LA MEDICINA EN EL Mundo Ha muerto el Dr.William Masters, pionero en estudios de la sexualidad humana Junto a Virginia Johnson, su esposa, se dedicó al estudio de un tema que nunca había sido investigado, sentando las bases de las técnicas modernas en el tratamiento de las alteraciones sexuales Arnau Prats. Estados Unidos E l pasado día 11 de febrero falleció en un hospital de Tucson, Arizona, el Dr. William Masters a los 85 años de edad a consecuencia de complicaciones de la enfermedad de Parkinson que sufría desde hacía varios años. El Dr. Masters fue el pionero, junto con su esposa Virginia Johnson, en estudiar la respuesta sexual humana. JANO entrevistó al Dr. Masters en su oficina de St. Louis en el verano de 1985 (JANO 1986; 667: 1942-1945). Los libros de Masters y Johnson marcaron a toda una generación. En concreto, su primer libro titulado La respuesta sexual humana, publicado en 1966, que más tarde se convertiría en su obra más emblemática y fundamental en el campo de la sexología, fue un verdadero éxito mundial de ventas. La pareja Masters y Johnson iniciaron sus ahora legendarios estudios en la ciudad de St. Louis en el estado de Missouri (Estados Unidos). Masters inició sus estudios sobre sexualidad en 1954, como miembro activo del Departamento de Obstetricia y Ginecología del prestigioso Hospital Barnes, adscrito a la no menos prestigiosa Washington University. Tres años más tarde, Virginia Johnson, que entonces era una investigadora adjunta, se incorpó a su equipo. Más tarde se casaría con ella, después de que ambos se divorciaran de sus respectivas parejas. En 1960 fundaron el Instituto de Sexología que lleva sus nombres, en el número 24 de la calle Kingshighway de St. Louis. A lo largo de todos estos años, y obviamente por el tipo de investigación que realizaban, la pareja se convirtió en una de las parejas científicas más famosas del mundo y, a la vez, más polémicas de la historia de la medicina moderna. Lo que Masters y Johnson realizaron a principios de los años sesenta (estamos hablando de hace más de 40 años) fue no tan sólo una labor pionera, sino que también fue una labor académicamente muy arriesgada y, para los que conocieron la sociedad norteamericana, y en particular la de St. Louis, casi suicida. Qui- Dr. William Masters. zá sean las propias palabras de Virginia Johnson las que mejor ilustren la valentía de los estudios pioneros de Masters, cuando con motivo de la muerte del que fue su compañero y ex esposo por tantos años comentó: “William estuvo dispuesto a arriesgar su existencia profesional abriendo hori- Entrada al Instituto Masters y Johnson en St. Louis. zontes en un terreno que ha evitado mucha infelicidad a millones de personas.” Los resultados de sus estudios y el campo de conocimientos que iniciaron y desarrollaron fueron obtenidos a través de la observación directa, en su laboratorio de fisiología sexual, de cientos de respuestas sexuales humanas durante el acto del coito y de la masturbación. Para ello se sirvieron de prostitutas y de partenaires asalariados, los cuales estaban conectados mediante cables a monitores que iban registrando sus reacciones fisiológicas a las estimulaciones de las regiones erógenas: ritmo cardíaco, presión arterial, contracciones uterinas, orgasmo, etc. Los resultados produjeron un verdadero escándalo público en la sociedad puritana norteamericana, pero a la vez iluminaron un aspecto del comportamiento sexual que nunca se había estudiado y sentaron las bases de las técnicas modernas en el tratamiento de las alteraciones sexuales. Masters estudió en el Hamilton College de Nueva York y se graduó en la Facultad de Medicina de Rochester. Siendo estudiante de tercer año, investigó sobre la biología de la reproducción que ya lo marcaría para el resto de su vida. Este mismo año, el Dr. George Connor, descubridor de la progesterona, se lo llevó al Instituto Carnegie de Embriología en Baltimore, en donde se hallaban prácticamente todos los mejores científicos de la época en el ámbito de la reproducción. Una vez acabó los estudios de medicina hizo la residencia en obstetricia y ginecología en el Hospital Barnes, pasando más tarde, en 1947, a incorporarse a la Washington University como profesor. En estos primeros años destacó tanto en investigación como en enseñanza, adquiriendo una cierta reputación que le valdría posteriormente para obtener, en 1953, permiso de las autoridades académicas para conducir estudios en sexología humana. La junta de la universidad le dio el consentimiento basándose en principios de libertad académica. Cuando JANO, hace ahora más de 15 años, le preguntó por las circunstancias de la aprobación en una sociedad tan cerrada y puritana, el Dr. Masters comentó que de no haber existido los famosos informes Kinsey de 1949 y de 1953, él jamás hubiera obtenido el consentimiento de la institución. En aquella época fue la Universidad de Indiana quien apoyó a Kinsey. Por tanto la Washington University fue la segunda universidad del país, y su facultad la primera en permitir tal tipo de estudios. Sin duda, “si Kinsey no se hubiera mojado primero, seguro que no se nos hubiera permitido a nosotros”. Desde el año 1957, en que Virginia Johnson se unió a él en sus investigaciones, hasta el año 1968, trabajaron completamente solos; luego se les añadirían ya más investigadores. Como hemos mencionado anteriormente, en 1966 publicaron su obra cumbre La respuesta sexual humana y, en 1970, Insuficiencia sexual humana. En los años siguientes continuaron publicando obras que rozaron la polémica como La homosexualidad en perspectiva en 1979, muy criticado en su día por varios grupos de homosexuales, y ya junto a Robert Kolodny, su socio de los últimos 20 años, Sexualidad humana en 1982 y Heterosexualidad en 1994. En febrero del año 1997, los 2 compañeros durante más de 21 años se divorciaron, pero siguieron trabajando juntos. En 1999, y por razones de salud, el Dr. William Masters abandonó el Instituto después de más de 26 años de liderarlo. El Instituto de Sexología Masters y Johnson está compuesto por 3 equipos de facultativos que, a su vez, están divididos en 5 disciplinas: obstetricia y ginecología, medicina interna, psicología, sociología y teología, junto a enfermeras y trabajadores sociales. Por su misión fundamentalmente investigadora, el Instituto evalúa y estudia a un número reducido de individuos por semana con problemas relacionados con su sexualidad. A manera de homenaje póstumo por sus contribuciones a un área de la investigación y de la medicina que se había prácticamente ignorado durante muchos años, dejaremos que sean las propias palabras del Dr. Masters, extraídas de la entrevista que concedió a JANO, quienes cierren esta crónica norteamericana: “La medicina está aceptando muy lentamente que la sexualidad es una función natural. Yo ya no lo veré, pero llegará un día en que la sexología será aceptada como especialidad al igual que ahora lo es la gastroenterología o la del aparato genitourinario. Y es que es el mismo tipo de función natural. Cada día se está aceptando más y más. La medicina es una disciplina muy conservadora en términos generales y esta paulatina aceptación de la sexología quiere decir que los tiempos están cambiando.”