Ombligo en el moldeo abdominal

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CAPÍTULO 12
Ombligo
en el moldeo abdominal
Joseph P. Hunstad y Remus Repta
PUNTOS CLAVE
12
En este capítulo:
• Introducción •Abordaje quirúrgico • Reconstrucción • Estenosis umbilical •Aplanamiento umbilical
• Retraso umbilical
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El ombligo es un componente estéticamente importante del abdomen. Se debe tener
cuidado extra al planificar y ejecutar la liberación y reinserción del ombligo durante los
procedimientos de abdominoplastia para proveer el mejor resultado posible. El tamaño,
la forma, el contorno, la posición y la apariencia del ombligo y la cicatriz umbilical se
debe planificar cuidadosamente para optimizar la apariencia estética final del ombligo.
Introducción
El ombligo es el foco central del abdomen y es un componente estético importante
del cuerpo. Ha sido representado a lo largo de toda la historia y a través de las culturas
como un signo de juventud y belleza. El ojo se dirige de manera natural hacia este punto
del abdomen, lo cual hace crítica la apariencia y localización del ombligo. Como tal, es
necesario un ombligo estéticamente agradable para un abdomen atractivo y viceversa.
A menudo se hacen grandes esfuerzos para mantener escondidas las incisiones de la
abdominoplastia sólo para tener un ombligo que se deja sin rejuvenecer, con cicatrices
visibles o con forma desagradable.
Para crear un ombligo estéticamente agradable, primero se deben identificar las características que lo definen (Tabla 12.1). A pesar de la variabilidad anatómica entre las
pacientes, así como el cirujano particular y la preferencia de la paciente, hay un consenso
general en cuanto a las características que se añaden a la belleza estética del ombligo, así
como aquellos que la detractan.1,2 La posición vertical del ombligo, la cantidad de depresión comparada con el tejido blando periumbilical y la forma y tamaño del ombligo
deben tomarse en cuenta para la cirugía de moldeo abdominal.
La posición vertical del ombligo varía según la longitud del torso de la paciente y el
grado de laxitud de tejido blando asociada con el envejecimiento y la pérdida de peso.
Un ombligo estéticamente agradable debería tener una forma con orientación vertical
y localizado en la línea media, justo por encima de una línea imaginaria que conecta las
porciones más superiores de ambas crestas ilíacas. Dicho esto, en los procedimientos de
abdominoplastia tradicional, en donde el ombligo se libera del tejido blando circundante y se reinserta en el colgajo abdominal, sólo hay una capacidad limitada de cambiar la
posición vertical del ombligo. Esta pequeña variación está determinada en gran medida
por la longitud del tallo umbilical. Como la mayoría de los procedimientos de abdominoplastia incluye algún tipo de plicación miofascial, el tallo umbilical usualmente se
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acorta y la variabilidad en la posición vertical de la reinserción
umbilical está más reducida aun, convirtiéndola esencialmente
en una posición relativamente fija. Los intentos de reinsertar el
ombligo en una posición mucho más cefálica o caudal que ésta
resultará en una forma y una apariencia no natural, lo cual lleva
potencialmente a una mala cicatrización.
El ombligo se puede presentar con una diversa variedad de
formas y tamaños en la población de pacientes de moldeo abdominal. Muchos factores se combinan para crear cada forma
umbilical individual, incluyendo la calidad de la piel, la laxitud
de los tejidos blandos, el tipo corporal, el aumento o pérdida
de peso, cantidad de adiposidad, edad, cirugía/trauma previo y
genética. A pesar de esta variabilidad, hay unas características
generales del tamaño y la forma umbilical y el contorno periumbilical que son más consistentes con la juventud y la belleza.
Tabla 12-1
Características umbilicales deseables
Es preferible pequeño que grande
Es preferible una elipse vertical que un círculo
Es más deseable un ombligo «metido» que «salido»
El ombligo juvenil a menudo es verticalmente oval o en forma de joya (Fig. 12.1). El tamaño ideal debe corresponderse con
el cuerpo y la preferencia de la paciente y por esta razón no se
puede usar una medición exacta para todas las pacientes. Sin
embargo, cuando la oportunidad lo permite, es mejor equivocarse en menos, ya que el envejecimiento y las fluctuaciones de peso
usualmente resultan en un ombligo que luce más amplio y más
grande de lo deseado. Un ombligo más pequeño usualmente se
juzga como más juvenil en apariencia.
Una mujer con un abdomen delgado y bien tonificado usualmente se presenta con un ombligo que también tiene una cantidad
leve de capuchón superior y una depresión mínima pero visible en
el polo inferior (Fig. 12.2). El capuchón superior es en gran medida
el lógico resultado de la tracción hacia abajo de la gravedad sobre
la piel y el tejido blando superior cuando la paciente está de pie,
llevando a la concurrencia de la piel y el tejido blando en la porción
superior del ombligo, el cual está firmemente anclado por su tallo.
