos oculares lentos. Pasados 10/15 minutos se pasa a la fase II. Poca o nada reparadora. - Fase II: De sueño ligero. Supone un estado de relajación más profundo. Se caracteriza por la aparición de los husos de sueño (explosiones de actividad rápida y rítmica en las ondas cerebrales) y complejos K (ondas repentinas y de forma puntiaguda a cada minuto). Es una fase superficial. No hay movimientos oculares y no acceso a la información sensorial (desconexión con el entorno). Parcialmente reparador. - Fase III: Dura pocos minutos. Sueño medio, se considera una etapa de transición en la que el bloqueo sensorial aumenta. El cerebro empieza emitir ondas deltas (lentas y grandes). No movimientos oculares. Si la persona despierta en esta fase estará desorientada y confusa. - Fase IV: Aparición del sueño profundo. Se llega a partir de 45 minutos aprox. de empezar a dormir y dura otros 45 minutos. La emisión de ondas delta es superior al 50%. Reparación física y psíquica. Menos ritmo electroencefalográfico y no movimiento oculares. Vueltas en la cama, cambio de postura. Si se despierta aquí, estará más confundida que en la fase anterior. Alteraciones como el sonambulismo. - Fase de sueño MOR: Se caracteriza por la presencia de movimientos oculares rápidos (REM), también porque la respiración se acelera, se vuelve irregular y el ritmo cardiaco aumenta. El tono muscular es nulo (atonía muscular) y destacan encefalográficamente las ondas theta y beta. Como las ondas beta son propias de la vigilia, también se le llama sueño paradójico. Ondas semejantes a la situación de vigilia. Estas fases se van repitiendo a lo largo de todo el periodo de sueño (cuatro o cinco veces en la noche). La duración total del ciclo es de unos 90 minutos y a lo largo de la noche, mientras dormimos, se repite cíclicamente. En el adulto la fase de sueño NMOR dura unas 6 horas y la fase de MOR dura unas dos horas. Tipos de sueño Cada uno de ellos, el sueño lento y el sueño paradójico, tiene funciones y características específicas y diferenciales: - El sueño lento (NMOR): Se caracteriza por la existencia de actividad ligada a la rama parasimpática del sistema nervioso autónomo, lo cual es importante en el almacenamiento de energía. Por eso valores como la tasa cardiaca, temperatura corporal, actividad muscular etc. disminuyen. Movimientos de los ojos lentos o nulos, tono muscular moderado y sincronización en EEG. Las ensoñaciones que tienen lugar en el sueño lento tienden a reflejar un pensamiento conceptual y racional. - El sueño paradójico (MOR): Además de movimientos oculares rápidos, aparece desincronización en el EEG, (estado de alerta), descenso de tono muscular, posible aparición de secreción vaginal en las mujeres o erección del pene en los hombres. Por su aumento en el consumo de oxígeno, ritmo cardiaco, presión sanguínea, etc., se piensa que es el S.N. simpático el que predomina fisiológicamente. Durante esta fase se activa la amígdala y las estructuras del sistema límbico relacionadas con ella (controlan la memoria y las emociones). Las ensoñaciones que pueden tener lugar son perceptuales y emocionales y tienden a ser más intensas a medida que avanza el periodo de sueño. Estudios recientes inciden en la relevancia de este tipo de sueño en los procesos de memoria, en los que se produce la consolidacion de lo aprendido. Funciones del sueño No se conocen con exactitud las funciones del sueño, si bien existen numerosas propuestas, siendo las dos más relevantes las relativas a la restauración del organismo y la relacionada con la supervivencia y la adaptación. La propuesta más aceptada es la de la opción reparadora. Palmero afirma que el sueño paradójico permitiría al organismo una recuperación y reprogramación psíquicas, mientras que el sueño no paradójico permitiría al organismo recuperarse físicamente. Esta teoría encuentra el inconveniente en que la fase IV del sueño disminuye con la edad, cuando es fundamental en el proceso restaurador. Hartmann consideraba que además había una función de recuperación en los procesos atencionales y emocionales, ya que tras días de estrés y aprendizaje intenso, ocurren más sueño MOR. Hoss y Feinstein señalaron también la función de aprendizaje y consolidación