CENTRO DE ESTUDIOS REGIONALES, CAFETEROS Y EMPRESARIALES –CRECE Evaluación de Impactos Parciales y Potenciales del Programa Escuela y Café del Comité Departamental de Cafeteros de Caldas Informe Final Pablo R. Arango1 Investigador CRECE 1 Luz A. Buitrago y Cecilia Cortés, participaron en la recolección de la información primaria y el procesamiento de la encuesta. Aníbal López diseñó el programa de captura para la encuesta, Jorge E. Muñoz contribuyó con el tratamiento estadístico de los datos; Mauricio Perfetti, Liliana Velásquez, Olga León, Oscar Ortiz y Hernán Cardona colaboraron con el análisis y la elaboración de resultados. El autor agradece especialmente la colaboración de Elsa Ramírez, Claudia Milena Cardona, César Largo, y de los rectores, profesores, alumnos y padrinos de las escuelas visitadas, quienes prestaron una colaboración absoluta, sin la cual no se hubiera podido realizar este trabajo. Los comentarios y sugerencias del Dr. Pablo Jaramillo del Comité Departamental de Cafeteros fueron definitivos para el ajuste de los informes finales. 1 Presentación: Este documento es el resumen ejecutivo del estudio contratado por el Comité de Cafeteros de Caldas (CCC) con el CRECE con el fin de evaluar los impactos parciales y potenciales generados por la implantación del programa Escuela y Café en las escuelas rurales de Caldas que cuentan con la metodología Escuela Nueva (también promovida por el CCC). Dicho programa, diseñado por el CCC, es un ajuste de contenidos dentro de los Proyectos Pedagógicos Productivos inherentes al modelo Escuela Nueva. Los principales objetivos de este estudio consistieron en determinar: i) los efectos que el programa ha producido en las relaciones entre los estudiantes y su entorno; ii) los efectos que ha producido y que podría producir en el futuro en los hogares y especialmente en las prácticas productivas de los mismos; iii) la manera en que el programa se ha desarrollado dentro del modelo Escuela Nueva; iv) la manera en que los padres, los docentes y los estudiantes aprecian el programa; v) las potencialidades del programa como una metodología general para Proyectos Pedagógicos Productivos y para influir en las vidas de estudiantes y hogares. La principal razón por la cual se trata de una evaluación parcial de impactos es que, debido a su corta vida (3 años), el programa aún no ha producido generaciones de "egresados". Sin embargo, como lo muestran los resultados del estudio, eso no significa que no se hayan producido efectos interesantes en los aspectos antes enumerados. El presente documento se divide en 4 partes. En la primera se hace una presentación general del contexto que dio origen al modelo Escuela Nueva y a Escuela y Café. En esta sección también se describen los principales componentes de Escuela y Café y del contexto actual de la caficultura. La segunda sección hace una presentación general de la metodología con la cual se realizó el estudio y entra en los detalles de los resultados. La tercera sección está constituida por las conclusiones, las cuales son un resumen general de los resultados más importantes del estudio. Finalmente, en la cuarta sección se hacen algunas recomendaciones para el Comité Departamental de Cafeteros. 2 1. Contexto y Antecedentes: el modelo de Escuela Nueva en Caldas En el Departamento de Caldas, la extensión del modelo Escuela Nueva Rural hasta el nivel de educación básica secundaria2 (ENR, en adelante, es la sigla para el modelo Escuela Nueva Rural) surgió gracias a la presión de dos factores que, aunque diferentes, están relacionados en sus orígenes. En primer lugar, estaban los múltiples problemas cuantitativos y cualitativos de la oferta educativa oficial, no sólo para el nivel de post-primaria, en todas las zonas rurales del país. En resumen, esos problemas consistían, desde el punto de vista cuantitativo, en la casi inexistencia de oferta educativa para los niveles de post-primaria en las zonas rurales. Desde el punto de vista cualitativo, el principal problema era lo que Schiefelbein (1993) llama “desvinculación del aprendizaje tradicional con respecto a la vida diaria de los alumnos”, lo cual es mucho más grave en las zonas rurales, dadas las pocas probabilidades (en razón de los bajos ingresos) de que los jóvenes rurales accedan a la universidad o incluso a programas públicos de entrenamiento más avanzados como los del SENA (CRECE (1997), Alesina (2001)). Este problema se reflejaba en el hecho de que los currículos no estaban articulados con la realidad de las zonas rurales, lo cual traía la consecuencia de que los padres, e incluso los alumnos, no percibían la importancia de continuar la educación secundaria, aumentando así las probabilidades de deserción (CRECE (2001a)). En segundo lugar, el Comité Departamental de Cafeteros de Caldas3 (CCC, en adelante) había realizado importantes inversiones en infraestructura educativa, a la vez que había impulsado, desde 1981, la expansión del modelo ENR en el nivel de primaria. El éxito de ENR en el nivel de primaria, en conjunción con la mencionada escasez de la oferta educativa oficial para el nivel de post-primaria, condujo a una situación en que el 70% de los jóvenes que terminaban los estudios de primaria en las zonas rurales de Caldas, no tenía acceso al nivel de secundaria. 2 Escuela Nueva es un modelo pedagógico pensado para las zonas rurales que fue diseñado, para el nivel de educación primaria, por un grupo de docentes rurales del departamento de Norte de Santander en Colombia en 1982. Este programa fue reconocido y adoptado por el Gobierno Nacional. La extensión del modelo Escuela Nueva al nivel de educación post-primaria, fue diseñada por el Comité Departamental de Cafeteros de Caldas en cooperación con la Universidad de Caldas a finales de los años 80. Este modelo también ha sido reconocido y adoptado como una estrategia educativa para las zonas rurales por parte del Gobierno Nacional de Colombia. 3 El CCC es una de las instancias de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FEDERECAFÉ). Este gremio, de carácter privado, fue creado en 1927 como una asociación de productores privados, pero su misión es pública: además de organizar y regular la producción de café en Colombia, realiza importantes inversiones en infraestructura social y en programas sociales en las regiones cafeteras. Los Comités Departamentales de Cafeteros son las instituciones encargadas de representar a FEDERECAFÉ en el nivel de los departamentos cafeteros colombianos y, por último, los Comités Municipales de Cafeteros, constituyen la presencia institucional de FEDERECAFÉ en los municipios, que son las mínimas unidades político-administrativas del país. 3 En este contexto surgió la extensión del modelo ENR al nivel de post-primaria en Caldas, con el propósito de superar los mencionados problemas cuantitativos y cualitativos de la educación rural en el departamento. Desde el punto de vista cuantitativo, el éxito de dicha extensión es indiscutible: en 1999, aproximadamente 8.650 estudiantes de las zonas rurales del departamento de Caldas estaban vinculados al modelo. Desde el punto de vista cualitativo, la evaluación es más compleja, básicamente, porque son más los aspectos por considerar. Sin embargo, hay varios hechos que señalan en la dirección de un veredicto positivo: i) las principales privaciones de la educación rural en Un caso sin precedentes en todo el país lo constituyen los resultados que obtuvieron recientemente dos escuelas rurales con Latinoamérica han sido metodología Escuela Nueva en la aplicación de las pruebas suplidas (e.g., falta de oficiales del MEN, “Evaluación de Competencias Básicas”, en la acceso a materiales ciudad de Manizales (departamento de Caldas, Colombia). Las pruebas incluyeron todas las instituciones que ofrecen innovadores – bachillerato en el municipio (urbanas y rurales, públicas y computadoras, guías de privadas). Las escuelas rurales de las comunidades rurales El aprendizaje, baja Tablazo y La Trinidad (que cuentan con la post-primaria Escuela Nueva) fueron los establecimientos que obtuvieron los cualificación de los mayores puntajes en lenguaje y matemáticas. Es importante docentes, etc.); ii) se ha señalar que los puntajes comparativamente más altos los promovido la equidad en alcanzaron dichas escuelas en los niveles de abstracción más elevados de la prueba (Secretaría de Educación de Manizales términos de género (2001)). A continuación se presenta una gráfica con el resumen (CRECE (1999)); iii) como comparativo de los resultados para la Escuela de la comunidad rural La Trinidad. lo muestra el recuadro atrás, se han obtenido resultados Porcentaje de Estudiantes que superan cada Nivel de significativos en términos Competencia en Matemáticas, Escuela rural La Trinidad, Núcleo Educativo y Ciudad de Manizales, Caldas, Colombia (2001) de logro académico. 100% Escuela rural La Trinidad Otros resultados sugieren que el propósito de articular 60% el sistema educativo con la Núcleo realidad rural también ha 40% sido gradualmente cumplido 20% (CRECE (2001a)). Sin Total del 0% municipio embargo, la información Nivel 1 Nivel 2 Nivel 3 empírica disponible permite Nivel 1: Reconocer y describir objetos matemáticos: atributos, realizar una aproximación a propiedades y operaciones. los resultados del programa. Nivel 2: Usar conocimientos y procedimientos para contrastar, Existe evidencia que clasificar y conjeturar resultados matemáticos y establecer relaciones entre diferentes representaciones. permite obtener sugerencias Nivel 3: Construir modelos, hacer generalizaciones, argumentar, sobre la manera en que el inventar y resolver problemas. modelo ENR promueve la Fuente: Secretaría de Educación de Manizales. articulación entre el sistema educativo y la realidad rural. A este respecto, es necesario considerar el componente principal del modelo ENR que está diseñado para fortalecer dicha articulación: los proyectos pedagógicos productivos. 80% 4 1.1. Los Proyectos Pedagógicos Productivos (PPP): Tradicionalmente, los colegios oficiales de las zonas rurales eran denominados “Colegios Agropecuarios” (los cuales no contaban con ENR). La diferencia importante con los colegios urbanos residía en que, a diferencia de éstos, los agropecuarios estaban provistos con granjas en las cuales los alumnos desarrollaban proyectos pedagógicos productivos (pecuarios o agrícolas). Sin embargo, dichos proyectos estaban concebidos como independientes del resto del currículo, y no tenían ninguna incidencia en las vidas de los hogares de los estudiantes (Gallego & Ospina (1995)). Por su parte, el componente de PPP de ENR4, fue concebido de manera diferente. Dado que uno de los principales problemas que el modelo ENR pretendía atacar era la desarticulación entre el sistema educativo y la realidad que le sirve de entorno, los PPP constituyen uno de los componentes de una estrategia amplia encaminada a integrar el sistema educativo dentro de la comunidad total en la que funciona. Sin embargo, el desarrollo de los PPP no fue del todo satisfactorio, en la medida en que no estaba respondiendo al propósito general de articular la vida rural en el currículo escolar. En este sentido, el CCC realizó en 1998 un diagnóstico de los PPP, y llegó a las siguientes conclusiones: i) los PPP no se integraban a la vida de la escuela, sino que eran una “actividad adicional”; ii) las niñas no participaban activamente en los PPP, sólo realizaban “tareas blandas” (como esparcir semillas, regar, etc.) y, por tanto, su desarrollo de destrezas y conocimientos era menor que el de los niños; iii) aunque Caldas es uno de los departamentos más productores de café en Colombia, los PPP no incluían generalmente proyectos cafeteros; iv) en épocas de vacaciones, los estudiantes se apresuraban a “cosechar” para no perder el proyecto, y en algunos casos los proyectos se perdían porque no quedaba nadie en la escuela; v) el único profesor involucrado con los PPP era el técnico de la materia agropecuaria y, como resultado, si este profesor se iba, los PPP quedaban “a la deriva”; vi) los estudiantes no estaban transfiriendo sus conocimientos al hogar y, por tanto, los padres no veían la importancia de los PPP. Fue con base en este diagnóstico que surgió la motivación para el diseño de Escuela y Café. 1.2. Escuela y Café: Como se mencionó atrás, en 1998 se evaluaron los PPP de las escuelas rurales de Caldas (tanto de las que contaban con el modelo ENR como de las que no tenían dicho modelo). En este trabajo se encontró que sólo dos proyectos estaban relacionados con la caficultura, a pesar de que el café es el principal producto 4 Uno de los rasgos que el modelo ENR conservó de la metodología tradicional de educación para las zonas rurales fue precisamente el establecimiento de Proyectos Pedagógicos Productivos. 