y Guayaquil a la vez, opino que usted debe concentrar sus fuerzas

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Boletín • N° 6
y Guayaquil a la vez, opino que usted debe concentrar sus fuerzas
abandonando a Guayaquil, y a lo más creo que lo que podría
aventurarse serían los 400 hombres del natallón Girardot con la
artillería toda. La pérdida de Guayaquil, si allí desembarca una fuerte
división peruana me parece insignificante en cambio de destruir los
4000 peruanos que se han presentado en Loja. Durante el invierno
el temperamento sólo arruinaría aquella división enemiga, y en tanto
se empleaba útilmente por nosotros derrotando la fuerza es difícil
que una división peruana penetre desde Guayaquil a Riobamba, por
pocos que fueran los obstáculos que se presentaran. Así la espalda
del Ejército está segura.
No pienso que es bueno abandonar Cuenca: creo que al
enemigo debe esperarse a las puertas de esa ciudad hasta donde hay
distancia suficiente para que ningún derrotado repase el Macará. La
llanura de Tarqui es buen campo de batalla; a la parte de allá hay
una fuerte posición que yo ocupé cuando venía a la campaña de
Pichincha, pero que no puede conservarse mucho por falta de agua.
El abandono de Cuenca facilitaría al enemigo reponer sus caballos,
descansar sus tropas, reunir sus hospitales, y, en fin, reparar sus
pérdidas como yo lo hice el 22. A lo más creo que si no hay tiempo,
deberíamos perder hasta el Cañar; pero nunca venir a este lado del
páramo del Azuay.
La pérdida de Cuenca traería consigo la pérdida de Guayaquil,
y en este caso los enemigos recibirían auxilios por Naranjal, y las
fuerzas desembarcadas en aquel Departamento se unirían fácilmente
con las de Cuenca. No sucederá así si perdido Guayaquil no se
pierde a Cuenca, porque aunque los peruanos intentaran reforzar
sus tropas por Machala o salir a Saraguro, ese es un camino difícil
en tiempo de aguas, pues yo lo hice con mis hombres, y a pesar
de la ayuda de los pueblos habría sido suficiente una compañía de
Cazadores enemigos para derrotarme.
Resuelta la conservación de Cuenca, no dudo que por medida
capital se haga acopiar allí cebadas para la caballería y recoger todos
los ganados y demás subsistencias que podrían servir al enemigo
• 2013
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