Esto se puede verificar muy fácilmente cuando las pacientes se colocan en posición supina con algo de Trendelemburg. Cuando se
revierte la dirección de la tracción de la gravedad sobre la piel y el
tejido blando abdominal, se reduce o elimina el capuchón superior
y se hace evidente un capuchón umbilical inferior.
Abordaje quirúrgico (Cuadro 12.1)
El ombligo se puede liberar de varias maneras, dependiendo de
la preferencia del cirujano y de las necesidades de la paciente. La
meta de liberarlo es crear un componente cutáneo simétrico y
Cuadro 12.1 Liberación umbilical
• La piel del ombligo se debe liberar en la unión del ombligo
con la piel abdominal.
• El uso de ganchos de piel y un bisturí N° 11 facilita la in­
cisión de la piel.
• Se realiza la disección hasta la vaina anterior de los rectos
con tijeras.
• El resto de la liberación umbilical se realiza con elec­tro­
Fig. 12.1: El ombligo juvenil a menudo es verticalmente oval o elíptico en
vez de redondo.
cauterio después que se ha seccionado el colgajo ab­
dominal inferior
Fig. 12.2: Las mujeres que son atléticas y tonificadas y se presentan con un ombligo estéticamente agradable, usualmente tienen una pequeña cantidad de capuchón superior y un área de
depresión umbilical inferior. Estas características
se ven cuando el efecto de la gravedad sobre
la piel y los tejidos blandos periumbilicales es
mayor sobre el ombligo relativamente fijo. Por
encima del ombligo la piel y el tejido blando son
traccionados por encima del ombligo para crear
un capuchón y por debajo del ombligo son traccionados para crear un área de depresión.
Capítulo 12 - Ombligo en el moldeo abdominal
Ombligo
Piel
Fascia de Scarpa
Grasa subescarpal
Fascia que cubre el músculo
(vaina anterior de los rectos)
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Transición entre la
piel abdominal y la
piel umbilical
Músculo recto abdominal
Fig. 12.3: Un corte transversal de la piel y el tejido blando abdominal a nivel del ombligo muestra la transición entre la piel umbilical y la piel abdominal.
Estas dos superficies están a 90° entre sí. En la mayoría de las pacientes de abdominoplastia, el ombligo se libera en esta transición. El nivel exacto de la
incisión de la piel para la liberación se debe confeccionar para cada paciente.
Fig. 12.4: Se puede marcar la incisión para la liberación del ombligo o se puede colocar estirando la piel usando
ganchos de piel opuestos en posiciones de hora 12 y 6.
Fig. 12.5: Se coloca una marca de azul de metileno en posición de hora 12 antes de liberar el ombligo, lo cual ayudará a orientar el ombligo durante la
reinserción para prevenir torceduras del tallo.
liberarlo del tejido circundante de una manera que se proteja el
aporte sanguíneo pero no deje gran cantidad de exceso de tejido
adiposo. El tamaño del componente cutáneo cuando se libera el
ombligo puede variar según cada paciente. A menudo, hay una
zona de transición en donde la piel umbilical se convierte en piel
abdominal, en dirección dorsoventral desde el ombligo hasta el
plano coronal de la piel abdominal (Fig. 12.3).
La incisión de la piel se puede marcar o se puede colocar la
abertura umbilical con la piel estirada, usando anchos de piel
para crear los pliegues que delinean el área que se va a incidir
(Fig. 12.4). Usando un tatuaje de azul de metileno colocado en
posición de hora 12, se identificará la localización durante la
inserción (Fig. 12.5). La incisión se puede hacer con un bisturí
N° 15 o N° 11. El N° 11 es mejor usarlo haciendo un movimien-
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to de empuje (Fig. 12.6). Una vez que se ha hecho la incisión
en la piel, se usa una tijera curva de Metzenbaum para liberar
el tejido blando alrededor del ombligo hasta la fascia profunda
(Fig. 12.7). Las perforantes umbilicales generalmente están a 1
cm del tallo umbilical, de manera que la disección con tijeras
se realiza hasta abajo, hasta la fascia umbilical cerca del tallo
(Fig. 12.8). El resto de la liberación del tejido blando umbilical
se realiza con electrocauterio bajo visión directa una vez que se
Fig. 12.6: La incisión de la piel se puede realizar en una variedad de formas. Nosotros preferimos un bisturí N° 11 para la incisión de la piel para la liberación
umbilical. Esta hojilla se desempeña mejor cuando se realiza un movimiento de empuje.
Fig. 12.7: Se libera el tejido blando circundante al tallo umbilical con tijeras curvas de Metzenbaum. La meta es liberar el tallo sin dejar una gran cantidad
de grasa adherida. Hay un plano areolar laxo que rodea al tallo que provee un buen plano de disección.
Fig. 12.8: La disección se realiza hasta la vaina anterior de los rectos, teniendo cuidado de quedar relativamente cerca de la base del tallo umbilical, ya que
usualmente hay una o más perforantes umbilicales en la vecindad.
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