5 agrario del departamento, y que éste es uno de los mayores productores de café en el país. En este mismo diagnóstico, se concluyó que los docentes no sabían abordar los temas de la caficultura (CRECE (2001a)). De la misma manera, los jóvenes de las familias productoras de café, aunque tenían mayores niveles de escolaridad que sus padres, sólo participaban en el proceso de producción en trabajos físicos como recolección y carga. Así, el mayor capital humano de los hijos no era aprovechado en las labores productivas de los hogares cafeteros. El diagnóstico también consultó a las familias cafeteras involucradas con las escuelas rurales del modelo ENR, y el 88% estuvo de acuerdo en incluir el café como uno de los temas importantes dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Como consecuencia, se formuló el programa Escuela y Café, que busca formar la nueva generación de caficultores, contribuir al aumento de la competitividad de la caficultura y mejorar los diferentes procesos de producción mediante la capacitación de los jóvenes rurales, y el aprovechamiento del capital humano de los hijos en las actividades productivas corrientes de los hogares. Adicionalmente, con estos objetivos se pretende cumplir uno de los propósitos centrales para los cuales fue creado el modelo de post-primaria ENR, a saber: articular el sistema educativo con la realidad rural, de tal forma que el proceso de enseñanza-aprendizaje adquiera pertinencia para la vida del estudiante, haciendo que los contenidos curriculares cobren una relación directa con la vida cotidiana y la realidad de los jóvenes rurales. Escuela y Café se desarrolla en 4 grandes etapas, así: i) Vinculación de la Comunidad Educativa: Escuela y Café se da a conocer por diferentes medios a las comunidades educativas. Éstas son las que deben manifestar su interés por el programa. En otras palabras, el programa se implanta desde la demanda, no desde la oferta. Éste es un proceso de concertación entre la escuela (docentes y estudiantes) y la comunidad (padres de familia). ii) Articulación de Escuela y Café al Proyecto Educativo Institucional: Los Proyectos Educativos Institucionales (PEI), son los Planes de Desarrollo que, por ley, deben elaborar las escuelas. Estos planes se construyen participativamente entre los docentes, los estudiantes y la comunidad educativa, cada uno representado por algunos de sus miembros en un grupo encargado de redactar el PEI en concordancia con los intereses y necesidades de la comunidad educativa y con los lineamientos definidos por el Ministerio de Educación Nacional. En pocas palabras, aunque la comunidad debe ajustarse a los lineamientos curriculares básicos del gobierno, puede ofrecer nuevas orientaciones curriculares de acuerdo con sus necesidades y expectativas, e introduce a través del PEI algunos cambios en la organización escolar, los niveles de participación, la toma de decisiones. 6 En esta segunda etapa, una vez expresado el interés, por parte de la comunidad, de desarrollar Escuela y Café dentro de la institución, el programa se introduce en el PEI y en el currículo de la escuela, lo cual le otorga un carácter formal y garantiza que todos sus componentes serán desarrollados. CARACTERÍSTICAS ESPERADAS DE UN ESTUDIANTE EGRESADO DE ESCUELA Y CAFÉ 1. Que tenga sentido de pertenencia hacia la caficultura. 2. Que desarrolle habilidades y destrezas que le ayuden a resolver y transformar los problemas cotidianos de su finca, con una visión empresarial. 3. Que sea capaz de identificar los recursos económicos, humanos, y los factores de producción de que dispone para hacer del campo y la caficultura un negocio productivo, competitivo y ambientalmente sostenible. 4. Que sea capaz de registrar y de interpretar información necesaria para la administración eficiente de los recursos. 5. Que acceda a, adopte y adapte, nuevas tecnologías. 6. Que, sin importar el renglón productivo en que se desempeñe, sea capaz de aplicar los conocimientos adquiridos en la escuela. 7. Que ejerza liderazgo frente a la adopción de nuevas tecnologías y jalone procesos de transformación en sus comunidades. 8. Que se involucre en forma activa en los procesos de producción de las fincas. 9. Con capacidad para aceptar los cambios y adaptarse a ellos. 10. Con la habilidad de concertar en grupo para plantear alternativas de mejoramiento en su entorno. 11. Que se vea a sí mismo como un empresario que debe tomar decisiones rápidas y oportunas. 12. Con expectativas de mejorar significativamente la calidad de vida de su familia y su entorno. iii) Estructuración de Contenidos del Programa desde el Punto de Vista Técnico –Integración Curricular: A través de estrategias de capacitación y acompañamiento a los maestros, se dan las herramientas básicas para el estudio y adaptación de materiales de autoinstrucción con metodología Escuela Nueva. En esta etapa se da una integración entre los aspectos pedagógicos del modelo ENR y los aspectos técnicos requeridos para el desarrollo de Escuela y Café. Esta etapa cuenta con dos estrategias fundamentales: i) capacitación de todos los maestros en los aspectos técnicos (selección de la semilla, siembra, manejo de plagas, etc.) y conceptuales (mercado internacional y nacional del café, precios y variaciones en los precios, estructura de costos, etc.); ii) “la transversalidad”, que consiste en la inclusión, por parte de los docentes, de los temas de Escuela y Café en todas las guías de enseñanza de las diferentes materias.5 Como resultado de la aplicación de estas dos estrategias, la tercera etapa genera los materiales de aula para el desarrollo de Escuela y Café. Es decir, los profesores comienzan a rediseñar sus guías de enseñanza (guías de autoinstrucción para el alumno) con base en los diferentes temas recibidos en la capacitación de Escuela y Café. Así mismo, las escuelas reciben por parte de CCC los materiales didácticos (vídeos, libros, manuales, módulos) necesarios para complementar el desarrollo del programa. 5 El modelo ENR contempla como una de sus estrategias metodológicas el diseño, por parte de los docentes, de unas guías de autoinstrucción para los estudiantes. Esta estrategia se combina con las estrategias de multigrado y los objetivos de enseñanza flexible y participativa. 7 El componente final de esta etapa consiste en la incorporación de: i) los aspectos conceptuales e históricos del café (origen del café, estructura del gremio cafetero, precio, café y desarrollo regional, etc.) a las clases de las diferentes materias; y ii) los aspectos técnicos de la producción (manejo de semillas, siembra, manejo de cultivo, plagas, registros de costos, etc.) iv) Proyectos Dirigidos: Esta etapa busca desarrollar un proyecto en el que se cultive un pequeño lote de café en la escuela, con el fin de que los docentes puedan explicar en forma vivencial y práctica los aspectos técnicos de la producción que fueron vistos teóricamente en la etapa anterior. En esta etapa se fortalecen y dinamizan las actividades de práctica propias de la metodología Escuela Nueva. Mediante demostraciones de método, se enseña al estudiante cómo, manejando eficientemente los factores de producción, se pueden afectar significativamente los niveles de productividad en el sector rural y en la producción de café en particular. v) Aplicación de los Conocimientos en los Hogares –Proyectos Supervisados: En esta etapa se espera que los estudiantes adapten en sus propios hogares los conocimientos adquiridos en las etapas anteriores. Para ello, deben realizar todo el proceso de cultivo en un lote de su finca (si los padres no tienen el terreno, se pueden asociar con otros estudiantes). Se espera también que en esta etapa los padres y demás familiares se involucren participativamente en el programa, y que los estudiantes aprendan a apreciar no sólo el trabajo de sus padres, sino también los conocimientos que éstos tienen gracias a su experiencia. Estos proyectos supervisados son visitados con cierta frecuencia por alguno de los docentes de la escuela, el cual pregunta a los padres por su percepción de Escuela y Café y conversa con padres y estudiantes acerca de aspectos específicos del cultivo que los hijos estén desarrollando como proyecto supervisado. Escuela y Café en el contexto de la Crisis Cafetera: Como se ha señalado, Escuela y Café constituye un avance en los mecanismos de cualificación del sistema educativo, y responde a algunos de los componentes centrales que teóricamente se han identificado dentro de las estrategias de reducción de la pobreza y de ampliación de oportunidades para los jóvenes. Por ejemplo, según la CEPAL (et. al. (2001)), el capital educacional de las personas: "cantidad de años cursados y calidad y pertinencia de la educación recibida, es el principal factor que incide en sus oportunidades de bienestar, tanto materiales como no materiales, y que determina el abanico de oportunidades presentes y 8 futuras y, por tanto, la posición relativa que le corresponderá a cada familia en la distribución del ingreso." (cursivas nuestras). Pero el programa adquiere un significado particular en el contexto actual de la caficultura mundial y nacional. Este contexto se caracteriza por una crisis estructural de los precios internacionales del café, ocasionada por la caída del pacto internacional en 1989, y por las características mismas de la producción en Colombia (por ejemplo, la baja escolaridad de los caficultores –ver cuadro 2, con sus implicaciones de baja capacidad adaptativa y baja productividad). En efecto, después de 1989, el mercado mundial del grano ha registrado los precios reales más bajos en 100 años (Pizano (2001)). Como lo señala London (1997), "con la desestabilización de la regulación nacional de la industria, por primera vez en décadas los cientos de miles de productores comenzaron a sentir el impacto de las fluctuaciones en el precio internacional del café." En una reciente evaluación de los impactos que dicha crisis ha tenido y tendrá sobre las regiones cafeteras colombianas, se encontró que, sin contabilizar los costos de oportunidad, el 23% de la producción nacional arrojaría pérdidas si se mantuviera el precio interno del mes de Abril de 2001 (CRECE (2001b)). Los siguientes dos cuadros presentan una caracterización general de los productores cafeteros colombianos, cuyos aspectos principales son: una tenencia de la tierra caracterizada por pequeñas parcelas, un ingreso altamente dependiente del negocio cafetero, una baja escolaridad (más de la mitad de los productores no pasan del nivel de primaria). Cuadro No. 1: Características Generales de la Caficultura Colombiana (1997) Número de Municipios Cafeteros Población Permanente Zona Cafetera Área sembrada con café Tamaño promedio del cafetal 605 57% del total nacional 4’000.000 4’500.000 hectáreas 900.000 hectáreas 3 hectáreas 12% de la población colombiana 4% del territorio nacional 1% del territorio nacional 37% del empleo agrícola del país 8% del empleo total del país En regiones como la CentroOccidental (constituida por los ¿Qué tan importante es el Más del 50% de los ingresos de los hogares departamentos de Caldas, ingreso cafetero para los relacionados con la caficultura, proviene del Antioquia, Risaralda, Quindío, hogares relacionados con la negocio cafetero Tolima y Valle), el café aporta caficultura? más del 80% de los ingresos del hogar. Fuente: FEDERECAFÉ (Oficina de Estudios Especiales), Planeación Nacional, DANE y CRECE. Empleo en labores agrícolas Aporte total al empleo 800.000 personas 1’000.000 de personas 9 Cuadro No. 2: Nivel académico alcanzado (total o parcialmente) por el productor de café (Colombia, 1997) Resumen nacional Ninguno Primaria Secundaria Universidad No informa Antioquia 19,93% 75,66% 3,96% 0,39% 0,07% Boyacá 31,91% 65,15% 2,66% 0,26% 0,02% Caldas 18,75% 75,97% 4,95% 0,20% 0,13% Cauca 29,83% 66,76% 2,77% 0,35% 0,29% Cesar 51,19% 44,87% 3,35% 0,31% 0,28% Cundinamarca 29,60% 65,95% 3,82% 0,54% 0,09% Huila 24,83% 71,08% 3,82% 0,18% 0,09% La Guajira 54,72% 40,64% 4,32% 0,32% 0,00% Magdalena 42,39% 52,62% 4,56% 0,09% 0,34% Nariño 17,04% 79,42% 3,16% 0,32% 0,05% Norte de Santander 43,06% 54,65% 1,94% 0,19% 0,16% Quindío 15,63% 68,32% 12,74% 2,8% 0,50% Risaralda 18,42% 71,76% 7,62% 1,30% 0,90% Santander 28,14% 68,57% 2,91% 0,25% 0,125 Tolima 29,79% 64,39% 5,36% 0,34% 0,12% Valle 22,55% 71,00% 5,40% 0,87% 0,17% Total 26,86% 68,63% 3,95% 0,41% 0,15% Fuente: CRECE (1997) con base en Encuesta Nacional Cafetera. NOTA: El nivel alcanzado se refiere a algún año de cualquiera de los ciclos de educación, sin que necesariamente el productor haya aprobado el ciclo completo. Una de las necesidades más apremiantes dentro de este nuevo contexto para la supervivencia de los caficultores, es la disminución de costos de producción. Para tales propósitos, es fundamental promover la adopción de las recomendaciones técnicas que el Centro Nacional de Investigaciones en Café (CENICAFÉ)6 ha construido a lo largo de 52 años de investigaciones. Sin embargo, dicha adopción ha estado obstaculizada por tendencias culturales idiosincrásicas de los pequeños productores, como se podrá apreciar en algunos de los resultados del presente estudio, las cuales son aún más difíciles de superar debido a la baja escolaridad de los caficultores (cuadro 2 atrás). Estos obstáculos se manifiestan normalmente en prejuicios acerca de las prácticas productivas recomendadas por CENICAFÉ (expuestas por Duque (2001)). Por ejemplo, dentro de los caficultores entrevistados, se manifiesta una resistencia mayoritaria a aceptar los beneficios de sembrar las semillas de café en las bolsas recomendadas por CENICAFÉ (cuyo tamaño es de 17 x 23 cm.). Los caficultores prefieren bolsas más pequeñas, pues, en su opinión, la "bolsa grande" acarrea dificultades de transporte además de que ocupa más espacio. Sin embargo, como resultado de su entrenamiento dentro del programa Escuela y Café, los hijos ya han aprendido los beneficios de sembrar en "bolsa grande". 