Nueva ley: menos sospechosos esperarán su juicio en la cárcel

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Clarín.com » Edición Jueves 09.03.2006
Policiales
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Nueva ley: menos sospechosos esperarán
su juicio en la cárcel
La Legislatura redujo ayer los requisitos para que un detenido pueda ser excarcelado.
Los actuales detenidos también podrán acceder a los nuevos beneficios.
CARCEL DE OLMOS. EL 80 POR CIENTO DE LOS PRESOS NO TIENE
SENTENCIA.
Fabian Debesa LA PLATA. CORRESPONSALIA
[email protected]
La provincia de Buenos Aires tiene desde ayer un nuevo régimen de excarcelaciones
que otorga a los jueces mayores atribuciones para decidir cuándo un procesado por
delitos penales debe permanecer en prisión hasta que se conozca su sentencia.
Es una ley votada a partir de una resolución de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación que, en la práctica, servirá para descomprimir la superpoblación carcelaria.
Corre en dirección opuesta a las normas de "mano dura" que el gobierno bonaerense
impulsó hace seis años, en la gestión de Carlos Ruckauf.
Los beneficios procesales se podrán aplicar también para los detenidos en causas
iniciadas antes de la sanción, según dijeron a Clarín fuentes judiciales y del parlamento.
No obstante, aseguraron que resulta "imposible" determinar el número de presos que
quedarían en libertad: "Cada caso deberá ser revisado", explicaron desde el Gobierno.
Ayer, los diputados aprobaron la modificación parcial del Código de Procedimiento
Penal provincial, que ya tenía media sanción del Senado, con el voto favorable del
oficialista FPV y del ARI, y el rechazo de la UCR, el PJ y los partidos de centroderecha
(macrismo, Recrear y Paufe).
Ahora el juez deberá evaluar si se amerita la detención preventiva en base a tres
motivos: peligrosidad del acusado para la sociedad, peligro de fuga y peligro de que
obstruya la investigación. El 80 por ciento de los 24.890 presos en cárceles de la
provincia no tiene sentencia. Además, en las comisarías permanecen detenidos otros
3.000 presos, todos sin sentencia. Según la nueva ley, pueden acceder al beneficio todos
los que estén acusados y detenidos por delitos con una pena máxima de ocho años
(antes eran de seis) o hayan cometido un primer delito con una posible sentencia de
cumplimiento condicional (hasta tres años de mínima). Esto quiere decir que un
magistrado puede dejar en libertad durante el proceso a acusados de muerte culposa (por
accidente de tránsito) o de homicidio preterintencional (es decir, alguien que mató en
una pelea).
"Esta reforma no es para llenar las calles de delincuentes", había asegurado a Clarín el
ministro de Justicia bonaerense, Eduardo Di Rocco. Ayer, desde Washington, a donde
viajó para una audiencia con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) por la situación penitenciaria, agregó que "ahora los jueces vuelven a tener la
responsabilidad en las decisiones".
Por un hábeas corpus colectivo del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), la
situación llegó hasta la Corte Suprema de Justicia. El año pasado, el tribunal pidió al
Gobierno y la Legislatura "adecuar su legislación procesal penal en materia de prisión
preventiva y excarcelación para ajustarla a los estándares constitucionales e
internacionales".
La ley incorpora un nuevo instrumento para resolver las prisiones preventivas. Es una
audiencia que deberá convocar el Juez de Garantías —antes de resolver la preventiva
privación de la libertad— con el fiscal, el abogado defensor y el imputado. El mismo
procedimiento deberá realizarse cada ocho meses, si el proceso se extiende sin
sentencia.
Según explicó a Clarín el defensor de Casación Penal, Mario Coriolano, "en esos
debates las partes pueden aportar elementos para modificar la situación. Por ejemplo,
tendrán que presentar un domicilio comprobable, una caución juratoria o real (fianza) y
el juez evaluará que no existen riesgos de amenazas a testigos u ocultamiento de
pruebas".
Por su parte, Gustavo Palmieri, director del Programa de Violencia Institucional y
Seguridad Ciudadana del CELS, evaluó que "la ley demuestra que el poder judicial para
cambiar un escenario. La nueva ley pone sensatez en lo que hace a la prisión preventiva
frente a los abusos que la ley anterior habilitaba. Por ejemplo, en el incendio de
Magdalena murió un acusado que estaba detenido por dos tentativas hurtos (robos sin
violencia) y llevaba seis años esperando su juicio".
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