Mira, mira una flor - El CSIC en la Escuela

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Título: “¡Mira, mira una flor!”
Por: Belén Corchado, Isabel Pardo, Artemia Rey, Ángela Barra, Mercedes
Cordobés, Ivana Portillo, Loli Castuera y Ana de la Cruz. Maestras de
Educación Infantil del Centro Infantil “Zarapico” de 0-3 años en Casar de
Cáceres (Cáceres).
Resumen:
El proyecto surgió tras asistir en enero de este año a un curso de ciencias
aplicadas a la escuela, impartido por el CSIC. A partir de aquí, nos animamos a
llevar a cabo un proyecto de este tipo en nuestro Centro, siendo una
experiencia fantástica y muy enriquecedora.
Un día, una niña encontró en el patio una planta y al entrar del recreo se la
mostró a todos sus compañeros. A partir de aquí, hicimos una asamblea en la
que surgieron preguntas del tipo: “¿qué es?”, “¿de dónde ha aparecido?”,
“¿cómo se alimenta?”, “¿qué partes tiene?” y muchas otras más. Los niños y
niñas dieron diferentes respuestas y, fue entonces, cuando decimos verificar
todas aquellas hipótesis. Para acabar en unas conclusiones y un aprendizaje
científico y divertido.
En este proyecto nuestro objetivo fundamental fue que los niños y niñas
observaran y experimentaran que las plantas necesitan agua y luz para vivir.
Para ello hicimos lo siguiente: plantamos semillas de alubias, garbanzos,
lentejas y otras variedades de cereales en tres situaciones diferentes:
1. Dejamos los tiestos al lado de la ventana donde entraba mucha luz y los
regábamos.
2. Colocamos otros tiestos en el vestíbulo donde hay mucha luz y no los
regamos.
3. El resto de los tiestos los metimos en un armario hermético sin luz y sin
agua.
Para llevar a cabo nuestro proyecto, las familias participaron trayendo las
semillas y anotando en el registro el crecimiento de las plantas. En otra
ocasión, un padre vino a hacer el experimento de cómo toman las plantas el
agua a través de la raíz. De esta forma la familia toma conciencia del
aprendizaje que realizan sus hijos a esta corta edad.
Finalmente, percibimos que esta manera de trabajar ha supuesto para los niños
y niñas un cambio en su manara de interactuar con las plantas. Notamos una
manera de mirarlas diferente, ya que hasta ahora, las plantas en general, no
eran más que meros objetos decorativos. Ahora, observamos que se han
convertido en una especie de “mascota” que hay que regar, procurar que
tengan luz y tratarlas con cuidado.
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