6 CENICAFÉ es la institución encargada de realizar las innovaciones tecnológicas apropiadas para mejorar la caficultura. Esta misión la ha cumplido durante más de cincuenta años de investigación ininterrumpida. Uno de sus éxitos más sobresalientes es el desarrollo de la “Variedad Colombia”, que es un árbol resistente a la plaga de la roya. CENICAFÉ hace parte de FEDERECAFÉ. 10 De acuerdo con un documento elaborado por CENICAFÉ (Cadena & Duque (2002)) para un reciente estudio del CRECE, hay cinco medidas que deben ser tomadas para enfrentar el nuevo contexto de la caficultura mundial. La primera es la adopción de los sistemas de producción de café con mayor productividad, "adaptando las prácticas de manejo de cafetales propuestas por CENICAFÉ"; en segundo lugar, se debe "transferir a los productores cafeteros elementos que les permitan el mejoramiento en la planeación de la producción, pero sobre todo mejorar la capacidad en la toma de decisiones con respecto al negocio cafetero. Este planteamiento se hace bajo la premisa de que, en gran medida, el comienzo de las soluciones a los problemas de la caficultura debe generarse en el interior de las unidades de producción que están en manos de los productores"; en tercer lugar, debe hacerse un énfasis marcado en la calidad de la producción, dado que este aspecto determina unos mayores precios tanto internacionales como nacionales; en cuarto lugar, los sistemas de producción deben encaminarse hacia la conservación del medio ambiente, la cual es uno de los imperativos globales de la producción en todos los sectores; y, finalmente, deben ofrecerse alternativas claras de diversificación para los productores. Dadas estas consideraciones, CENICAFÉ concluye que uno de los factores determinantes para llevar a cabo estas medidas es la educación y capacitación de los productores. A este respecto, un reciente estudio del CRECE (2002) muestra que uno de los factores determinantes en el éxito de los programas educativos encaminados a mejorar las prácticas productivas (sean formales o no formales), es "contar con la información de la demanda por capacitación y conectar ésta con las necesidades de la economía". En este sentido, Escuela y Café tiene notables ventajas comparativas gracias a que cuenta con la información del servicio de asistencia técnica e investigación de la Federación de Cafeteros y de CENICAFÉ. Esta ventaja ha venido siendo aprovechada gradualmente, desde el diseño mismo de los módulos de capacitación para el programa. En este contexto, Escuela y Café se constituye no sólo en una forma de articular el sistema educativo con la realidad rural, sino también en una manera de fortalecer los vínculos entre el sistema educativo y las necesidades económicas específicas de las localidades. En algunas experiencias internacionales, como las de Singapur (Ashton & Sung (1997)) y Sri Lanka (Little (1999)), este fortalecimiento ha comenzado a ser identificado como un determinante en la solución de los problemas del aparato productivo. Actualmente, el programa está implantado en 90 de las escuelas rurales con metodología ENR de Caldas. Sin embargo, su desarrollo es muy heterogéneo y no todas las escuelas han llevado a cabo todas las etapas del mismo. Adicionalmente, como fue creado hace 4 años apenas, aún no ha habido generaciones de "egresados" del programa completo. 11 Para mayor claridad acerca del alcance del presente trabajo, es necesario subrayar que en este estudio no se evaluaron los progresos cognitivos de estudiantes y profesores en el desarrollo del programa. En otras palabras, no se midió el logro de estudiantes y profesores en cuanto a recepción de los conocimientos técnicos y conceptuales adquiridos en las capacitaciones y en el desarrollo del programa. En cambio, los aspectos por evaluar fueron: i) el impacto que el programa ha generado en términos de articular el sistema educativo con la vida y el entorno de los estudiantes, ii) los efectos del programa desde el punto de vista de las expectativas de padres, estudiantes y docentes, y iii) los efectos del programa desde el punto de vista de su incorporación a las prácticas pedagógicas y a las vidas de los hogares. 12 2. Resultados 2.1. Metodología: Como ya se mencionó, el hecho de que el programa todavía no se ha desarrollado completamente en todas las escuelas en las que funciona, además de que aún no han comenzado a salir promociones de estudiantes entrenados en todas las etapas del programa, no permitió realizar una evaluación completa de sus impactos. Este tipo de evaluación, desde el punto de vista metodológico, requeriría la identificación de un grupo de "egresados", así como un grupo control con características similares. Para los efectos del presente estudio, se optó por evaluar los impactos parciales y potenciales del programa, dado que no podrían evaluarse los impactos totales. Entendemos aquí los impactos parciales en términos de los efectos que el programa ya ha comenzado a tener en la dinámica de las escuelas, en las vidas de los estudiantes y en sus hogares. Por su parte, los impactos potenciales son el resultado de la evaluación de las fortalezas del programa con respecto a las prácticas pedagógicas, las relaciones entre el sistema educativo y la realidad rural, y la capacidad de incidir en el futuro de estudiantes y hogares. Con base en estas consideraciones, se realizó una selección aleatoria de escuelas que tuvieran el programa lo más desarrollado posible, y para cada escuela se aplicaron encuestas a estudiantes, docentes y hogares. Para el diseño de los instrumentos se tuvo en cuenta un ejercicio previo que había realizado el Comité de Cafeteros, y se diagnosticó el instrumento utilizado en dicho ejercicio. Básicamente, el instrumento presentaba los siguientes problemas: • Utilizaba una medición cuantitativa para aspectos que no eran fácilmente cuantificables y, por tanto, la asignación de cantidades (porcentajes) era arbitraria en esos casos. • En el caso de los proyectos supervisados, únicamente tenía en cuenta los proyectos contemplados en el diseño del programa, pero dejaba por fuera otras actividades importantes, tales como asesorías técnicas por parte de los estudiantes (las cuales han presentado un desarrollo interesante como se verá más abajo en los resultados). • No podía detectar las percepciones de los diferentes actores involucrados en la ejecución del programa. Con base en este diagnóstico, se diseñaron cuatro nuevos instrumentos básicos para aplicar a cada uno de los siguientes actores: los estudiantes, los docentes, los hogares y la institución. Estos instrumentos fueron cualificados con la realización de una prueba piloto en la escuela de la comunidad rural La Violeta (municipio de Manizales). Una vez corregidos los instrumentos se seleccionó la muestra de escuelas en donde se aplicarían. 13 2.1.1. Procedimiento muestral: Con base en las consideraciones anteriores, se definió el universo en términos de las escuelas cuyo desarrollo del programa llegara hasta la última etapa, es decir, hasta la realización de proyectos supervisados. La unidad de muestreo fue la escuela. Para determinar el número total de escuelas rurales por visitar se utilizó la siguiente fórmula. En nuestro caso, el número de unidades (escuelas con 3 o más años en Escuela y Café), según información suministrada por CCC, era de aproximadamente 60. La determinación del tamaño de muestra n se hizo utilizando la siguiente especificación: N * Z α2 * p * q n= 2 d * ( N − 1) + Z α2 * p * q donde N es el universo de la población objetivo que en nuestro caso es de 60 escuelas, de acuerdo con información suministrada por el CCC. Zα es el valor crítico utilizado en una distribución normal de probabilidades (en nuestro caso 1,96 que equivale a un 95% de confianza estadística), p es la media estimada de la muestra piloto, y d es el error absoluto que aceptamos cometer en el muestreo, que en este caso es del 12,5%.Asumiendo un N = 60 (universo), el procedimiento dio como resultado una muestra de 30 escuelas. La muestra es representativa en el nivel departamental. Debido a las condiciones y el tiempo disponible para el trabajo de campo, la muestra de hogares fue intencional y no aleatoria. Con respecto al grupo control, dado que no se evaluaron los impactos totales del programa, el muestreo también fue intencional y no representativo estadísticamente (se seleccionaron 4 establecimientos rurales que contaran con el modelo ENR pero que no tuvieran el programa Escuela y Café). En el grupo control se aplicaron los mismos instrumentos (con las variaciones requeridas con respecto a los PPP y no a Escuela y Café) que fueron aplicados a la muestra. Como resultado, se encuestaron 433 estudiantes y 167 docentes involucrados en Escuela y Café, 37 estudiantes y 30 docentes en el grupo control. Por problemas coyunturales en la realización de las visitas, se entrevistaron 49 hogares relacionados con Escuela y Café (de 60 esperados), y 8 del grupo control. 2.1.2. Características sociodemográficas de la población: En esta sección presentamos una rápida caracterización de los diferentes grupos analizados. Comenzando con los estudiantes involucrados en Escuela y Café (los cuales se distribuyen en grupos desde 7º hasta 9º, pero se concentran en 8º y 9º), 14 el grupo de edad predominante es el que va de los13 a los 17 años, como lo muestra la siguiente gráfica, Escuela y Café: edades de los estudiantes 22 años 21 años 20 años 19 años 18 años 17 años 16 años 15 años 14 años 13 años 12 años 11 años 0,00% 5,00% 10,00% 15,00% 20,00% 25,00% 30,00% El grupo control también presenta características similares, como lo muestra la siguiente gráfica. Control: edades de los estudiantes 19 años 18 años 17 años 16 años 15 años 14 años 13 años 0,00% 10,00% 20,00% 30,00% 40,00% En relación con la escolaridad de los padres, para el grupo de Escuela y Café ésta se concentra en el nivel de la primaria incompleta, como lo presenta la siguiente gráfica. 15 Escuela y Café: años de educación de los padres 11 ó más más de 5 y menos de 11 5 años más de 3 y menos de 5 menos de 3 años 0,00% 5,00% 10,00% 15,00% 20,00% 25,00% 30,00% 35,00% En el grupo control, en cambio, los padres se concentran en niveles de escolaridad un poco más altos, como lo muestra la siguiente gráfica. Control: años de educación de los padres 11 ó más más de 5 y menos de 11 5 años más de 3 y menos de 5 menos de 3 años 0,00% 5,00% 10,00% 15,00% 20,00% 25,00% 30,00% 35,00% En cuanto a la tenencia de la tierra, la distribución entre quienes son dueños de finca y quienes no, como lo muestra el gráfico siguiente. Escuela y Café: condición de las familias de los estudiantes Otro 46% Dueño 54% 16 En el grupo control, en cambio la proporción de los que no son dueños de finca es mucho mayor, como se ve en la siguiente gráfica. Control: condiciones de las familias de los estudiantes Dueño 19% Otro 81% El 94% de los estudiantes de Escuela y Café vive en zona rural, y para el grupo control esa proporción es del 68%. Por otra parte, en el grupo de Escuela y Café, el 53% de los estudiantes está constituido por mujeres, mientras que en el grupo control esa proporción es del 61%. En Escuela y Café, el 60% de los estudiantes va caminando a la escuela, y el 40% se desplaza en automotor. En promedio, la distancia en tiempo a la escuela es de 30 minutos. Para el grupo control, el 73% de los estudiantes va caminando a la escuela, mientras que el 13% restante lo hace en automotor. En promedio, la distancia en tiempo de la escuela es de 18 minutos. 