De riesgo a realidad: muertes por nanotecnología

El Clarí-n de Chile
De riesgo a realidad: muertes por nanotecnología
autor Silvia Ribeiro
2009-08-29 17:50:44
Siete trabajadoras chinas enfermaron gravemente luego de haber trabajado algunos meses en una fábrica de pinturas
que usaba nanopartÃ-culas. Sufrieron daños severos y permanentes en los pulmones, erupciones en rostro y brazos.
Dos de ellas murieron y las demás no mejoran después de varios años.
El caso fue revelado en un artÃ-culo publicado en 20 de agosto 2009 en el European Respiratory Journal, escrito por
investigadores chinos liderados por Yuguo Song, del Departamento de Enfermedades Laborales y ToxicologÃ-a ClÃ-nica
del Hospital Chaoyang de Beijing.
Es la primera vez que se comprueban daños fatales en humanos relacionados con el contacto con nanopartÃ-culas.
Lejos de ser un caso aislado, podrÃ-a ser la punta del iceberg de una industria extremadamente riesgosa que ha
avanzando vertiginosamente a nivel comercial en todo el mundo, aplicando una nueva tecnologÃ-a sobre la cual no
existen supervisión independiente ni regulación en ninguna parte del mundo.
Según el artÃ-culo, las jóvenes habÃ-an trabajado entre cinco y trece meses rociando paneles de poliestireno con
pintura, aspirando vapores y humo que contenÃ-an nanopartÃ-culas. Al caer enfermas, los médicos encontraron exceso
de fluidos en pulmones y corazón, que deterioraron sus funciones respiratorias y cardiacas. Los análisis mostraron la
presencia de nanopartÃ-culas de 30 nanómetros de diámetro en los pulmones y fluidos, como las contenidas en la
pintura que usaban.
Estudios cientÃ-ficos anteriores –desde 2003 a 2009– mostraron que las nanopartÃ-culas y nanotubos producen daños
pulmonares en ratones. Estudios con células humanas de varios órganos también mostraron toxicidad de
nanopartÃ-culas. Son parte de los cerca de 500 estudios cientÃ-ficos que se han publicado en los últimos años
mostrando toxicidad de diferentes nanopartÃ-culas, nanocompuestos y productos nanoformulados, en animales de
laboratorio, en cultivos de células humanas, en el medio ambiente (en suelo, agua, cultivos, microorganismos, algas,
invertebrados).
Pese a esto, Clayton Teague, encargado de la Oficina de Coordinación Nacional de NanotecnologÃ-a de la Casa
Blanca, Estados Unidos, afirmó que este caso se debió a malas condiciones laborales, por trabajar en un espacio
reducido sin ventilación. Similares argumentos esgrimieron otros que tienen intereses en la nanotecnologÃ-a, en un
marcado esfuerzo por desvincular a la nanotecnologÃ-a de lo ocurrido.
Sin duda, las pobres condiciones laborales aceleraron el proceso. Sin embargo, el tema es mucho más preocupante.
Los autores del artÃ-culo reconocen las malas condiciones de trabajo, pero consideran que el caso tiene implicaciones
más allá, relacionadas directamente con la presencia y contacto con nanopartÃ-culas sintéticas. Yuguo Song enfatizó
es claro que los sÃ-ntomas, los resultados de los exámenes y el desarrollo de la enfermedad en nuestras pacientes [las
trabajadoras chinas] difiere notablemente de las patologÃ-as inducidas por inhalación de pinturas de otros pacientes.
Señaló que pese a que las trabajadoras cesaron sus actividades en la fábrica, en los años siguientes dos de ellas
murieron y la fibrosis pulmonar de las sobrevivientes siguió avanzando.
Actualmente, se conocen a nivel global más de 800 lÃ-neas de productos de venta directa al consumidor que usan
nanotecnologÃ-a: la mayorÃ-a contienen nanopartÃ-culas de plata o de carbono, sustancias nanoencapsuladas para
controlar su liberación en los organismos (más lenta, más rápida o abrirse en contacto con ciertos tejidos o condiciones
ambientales). Son usadas en barnices, pinturas, textiles, construcción, informática, telefonÃ-a, agricultura,
alimentación, farmacéutica, cosméticos, vestimenta, entre otras industrias.
La industria de nanotecnologÃ-a propagandea sus supuestos enormes beneficios (al menos para ellas sÃ- los tienen) y
ninguno de sus riesgos. Tal como la industria nuclear –también en el negocio de manipular átomos– decÃ-a que era natu
porque hay átomos en todas partes, o la ingenierÃ-a genética, que todos tenemos genes, la industria nanotecnológica
nos dice que toda la naturaleza está compuesta de nanopartÃ-culas. Pero, de manera similar a los otros ejemplos, se
trata de partÃ-culas y nanocompuestos sintéticos, manipulados, que nunca antes habÃ-an existido en la naturaleza y
frente a los cuales, por su tamaño y propiedades nuevas, ni el sistema inmunológico humano ni la naturaleza se han
enfrentado antes. Pese a que existen cientos de estudios que indican toxicidad, a que hay enormes vacÃ-os de
conocimiento cientÃ-fico y grandes incertidumbres sobre sus impactos en los organismos y en la naturaleza, miles de
productos están en los mercados sin pasar por ningún tipo de evaluación ni regulación.
Avizorando todo esto, el Grupo ETC propone desde 2003 una moratoria a la liberación comercial de productos con
base nanotecnológica, e incluso a la investigación hasta definir claros protocolos de investigación, supervisados en
forma independiente. Nos llamaron enemigos de la ciencia y la tecnologÃ-a. ¿Cuántos muertos se necesitarán para que
se aplique el principio de precaución y las industrias, gobiernos y cientÃ-ficos acrÃ-ticos dejen de usar al público como
conejillos de indias?
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El Clarí-n de Chile
*Investigadora del Grupo ETC
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