LA SEGUN D A S I EGA 1 la siega entrega número 2 243 días han bastado. Tal vez exagero pero pudieron haber sido más. ¿Cuántas lunas dibujaron su arco después del sol desde entonces? ¿Tú las has contado? Yo no. 243. 234. 123. Da lo mismo mientras siempre quede un espacio de tiempo, por muy largo que sea, para recostarse sobre el pasto recién cortado, para respirar ese olor incisivo mientras estiras los brazos y dices satisfecho, casi gritando pero en silencio, con el hocico al aire como grulla: ah, yo también entre las fieras. Luego empieza la lucha y todos con rasguños y magulladas siguen peleando sin desmayo, peleando a muerte, hasta que tú (y en este caso yo, es decir, ahora, mientras escribo) te quedas dormido del todo. Decidido y sin darte cuenta has cerrado la jornada de otro arduo día en el campo, trabajando, desde luego, trabajando. Hoy, día 198, hemos guardado la guadaña. A la muerte nada se le escapa, nadie se le escapa, a la ciega se le escapa todo. La segada ha sido buena a pesar del pronóstico. En la radio escuché que al menos no llovería, y no llovió o no lo vi por ciego. Siego, siego, me dije hace dos días, y cegué. La última cabeza de pasto de este día voló a las 3.24 de la tarde, luego guardé la herramienta en su cajita de madera. Sobre el trabajo, aparecían dos niñas jugando a quién se lograba alcanzar primero. Corrían, así de simple. Una se cayó. Otra se cayó. Deberían tener entre 10 y 12 años y llevaban vestidos blancos, bombachos y duros. Deberían, pero no pudieron. Vaya trabajo del segador, mientras más corta la maleza, más alucinaciones le llegan a la cabeza. Debe ser el sol. Debe ser el sol. Y ni una gota de lluvia. El día 215 volviste a entrar a la siega. Si lo haces por primera vez, espero que tengas alucinaciones. No olvides volver en 42 días a leer lo que te falta. No olvides volver en 43 días a leer lo que te falta. No olvides volver en 44 días. No olvides volver. No olvides los días. No olvides. No. editorial Por Luis Miguel Hermoza M. www.lasiega.org