17 2.2. Impactos parciales y potenciales del programa Escuela y Café 2.2.1. Impactos en términos de pertinencia del sistema educativo: Los impactos parciales que el programa ha generado durante el proceso de aplicación están determinados, en primer lugar, por las modificaciones que se han introducido en la dinámica productiva de los hogares y, sobre todo, en los roles de los hijos dentro de dicha dinámica. En segundo lugar, por la percepción que los estudiantes y padres tienen de su utilidad. En este sentido, los resultados sugieren claramente que el sistema educativo está logrando una mayor pertinencia en relación con las vidas de los estudiantes y a las vidas de las personas de la zona cafetera. Esta afirmación se desprende de diferentes aspectos evaluados en el presente estudio, los cuales pueden verse a continuación en los resultados. En primer lugar, aunque en términos cuantitativos los estudiantes y los hogares de Escuela y Café y los del grupo control perciben como útil lo que aprenden unos y otros en cada uno de los programas (en el caso del grupo control, lo que aprenden en los Proyectos Pedagógicos Productivos –PPP), hay diferencias cualitativas importantes entre ambos grupos en las respuestas. Por ejemplo, en el caso del grupo control, a los padres les gusta que sus hijos estén desarrollando los PPP porque eso deja mejor preparados a sus hijos para el futuro (67%) y porque “al menos los mantiene ocupados” "A mí me gusta mucho este programa porque (33%). En el caso de Escuela y Café, ellos aprenden y de paso uno también. Ahora la aparece una gama más amplia de situación en el campo está muy mala, pero yo razones por las cuales los padres quiero comenzar con el cultivo de café en un tajito que tengo y hasta ahora me animo porque están a gusto con que sus hijos estén veo a mi hijo que ya está aprendiendo a hacerlo el el programa: porque el programa muy bien." Padre de un niño de Escuela y Café contribuye a tecnificar el cultivo de la entrevistado en la comunidad rural Cañaveral (municipio de Victoria). familia (32%), porque deja a los hijos mejor preparados (31%), porque creen que el hijo probablemente se quedará en el campo y Escuela y Café le da herramientas útiles para defenderse allí (15%), porque el programa refuerza los vínculos entre padres e hijos (13%). Estas diferencias también aparecen en relación con las respuestas de los estudiantes. El 99% de los estudiantes en Escuela y Café afirma que le parece útil lo que ha aprendido dentro del programa. El 66%7 de éstos, explica su afirmación con razones asociadas al hecho de que, dentro del programa, aprenden cosas que tienen aplicación directa, o bien en sus hogares, o bien en sus comunidad rurales; el 16% porque puede conocer y así aplicar nuevas técnicas a los cultivos del hogar (de café y otros productos); el 10% porque piensa que quedaría mejor preparado para el futuro; el 5% asocia su respuesta con motivos económicos (con el programa se puede mejorar el uso de recursos o se puede aprender a tener 7 La diferencia entre este 66% y el resto es estadísticamente significativa con una confianza del 99%. 18 beneficios económicos); el 1,5% dice que el programa le ha enseñado a querer y valorar las labores del campo; el 1,5% afirma que el programa permite una mayor integración de su familia. Los estudiantes del 1% que no considera útil lo que ha aprendido, lo hacen por una de dos razones: o no han realizado prácticas dentro del programa, o su familia no es cafetera. En el grupo de control, por su parte, el 89% de los estudiantes considera que los PPP son útiles para ellos. De éstos, el 90% asocia dicha utilidad con el hecho de que obtienen mayores conocimientos sobre los cultivos, de tal forma que pueden aplicarlos en los hogares, mientras que el 10% la asocia con motivos económicos. Del 11% que no considera dichos proyectos de utilidad, el 92% lo hace porque piensa que no les ayuda para continuar estudiando en la universidad; mientras que el 8% restante afirma que esos proyectos no tienen relación con lo que ellos quieren hacer cuando salgan de la escuela. En segundo lugar, podría decirse que el programa ha contribuido a aumentar la significatividad de los aprendizajes. El 89%8 de los estudiantes de Escuela y Café, por ejemplo, afirma haber usado lo que ha aprendido en el programa. Aunque dentro de este grupo el 38% lo ha hecho en el desarrollo de su proyecto supervisado (i.e., la etapa contemplada en el programa en que el estudiante debe aplicar lo que ha aprendido en un "Yo sé que la situación del café está muy grave, pequeño cultivo de café en alguna y mi familia ha estado muy perjudicada en esta finca de la comunidad rural), hay cosecha porque lo pagan muy barato. Pero yo le otro tipo de actividades interesantes he estado llevando los costos al cultivo de mi que demuestra la posibilidad de papá y me di cuenta de que a veces le salen las cosas más caras porque no mide ni se da cuenta. conducir la parte práctica del Yo sé que, cuando yo pueda ayudarle a manejar programa sin la necesidad de el cultivo, podemos reducir los costos y de sembrar un lote con café. Por pronto recuperar el negocio." Niña de Escuela y Café de la comunidad rural de Concharí ejemplo, el 11% ha colaborado en (municipio de Anserma). las labores generales de la finca (en el vivero, la siembra, acompañamiento a los trabajadores, manejo de plagas como la broca); el 35%, enseñando a la familia para el mejoramiento de las prácticas productivas (disminución de abonos químicos, siembra de café orgánico, y registrando los costos); el 16% lo ha hecho en otras fincas, bien sea como complemento a trabajos pagos (jornaleo), o simplemente asesorando a sus vecinos (desde el almácigo hasta la siembra, el abono y las desyerbas). De acuerdo con estos resultados, el 56% del total de estudiantes encuestados ha realizado aplicaciones efectivas9 de lo que ha aprendido dentro del programa.10 8 La diferencia entre este 89% y el 11% restante es estadísticamente significativa con un 99% de confianza. 9 Se considera aquí como apliación efectiva a aquellas respuestas que resultan de eliminar las conversaciones generales sobre el programa o la asesorías verbales, consrevando únicamente aquellas que implican alguna práctica por parte del estudiante. 10 La diferencia entre este porcentaje y el resto es estadísticamente significativa con un 99% de confianza. 19 Dentro del 11% restante (i.e., quienes no han utilizado por fuera de la escuela lo aprendido en el programa), el 21% argumenta que no tiene lote, a otro 21% no le llama la atención hacer ese uso, al 5% no se lo permiten (argumentan que son hijos de administradores no propietarios), un 15% dice que no se han ofrecido alternativas claras a la idea inicial de llevar un cultivo en la casa o finca, y otro 15% dice que su familia no cultiva café, un 6% argumenta falta de asesoría, un 4% no vive en finca, un 5% no tiene tiempo, y el resto no especifica. Para el grupo control, en cambio, el 62% de los estudiantes afirma haber hecho algún uso de los conocimientos adquiridos en los PPP. De éstos, el 71% lo hace colaborando en las labores del hogar (huertas caseras) o de la finca (siembra de cultivos, crianza y cuidado de animales), el 10% cuando ha participado en proyectos de la comunidad rural, el 4% enseñando a su familia, y el resto lo hace asesorando a familias vecinas. Del 38% que no ha utilizado por fuera de la escuela lo que ha aprendido, el 25% argumenta no tener espacio, y el 75% restante dice que no ha tenido la oportunidad. En tercer lugar, Escuela y Café también ha hecho que los estudiantes transfieran sus conocimientos por fuera de la escuela, lo cual puede ser un resultado de la significación del aprendizaje (i.e., del hecho de que lo que aprenden en el programa está directamente relacionado con la vida cotidiana de los estudiantes en sus hogares). El 85%11 de los estudiantes cree estar enseñando algo útil a otras personas por fuera de la escuela. De ellos, el 42% lo hace dando a conocer el programa y sus proyectos, y en discusiones generales sobre la caficultura; el 40%, colaborando con el manejo general de los cultivos en la finca; el 7% en la construcción de los germinadores; el 3% lo hace contribuyendo a tecnificar los cultivos; el 2% en la selección de la semilla; otro 2% en el tratamiento de plagas y enfermedades del cultivo; otro 2% en el establecimiento y manejo de café orgánico; y una misma proporción lo hace en asesoramiento sobre las características de los suelos. Del 15% que no cree haber enseñado algo útil por fuera del colegio como resultado del programa, el 80% no da ninguna razón, y el restante 20% dice que no cree tener los conocimientos suficientes. Un aspecto interesante de estos resultados está relacionado con la escolaridad de los padres. Se esperaba que bajos niveles de escolaridad de los padres estarían asociados a bajos niveles de respuesta ante Escuela y Café, pero no fue así. Por ejemplo, si se considera la tabla 1, y el hecho de que las diferencias entre los estudiantes que responden sí o no dentro de cada grupo de escolaridad de los padres no son estadísticamente significativas, se advierte que la escolaridad de los padres no parece jugar un papel determinante en el uso que los hijos hacen de lo aprendido. 11 La diferencia entre este 85% y el resto es estadísticamente significativa con un 99% de confianza. 20 Tabla No. 1 Escuela y Café: ¿Ha enseñado algo útil a personas por fuera del colegio gracias a lo que ha aprendido en el programa? (según años de educación de los padres) Escolaridad Padres Sí No Primaria incompleta 62% 53% Primaria completa 16% 12% Bachillerato incompleto 19% 30% Bachillerato completo o más 3% 5% Por otra parte, tampoco la condición de las familias en cuanto a tenencia de la tierra parece determinar el que los estudiantes enseñen lo aprendido a otras personas, si se tiene en cuenta que las diferencias expresadas en la tabla 2 entre quienes sí lo han hecho y entre quienes no, no son estadísticamente significativas. Tabla No. 2 Escuela y Café: ¿Ha enseñado algo útil a personas por fuera del colegio gracias a lo que ha aprendido en el programa? (según tenencia de tierra) Sí Dueños de finca Otro No 56% 44% 42% 58% En el grupo control, el 53% cree haber enseñado algo útil por fuera de la escuela como resultado del entrenamiento en los PPP. Dentro de esta proporción, el 90% lo hace mediante asesorías informales acerca de temas como el manejo tecnificado de cultivos y crianza de animales, y el 10% restante asesorando el manejo de plagas de los cultivos. El 47% que dice no haber enseñado algo útil, lo hace porque no se le ha ocurrido o porque no ha tenido la oportunidad. También es interesante considerar cómo la estrategia de los proyectos supervisados ha contribuido a aumentar la pertinencia del programa. Con respecto a estos proyectos, el 66%12 de los estudiantes ha llevado su proyecto por fuera de la escuela. Sin embargo, hay diferencias interesantes en las maneras en que lo han hecho: el 10% de estos estudiantes considera haber realizado el componente práctico del programa, aunque de una manera no convencional, es decir, no sembrando directamente por fuera de la escuela un número determinado de árboles, sino prestando ayuda en lotes ya establecidos en la finca de sus padres, en labores de siembra y abono, registro de costos, asesorías para establecimiento de cultivos, e incluso han aplicado los conocimientos del programa en cultivos diferentes del café y, en algunos casos, en proyectos con animales (en estos casos con animales, los conocimientos aplicados son los relativos al registro de los costos). Dentro de estas "prácticas no convencionales", destacan: i) las asesorías para el establecimiento y manejo de café orgánico, con énfasis en el tema de reducción de costos a través de la suplantación de abonos 12 La diferencia entre este porcentaje y el resto es estadísticamente significativa con un 99% de confianza. 21 químicos por orgánicos; y ii) las asesorías en los registros de costos de las labores de la finca. Un aspecto interesante relacionado con los proyectos supervisados es el de la condición de la familia del estudiante con respecto a la tenencia de la tierra. Como lo muestra la tabla 3, dentro de quienes han desarrollado su proyecto supervisado, predominan aquellos cuya familia es dueña de finca. Sin embargo, el porcentaje de quienes no son dueños también es importante, además de que la diferencia en relación con la realización de los proyectos supervisados no es estadísticamente significativa entre propietarios y no propietarios. Tabla No. 3 Escuela y Café: ¿Ud. ha realizado su proyecto supervisado de Escuela y Café por fuera del colegio? (según tenencia de la tierra) Sí No 58% 47% Dueño 42% 53% Otro Estos resultados sugieren que el hecho de que muchos de los padres no sean propietarios de las fincas no constituye un obstáculo fundamental para la realización de los proyectos por fuera de la escuela13. Es importante tener este hecho en cuenta, dado que una de las hipótesis del CCC era que uno de los obstáculos principales para el desarrollo de la etapa práctica del programa es que los padres no sean dueños de finca. Si se consideran los años de educación de los padres en relación con la realización de los proyectos supervisados, tampoco hay diferencias estadísticamente significativas entre los estudiantes que han realizado el proyecto y los que no en relación con la escolaridad de los padres (los resultados se muestran en la tabla 4). Tabla No. 4 Escuela y Café: ¿Ud. ha realizado su proyecto supervisado de Escuela y Café por fuera del colegio? (según escolaridad de los padres) Escolaridad de los Padres Sí No Primaria incompleta 61% 60% Primaria completa 16% 13% Bachillerato incompleto 19% 26% Bachillerato completo o más 4% 2% Con respecto a las prácticas productivas de los hogares, el programa muestra también avances importantes. En particular, los hijos ya han comenzado a utilizar en los cultivos familiares lo que han aprendido en la escuela. Un aspecto muy interesante de este proceso se da en la relación entre hijos y padres. En todas los hogares entrevistados, y en todas las instituciones visitadas, los estudiantes manifestaron que ya ha comenzado a darse cierta discusión interna en los hogares alrededor de la conveniencia de las prácticas productivas que los padres adoptan. El rasgo más prometedor de estas discusiones es que, aunque los padres están 13 Es importante hacer esta especificación, porque más adelante se verá que la tenencia de la tierra influye en otros aspectos del programa. 