y que la deprivación de sueño origina alucinaciones auditivas y visuales, inferencia en el aprendizaje y la memoria y pérdida de capacidad para asociar, irritabilidad Por otro lado respecto a la supervivencia y adaptación, se defiende que permanecer inmóvil durante el sueño permite a ciertos animales pasar desapercibidos ante sus depredadores. Permite a los organismos no responder cuando no es necesario o cuando hay peligro. Sueño y recuerdo: experimentos -Experimentos de Hu conclusión: el sueño favorece el recuerdo, pero solo de imágenes con contenido emocional, no de contenido neutro -Experimentos de Payne conclusión: el sueño ejerce un efecto fortalecedor en situaciones de alto contenido emocional y refuerza sobre todo los recuerdos de elementos asociados a emociones negativas, olvidando lo elementos neutros. -Experimentos de Wilhem. Se recuerdan mejor las imágenes cuando se ha dormido. Privación de sueño Con objeto de establecer la relevancia del sueño y clarificar cómo se produce, se han realizado numerosas investigaciones con privación de sueño. Privación total de sueño Impedir dormir al sujeto durante horas o días (realizando tareas no aburridas). Entre sus efectos destacan los siguientes: * Tras 24 horas de privación: Necesidad imperiosa de dormir, fatiga, ardor y sequedad de ojos. * Transcurridos de dos a cinco días: Alteraciones en la visión, sueños en vigilia, problemas en la lectura y en la escritura. * Tras cinco días: Sueños en la vigilia con mayor frecuencia, aparente recuperación de la fatiga, delirios paranoides y alucinaciones en algunos sujetos. *Desde un punto de vista cognitivo destaca el aumento de tiempo de reacción al realizar diversas tareas, la disminución de velocidad al realizar operaciones matemáticas, la aparición de déficit en tareas psicomotoras, así como un deterioro general en tareas que exigen atención selectiva. Estas alteraciones son reversibles y en general el sujeto se recupera con facilidad si se le deja dormir. Privación selectiva del sueño El hecho de que en el sueño se den fases diferenciadas que aparecen cíclicamente ha hecho que se investiguen dichas fases mediante la privación selectiva de la fase del sueño que se busca investigar. Para ello se utiliza un ruido lo suficientemente intenso como para conseguir que el sujeto salga de la fase, pero que no se despierte. Por lo general estas privaciones se han usado en la fase IV y en la fase MOR. * Privación en la fase IV: - Aparición del fenómeno rebote. Cuando al sujeto se le priva de esta fase durante un tiempo, al dejarle dormir sin interrupciones entra más fácilmente en la fase y le dedica más tiempo. Sugiere que es importante en la reparación. - Presencia de sensaciones corporales desagradables y malestar físico en general. - Aparición en ocasiones de cansancio, fatiga y depresión. - Acceso rápido a esta fase en la recuperación. * Privación en la fase MOR: - Aparición del fenómeno rebote. - Disminución del acceso a recuerdos emocionalmente importantes. Entorpecimiento en la adaptación a estímulos que causan ansiedad, lo que sugiere que el sueño MOR es importante en la integración de material emocional. - Dificultad de retención en lo aprendido con anterioridad a la privación de dicho sueño. - Manifestación de algunas características propias del sueño paradójico en fases de sueño lento o incluso de vigilia. - Transcurridos 3 días de privación de este sueño, si se deja al sujeto dormir aparece directamente la fase MOR y aumenta el tiempo que se permanece en ella. 6. SEXO En el motivo del sexo no existen a corto plazo mecanismos homeostáticos que regulen su actividad, por tanto se afirma que la motivación sexual no es regulatoria, ya que no es necesaria para la vida biológica de un organismo, pero si es imprescindible en la supervivencia de la especie. La actividad sexual constituye un reforzador muy potente, ya que no hay controles homeostáticos, el valor recompensa de la conducta sexual ha de establecerse de modo que dicha conducta tenga lugar con la frecuencia suficiente y necesaria para garantizar la supervivencia de la especie. La actividad sexual está controlada en gran medida por las hormonas sexuales y está ligada al ciclo reproductivo de las