INTRODUCCIÓN La obra de Sigmund Freud es

INTRODUCCIÓN
La obra de Sigmund Freud es universalmente conocida tanto por sus contribuciones como por su
complejidad. Desde sus inicios, introdujo un nuevo modo de pensar los fenómenos
psicopatológicos, lo que permitió instituir un modo de abordaje clínico de los mismos, solidario
de su teorización. Esta solidaridad entre la experiencia psicoanalítica y los conceptos de la teoría
freudiana permite al mismo tiempo dar cuenta de la actualidad del psicoanálisis. Pero a su vez,
los desarrollos freudianos generaron cambios sustanciales en la conceptualización de la
subjetividad, los que trascendieron tanto los límites de su época como el campo específico de la
experiencia analítica.
Así los conceptos freudianos dejaron una marca de relevancia en diversos campos de la cultura en
general, y de la psicología en particular, que enriquecieron los desarrollos teóricos referidos a
problemas clínicos, institucionales, educacionales, laborales, sociales, jurídicos, etc.
El descubrimiento del inconciente produce la fundación de un nuevo campo de saber que
conlleva en sí, un punto nodal de ruptura respecto de los saberes anteriores. La invención del
método psicoanalítico es correlativa a la fundación de este campo y es solidaria con el despliegue
de una serie de conceptos que Freud irá construyendo, reinterrogando y reformulando a lo largo
de su obra.
EL INICIO DEL PSICOANÁLISIS Y SUS PRECURSORES
En una conferencia psicoanalítica en 1909, Freud declara no haber sido quien trajo a la vida el
psicoanálisis. Este mérito le fue deparado a Josef Breuer. Sin embargo, a pesar de que no se
declaraba el iniciador, es Freud quien continuó con los estudios psicoanalíticos. En nuestra
opinión, Breuer da la idea principal y es Freud quien fue el creador del psicoanálisis.
Breuer desde hacía varios años, atendía en su consultorio a una paciente histèrica cuyo nombre
era “Bertha Pappenheim”, quien pasó a la literatura médica como “Anna O”, hacia finales de
1882.
Breuer habló con Freud acerca del tratamiento aplicado a Anna O, Breuer empezó a tener una
explicación de los fenómenos de la enfermedad de Anna, y se dio cuenta que una vez que la
paciente había comunicado en estado hipnótico todos sus afectos, temores y en general las ideas
que la dominaban, volvía a su estado psíquico normal, desapareciendo los síntomas, al cual
después Breuer y Frued llamarìan “método catártico”, este abrió nuevos horizontes para el
tratamiento y la investigación de la neurosis.
Breuer había usado el método catártico con una sola paciente, pero Freud lo convirtió en una
técnica de tratamiento, esto lo llevo a formular una observación llena de futuras consecuencias:
Los traumas originales que llevan a la formación de los síntomas psiconeuróticos, por lo general,
se relacionan con el temido sexo, y llegó a la conclusión de que los síntomas neuróticos son el
resultado activo de motivos inconscientes ocultos.
Igual que en ocasiones anteriores, habría debido apreciar el procedimiento catártico de Breuer
como un estadio previo del psicoanálisis y fijar el comienzo de este sólo en el momento en que se
desestimó la técnica hipnótica, Freud introdujo la asociación libre.
La historia del psicoanálisis se computa desde el procedimiento catártico o sólo desde que Freud
lo modifico. Freud continuamente recibía críticas, ya que se le decía que él no era el creador del
psicoanálisis, sino Breuer. Pero Freud se mantenía firme, como lo vemos en este diálogo:
“ Desde luego, sólo lo hacen en caso de que su posición les permita hallar algo digno de nota en
el psicoanálisis; cuando no se ponen ese límite en su repulsa, el psicoanálisis es siempre, y sin
discusión, obra mía. Nunca supe que su gran participación en el psicoanálisis le haya atraído a
Breuer la cuota correspondiente de insultos y censuras. Y como desde hace tiempo he reconocido
que el inevitable destino del psicoanálisis es mover a contradicción a los hombres e irritarlos, he
sacado en conclusión que yo debo de ser el verdadero creador de todo lo que lo distingue.
Con satisfacción agrego que ninguno de los empeños por disminuir mi parte en el tan
vilipendiado análisis ha partido de Breuer mismo ni puede vanagloriarse de contar con su
apoyo.” (Freud, 1914).
El contenido del descubrimiento de Breuer se había expuesto tantas veces que podemos omitir
aquí su consideración detallada: El hecho básico de que los síntomas de los histéricos dependen
de escenas impresionantes, pero olvidadas, de su vida (traumas); la terapia, fundada en él, que
consiste en hacer recordar y reproducir esas vivencias en la hipnosis (catarsis); y el poquito de
teoría que de ahí se sigue, a saber, que estos síntomas corresponden a una aplicación anormal de
magnitudes de excitación no finiquitadas (conversión). Cada vez que en su contribución teórica a
“Estudios sobre la histeria” (1895) Breuer debió mencionar la conversión, puso a Freud entre
paréntesis, como si ese primer ensayo de explicación teórica fuera de propiedad intelectual de
S.Freud . Freud creía que este reconocimiento sólo era válido para el bautismo, mientras que la
concepción misma les vino a ambos al mismo tiempo y en común. Es también sabido que,
después de su primera experiencia, Breuer abandonó durante una serie de años el método
catártico, y sólo lo retomó después que Freud. Cuando este volvió de su permanencia con
Charcot, y lo movió a ello.
Su tesis sobre la etiología sexual de las neurosis provoca el aislamiento de su persona aún en el
círculo íntimo de sus amigos. Tesis cuya idea recuerda haberle sido transmitida por tres personas
que le merecían el más alto respeto: Breuer, Charcot y Chrobak. Transmisión de un saber que
ellos ignoraban poseer.
Ante la sugerencia que le hiciera Stekel, un analizante suyo, Freud invita a Adler, Kahane,
Reitler y Stekel mismo, a reunirse en su casa para ocuparse del psicoanálisis.
Así en 1902 surge la primera sociedad psicoanalítica. Las reuniones se hacen con regularidad y
toman el nombre de “Sociedad psicológica de los miércoles”. Reitler será el primero que ejerza el
psicoanálisis después de Freud. El círculo creado cambiará su composición en el curso de los
años y en 1908 con veintidós asociados comenzarán a formar una biblioteca que encontrará su
destrucción en 1938 a mano de los nazis. En el año 1908 cambiará el nombre por el de “Sociedad
psicoanalítica de Viena” y en 1910 debido a que ya no podían seguir reuniéndose en la sala de
espera del consultorio de Freud por el crecimiento del número de asociados trasladarán las
reuniones al “Colegio de médicos”.
En 1907, Freud puede advertir que el psicoanálisis calladamente había despertado interés y
hallado amigos, y hasta existían trabajadores científicos dispuestos a adherir a él.
Pero también se encontró con la declaración de un boicot que la ciencia oficial había hecho
contra los médicos e institutos que practicaran el psicoanálisis. Un año antes había iniciado una
correspondencia regular con Jung, quien en septiembre de 1907 crea en Zurich una asociación
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