22 teóricamente en desacuerdo con los hijos acerca de una o más prácticas, cuando éstos llevan a cabo su propio cultivo, o cuando asesoran el cultivo del padre, éste permite que ellos adopten la práctica con la cual se muestran en desacuerdo. De hecho, en 3 de los 49 hogares visitados los padres ya han modificado, al menos, una práctica productiva como resultado de este proceso de discusión intergeneracional. Estos resultados sugieren que el programa podría llegar a convertirse en un complemento muy útil para el servicio de asistencia técnica que presta el CCC; y sugiere también que parte del éxito del programa está determinado precisamente porque le ofrece alternativas de mejoramiento a los caficultores (este punto es importante al considerar la El caso de la "Variedad Colombia" replicabilidad del programa como un modelo para proyectos En la década de 1960, CENICAFÉ desarrolló la variedad Colombia, un tipo de árbol cuya principal característica pedagógicos productivos.) era la resistencia a la roya, que en ese entonces constituía la principal amenaza para el cultivo y que ya había hecho estragos en la caficultura brasileña. Sin embargo, todavía hay un grupo de productores que se niega a aceptar las ventajas de su adopción. En el presente estudio, por ejemplo, la mayoría de caficultores entrevistados manifestó un rechazo por la variedad Colombia: "el grano es muy chirilludo y hay que estar cuidando los árboles todo el tiempo, mientras que si uno siembra caturra no hay que trabajar tanto y el árbol produce lo mismo." Los hijos que están en el programa Escuela y Café han advertido esta resistencia por parte de los padres, y algunos han decidido combinar, dentro de su pequeño proyecto, la siembra de variedad Colombia y de otras variedades, con el fin de demostrar a sus padres las ventajas comparativas de la variedad Colombia (la adopción de esta variedad implica una reducción del 10% de los costos de producción, dado que no requiere el manejo de la roya, y en caso de que no se asuma este 10% de costos para el manejo de la roya, se corre el riesgo de perder el 23% de la producción (Duque, op. cit.)). 2.2.2. Algunas impactos en términos de género: Es interesante observar que el de los proyectos 53%14 supervisados en Escuela y Café ha sido realizado por niñas, lo cual ofrece un panorama completamente diferente al obtenido por el CCC en la evaluación que se realizó en 1998 de los PPP (la cual fue resumida en la sección 1.1.), según el cual uno de los problemas de los PPP entonces era la poca participación de las niñas en los proyectos. De las niñas que han realizado su proyecto supervisado, el 72% ha conducido su proyecto ajustándose a la teoría del programa, mientras que un 11% lo ha hecho de formas no convencionales (con particular énfasis en asesorías al padre en temas como café orgánico y manejo de plagas). De la misma forma, el 47% de proyectos ha sido realizado por hombres, y de éstos, el 89% se ajusta a los procedimientos convencionales establecidos por el programa, mientras que un 9% lo hace de manera no convencional, y un 2% no explica. Sin embargo, hay que advertir que, del total de mujeres, el 66% ha realizado el proyecto supervisado, mientras que para los hombres esa proporción es del 68%. 14 La diferencia entre la proporción de hombres y mujeres es estadísticamente significativa con un 90% de confianza. 23 Estos datos, además de las pruebas estadísticas, sugieren que no hay diferencias significativas por género en lo que se refiere a la realización de los proyectos, lo cual sugiere que el objetivo inicial del CCC de borrar las diferencias por género en la participación en proyectos ha sido alcanzado. Otro punto importante relacionado con el género tiene que ver con diferencias entre el grupo de Escuela y Café y el grupo control. De los hogares entrevistados en el grupo control, el 38% afirma que sus hijos no han desarrollado ninguna labor asociada a los PPP en sus casas. Es interesante advertir que en el 67% de estos mismos hogares los hijos son mujeres, y que el principal obstáculo que los padres observan para que las niñas realicen actividades asociadas a los PPP en los hogares es que ellos consideran que el papel de las niñas en la casa se restringe principalmente a realizar "los oficios" al lado de las madres (en la cocina, arreglo de la casa, recolección de basuras, arreglo de ropa, etc). Cabe destacar que en el caso de Escuela y Café no hay ninguna apreciación similar por parte de los padres y, de hecho, la actitud de éstos hacia las hijas es muy diferente. “A mi marido le gusta mucho que la niña esté en ese programa, porque ahora ellos dos se la pasan charlando y ella se muestra interesada por los problemas de la finca.” Madre de niña involucrada en Escuela y Café en la comunidad rural de Ríoclaro (municipio de Villamaría). En suma, como un resultado adicional interesante en relación con los estudiantes y sus hogares, el programa parece promover modificaciones en los roles de las niñas y, sobre todo, en la manera en que los padres perciben el papel de las jóvenes dentro de la dinámica del hogar. En resumen, los siguientes son los principales impactos que Escuela y Café ha logrado en términos de pertinencia del sistema educativo: Más de la mitad de los estudiantes ha realizado ya aplicaciones efectivas de los conocimientos adquiridos, lo cual señala que se está dando una transferencia gradual de los conocimientos a los hogares. La transferencia de conocimientos no se ha dado únicamente en relación con los hogares de los estudiantes, sino también en relación con el entorno rural. La manera en que los estudiantes han aplicado sus conocimientos trasciende el esquema de evaluación contemplado por los docentes. Esto se manifiesta en el hecho de que un porcentaje de los estudiantes ha realizado su proyecto por fuera del colegio de maneras no convencionales. El programa ha promovido una discusión intergeneracional en el interior de los hogares, lo cual lo constituye en un potencial importante para mejorar las prácticas productivas de los caficultores. Este resultado tiene una significación especial, pues en el diseño del programa se consideró que la oposición de los padres iba a ser un obstáculo, más aún en los casos en que 24 los padres tenían una baja escolaridad. Los resultados muestran, en cambio, que la baja escolaridad no es un obstáculo para el desarrollo del programa, y que los padres están dispuestos a permitir que sus hijos apliquen prácticas productivas nuevas. 2.2.3. Escuela y Café como un instrumento de mejoramiento de las condiciones del trabajo infantil en zonas rurales: El CCC diseñó Escuela y Café con base en un diagnóstico general de lo que había ocurrido con otros PPP en las escuelas rurales de Caldas. Una de las principales conclusiones de dicho diagnóstico era que el tipo de trabajo que realizaban los niños en los hogares (en su horario extraescolar) no estaba de acuerdo con los conocimientos adquiridos en los PPP. Aún peor, los trabajos eran frecuentemente los más "duros" (carga, recolección de basuras, etc.), lo cual señalaba no sólo que los PPP no estaban teniendo impacto en mejorar las condiciones del trabajo infantil, sino también que los hogares estaban desaprovechando la mayor escolaridad de sus hijos. A este respecto, los resultados de la sección anterior muestran claramente que Escuela y Café ya ha empezado a modificar dicha situación, dado que más de la mitad de los estudiantes ha realizado aplicaciones efectivas de lo aprendido en el programa. La temprana vinculación de niños y jóvenes al trabajo es una realidad con una larga historia en las zonas rurales de Colombia15. En relación con el sistema educativo, dicha circunstancia ha sido reiteradamente identificada como un factor asociado a la deserción escolar. Además, estudios recientes en diferentes países muestran que el trabajo infantil afecta negativamente el logro escolar en los niños que estudian y trabajan (Cfr. Heady (2000)). En este sentido, los resultados de las pruebas de logro del "Nosotros en la comunidad teníamos municipio de Manizales (mencionados en miedo de que el programa Escuela y Café fuera a rebajar la calidad en las otras el capítulop 1), sugieren que Escuela y materias de la escuela. Pero resultó que el Café no afecta negativametne el logro. Y programa sirvió para integrarnos más a los resultados del presente estudio, la escuela, y la calidad no ha rebajado. Al sugieren más bien que Escuela y Café tiene contrario, yo creo que esa integración ha ayudado a mejorar toda la escuela." efectos positivos, como: contribuye a Madre de familia de la comunidad rural desarrollar habilidades administrativas, a La Trinidad (municipio de Manizales). adquirir responsabilidades, a aumentar la integración familiar y a que niños y niñas valoren más el trabajo de sus padres. Estrictamente, de acuerdo con los parámetros de la UNICEF, las labores realizadas por los niños, niñas y jóvenes en el desarrollo de Escuela y Café, no clasifican como “trabajo infantil inapropiado”, como lo muestra el cuadro de comparación en la siguiente página. En este sentido, Escuela y Café debe ser 15 Ver, por ejemplo, el diagnóstico del "Proyecto Multinacional de Educación Básica" (PRODEBAS 1995)). 25 considerado más como un programa de formación para el trabajo que como una forma de trabajo infantil. 26 Comparación entre las características del “Trabajo Infantil Inapropiado” y Escuela y Café Trabajo Infantil Inapropiado (criterios de la UNICEF) Es con dedicación exclusiva a una edad demasiado temprana Se pasan demasiadas horas trabajando El trabajo provoca estrés físico, social o psicológico indebido Se trabaja y se El salario es vive en la calle inadecuado en malas condiciones El niño tiene que El trabajo impide asumir demasiada el acceso a la escolarización responsabilidad El trabajo mina la dignidad y autoestima del niño (como esclavismo y explotación sexual) Impide conseguir un pleno desarrollo social y psicológico. A la gran mayoría de los niños les gusta estar en el programa, y el desarrollo de éste no implica explotación del niño por parte de la escuela, sino más bien aprovechamieno por parte de los hogares del mayor conocimiento de niñas y niños. Los resultados del estudio sugieren que el programa promueve el desarrollo de habilidades y carcterísticas importantes para la vida adulta en las zonas rurales Escuela y Café No implica dedicación exclusiva, y la edad en que comienza la etapa de aplicación práctica está por encima de lo que es considerado por el DANE como "edad de trabajar" para las zonas rurales.16 El trabajo no es intensivo, y parte de él se desarrolla en la escuela dentro de actividades con una clara vinculación pedagógica a un modelo (ENR) exitoso de educación rural. Al 99% de los niños les parece útil lo que han aprendido, y el 98% considera que, además de aprender, se divierten en Escuela y Café. Gran parte del trabajo que implica el programa se realiza en la escuela, y el resto es realizado en las propiedades de los padres de familia. Por estar constituido por actividades pedagógicas, no se percibe salario, y el presente estudio muestra que las actividades requeridas por el programa no serían adecuadamente clasificadas como "trabajo". Las responsabilidades dentro del programa son compartidas entre docentes, estudiantes y padre, además de que los estudiantes no asumen "altas responsabilidades" comerciales, por ejemplo. El programa está insertado dentro de un modelo pedagógico formal para las zonas rurales, y los niños estudian durante jornadas escolares completas de 30 horas semanales. Fuente: para los parámetros de la UNICEF, Celada et. al. (2001). 