PLACER, DISPLACER, ANHEDONIA Y ADICCIÓN. Carlos Sirvent (1); Cruz Rivas (2); Pilar Blanco (3); Mª Villa Moral (4). Fundación Instituto Spiral. Madrid RESUMEN: ¿Por qué el drogodependiente, sea cual fuere su adicción, es incapaz de experimentar satisfacciones de baja estimulación? La contemplación, la intimidad, lo entrañable los percibe con aburrimiento ¿Por qué solo se sienten a gusto buscando y notando sensaciones intensas? El drogodependiente sobrelleva una vida extrema y vehemente, instalado en el bipolo placer-displacer sin transiciones intermedias: o se encuentra bajo los efectos agudos de la sustancia o sufre dramáticamente la ausencia de la misma y su imperioso deseo, oscilando desde la intoxicación a la insufrible abstinencia, desde el trance estimulativo o nirvánico al bajón deprivativo. En definitiva, apenas tiene épocas de estabilidad sin protagonismo de la sustancia por presencia o ausencia traumática de la misma. De hecho, cuando se rehabilita un adicto, una de sus afirmaciones más frecuentes es que la vida sin drogas es agobiante y vacua. El vacío emocional que deja como grave secuela la droga es uno de los handicaps más importantes para la recuperación. El drogodependiente debe aprender a encontrar satisfacción sin buscar la sensación. Tras un repaso a la bibliografía existente y una reseña de la experiencia profesional en este ámbito de los autores, se presenta un estudio realizado con 100 adictos comparado con 100 voluntarios como grupo control. Como instrumentos de medición seemplearon la Escala de Búsqueda de Sensaciones, forma V (Sensation Seeking Scale, SSS de Zuckerman, Eysenck y Eysenck)), la Escala de Anhedonia Física (Physical Anhedonia Scale, PAS de Chapman & Chapman) y otra de Anhedonia Psicológica creada al efecto por Sirvent y Rivas. Se presentan los resultados y conclusiones del estudio. 9º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2008. Psiquiatria.com -1-