12 ANALISIS Bolivia, del 3 al 9 de agosto de 2010 Crisis de la teoría económica ¿Por qué los economistas no vieron venir la crisis? Daniel Gutiérrez El aporte teórico y práctico de economistas de la región que cobró fuerza con el Centro de Estudios Económicos para América Latina y el Caribe (Cepal) llegó a su punto más alto en la década de los 60 y languideció en los 80. que reformen el sistema de gobierno de la globalización. Debate Juan Antonio Morales, docente en la Universidad Católica Boliviana (UCB), resalta el debate sobre la economía mundial y cuál la naturaleza de los economistas. “Queda alejado la idea de que la economía es una ciencia lúgubre”, apunta. Recuerda el artículo de un columnista brasileño que dice: ¿Qué hacen los economistas? Y responde que los economistas administran cementerios y pueden llegar a ser ministros de economía. H orst Grebe, director de Instituto Prisma, afirma que los cambios – crisis económica y financiera- que se presentan hoy muestran un desencuentro entre la teoría económica y el mundo real. Los cambios en las maneras y lugares de producción presentan un panorama distinto a las épocas en que fueron diseñadas las teorías. Ante ese panorama, el economista señala que la región ha creado teorías no académicas después de la segunda guerra mundial para entender el libre cambio y la teoría clásica del comercio internacional. Esas dudas originaron debates entre proteccionistas y librecambistas y a pesar del desarrollo industrial, la discusión continúa. Cepal, en su momento, estableció controversia con el pensamiento de los centros industriales y los organismos internacionales. La Cepal concibió varios mecanismos para explicar y criticar al comercio internacional, y orientó a los países de la región a establecer políticas estatales como la sustitución de importaciones, medida que no progresó, apunta. Dos etapas Grebe divide en dos etapas el pensamiento económico en la región: una creativa y otra imitativa o de bifurcaciones teóricas. “La Cepal después de la II Guerra Mundial propuso avanzar en la industrialización, y para ello requería de la participación estatal en la planificación, proteccionismo y en la integración regional. – En Bolivia- la reforma agraria del 52 avanzó, pero no colmó las expectativas”. Matemáticas En el Foro Actualidad del Pensamiento Económico en Europa y América Latina realizado en la UMSA, Horst Grebe y J. A. Morales analizan qué pasó para que los economistas no adviertan sobrevenir la crisis. El pensamiento económico de la Cepal incluso iba más allá al postular un nuevo orden económico internacional, que consistía en someter a supervisión a las empresas transnacionales y demandar transferencia de tecnología para economías periféricas. El planteamiento tenía fundamentos de la teoría keynesiana y marxista. Paralelamente, agrega Grebe, la región realizó una serie de investigaciones y propuestas económicas, conocidas como las teorías de las dependencias. Hasta ahí llegó el avance investigativo que otros la llamaron “la originalidad de la copia”, es decir, se tomaron herramientas de los países industrializados y se adecuaron a la realidad de cada nación. La etapa creativa termina a principios de los 80 y posteriormente viene la etapa imitativa. La crisis de la deuda en 1982 trajo a América Latina la necesidad de ajustes en las variables macroeconómicas. Llegaron todas las recomendaciones de organismos internacionales y del Consenso de Washington de ortodoxia de libre mercado. Grebe resalta la aplicación de esas medidas, cuyos beneficios se mostraron en la resistencia a la crisis actual. Pero la duda y la incertidumbre económicas continúan. Señala que se sospecha de que ciertas doctrinas y dogmas económicos de países industrializados no habían sido universales ni contenían recetas para el desarrollo, sino eran instrumen- tos para el funcionamiento de la nube financiera. Esa incertidumbre da pie a que vuelva con más vigor el análisis para responder a los desafíos que tiene hoy la economía, surja la necesidad de adoptar un conjunto de políticas y se consoliden instituciones que permitan no sólo superar las consecuencias de la crisis, sino también dar respuestas. Grebe indica que en la actualidad se presentan tres corrientes económicas: Una es la inercia de los neoliberales que señalan que es cuestión de tiempo para que todo vuelva a la normalidad; la segunda es el estructuralismo histórico y el neo estructuralismo Cepalino que señala que no hay recetas únicas y modelos que calcen a las economías y pone en la mesa el desafío de pensar en circunstancias locales con herramientas locales, con ayuda de otras ciencias, como la sociología, ecología, entre otros; y la tercera corriente es la nacional-popular en la que se trabajan metodologías económicas mezcladas con elementos nacionalistas, comunitarios e indigenistas. La vertiente tiene presencia en algunos países de la región y se aplica en un momento de holgura económica. Bolivia encabeza la lista de las naciones que adoptaron ese camino. El Director de Prisma señala que América Latina debe establecer foros de deliberación sistemática para aportar al pensamiento económico, para generar ideas Morales explica que son importantes las matemáticas en el estudio de la economía, pero siempre como un instrumento. “En los últimos treinta años, los economistas se dedicaron a demostrar teoremas y se alejaron de la realidad. Realizaron los teoremas más bellos, más simples, pero alejados de la realidad”. La econometría es el manejo de datos con ayuda de la computadora, cuyas ecuaciones pasan las 200.000, pero muchas de éstas se ejecutan sin sentido, ya que su resultado no describe la realidad en su verdadera dimensión, explica. “Sí se cambia la hipótesis, entonces cambian los resultados”, señala y muestra su preocupación cuando indica que los economistas matemáticos comenzaron a tratar de validar su trabajo a través de las calibraciones numéricas, lo que puede ser el remedio peor que la enfermedad. Respecto al pensamiento latinoamericano en economía, expuesto por Horst Grebe, Morales dice que la Cepal en su inicio fue creativa, se alejó de la ortodoxia, pero algunas de las recetas que sugirió condujeron al desastre, como la política de sustitución de importaciones. La sustitución de la importación es calificada como un neoliberalismo extremo por el académico, pero recuerda que ahora algunas naciones han decidido volver a políticas de antes de los 80 que fueron aplicadas sin éxito.