Los Campesinos Durante los Tiempos Feudales (HA) La mayoría de las personas de la Edad Media era campesina. No formaban parte de la relación feudal entre vasallos y señores, pero al trabajar la tierra, sostenían toda la estructura feudal. Su labor dejaba libres a los señores y a los caballeros a prepararse para la guerra o para batallar. En tiempos medievales, los campesinos eran clasificados legalmente como libres o no libres. Esas categorías tenían que ver con la cantidad de servicio que se debían a su señor. Los campesinos libres alquilaban terrenos para cultivar y al señor le debían únicamente el alquiler de los terrenos. Los campesinos no libres, o siervos, cultivaban los campos del señor y no podían alejarse del señorío. A cambio de su mano de obra, recibían un terreno pequeño que podían cultivar para si mismos. La vida diaria de los campesinos giraba alrededor del trabajo. Muchos de los campesinos se ocupaban de los cultivos y atendían el ganado (animales de la granja). Pero cada señorío contaba también con carpinteros, zapateros, herreros y trabajadores de otros oficios. Las mujeres campesinas trabajaban en los campos cuando las necesitaban. También cuidaban de sus hijos, de sus casas y del ganado. Además de la mano de obra que aportaban, los siervos pagaban numerosos impuestos al señor. Había un pago anual llamado “capitación,” la cual era una cantidad fija por persona. El señor podía también exigir un impuesto, conocido como tallación, cada vez que al señor le hacía falta dinero. Cuando una mujer se casaba, ella, su padre o su esposo tenía que pagar una suma de dinero llamado merchet. Peasants’ homes were small and crowded with people and animals. También se requería de los siervos que molieran sus granos en el molino del señor (el único molino del señorío). Como pago, el molinero se quedaba con porciones del grano tanto para el señor como para sí mismo. Los señores podían quedarse con cualquier cantidad que ellos desearan. Los siervos consideraban esta práctica tan odiosa que algunos de ellos escondían pequeños molinos manuales en sus casas. La mayoría de los campesinos vivía en casas pequeñas y simples de una o dos habitaciones. Una casa típica estaba hecha de tiras de madera tejidas y cubiertas de paja o barro. Los campesinos tenían muy pocos muebles u otras pertenencias. Había una fogata en el centro del cuarto principal, pero a menudo las casas no tenían chimenea, por lo que el interior se ponía oscuro y lleno de humo. Una familia entera podría comer y dormir en una sola habitación que a veces albergaba también a sus animales de granja. Los campesinos comían vegetales, carnes como la de puerco y pan oscuro de grano grueso mezclado con centeno o avena. Casi nadie comía carne de res o pollo. Durante el invierno comían carne de puerco o de oveja, y pescado que habían conservado con sal. Se usaban mucho las hierbas, para añadir sabor a su comida y para disminuir el sabor a sal, o para disfrazar el sabor de la carne que ya no estaba fresca.