Me presento en mi carácter de vecina del barrio de Villa Luro en esta audiencia pública convocada en razón que la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó en primera lectura, POR UNANIMIDAD un proyecto de ley de rezonificación, el 3/11/2011. Este proyecto de ley de aprobación inicial fue publicado en el Boletín Oficial el 10/01/12 (B.O. Nro. 3.829) y tramita bajo el expediente Nro. 1155-D-2011. El proyecto de mención establece que se desafecta del distrito de zonificación R2all del Código de Planeamiento Urbano, el polígono delimitado por el eje de las calles Ercilla, Escalada, Acassuso y Basualdo. Asimismo establece la afectación del polígono al distrito de zonificación R2Bl del Código de Planeamiento Urbano. Nos motiva el pedir la aprobación definitiva de la ley por las razones que se exponen a continuación; La zona alcanzada comprende dos manzanas de nuestro barrio. Estas se caracterizan por edificaciones bajas en parcelas pequeñas.Existen edificaciones en planta baja y planta alta, también los PH o casas chorizo, muchas de ellas con fondo parquizado. No son casas suntuosas, pero si de sólida y buena calidad. Esta es la identidad del barrio desde hace años, donde todos nos conocemos, muchos de nosotros desde que nacimos, y mantenemos hasta la fecha relaciones interpersonales. Muchas de nuestras familias son inmigrantes que se asentaron hace largos años en un barrio tranquilo, sin otra pretensión que tener la casa propia y buscando calidad de vida para sus integrantes. Nunca fue una zona muy atractiva, se encuentra en la periferia de la ciudad, y por su ubicación no era una zona requerida para emprendimientos inmobiliarios. El valor de nuestras casas no pasa por una belleza arquitectonica, ni construcciones lujosas, el valor pasa por un costado histórico cultural. En mi caso soy la tercera generación que vive en una casa chorizo, adquirida por mi familia hace mas de cuarenta años. Lo que estamos protegiendo no pasa por un valor patrimonial y aislado, pasa por nuestras raices y por sobre todas las cosas por mantener la calidad de vida de la que gozamos. La zonificación actual- que el proyecto aprobado por la legislatura pretende modificar- permite la construcción en altura, constituyendo esta normativa una irrazonable política urbanística por el carácter residencial y de casas bajas que conforman la zona. También queremos manifestar que estas dos manzanas están rodeadas por una zonificación residencial RDBl. La zonificación actual permite una construcción compulsiva e irracional de edificios altos que no responde a un criterio de urbanismo ambientalmente sustentable. El Plan Urbano ambiental que fuera sancionado en el año 2008 contempla la protección e incentivo de las identidades barriales, el conservar la pluralidad de las formas residenciales. Esto último implica distintas densidades, distintas morfologías, el promover los centros comunales y barriales con identidad y pujanza propia, de preservar los sectores urbanos de baja y media densidad poblacional que manifiestan características singulares de valor y buen grado de consolidación. La actual zonificación es contraria a los criterios del Plan Urbano Ambiental, en razón que no respeta el mandato de preservar los sectores urbanos de baja y mediana densidad. El Plan Urbano Ambiental en su Art. 8º referido al Hábitat y Vivienda establece que el mantenimiento de la diversidad funcional y de fisonomías del hábitat residencial se logra a través de la promoción de tipologías edilicias que no den lugar a disrupciones morfológicas, la preservación de los sectores urbanos de baja y media densidad poblacional que manifiestan características singulares de valor y buen grado de consolidación y la promoción de actividades que fortalezcan a las identidades barriales. El respeto de estos lineamientos es un derecho de todos los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires. Se ha establecido que los barrios de singular valor, de baja densidad y de buen grado de consolidación, como el caso de Villa Luro, deben ser preservados. En consecuencia la normativa debe propiciar el mantenimiento y aumento de dichos rasgos, nunca a la disminución de los mismos.Por que queremos un cambio de zonificación, porque entendemos que la construcción indiscrimada y fuera de una planificación urbana responsable, impacta sobre las estructuras existentes ( cloacas, abastecimiento de agua y electricidad, gas, cocheras, vacantes en las escuelas, etc. Genera problemas en la infraestructura de servicios, como escasez y colapso de los mismos. Mayor circulación de vehículos, mayor contaminación visual