hembras. Esta dependencia hormonal es cada vez menor a medida que ascendemos en la escala filogenética, de forma que en los seres humanos la respuesta sexual tiene un muy alto grado de independencia a nivel hormonal y está mediatizada por el aprendizaje y los valores de cada persona (factores sociales y culturales). La motivación sexual surge de la interacción entre la fisiología y el entorno. Influyen muchos factores como las emociones, la edad, la experiencia sexual, estímulos externos, cultura, moda, ideas sobre lo placentero, etc. Como señala Aguado, el deseo o la expectativa de placer provocado por el sexo es el principal determinante psicológico de la conducta sexual. 6.1. Hormonas sexuales y motivación sexual Las hormonas sexuales determinan el nivel de activación o excitabilidad sexual. También modulan y facilitan la activación de conductas apropiadas. Son las responsables del dimorfismo sexual (diferencias entre machos y hembras) y regulan y posibilitan la conducta sexual. Fundamentalmente tienen dos tipos de efectos sobre la conducta: - Efecto organizador: de las hormonas sexuales, se produce durante el periodo prenatal y es de carácter irreversible. Ejerce influencia sobre el desarrollo de las estructuras responsables de la conducta. - Efecto activador: hace referencia al papel que tienen las hormonas sobre el cerebro para suscitar la actividad sexual. En organismos maduro de forma reversible y temporal. Se produce a lo largo de la vida. Las hormonas sexuales son segregadas por las glándulas sexuales (ovarios y testículos) y ejercen su influencia sobre la conducta mediante la interacción con el S.N. Se considera que los mecanismos hipotalámicos controlan la conducta sexual de algún modo. Fisiológicamente la conducta consumatoria depende de la médula espinal, aunque el cerebro es importante pudiendo influir sobre los reflejos medulares. Desde el punto de vista de la motivación lo que interesa son los mecanismos cerebrales que hacen posible la activación sexual bajo condiciones concretas. Aunque la conducta sexual depende del control hormonal, en el ser humano tiene un cierto grado de independencia, ya que los ciclos reproductivos debidos a los cambios hormonales no determinan el deseo sexual en las mujeres. Tanto mujeres como hombres pueden experimentar deseo sexual en cualquier momento, con las situaciones ambientales propicias y las condiciones psicológicas adecuadas para ello. Aprendizaje y motivación sexual El sexo es para la mayoría de las personas uno de los reforzadores más poderoso. Los factores de control inmediato que influyen en el motivo del sexo tienen más que ver con la oportunidad de tener un contacto sexual que con el hecho lejano de la reproducción. La motivación sexual humana está medida en gran parte por valores y hábitos aprendidos, así como por preferencias adquiridas por experiencias individuales concretas. Existen numerosas evidencias experimentales que apoyan que es posible producir un condicionamiento sexual mediante procedimientos de condicionamiento clásico. Así, estímulos neutros que han adquirido a través del aprendizaje un significado sexual, pueden llegar a modificar la conducta y alterar la motivación sexual, aumentando los niveles de alguna hormona sexual y creando reacciones fisiológicas como excitación sexual ante dichos estímulos. En investigación con animales se han recogido datos sobre la existencia de preferencias condicionadas de lugar, es decir, adquisición condicionada hacia lugares en los que los animales hayan tenido la posibilidad de compañía sexual. En general, se ha comprobado que los procesos de aprendizaje juegan un papel relevante en la motivación sexual. La conducta sexual se aprende y/o modifica mediante dichos procesos y ello es común tanto en seres humanos como en animales. Factores sociales y culturales de la motivación sexual Los factores sociales y culturales determinan qué conductas sexuales son apropiadas y cómo realizarlas, y cuáles no. Se aprenden las normas y reglas de la sociedad en que se vive y en base a ello se aprenden también los comportamientos sexuales. Las culturas determinan lo que en cada sociedad se considera normativo en relación y ello no tiene porqué ser común a todas ellas.