517 D E HISTORIA N A T U R A L es en proporción más grueso, sin límite claro de separación con el anterior, y muy irregular. Endocardio.—formado por un solo estrato de células, cuya individualidad es irreconocible, y cuyos núcleos equidistan de los dos cabos, periférico e interno de la célula. Fibras conjuntivas.—Aparecen en Loligo con variedad aún mayor que en Rossia. Es espléndido contemplar al microscopio un corte bien teñido de corazón de calamar; son tantas y tan distintas las fibras, que no parece realmente posible agruparlas en sistemas. Si se ha empleado el método de Achúcarro, se destacan en amarillo y color chocolate, formando mil dibujos y entrecruzándose en todas direcciones sobre el fondo transparente o grisáceo de los a músculos, y si los cortes han sido tratados por la 2 . variante, toman los cordones conjuntivos un color rojizo obscuro, que contrasta con el amarillo pardo de las fibras musculares, cuyas estrías se ven en algunos casos perfectamente. En el límite externo de los cortes se ve un plexo nutridísimo d e fibras colágenas que, como en Rossia, adoptan tres direcciones generales, observables en este caso aún más claramente, de tal manera, que algunas veces el borde libre recuerda un poco la aleta dorsal .de ciertos peces teleósteos, con sus radios rectos unidos por hebras circulares onduladas (figura 2, A ) . A l lado del endocardio (fig. 2, estas fibras son e), gruesas abundantísimas, siguiendo las irregularidades de la super f icie interna de aquél; Unas Veces SOn pa- F ¡ g 3 . - M i o c a r d i o de Loligo c o n e en la zona de contacto ' endocardio (esquematizada). ralelas entre sí y a la pared endocárdica (fig. 3, e); otras, perpendiculares u oblicuas, a veces onduladas (fig. 3, a), rectas en ocasiones y tan largas en ciertos casos que llegan al plexo conjuntivo externo. Las fibrillas muy finas de reticulina (fig. 4, a) presentan una disposición menos regular que en Sepia y Rossia, pues aunque en-