y sonora y mayor polución ambiental. Aumento de las vibraciones. Saturamiento de la demanda de educación, salud, etc. Todo ello implica un deterioro de la calidad de vida y degrada consecuentemente el entorno. La construcción de edificios en altura o torres genera el arrinconamiento de las casas, oculta luminosidad, quita privacidad, genera problemas estructurales en casas con cimientos que corresponden a construcciones bajas, sobreexige la infraestructura de servicios, afecta la tranquilidad de las personas. Provoca que se demuelan casas típicas del barrio y que se pierda su identidad. Todo esto provoca que muchas veces los vecinos se vean obligados a emigrar forzadamente cuando la casa que tenían al lado se convierte en una torre. A lo enumerado hay que agregar la depreciación económica de las propiedades cercanas al emprendimiento. Fundamos nuestra petición en los arts. 14 y 26 de la CCBA que contempla el derecho colectivo a la preservación del patrimonio ambiental, cultural e histórico de la Ciudad. Asimismo entendemos que el planeamiento urbano tiene como uno de sus objetivos fundamentales garantizar el goce del derecho a un ambiente sano y equilibrado. Nuestro pedido de rezonificación no quiere decir que nos opongamos al progreso, sino que queremos que las nuevas construcciones respeten la esencia del lugar y que no alteren el hábitat de la zona. Comprendemos PROGRESO como aquél que genera una mejora en el bienestar de la gente. Y claramente, atendiendo a lo precedentemente expuesto, la actual zonificación no responde a estos estandares. El mal llamado PROGRESO implica para todos nosostros una modificación sustancial del ambiente, con la consecuente variación de nuestras condiciones de vida. Por último quiero culminar mi exposición poniendo el foco de la atención en las historias personales. Detrás de todos nosotros hay historias personales que nos ligan cultural, historica, familiar y personal con esta causa. Quiero contarles una de ellas. Se trata de una vecina, la Sra. de Canabal, que vivia en la calle Guardia Nacional, todos la conocemos como KUKI. KUKI vivia en una casa, en un primer piso a la calle de mas de 100 metros cuadrados con su hijo y su marido ya fallecido. Tenía un balcón desde el cual nos cuidaba a todos cuando entrabamos a nuestras casas. Sumamente solidaria y compenetrada con su lugar. Un día la casa lindera a la suya se vendió, y comenzó su infierno, tres largos años de obra, para construir un edificio “en altura”. Los daños a la estructura de su casa, mas los ruidos incesantes de día y de noche, alteraron sus nervios. Imaginense el impacto en una persona mayor que ve como causan daños materiales a su casa, vibraciones, impedimento del sueño, quita de la privacidad, ausencia de luz, etc. Un verdadero infierno resultó esa construcción para ella. Culminó la obra, y continuaba contandole a quien quisiera escucharla el impacto que la misma implicó en la estructura de su casa, en su calidad de vida y en sus nervios. Un mal día se enteró que la otra casa lindera iba a ser puesta a la venta para construir otro edificio. No lo pudo soportar, su salud no iba a resistir volver a pasar por lo mismo. Se vió obligada a hacer lo que tienen que hacer muchos, poner en venta inmediatamente su casa, para venderla lo mas rápido posible y buscar algo urgente para mudarse. En conclusión, fue expulsada de su casa, no por desearlo, sino porque no le quedaba otra alternativa. En ella sintetizo todo lo que expuse, y como impacta están construcciones en las personas. Porque detrás de todos nosotros hay historias. KUKI queria terminar sus días en esa casa, la amaba, allí estaban sus mejores recuerdos. Hoy en día vive en un departamento de dos ambientes y cada tanto la veo tocando el timbre de lo que era su casa, como queriendo recuperar aunque sea por unos instantes los recuerdos de su vida, que se quedaron allí atrapados para siempre. No quiero que nadie mas tenga que pasar por algo así, las personas tienen derecho a elegir donde vivir y donde terminar sus días. También las familias jóvenes que se asientan en el barrio tienen derecho a que sus hijos tengan una mejor calidad de vida, parecida a la que tuvieron ellos en su infancia. Gracias por el tiempo, por escucharnos y a la Legislatura por haber receptado nuestra petición. Esperamos una pronta confirmación del proyecto, para continuar viviendo tranquilos en el lugar que elegimos. Quiero agradecer especialmente, y creo que represento a todos los vecinos, a Fabián Cajigal, a cuyo trabajo denodado e incansable debemos el impulso y concreción de nuestro sueño. Guadalupe Medela (11/04/12)