16 El Departamento Nacional de Administración de Estadística (DANE), clasifica la población económicamente activa en las zonas rurales a partir de los 10 años de edad (y a partir de los 12 años para las zonas urbanas). El desarrollo de las diferentes etapas de Escuela y Café implica que los niños y niñas comienzan a realizar actividades prácticas después de los 13 años. 27 Uno de los principales resultados de la comparación realizada en el cuadro anterior, es que la razón central por la cual las actividades realizadas en el desarrollo de Escuela y Café no constituyen trabajo infantil inapropiado reside en el hecho de que Escuela y Café se encuentra articulado a un modelo pedagógico exitosamente probado en las zonas rurales. Esto hace que Escuela y Café esté claramente integrado a la vida de la escuela, y que contribuya al logro de uno de los objetivos centrales del modelo Escuela Nueva (estas observaciones se refuerzan con los resultados expuestos abajo en la sección sobre los aspectos pedagógicos de Escuela y Café). Precisamente el modelo Escuela Nueva surgió en parte de la motivación por ofrecer una educación relevante para la realidad de las zonas rurales, de tal forma que las comunidades educativas pudieran percibir no sólo los beneficios personales de la educación, sino también las posibilidades de mejoramiento de sus dinámicas productivas a través de una educación articulada con las necesidades del entorno rural (CRECE (2001a)). En este sentido, Escuela y Café no sólo está contribuyendo a reforzar la articulación del sistema educativo con la realidad rural (uno de los propósitos centrales de ENR), sino que también está produciendo modificaciones efectivas en las maneras en que los niños y jóvenes participan de las dinámicas productivas de los hogares. En particular, los resultados sugieren que los niños y niñas están realizando aportes con base en su mayor escolaridad, y que, en consecuencia, el tipo de trabajo que realizan en los hogares es más “intelectual” que “físico”. Adicionalmente, Escuela y Café adquiere una significación especial en relación con uno de los aspectos más dramáticos del trabajo infantil en las zonas rurales colombianas: niños y niñas en la guerra.17 Esto porque la época de profundización de la crisis cafetera coincidió en Caldas con la llegada de los actores del conflicto armado y la instalación de cultivos ilícitos en las zonas rurales del departamento (CRECE (2001c). En este contexto, al ofrecerles a los jóvenes rurales del departamento de Caldas las posibilidades de cultivar café de una manera tecnificada que todavía da ganancias, Escuela y Café se constituye en un mecanismo que ofrece a niñas, niños y jóvenes opciones de vida diferentes a los grupos armados o los cultivos ilícitos. Aún así, hay que reconocer que los factores que inciden en la instalación de cultivos ilícitos o en el ingreso a grupos armados, son múltiples y, probablemente, los más importantes están más allá del 17 De acuerdo con la UNICEF-Colombia (2002): “Se estima que 6.000 niños y niñas están vinculados a los grupos armados, su mayoría entre los 15 y 17 años –aunque también hay menores de 15 años. El 14.28% de ellos los son por vinculación forzada. Los que se vinculan “voluntariamente” lo hacen por las siguientes razones: i) 33.3% por el reconocimiento y respeto que las armas y uniformes les pueden ofrecer; ii) 33.3% por pobreza. La guerrilla promete protección social y salario; iii) 16.6% por relación cotidiana (por haber vivido desde su nacimiento en ambientes con presenciade grupos armados); iv) 8.3% por enamoramiento o decepción amorosa, miedo de los ataques o venganza. 48 de cada 100 personas vinculadas con el cultivo y procesamiento primario de la hoja de coca en Guaviare, Caquetá y Putumayo, son niños y niñas”. 28 alcance de programas como Escuela y Café. Sin embargo, Escuela y Café podría verse también como un instrumento para hacer más exitosa (y sobre todo sostenible en el tiempo) la incorporación de programas gubernamentales generales encaminados a la sustitución de cultivos ilícitos. 2.2.4. Impactos en términos de posible retención de los jóvenes en el campo: Los impactos que el programa tenga en el futuro no dependen de un único factor. Ni siquiera dependen completamente de factores controlables desde la institución escolar. Sin embargo, la manera en que el programa sea dirigido y coordinado por la escuela puede llegar a incidir en la manera en que los estudiantes utilicen lo aprendido, no sólo en sus hogares, sino también en la conducción de sus propias vidas adultas. Un aspecto interesante del programa tiene que ver con la identidad de los jóvenes frente a la identidad cafetera. De acuerdo con el CCC, dentro del diagnóstico realizado para el diseño de Escuela y Café, se encontró que a muchos de los jóvenes rurales involucrados en ENR no les gustaba la idea de convertirse en cafeteros, básicamente porque el estereotipo del cafetero no se ajustaba a sus gustos y expectativas. En particular, porque el cafetero era “viejo, con ropa pasada de moda, le gusta la música vieja…” Para enfrentar este obstáculo, el CCC contempló dentro del diseño del programa un paquete de materiales didácticos dentro los cuales se incluye una serie de vídeos que pretende romper dicha imagen estereotípica del caficultor. En los vídeos, los caficultores son jóvenes rurales, y la música y presentación están a cargo de personajes de la farándula y grupos musicales modernos (de rock, baladas, etc.; con atuendos modernos de acuerdo con el gusto de los jóvenes –tennis, jeans y gorras, en lugar de zapatos de trabajo, pantalones y sombreros tradicionales). Ahora bien, en términos de los resultados, podría decirse que el programa aumenta la seguridad de los jóvenes frente al futuro, sobre todo en relación con el desempeño en el campo. En efecto, en relación con las posibilidades que Escuela y Café ofrece en caso de que los estudiantes decidan permanecer en el campo, el 98%18 de los alumnos piensa que, gracias a lo que ha aprendido dentro del programa, podría desempeñarse adecuadamente en el campo (de éstos, el 53%19 está constituido por mujeres). Dentro de este grupo, el 19% percibe su fortaleza en los aspectos administrativos del trabajo rural en fincas; el 39% se siente adecuadamente capacitado en el cultivo de café; el 6% cree que podría obtener beneficios 18 19 La diferencia entre este 98% y el resto es estadísticamente significativa con un 99% de confianza. Esta diferencia de género es estadísticamente significativa con un 95% de confianza. 29 económicos con lo que ha aprendido; el 4% piensa que podría aplicar sus conocimientos en cultivos diferentes al café, y el resto no especifica. Del 2% de estudiantes que no se sienten capacitados para quedarse trabajando en el campo, el 25% dice no tener los conocimientos requeridos, y el resto no especifica. Por otra parte, en relación con la pregunta más específica de si, gracias a lo aprendido en Escuela y Café, el estudiante se siente lo suficientemente capacitado como para administrar una finca cafetera, el 87% de los estudiantes afirma que sí, mientras que el 13% restante dice no sentirse lo suficientemente capacitado. En el grupo control, el 86% de los alumnos siente que, como consecuencia de su entrenamiento en los PPP, podría desempeñarse adecuadamente en la zona rural. Dentro de este grupo, el 29% identifica su competencia en el manejo de diferentes tipos de cultivo, y el resto cree los PPP le han ofrecido herramientas útiles en el caso de tener que quedarse en el campo. Del 14% que no se considera capacitado para quedarse trabajando en el campo, el 50% dice no poseer los conocimientos necesarios, y el resto no da razones. Con respecto a la pregunta más específica de si con lo aprendido en los PPP se sienten lo suficientemente capacitados como para administrar una finca, el 57% de los estudiantes afirma que sí, y el 43% restante dice no tener los conocimientos suficientes. En resumen, los resultados también sugieren que el programa se está constituyendo en un mecanismo que contribuye a la retención de los jóvenes, no sólo en el sistema educativo, sino también en las zonas rurales. Esto se manifiesta en el hecho de que los estudiantes involucrados en Escuela y Café se muestran mucho más seguros que los del grupo control en lo que concierne a tomar las riendas de una finca. Sin embargo, hay que tener en cuenta aquí que los factores que inciden en la retención son múltiples, y algunos están por fuera del alcance del programa e incluso de las instituciones educativas. 2.2.5. Impactos en relación con los roles familiares: A lo largo del proceso de recolección de la información primaria, se pudo percibir cómo uno de los factores por los cuales el programa goza de aceptación dentro de los padres de familia tiene que ver con el hecho de que éstos se han dado cuenta del cambio de rol de sus hijos en las labores familiares. Esto es particularmente notable cuando el hijo es una niña, pues en estos casos los padres entrevistados dicen estar a gusto con el hecho de que su hija se identifique con el trabajo que ellos realizan, y que puedan trabajar en equipo. 30 En este sentido, el 98%20 de los estudiantes piensa que a sus padres les gusta el programa. De éstos, el 52% asocia esto con el hecho de que sus padres perciben que el trabajo dentro del programa logra cualificar en diferentes aspectos el trabajo familiar. El resto considera que a sus padres les gusta porque los ayuda a enfrentar el futuro. Ahora bien, si se consideran estas respuestas en relación con la escolaridad de los padres, los datos muestran que la baja escolaridad no parece ser determinante en el hecho de que a los padres les guste el programa (tabla 5), más aún cuando las diferencias no son estadísticamente significativas entre los padres a quienes les gusta y a quienes no según grupos de escolaridad. Tabla No. 5 Escuela y Café: ¿A sus padres les gusta el programa Escuela y Café? (respuestas según escolaridad padres) Escolaridad de los Padres Sí No Primaria incompleta 60% 61% Primaria completa 16% 9% Bachillerato incompleto 21% 26% Bachillerato completo o más 3% 4% Por otra parte, en relación con la tenencia de la tierra (tabla 6), las pruebas estadísticas muestran que, para el grupo de dueños, no hay diferencias estadísticamente significativas entre aquellos a los que les gusta el programa y aquellos a quienes no; mientras que para el grupo de quienes no son dueños, la diferencia sí es significativa (con un 90% de confianza), lo cual sugiere que, en este grupo de padres, el no ser propietario influye negativamente en la apreciación del programa. Tabla No. 6 Escuela y Café: ¿A sus padres les gusta el programa Escuela y Café? (según tenencia de la tierra) Sí No 55% 30% Dueños de finca 45% 70% Otro El 2% restante no afirma que a sus padres no les guste el programa, sino más bien que no lo conocen realmente. Por su parte, el 94% de los estudiantes del grupo control piensa que a sus padres les gusta que en la escuela se realicen los PPP. La razón principal que esgrimen es que, desde su punto de vista, los padres piensan que los PPP los dejan mejor preparados para enfrentarse al futuro. El 6% restante afirma que a sus padres no les gusta porque simplemente ellos no quieren que los hijos trabajen en el campo. Por otro lado, en Escuela y Café el 53% de los estudiantes ha recibido algún tipo de ayuda de alguno de sus familiares en el desarrollo del programa. Dentro de este porcentaje, el 41% ha recibido orientación y asesorías aplicadas a diferentes momentos del cultivo (desde el almácigo hasta la desyerba y el abono), el 35% 20 La diferencia entre este 98% y el resto es estadísticamente significativa con un 99% de confianza. 31 directamente en las labores del cultivo en el proyecto supervisado, y el resto no especifica. En estos resultados también se rechaza la hipótesis inicial según la cual la baja escolaridad de los padres o familiares constituía un obstáculo para el desarrollo del programa. En efecto, las diferencias no son estadísticamente significativas entre quienes sí han contado con la participación de sus familiares y quienes no por cada grupo de escolaridad. Tabla 7 Escuela y Café: ¿Alguno de sus familiares ha participado en el programa? (respuestas según escolaridad de padres) Escolaridad Sí No Primaria incompleta 60% 61% Primaria completa 17% 14% Bachillerato incompleto 21% 21% Bachillerato completo o más 3% 4% Sin embargo, la tenencia de la tierra sí parece ser un factor determinante de la participación de los familiares de los estudiantes en el programa (ver tabla 8), dado que en este caso las diferencias son estadísticamente significativas (con un 95% de confianza) entre quienes sí han participado y quienes no en el interior de ambos grupos (dueños y no dueños). Tabla 8 Escuela y Café:¿Alguno de sus familiares ha participado en el programa? (respuestas según tenencia de la tierra) Sí No 62% 45% Dueño de Finca 38% 55% Otro En el grupo control, sólo el 22% de los estudiantes ha recibido ayuda de otros familiares en relación con los PPP. En resumen, los principales impactos con respecto a los roles en el interior de los hogares son: Los resultados sugieren que, en relación con los PPP, Escuela y Café ha logrado modificar el rol de las niñas en el interior de las actividades del hogar y, sobre todo, la percepción que los padres tienen del papel de las niñas en las tareas productivas del hogar. A diferencia de los PPP, Escuela y Café ha promovido la participación activa de los padres en los proyectos productivos. 2.2.6. Impactos en relación con las prácticas pedagógicas: Como se señaló atrás, Escuela y Café constituye un ajuste de contenido dentro de la metodología general del modelo ENR (en particular, constituye un intento por 32 mejorar el papel de los Proyectos Pedagógicos Productivos). En este sentido, debería lograr una articulación óptima con el estilo de enseñanza-aprendizaje propio de Escuela Nueva, el cual es flexible y hace énfasis en el autoaprendizaje. Adicionalmente, el programa fue diseñado para que su desarrollo no fuera un proceso adicional a la vida de la escuela, sino precisamente para que se involucrara como un elemento más del desarrollo del modelo ENR. En este sentido, la estrategia más importante de Escuela y Café es la transversalidad (i.e., la estrategia consistente en incluir el tema cafetero en todas las materias de la escuela). A este respecto, el programa ha producido resultados pedagógicos interesantes. En particular, a diferencia de los PPP, se ha articulado integralmente a los procesos de enseñanza-aprendizaje y, sobre todo, es mucho más efectivo que los PPP en términos de su contribución al logro de la pertinencia del sistema educativo, la cual es un objetivo central de ENR. En este aspecto, los diferentes instrumentos y estrategias utilizados dentro del programa juegan un papel primordial. De hecho, en el grupo control, en el cual los docentes que no trabajan en el área agropecuaria afirman no haber recibido capacitaciones relacionadas con los PPP, y una proporción importante de ellos no relaciona sus materias con los PPP, además de que una proporción importante de docentes, o bien no conoce material didáctico relacionado con los PPP, o bien lo conoce pero no lo utiliza o lo considera inadecuado. Dentro de los docentes involucrados en Escuela y Café, en cambio, la gran mayoría de docentes afirma que las capacitaciones recibidas dentro del programa han contribuido a mejorar las prácticas pedagógicas en general. Con respecto a la transversalidad, el 92% de los estudiantes valora positivamente el hecho de que el tema cafetero aparezca en todas las materias, mientras que el 8% lo valora negativamente. Dentro del grupo de los que valoran positivamente la transversalidad, la explicación de la afirmación recae mayoritariamente en que dicha estrategia contribuye a una mejor comprensión del tema cafetero como tal, y en segundo lugar a que la estrategia ha ayudado a entender mejor otras materias (particularmente matemáticas y ciencias sociales). Quienes valoran negativamente la transversalidad, piensan así porque esta estrategia hace que el programa se vuelva monótono y repetitivo. Dentro del grupo control, las respuestas del 98% de los estudiantes revelan que se da un fenómeno similar al de la transversalidad (afirman que en la mayoría de las materias aparecen ejemplos relacionados con los PPP). De este grupo el 73% considera que esto contribuye a entender otras materias, principalmente teoría microempresarial; y el 27% considera que eso simplemente ha facilitado el desarrollo de los PPP. Como lo muestran otros resultados a continuación, Escuela y Café, a diferencia de los PPP, ha logrado una inserción más completa dentro de la vida de las escuelas rurales, convirtiéndose en un proyecto común a estudiantes, institución 33 y hogares, lo cual no parece suceder con los PPP. Naturalmente, este resultado se debe en gran medida a las estrategias metodológicas del programa, las cuales lo incluyen desde el primer El Caso de Escuela y Mora momento en el PEI de las escuelas. En la comunidad rural El Oro, del municipio de Riosucio, el programa Escuela y Café se ha visto sujeto a un interesante proceso de adaptación, que podría sugerir algunas ideas importantes acerca de la replicabilidad de la metodología de Escuela y Café, y de su adaptabilidad a otros ejes productivos diferentes. En efecto, a pesar de que los instrumentos, capacitaciones y estrategias diseñados en Escuela y Café estuvieron pensados exclusivamente en términos de la caficultura, los docentes de la escuela "El Oro" han adaptado dichos materiales y estrategias al caso del cultivo de mora. Como resultado, el programa "Escuela y Mora" ya está insertado dentro del Plan Educativo Institucional (PEI), e incluso ha llegado hasta la etapa final de desarrollo de Escuela y Café, es decir, los estudiantes ya han comenzado ha realizar sus propios proyectos productivos por fuera del colegio. Todos los componentes de Escuela y Café han sido adaptados al cultivo de la mora, incluida la transversalidad. Naturalmente, el principal obstáculo para el desarrollo de la adaptación ha sido la carencia de capacitaciones específicas para los docentes, dado que los capacitadores de Escuela y Café no conocen todos los detalles de la moricultura. Sin embargo, esta dificultad ha sido gradualmente superada mediante la utilización de textos especializados por parte de los docentes, o a través de capacitaciones informales ofrecidas por cultivadores vecinos. La principal dificultad que enfrenta esta adaptación actualmente es la falta de una asesoría técnica adecuada para poder llevar a cabo uno de los elementos fundamentales de la metodología de Escuela y Café, a saber: la posibilidad de ofrecerles a los hijos de los moricultores una serie de conocimientos y técnicas que mejoren sus propias prácticas productivas. El Caso de Escuela y Morera Por su parte, en el municipio de Anserma, en la comunidad rural el Horro, se ha producido una adaptación similar pero para el caso de la morera. La morera es el principal alimento del gusano de seda, y la seda es un producto fuerte en Anserma. En la comunidad rural el Horro, los docentes y estudiantes de la escuela ya han adaptado el programa Escuela y Café a la morera, y lo llaman “Escuela y Morera”. En este caso, una de las docentes ya diseñó los módulos de Escuela y Morera y el programa se ha puesto en marcha. En el interior de la escuela, el 96% de los estudiantes ha participado en los cultivos desarrollados dentro del programa. Del 4% restante, el 25% dice que no se le ha dado la oportunidad, otro 25% argumenta que la escuela no tiene lote, y el restante 50% no especifica. Para el grupo control, en cambio, el 97% de los alumnos ha participado en los PPP dentro de la escuela. Los materiales de enseñanzaaprendizaje utilizados particularmente para el programa son percibidos por el 66% de los estudiantes como entretenidos, mientras que el 5% los considera aburridos, y el resto no responde. Con respecto a estos mismos materiales, el 83% de los estudiantes los considera fáciles de entender, el 7% los considera difíciles de entender, y los demás no contestan. Acerca de los materiales didácticos del programa, el 93% de los profesores cree que es adecuado, mientras que el 7% restante afirma que no lo es. Por su parte, el 78% de los estudiantes del grupo control afirma que hay material didáctico especial para los PPP. De éstos, el 33% afirma que dichos materiales son entretenidos, y el 67% restante que son aburridos. 34 En el grupo control, el 17% de los docentes no conoce la existencia de material didáctico específico para los PPP, el 40% lo conoce pero no lo utiliza, el 7% considera que es inadecuado, y el 36% lo utiliza y considera que es adecuado. En Escuela y Café, el 86% de los estudiantes califica como favorable la manera en que enseñan los profesores, el 1% la considera desfavorable y el resto no responde. El 67% piensa que los espacios dedicados al desarrollo del proyecto son favorables, el 10% los considera desfavorables, y el resto no responde. El 88% evalúa como favorables los materiales de enseñanza, el 1% los considera desfavorables y el resto no responde. El 91% de los docentes opina que las capacitaciones recibidas dentro del programa han tenido una utilidad adicional más allá de contribuir al desarrollo mismo de dicho programa. El 9% restante piensa que únicamente han servido para desarrollar el programa. Dentro de las razones que ofrecen los docentes que le ven una utilidad adicional a las capacitaciones de Escuela y Café, aparecen: i) han contribuido a mejorar las prácticas pedagógicas en general, ii) han propiciado un mayor acercamiento a los estudiantes, los padres y la comunidad, y iii) han facilitado la explicación de los contenidos de otras materias. Para el grupo control, el 92% de los docentes afirma no haber recibido una capacitación especial dedicada a los temas relativos a los PPP. El 73% de los docentes considera que el programa Escuela y Café facilita el desarrollo metodológico del modelo Escuela Nueva, mientras que el 27% restante considera que el programa encaja dentro del modelo ENR como cualquier otro PPP. En el grupo control, el 92% de los docentes considera que los PPP contribuyen al desarrollo de la metodología ENR. Según el 84% de los docentes, la transversalidad ha contribuido a lograr los objetivos del programa, mientras que el 16% restante opina que no ha contribuido. Entre estos últimos, el 43% afirma que el problema reside en falta de compromiso y responsabilidad de los docentes, el 29% adjudica el problema a causas externas (como paros de profesores), y el 28% restante sostiene que la estrategia de la transversalidad no encaja con muchas materias (no especifican cuáles). Dentro del grupo control, el 53% de los docentes ha integrado los temas de los PPP en el desarrollo de sus materias, y el 47% restante no lo ha hecho. Las principales razones que esgrimen los docentes de este último grupo son que no han tenido una capacitación adecuada para ello, y que tampoco han tenido tiempo 35 para hacerlo. Este mismo grupo afirma que tendría problemas para adaptar los temas relativos a los PPP dentro de sus materias, fundamentalmente porque carece de la capacitación requerida. El 98% de los docentes considera que la metodología general del programa Escuela y Café podría ser utilizada para otros temas de producción rural diferentes del café. Con respecto al impacto que el programa tiene sobre las perspectivas de vida de los estudiantes, el 95% de los profesores evalúa positivamente el programa, y las razones que dan para ello son, en orden de importancia: el programa logra interesar a los jóvenes en el trabajo rural –específicamente agropecuario (91%); y el programa hace que les guste más estar en el colegio (34%). El 5% restante sostiene que el programa no tiene mayor influencia sobre el proyecto de vida de los estudiantes. En general, puede concluirse que uno de los aspectos más exitosos del programa es el pedagógico, por varias razones. En primer lugar, los resultados muestran que gracias a las estrategias e instrumentos metodológicos, el programa se ha integrado a la dinámica institucional de las escuelas, a diferencia de los PPP, en los cuales todavía hay un grado de desarticulación en el interior de las instituciones. En segundo lugar, dichas estrategias e instrumentos son percibidas positivamente por la gran mayoría de docentes y alumnos, algo que no sucede en el caso de los PPP. Finalmente, las estrategias de transversalidad y de capacitación a todos los docentes son elementos fundamentales del programa, que contribuyen en gran parte a la integración institucional del mismo. 2.3. Dificultades y obstáculos: El desarrollo del Escuela y Café se ha visto enfrentado a algunos obstáculos y dificultades, los cuales son mencionados a continuación. Desde el punto de vista del diseño del programa, es necesario repetir que los resultados del estudio, en relación con la aplicación práctica de los conocimientos por parte de los estudiantes (i.e., los proyectos supervisados), sugieren que el CCC debería revisar con cuidado el tema de los proyectos supervisados. En general, los docentes y las instituciones conciben estos proyectos rígidamente en términos de que los estudiantes lleven a cabo un cultivo hasta el establecimiento de un lote sembrado. Estrictamente, esto es lo que los docentes evalúan. Sin embargo, podría abrirse un abanico de posibilidades que permita a los estudiantes realizar su proyecto de otras maneras (e.g., manejando plagas en algún cafetal ya establecido, prestando servicios de asesoría en temas como café orgánico, registro de costos, adaptación de las prácticas recomendadas por CENICAFÉ, etc.) Si estas actividades alternativas fueran sometidas al mismo proceso de seguimiento y evaluación por parte de los docentes, ciertamente se 36 podrían cualificar mucho más, lo cual podría aumentar la pertinencia del programa. Desde el punto de vista teórico, el diseño del programa contempla la realización de demostraciones prácticas por parte de los padres de los alumnos, lo cual permitiría además integrar de mejor manera a la comunidad. Sin embargo, este aspecto ha tenido un desarrollo incipiente, y valdría la pena profundizarlo. En este punto hay que tener en cuenta que, como lo muestra el presente estudio, varias de las creencias y prácticas de los caficultores están atrasadas con respecto a las propuestas tecnológicas de CENICAFÉ. Por esta razón, el manejo de tales prácticas demostrativas debería hacerse con cuidado. Una posibilidad al respecto es que dichas prácticas sirvan para entablar una discusión amable entre jóvenes y caficultores. De cualquier manera, el hecho de que los padres ya hayan comenzado a acceder a que sus hijos adopten las prácticas técnicamente recomendadas muestra que el obstáculo cultural de la resistencia a cambiar ya se ha comenzado a superar. En algunos casos, el hecho de que los padres no sean propietarios de la tierra ha obstaculizado la realización de algunos de los componentes del programa. A este respecto, el CCC y las escuelas deberían contar con estrategias para incorporar y comprometer a la comunidad rural que sirve de entorno a la escuela para que faciliten el desarrollo de pequeños proyectos supervisados por parte de los estudiantes. De cualquier forma, si se modifica la concepción actual de docentes y directivos de los proyectos supervisados, podría ser más fácil atraer a propietarios vecinos de la escuela para que permitan que los estudiantes presten asesorías o realicen otras prácticas “no convencionales”. Por otra parte, el 100% de los docentes afirma haber tenido problemas con la adaptación de los temas cafeteros dentro de sus guías de clase. La principal razón es el tiempo que requieren tales adaptaciones. Otras razones son la dificultad para adaptar los temas agropecuarios con materias como inglés, cátedra de ética y valores, por un lado, y la falta de capacitación específica en los múltiples aspectos de la estrategia de transversalidad. También el hecho de que muchos de los docentes tengan un tipo de contratación transitorio constituye un obstáculo para el desarrollo armónico del programa. Esto porque con los cambios de administración política de los municipios, dichos contratos son muy inestables, lo que hace que muchos de los docentes ya capacitados en Escuela y Café “salgan” para dar entrada a nuevos docentes no capacitados. Finalmente, un factor externo crítico que probablemente frenará el potencial del programa para impactar más ampliamente en las comunidades rurales es la intensificación del conflicto armado colombiano. 37 3. Conclusiones: Es claro que, aunque el proceso de expansión del programa no ha culminado aún en el departamento, su implantación ya comienza a mostrar efectos importantes no sólo en las instituciones que lo adoptan, sino también en los estudiantes y en sus hogares. Son de resaltar las transformaciones que el programa ha venido produciendo gradualmente en la dinámica de los hogares. Los resultados sugieren que los hijos han comenzado a utilizar por fuera del colegio lo aprendido dentro del programa. Y aunque el resultado es similar en el caso del grupo control, las respuestas de los jóvenes involucrados en Escuela y Café muestran un grado mucho mayor de cualificación técnica (especifican detalles acerca de cómo, por ejemplo, llevan a cabo la reducción de costos cuando sustituyen los abonos químicos, o hacen observaciones acerca de las modificaciones que han introducido en el manejo de la broca, etc.). En este mismo sentido, en el interior de los hogares se han producido modificaciones que pueden atribuirse al desarrollo del programa. En particular, cabe resaltar dos de estas modificaciones: i) los hijos han comenzado una discusión con los padres acerca de las prácticas productivas, y dicha discusión ha llegado hasta el punto de comparaciones demostrativas por parte de los hijos entre las prácticas recomendadas técnicamente y las que adoptan sus padres; ii) con respecto al diagnóstico inicial en el que se basó el diseño del programa, el desarrollo de Escuela y Café ha logrado incorporar activamente a las niñas dentro de los proyectos productivos, además de que está modificando el rol que las niñas juegan en el interior de los hogares. Adicionalmente, el programa le ha otorgado una mayor significación a las prácticas pedagógicas en la medida en que acerca los contenidos curriculares a la vida de los estudiantes y de la comunidad rural. Otro resultado importante en relación con la percepción que hogares e hijos tienen de los efectos del programa es que en ambos grupos se percibe una mayor integración familiar. Es claro también que las estrategias metodológicas del programa y sus instrumentos pedagógicos y didácticos han sido exitosos. En particular, las estrategias de capacitación a todos los docentes y la de transversalidad, han contribuido significativamente a lograr los objetivos del programa, a la vez que han conducido a obtener otros resultados importantes, especialmente, han logrado convertir el programa en un proyecto integrado armónicamente al modelo ENR y a las instituciones mismas. Un importante resultado adicional del programa es el de su flexibilidad para adaptarse a otros ejes productivos diferentes del café. Los casos de Escuela y Mora y Escuela y Morera sugieren claramente que la metodología y las estrategias del programa pueden adaptarse fácilmente para zonas donde el 38 producto predominante no es el café. A este respecto, es importante tener en cuenta que algunos impactos importantes del programa se producen cuando en la escuela se les enseña a los niños, o a mejorar alguna de las prácticas productivas de los padres, o prácticas productivas nuevas. Finalmente, en relación con los aspectos pedagógicos, es importante resaltar que gran parte del éxito del programa se debe a que ha logrado integrarse a la vida de la escuela y, en particular, a las prácticas de enseñanza-aprendizaje en todas las materias. 39 4. Recomendaciones Generales: Las siguientes consideraciones son algunas recomendaciones para el CCC en cuanto a aspectos del programa que pueden ser mejorados. Dichas recomendaciones están basadas tanto en los resultados del estudio como en las percepciones de los investigadores obtenidas durante las visitas realizadas en desarrollo del trabajo de campo. En primer lugar, aunque es muy clara la integración del programa a la vida institucional de las escuelas, durante las visitas no se percibió un grado suficiente de articulación entre Escuela y Café y Escuela Virtual. Generalmente, la relación entre los dos programas se restringe a las consultas virtuales que los profesores proponen en las guías. Sin embargo, hay otros aspectos que podrían ser explotados. Por ejemplo, siguiendo las recomendaciones de CENICAFÉ, Escuela Virtual puede utilizarse para enseñar a los estudiantes la interpretación y utilización de la información sobre el mercado internacional. Podría empezarse gradualmente desde consultas no muy especializadas hasta la lectura semanal de los principales indicadores del mercado internacional. Adicionalmente, la utilización del Agrowin debería expandirse y profundizarse entre los estudiantes. En segundo lugar, como ya se mencionó, los resultados del estudio en relación con la aplicación práctica de los conocimientos por parte de los estudiantes sugieren que el CCC debería revisar con cuidado el tema de los proyectos supervisados. En general, los docentes y las instituciones conciben estos proyectos rígidamente en términos de que los estudiantes lleven a cabo un cultivo hasta el establecimiento de un lote sembrado. Estrictamente, esto es lo que los docentes evalúan. Sin embargo, podría abrirse un abanico de posibilidades que permita a los estudiantes realizar su proyecto de otras maneras (e.g., manejando plagas en algún cafetal ya establecido, prestando servicios de asesoría en temas como café orgánico, registro de costos, adaptación de las prácticas recomendadas por CENICAFÉ, etc.) Si estas actividades alternativas fueran sometidas al mismo proceso de seguimiento y evaluación por parte de los docentes, ciertamente se podrían cualificar mucho más, lo cual podría aumentar la pertinencia del programa. Es deseable una mayor articulación entre los Comités Municipales de Cafeteros y el programa en general. Actualmente, las escuelas se relacionan más fácil y frecuentemente con el Comité Departamental y, de hecho, podría afirmarse que la relación entre las escuelas y los Comités Municipales se da más fácilmente a través del Comité Departamental que de manera directa. No sólo las escuelas se verían beneficiadas, sino que también podría cualificarse aún más el programa. Por ejemplo, CCC podría pedir pequeños diagnósticos subregionales al servicio de extensión, con el fin de conocer mejor las necesidades concretas de capacitación o de mejoramiento. Este punto es especialmente relevante si se tiene en cuenta que la Resolución 6/1991del XLIX Congreso Cafetero recomienda responder “(...) las inquietudes que se plantean técnicos y cafeteros localizados 40 en regiones productoras, cuyas condiciones ecológicas difieren de aquellas en donde se han realizado tradicionalmente las investigaciones”. Por otra parte, los Comités Municipales podrían recibir breves informes de las escuelas involucradas en el programa, con el fin de prestar un apoyo que podría llegar a ser muy importante, sobre todo en los casos en que los dueños de finca parecen reacios a prestar pequeños lotes. Es necesario fortalecer las estrategias de comunicación del programa. En la mayoría de hogares entrevistados los padres conocen muy parcialmente el programa, y han recibido la información o porque los hijos están desarrollando su proyecto supervisado, o porque el Comité Municipal lo ha mencionado; además de que en los casos en que conocen mejor el programa se debe, o bien a que uno de los padres estudia también en la institución, o bien porque participa activamente en la asociación de padres o en las actividades de la escuela. Esta recomendación se ve reforzada por los resultados del estudio "Evaluación de la gestión integral del Comité Departamental de Cafeteros de Caldas en el 2001", realizado por el CRECE, en el cual se afirma: "Escuela y Café es conocido por un reducido porcentaje de cafeteros caldenses (35%). De éstos, el 25% son beneficiarios del proyecto, ya sea porque sus hijos o parientes que viven en sus fincas asisten al proyecto o porque los hijos de sus trabajadores son usuarios directos." Dicha recomendación es más necesaria en el caso de los cafeteros pequeños o no miembros de los Comités Municipales, pues con respecto a ellos el mencionado estudio concluía: "las mayores insatisfacciones se presentaron en el subgrupo de los pequeños cafeteros (para el 33% el proyecto fue regular)... entre los cafeteros no miembros de comités municipales, el 15% afirmó que es poco o nada necesario. Se destaca el 7% de usuarios directos que consideran que escuela y café es poco o nada necesario para las labores del café". El componente de gestión empresarial de las fincas cafeteras es quizás el menos explotado en el programa. Esto podría atacarse con la recomendación hecha atrás profundizar el uso del Agrowin, y también podría pensarse en que el CCC haga algún convenio con facultades universitarias dedicadas a los temas de administración, ingeniería o diseño industrial y desarrollo empresarial para atraer estudiantes que realicen sus prácticas como capacitadores del programa. Desde el punto de vista teórico, el diseño del programa contempla la realización de demostraciones prácticas por parte de los padres de los alumnos, lo cual permitiría además integrar de mejor manera a la comunidad. Sin embargo, este aspecto ha tenido un desarrollo incipiente, y valdría la pena profundizarlo. En este punto hay que tener en cuenta que, como lo muestra el presente estudio, varias de las creencias y prácticas de los caficultores están atrasadas con respecto a las propuestas tecnológicas de CENICAFÉ. Por esta razón, el manejo de tales prácticas demostrativas debería hacerse con cuidado. Una posibilidad al respecto es que dichas prácticas sirvan para entablar una discusión amable entre jóvenes y caficultores. 41 Finalmente, el CCC debería condicionar su apoyo a las escuelas de acuerdo a evaluaciones de desempeño. Podría pensarse incluso en "atar" Escuela y Café a Escuela Virtual, de tal modo que los apoyos del CCC en relación con Escuela Virtual se condicionen a la respuesta de las instituciones frente a Escuela y Café. 42 Bibliografía: Alesina (2001) Las Reformas Institucionales en Colombia, FEDESARROLLO, Alfaomega, Bogotá. Ashton & Sung (1997) "Education, Skills Formation, and Economic Development: The Singaporean Approach", en Education, Culture, Economy, Society, A. Halsey, et. al. , Oxford University Press, Oxford. Cadena & Duque (2002) Documento de Análisis acerca del Contexto de la Producción de Café en Colombia y su Relación con el Redireccionamiento del Centro Educativo de la Fundación Manuel Mejía. Inédito, elaborado para CRECE (2002). Celada et. al. (2001) El Trabajo Infantil, vía internet en: www.finteramericana.org/librosdoc/publica/publica_comple14.htm CEPAL et. al. (2001) Construcción de Equidad Desde la Infancia y la Adolescencia en Latinoamérica, Santiago de Chile. 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